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LOS GUERREROS UNIDOS Y EL NEGOCIO DE LA HEROÍNA EN CHICAGO

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¿En qué se parece Iguala, Guerrero, y Chicago, Illinois? En que ambas ciudades sufren por la muerte de la heroína.

Al tiempo en que el gobierno mexicano no establece un móvil aceptable sobre la desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, poco se ha explicado del fondo del negocio que disputan las organizaciones criminales Guerreros Unidos, autores en complicidad policiaca de la masacre, y sus progenitores y rivales mortales, Los Rojos.

¿Cuál es la manzana de la discordia que, en términos de empresa, hace a cada uno de esos minicárteles ansiar la aniquilación del otro? No es una fruta sino o una flor, la amapola, o, más precisamente, la heroína.

Estados Unidos vive un alza en el consumo de la sustancia nacida en las montañas de Guerrero. Pero, ¿cómo es el negocio más allá del Río Bravo, cuando por pureza a la droga se le llama China White o se le discrimina como Black Tar?

En una acusación penal en contra de la banda existe rastro documental de esto. En el legajo llama la atención un aspecto peculiar: los Guerreros Unidos suelen identificar su mercancía con la calcomanía de una iguana.

Esta es la cuarta entrega de un reportaje realizado por SinEmbargo, desde la tierra donde florece “la dama roja”.

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La flor de la discordia en las montañas de Guerrero. Foto: Humberto Padgett. Sinembargo.

Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– La DEA supo de la existencia de los Guerreros Unidos más de un año antes del secuestro y probable asesinato de los estudiantes.

La principal agencia antidrogas estadounidense conoció al cártel desde sus entrañas y desde agosto de 2013. Entonces, se acercó a varios negocios de heroína y cocaína en Chicago, Illinois, y que involucraban a varios hombres mexicanos o de origen mexicano y conectaban la ciudad de los rascacielos al norte de Estados Unidos con los campos de amapola de Guerrero, a 3 mil 500 kilómetros de distancia al sur.

La DEA estaba detrás de Pablo Vega Cuevas y media docena de sujetos más a quienes consideraba miembros del Cártel de los Guerreros Unidos, como ya se nombra la organización en el documento oficial de la Corte del Distrito del Norte de Illinois fechado el 8 de diciembre de 2014.

Los narcotraficantes transportaban drogas, al menos heroína y cocaína, de México a dos bodegas establecidas en Aurora y Batavia, en la zona de Chicago. Básicamente, Vega importaba y vendía las sustancias al mayoreo al dueño de una empresa llamada R. Sanchez Landscaping, Inc., e Isaías Mandujano.

“Vega era el líder de la célula en Chicago de la organización mexicana Guerreros Unidos”, se lee en la acusación. “Vega trabajaba con varias fuentes de narcóticos de heroína y cocaína para importar grandes cantidades de México a Chicago para los Guerreros Unidos”.

El caso también involucró a Arturo Martínez, un socio de Vega y contrabandista con base en México que coordinaba los envíos y entrega de las drogas. Además, Martínez arreglaba el uso de vehículos con compartimentos ocultos para el traslado de las sustancias.

Vega coordinaba, en Estados Unidos, a Alexander Figueroa, Eliseo Betancourt y Wilfredo Flores. Los tres fungían como distribuidores y realizaron movimientos de droga de México a Illinois en autobuses comerciales para pasajeros y se obtuvieron indicios de que ocultaban droga en embarques terrestres de fruta.

* * *

Para esbozar la dimensión del negocio al que pertenecen los Guerreros Unidos y pretender monopolizar con sangre y fuego en su estado, se puede echar mano de documentos oficiales estadunidenses y mexicanos.

De acuerdo con datos de la pasada administración federal, entre el 1 de diciembre de 2006 y el 30 de septiembre de 2006, el gobierno de Felipe Calderón aseguró opio y heroína y destruyó plantíos de amapola que se habrían convertido –los tres productos– en 85.2 toneladas de heroína que contendrían 1 mil 700 millones de dosis con un precio de casi 3 mil millones de dólares. Se anota que el documento oficial no explica con qué metodología se obtuvieron tales cifras.

Según la Casa Blanca, durante 2010 los estadunidenses gastaron 27 mil millones de dólares en heroína. Los usuarios de adormidera de último que habían consumido adormidera el mes anterior a la fecha de ser encuestados, se incrementaron de 119 mil en 2003 a 335 mil en 2012.

Un estudio de la Universidad Roosvelt apunta a Chicago como la ciudad con más ingresos hospitalarios por sobredosis de heroína, mientras que en el estado de Illinois ya sólo el alcohol representa más tratamientos por desintoxicación que la droga ilícita, de “origen mexicano casi en su totalidad”.

Los medios estadounidenses se refieren a la situación de abuso de heroína en Chicago como una “epidemia” que se ha extendido de las zonas urbanas donde tradicionalmente se usaba la droga, a zonas rurales de Illinois.

En la breve, pero frondosa genealogía de los Guerreros Unidos se observa al pequeño y localizado cártel de las drogas originado por una escisión de Los Rojos, estos a su vez nacidos del Cártel de Los Beltrán Leyva que, hace no mucho tiempo, formaban parte del Cártel de Sinaloa.

Según reportes del Centro de Inteligencia Nacional contra las Drogas, las bandas mexicanas operan en 1 mil 286 ciudades de EU. Todas las mafias mexicanas consideradas como exportadoras de drogas poseen células en Chicago.

Los Beltrán Leyva lograron extenderse en su corta existencia –e intensa fragmentación– en 30 ciudades de la Unión Americana. Ahora, según la acusación contra la gente de Vega, es posible afirmar que los Guerreros Unidos, los mismos que secuestraron y asesinaron a 43 estudiantes, según la oficial, movilizan kilos y kilos de heroína en Chicago.

Esa heroína fue cocinada de flores nacidas en la Sierra de Guerrero, donde los Guerreros Unidos sostienen una cruenta batalla por el control del acopio de la goma de opio con Los Rojos, Los Ardillos –otra banda local– y Los Caballeros Templarios de Michoacán.

* * *

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La DEA sigue la pista a los Guerreros Unidos, que envían heroína a Chicago, Illinois. Imagen: Shutterstock.

El 21 de agosto de 2013 –más de un año antes de la masacre en Iguala–, la policía en el área de Chicago detuvo a un sujeto identificado en el expediente como “Individuo B” a quien encontraron 200 mil dólares en su auto. Más tarde, el mismo hombre llevó a los agentes a una casa donde se incautaron otros 230 mil dólares, 12 kilos de heroína y nueve kilos de cocaína o “palomas”, como los narcos mexicanos llaman por allá a los ladrillos de polvo blanco traído de Los Andes.

Más importante para el caso y más gravoso para la organización, capturaron al dueño de la droga, quien aceptó un trato con la policía y en adelante se convirtió en un informante secreto –CS-1 en el papel– que habló de Vega y los Guerreros Unidos. Entregó algunos miles de dólares que tenía consigo y su BlackBerry.

“Vega es conocido como El Transformer o Ninja”, sentenció frente a la imagen de la licencia de conducir de Vega. “Martínez reside en México y él envía la heroína”, siguió.

La DEA enlistó 10 números y obtuvo pines de 10 teléfonos celulares y aparatos Black Berry. Todos los números fueron intervenidos. El mismo día de los aseguramientos, Martínez, utilizando un celular mexicano con clave de larga distancia 733, número asignado a la ciudad de Iguala, Guerrero, sostuvo una conversación con CS-1.

La conversación fue grabada.

–Dime exactamente qué pasó –ordenó Martínez en referencia al movimiento policíaco de horas atrás.

El documento no aclara cómo el informante logró que Martínez mantuviera su confianza en él y que aceptara la versión de que perdió el dinero, perteneciente a Vega por un asunto de cocaína, pero logró mantenerse libre.

–Ayer –explicó el testigo protegido–, Transformer [Vega] me envió un mensaje por la noche. Que ellos [los socios de Vega] irían de su parte a dejar 200 [200 mil dólares]. Pero, quiero decir, ¿hay algo con Transformer o alguno de ustedes que estén haciendo algo para que te pongas loco? Es un montón de dinero.

–Ya te había dicho: no son la clase de personas que dejarán pasar algo sobre el dinero. Necesitas confiar en mí. Recuerda que te dije que si la cagabas y me traicionabas, yo sería el responsable, no tú. Ellos me hablarán a mí, no a ti. Te lo dije desde el principio, cuando estuve allá [en Chicago].

* * *

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Autoridades estadounidenses calculan ganancias de 32 mil dólares por ocho kilos de cocaína. Imagen: Shutterstock.

El 4 de septiembre de 2013, CS-1 realizó llamadas y se encontró con varios miembros de la organización, todo bajo la lupa de la DEA.

–Tengo que hacer esto, ya –urgió el infiltrado a un comprador mayorista de apellido Sánchez respecto a un negocio –¿Puedes venir en una hora?

–No, carnal. Tengo que hacer algo y lo tengo que hacer ya –respondió el intermediario.

El informante logró presionar lo suficiente y, 15 minutos después, Sánchez entregaba más de 302 mil dólares en efectivo producto de una venta de cocaína.

La ronda de los dólares no terminaba. Poco antes de las 10 de la noche, CS-1 marcó a Vega para convenir un encuentro esa misma noche.

–Voy con mi cuñado. Que no parezca que no confías en él. Si cualquier cosa pasa, yo seré el responsable, porque es mi compa –advirtió Vega al soplón.

Colgaron y el testigo marcó a Martínez, el contacto en Iguala.

–¿Qué pasó? –quiso saber Martínez.

–Ok, son 302 [respondió en referencia a la anterior entrega de dinero].

–¿Cuánto le faltó [a Sánchez]?

–Se quedó corto por 5 mil.

–Me dijo que lo estabas llamando porque le faltaban 4 mil y que entregará [los narcóticos] temprano por la mañana.

–Bien. ¿Qué hago con las ganancias?

–Son 20 mil nuestros. Te llamo luego, compa, y te digo cuanto –la llamada se corta, pero es recuperada de inmediato. –Ocho pequeños de 31 son 248 [ocho kilos de coca a 31 mil dólares el kilo equivalen a 248 mil]. Agrega 22 mil lo que da 270 [270 mil dólares]. De ahí tomaremos nuestras ganancias.

La interpretación del agente especial de la DEA encargado del caso es que las ganancias de Martínez y el informante consistían en la diferencia de los 302 mil 850 dólares entregados por Sánchez y los 270 mil dólares que entregaría el testigo al cuñado de Vega, es decir, poco más de 32 mil dólares por un asunto de ocho kilos de coca.

Al final, por órdenes posteriores de Martínez, su amigo en Chicago entregaría 263 mil dólares al enviado de Vega, un tipo de apellido Figueroa, con quien se citó en un K-mart de la avenida Adisson. Los agentes de la DEA dieron el dinero y colocaron una grabadora al infiltrado.

–¿Está todo? –preguntó Figueroa.

–Sí –respondió CS-1. –¿Está encabronado Transformer?

–No –dijo Figueroa. –Está bien. La mierda pasa y ya ha pasado antes –agregó en referencia a la confiscación de los 230 mil dólares de días atrás.

–Hay 7 mil dólares menos, así que son 263 mil.

–Está bien, le diré [a Vega].

* * *

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La DEA ha interceptado grabaciones que revelan la magnitud del negocio de los Guerreros Unidos. Imagen: Shutterstock.

Septiembre de 2013 fue un mes con una intensa agenda de trabajo para el delator.

El 7 de septiembre, el informante y la DEA nuevamente grababan una conversación con Martínez.

–Sólo dale 10 tickets [10 mil dólares] a mi amigo en el garaje. Lo que ocurrirá es irás a ver una camioneta [con compartimentos ocultos] para mí, para El Transformer.

Los agentes dieron 9 mil 998 y siguieron a CS-1 hasta un taller en la avenida North Monitor, donde se entregó el dinero para la instalación de los escondites.

Cuatro días después, Martínez ordenó a su operador en Chicago que contactara a un primo suyo para la entrega de 10 mil dólares. Así ocurrió, todo frente a la observación de los policías antidrogas. Este hombre, el familiar de Martínez, se volvería un contacto recurrente en las idas y venidas de dólares guerrerenses por Chicago.

El 16 de octubre, aún de 2013, los policías incautaron drogas a pequeños distribuidores por más de 8 mil dólares.

La suerte no se le enderezaba a los Guerreros y, apenas tres días después, les incautaron 31 kilos de heroína, un potencial de 2.8 millones de dólares.

El 4 de abril de 2014, hacia las cinco de la tarde, Martínez y Sánchez sostuvieron una conversación interceptada. Sin entrar en detalles, hablaron de la calidad de la heroína recibida en Chicago y de cierta falta de liquidez para comprar más en México.

–Danos una mano con las palomas cuando lleguen –dijo Martínez en referencia a un embarque de coca. –Así ellos [los del Cártel Guerreros Unidos] no estarán molestos. Primo –dijo en una manera muy guerrerense de crear familiaridad, aunque en realidad esta no exista–, ¿te podría mandar un compa para que recoja 20 mil dólares? Es sólo para recogerlos.

– ¿Quién es?

–La cosa es que esta persona hará unos pagos de la compañía aquí –explicó Martínez en referencia a un miembro de los Guerreros Unidos que haría algunas operaciones con ese dinero en México.

–20 mil.

–Sí, primo. Es un sobrino de Ninja –otro sobrenombre de Vega.

* * *

El 28 de abril de 2014, a las 11.36 de la mañana, hora de Chicago, ocurrió la principal intercepción telefónica durante los meses que duró el seguimiento a los narcotraficantes.

Vega y un sujeto identificado como “Individuo F”, de quien sólo se hace referencia a la letra M como inicial de su nombre e pila, acordaron los términos de una entrega de heroína.

–¿Qué pasó, amigo, ya hicieron la entrega? –preguntó “F”.

–No, tienen la cita para la una. ¿Por quién deben preguntar? Llámame al otro teléfono.

En la siguiente conversación registrada, “F” pidió a Vega distinguir su droga por su envoltorio con cinta adhesiva color naranja.

–Checa por los [kilos de heroína] que tienen la calcomanía de una iguana afuera. Resalta como un bulto en el cuadro.

–De acuerdo. ¿Son siete?

–Déjame checar… Son dos con el bulto, la iguana. Y deben preguntar por El Tío.

Para la DEA, estaba claro que “F” era el jefe de la banda en México. Al día siguiente, 29 de abril, fue detenido en la capital del Estado de México, el estado del Presidente Enrique Peña Nieto.

Se lee en el documento acusatorio de la DEA:

“Con base en información proporcionada por las policías mexicanas, la oficina de la DEA en México y las comunicaciones interceptadas entre las BlackBerry de Vega y el “Individuo F” autorizadas por jueces estadunidenses, se determinó que este era el líder del Cártel Guerreros Unidos en México”.

La versión del gobierno mexicano fue diferente. El 30 de abril de 2014, el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ofreció detalles de la detención de Mario Casarrubias Salgado o José Carlos Mendoza Salgado, El Sapo Guapo:

“Derivado de labores de inteligencia, durante las primeras horas del día de ayer, elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México, en coordinación con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Procuraduría General de la República, de la Policía Federal y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Gobierno del Estado de México, mediante tareas de patrullaje terrestre, lograron la detención en Toluca de Mario Casarrubias Salgado o José Carlos Mendoza Salgado, presunto jefe de un grupo delictivo que opera en el estado de Guerrero.

“Casarrubias Salgado o Mendoza Salgado, quien fue detenido junto con otros dos presuntos integrantes de la misma organización, es señalado como uno de los principales traficantes de droga a Chicago, en Estados Unidos, y se presume que tales traslados los realizaba mediante tráileres de fruta y autobuses de pasajeros, en su tránsito hacia el norte del país”.

Explicó que Casarrubias fue elemento de seguridad de los hermanos Beltrán Leyva y que, tras la muerte de los principales líderes de ese cártel, fundó su propia organización. Por entonces, nadie hablaba de los Abarca, de los Pineda, de los políticos con las manos llenas de heroína y sangre en Guerrero.

Inspirado, el Comisionado Nacional explicó el alcance de la detención:

“Con estos resultados, las instituciones que conforman el gabinete de Seguridad del Gobierno de la República ratifican su ineludible compromiso para realizar todas aquellas acciones que permitan alcanzar un México tranquilo y en paz para todos los ciudadanos y sus familias”.

Pero la paz no fue lo que pasó. Lo que pasó fue que el Cártel de los Guerreros Unidos, en colusión con las autoridades, secuestró, torturó y prendió fuego a 43 muchachos que por proyecto de vida tenían el magisterio en los lugares más pobres de México.


ALLÁ DICEN QUE “LA TUTA” LIQUIDÓ A “EL CHAYO” PORQUE MATABA NIÑOS

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“El Chayo”. Foto: Especial

“El Chayo”. Foto: Especial

Apatzingán, 27 de febrero (SinEmbargo).– En la Tierra Caliente, los autodefensas tienen por cierto que Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, ordenó el asesinato de su jefe y socio Nazario Moreno González, “El Chayo”, a principios de marzo del año pasado.

En distintas entrevistas realizadas por SinEmbargo con miembros de las oficialmente disueltas –pero aún operativas– autodefensas, el comportamiento de Nazario empeoró luego de que fuera dado por abatido por el gobierno de Felipe Calderón, a fines de 2010.

–¡Mataban niños! –asegura el jefe de uno de los grupos de la Policía Rural–. A una mujer le sacaron su criatura del vientre con una sierra eléctrica. Agarramos gente de Nazario que nos confesó a nosotros y lo repitió con la Policía Federal, que Nazario les daba de comer pedazos de corazón de sus enemigos. “El Más Loco” ya estaba muy pinchi loco.

***

Es diciembre de 2014 y el grupo recorre un camino de terracería con los cuernos de chivo listos.

En los límites de Apatzingán y Tumbiscatío permanecen gavillas de hombres leales a Nazario, aún después de su segunda muerte, el 9 de marzo de 2014. Esos pistoleros tienen por cierto que “La Tuta” traicionó a Nazario y algunos rurales encuentran justificación.

–A “La Tuta” le gusta el negocio de la droga. Siempre fue motero –habla otro autodefensa, un hombrón de piel oscura y cejas y brazos de luchador. Se acomoda el tirante de su cuerno de chivo–. Y no le gustan esas pendejadas de matar sin ton ni son, porque es malo para el negocio y eso se vio cuando nos tuvimos que levantar porque ya no se podía más con estos lacras.

–“La Tuta” mandó a un hombre llamado Ponciano Saucedo para matar a Nazario y lo mató al día siguiente de su cumpleaños [el 9 de marzo de 2014]. A Ponciano luego lo mató “El Gallito”, uno muy cercano al “Chayo” que todavía anda por aquí, por donde andamos, con uso 12 o 15 hombres dedicados a emboscar.

La versión oficial del Gobierno mexicano sobre la segunda y definitiva muerte de Nazario consiste en que el narcotraficante fue abatido el 9 de marzo, al día siguiente de su cumpleaños 44, en un paraje de Tumbiscatío.

“El Más Loco” se lanzó, a lomo de mula, contra un grupo de marinos de élite.

–El gobierno dice otra cosa –se le comenta al autodefensa que suelta el dato de Ponciano Saucedo.

–El gobierno dice muchas otras cosas que tampoco son ciertas.

–¿Y qué ganaba “La Tuta”?

–Componer las cosas con el gobierno. Arreglar el negocio.

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***

Un cártel no se construye en pocos años. El pasado remoto de La Familia, según la DEA, es de algunos rancheros de cejas juntas y sangre caliente que sembraban marihuana desde 1980, bajo el liderazgo de Carlos Rosales Mendoza, un fumador empedernido con tos permanente. “El Tísico”, le llamaron.

“El Tísico” comprendió que la asociación de productores de marihuana, moteros, como les llaman aquí, potenciaba el negocio y que el siguiente paso era reducir la intermediación en la venta hasta ser ellos mismos quienes la exportaran a Estados Unidos.

A la vez, crecía el poder del Cártel del Golfo, cuyos jefes convirtieron la frontera de Tamaulipas con Texas en una aduana de su propiedad. Michoacanos y tamaulipecos se asociaron. Durante su liderazgo, Osiel Cárdenas pagó la deserción del grupo militar de las fuerzas especiales, Los Zetas.

Rosales fue detenido en 2004 y, al poco tiempo, el entonces líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano, envió a un tamaulipeco a encargarse de las operaciones en el puerto de Lázaro Cárdenas, vital para el ingreso de precursores químicos asiáticos para la producción de metanfetaminas, manufactura desarrollada por el también michoacano Cártel de los Valencia o del Milenio y cuyo consumo en Estados Unidos se mantenía en ascenso.

El jefe michoacano en Lázaro Cárdenas era “La Tuta”. La disputa por el puerto terminó con el triunfo de los michoacanos.

“Vuélvanlo a intentar”, escribían en cartulinas al lado de las cabezas que cortaban a sus enemigos.

En 2006, la organización de “La Tuta” y sus socios Dionisio Loya Plancarte, “El Tío”; Nazario González Mendoza, y “El Chango Méndez” proclamaron su independencia del Cártel del Golfo y de los Zetas.

“La Familia no mata por paga, no mata inocentes. Sólo muere quien debe morir. Sépanlo toda la gente, esto es justicia divina”, arengaron en una de sus primeras mantas.

La propaganda, elemento constante y definitorio de los Caballeros Templarios de Michoacán, mantuvo presencia en calles y pueblos del estado hasta que los narcotraficantes de la Tierra Caliente se volvieron depredadores de su misma gente.

Por ejemplo, ocuparon la extorsión para cubrir por completo las cadenas productivas del aguacate y el limón, desde la siembra de pies en invernadero hasta la exportación de las frutas y desde el próspero agricultor hasta el sencillo cortador de frutas.

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UN VIAJE A PIE POR EL REINO DE LOS TEMPLARIOS

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Fue asunto de semanas en lo que el gobierno de Felipe Calderón terminara de festejar la muerte de Nazario Moreno, el temible jefe de los narcotraficantes michoacanos, para que entre los cerros de tierra parda y ardiente se escucharan los corridos del regreso de la muerte de un caballero templario.

Desde antes de esa primera muerte, se le conocía como El Más Loco, apodo en el que Nazario se sentía más que cómodo, pero luego de su falso abatimiento, en un sendero cercano a Tumbiscatío, el jefe de Los Templarios volvió no como un fantasma, sino como un demonio. Incontrolable, mataba por todas las razones o por ninguna.

El rastro de miedo y odio sigue ahí.

Los muertos vuelven de sus fosas clandestinas y cuentan las historias del reino de Nazario, de su ríos de Buchanan’s y montañas de coca, de su palacio, La Fortaleza, una fantasía ranchera de cemento y piedra imposible de no ver desde el aire o desde la tierra, desde los helicópteros de la Policía Federal o las tanquetas del ejército mexicano.

Pero nadie tocó el sitio, donde cantaron Calibre .50, Jenny Rivera y Joan Sebastián, donde Nazario mataba a quien suponía su enemigo con cara de aburrimiento. Donde resguardaba los libros cristianos con los que impartía doctrina.

A casi un año de su segunda y definitiva muerte, SinEmbargo estuvo ahí.

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Autodefensas y comunitarios resguardan la zona con apoyo de la Policía Federal, pero no todo el territorio está controlado. Foto Humberto Padgett SinEmbargo

Apatzingán, Michoacán.– El sol se adentró en los cerros de la Tierra Caliente y el jaripeo en el pueblo de Holanda se volvió fiesta de sombras.

Nazario se desprendió de sus escoltas –hasta 350 hombres artillados– y subió a la batea de una camioneta donde le pareció bien sentarse a beber cerveza con tres o cuatro de sus cercanos. Llevaba la barba de candado bien recortada y una camisa abierta hasta el segundo o tercer botón. El pecho lampiño quedaba al descubierto.

A fines de 2013, oficialmente estaba muerto, pero se mantenía como jefe de uno de los cárteles más violentos en México. Con la espalda bien recta, golpeaba con los tacones de sus botas texanas el piso de la caja del vehículo mientras seguía las canciones norteñas, algunas dedicadas a su existencia.

La escena es bien recordada por el dueño de la camioneta, un hombre perteneciente a las Fuerzas Rurales, las mismas alzadas a principios de 2014 contra el imperio de los Templarios, marihuaneros, gomeros, hieleros –fabricantes de metanfetaminas–, secuestradores, asesinos y violadores que se imponían votos de honor con casos de plástico, réplicas de los utilizados por los soldados sacerdotes de la Edad Media.

–¡El micrófono! –ordenó El Chayo.

Aprisa, el cantante corrió con el aparato en mano y, en medio del ruedo, se encontró con Ernesto Morelos Villa, pseudónimo compuesto por Nazario para sí mismo tomando nombre y apellidos de los héroes de quienes decía descender: Ernesto El Che Guevara, José María Morelos y Francisco Villa.

–¡Échense El Rey! –pidió la canción ranchera más conocida de José Alfredo Jiménez.

Con dinero y sin dinero,

hago siempre lo que quiero

y mi palabra es la ley.

No tengo trono ni reina

ni nadie que me comprenda.

 De la garganta del narcotraficante salió el maullido de un gato torturado. Cuando al fin calló, miró alrededor y se tambaleó, lo que hacía más alarmante el revólver Mágnum .357, apto para atravesar un motor de lado a lado, en su cintura.

– ¡Al que no aplauda le doy un pinchi balazo! –amenazó y los cientos de pares de manos ahí presentes chocaron entre sí.

* * *

Nazario Moreno González nació por aquí, en Guanajuatillo, el 8 de marzo de 1970, así que habría de cumplir 45 años de vida, pero cumplirá su primer aniversario de muerto pues murió por segunda y definitiva vez hace casi un año, el 9 de marzo de 2014.

–Su padre fue un moterillo. Le decían El Papayo –recuerda un viejo de Holanda. –Nada importante. Sembraba marijuana para no morirse de hambre. Murió poco antes que Nazario y también se fue debiendo vidas. Nació en Guanajuatillo, sí.

–¿Qué tan pobres eran?

–Cuando Nazario estaba morro iba cerca del Alcalde a trabajar por el día cargando melón allá, con el ayate que se cuelgan aquí, para acarrear melón a los carros. Ganaría unos 50, 60 pesos de hoy. Andaba de jornalero. Traía ropa… ropa pobre. Ropa nomás así de… no bonita. Ahí nomás, como la que compra uno, no era ropa de marca.

Uno de los grupos que le rindieron pleitesía, Reyes de Alto Mando, compuso la canción “Destino reformado”, posiblemente una referencia a la infancia de Nazario: 

Desde niño fui aceptando

todo lo que iba viviendo,

cuando el hambre está de frente

la vergüenza vas perdiendo.

Humillado y maltratado

la vida me ha desgastado

un buen precio fui pagando

para estar posicionado.

Todo lo que yo deseaba

tan sólo podía mirarlo,

veinticuatro horas al día

las pasaba trabajando.

Me caía me levantaba,

por mí nadie preguntaba

huérfano de nacimiento,

mi sangre está envenenada.

* * *

“Luego se fue a Estados Unidos y se volvió narquillo. De vuelta creció recio, porque se hizo pareja con Enrique Plancarte, que por aquí se le escapó al gobierno con la ayuda de Nazario”.

– ¿Y sus hermanos?

– A uno lo mataron en Morelia. Le decían El Ratón… No sé cómo se llamaba… tenía hermanos, tenía hermanas… los hermanos se metieron en broncas ya cuando él andaba crecido y no podían estar en ninguna parte porque corrían peligro de tantas chingaderas que hacía él. Si nomás con ser amigos de él se sentían bien, cuantimás familiares. ¡Eran intocables! Una vez se llevaron a un regidor de Apatzingán y lo torturaron, pero ya no pudieron matarlo y lo obligaron a decir, frente a una cámara, que estaba todo madreado de la cara porque agarró la loquera en la fiesta y él se pegó el solo contra el piso.

–¿En verdad cantaba mal? –pregunto al rural que recuperó su camioneta varias horas más tarde.

–Sabía cantar de la chingada. No tenía tonada, pero decía que  quien no le aplaudiera le daría un balazo.

–¿Y cumplía?

–Pues la gente mejor le aplaudía. Yo mejor me salí a la chingada. Traiba sesenti –el acento regional suele declinar las palabras en i– camionetas cuidándolo. Algunas trocas eran de doble cabina y llevaban ocho cabrones abajo y ocho arriba. Unos 350 hombres andaban pegados con él.

– ¿Él mismo disparaba?

– ¡Ah, sí! Y tenía tino. Ponía la bala en la frente. También se sabía dar de chingadazos. Pegaba duro.

Continúa el corrido de Los Reyes de Alto Mando: 

Antes no traía huaraches,

ahora traigo botas nuevas

y la ropa que vestía

en la basura se encuentra.

Hoy mi cuerpo se ve de lujo

de vestir ropa de marca

una legión en mi muñeca

y una trocona blindada.

* * *

La organización armada de las comunidades será prohibida a principios de 2015 por el gobierno federal y Apatzingán será un municipio militarizado, aunque, en realidad, nadie depondrá las armas del todo ni aún después de la salida de Alfredo Castillo de la comisión especial creada para intervenir el estado desde Los Pinos.

En diciembre de 2014, esta es la última barricada controlada por los autodefensas en los límites de Apatzingán y Tumbiscatío.

En este punto fue donde, exactamente, la Policía Federal mexicana, el ejército, la marina y la DEA, con agentes armados participantes en terreno según los documentos la propia agencia antidrogas, se dio por muerto a Nazario Moreno el 9 de diciembre de 2010.

Las versiones apuntan a que los narcotraficantes intervinieron las comunicaciones de las autoridades, que habían supuesto la muerte del Chayo en la refriega.

El jefe del narco aprovechó la circunstancia e hizo a sus hombres confirmar su deceso por un canal de radio que sabían interceptado.

La supuesta treta funcionó y la muerte de Nazario se anunció como un logro del gobierno de Felipe Calderón en su guerra contra las drogas.

Pero todos en Apatzingán y municipios de alrededor sabían que Nazario iba y venía por sus ranchos y casas con sus cientos de pistoleros o que se arrojaba al monte con una mula retinta de patas blancas a la que Nazario guardó singular cariño. El animal se comportaba con inusual mansedumbre, lo que permitía al capo presumir sus dotes de doma con un tipo de bestia reputada por su hosquedad, pero también por su fortaleza, resistencia y agilidad en las barrancas.

–En el monte, los caballos son pataratos –torpes, explica un hombre que conoció las caballerizas de Nazario. –Quería a la bestia mular y en esa se iba vuelto la raya cuando le avisaban que los federales estaban muy cerca.

El punto de control es resguardado por una docena de hombres armados con cuernos de chivo y AR-15, arma de diseño estadunidense de menor estima que el fusil ruso Kalashnikov.

Un cuerno de chivo de manufactura china cuesta en la región, precio estandarizado para autodefensas, narcotraficantes o la mezcla de ambas condiciones, unos 30 mil pesos, platica un hombre en el puesto de vigilancia. Cada bala cuesta alrededor de 30 pesos.

–Es como sacar de un chingadazo 30 caguamas. ¡Papapapapapapa! –ríe y luce un diente superior frontal de color indescriptible y marco dorado. La barriga cervecera confirma su pericia en la conversión de tales unidades. Sin embargo, éste autodefensa no porta un fusil con el cargador curvo y estriado por el que obtiene el nombre de cuerno de chivo en el campo mexicano, sino la misma arma con un tambor de 75 municiones. –¡75 caguamas! –una calculadora científica no lo haría mejor.

–¿Y tiene algún nombre esa lata?

Huevi di burri. Y se le pueden acomodar dos.

–¿Y entonces como le llaman?

–¡Pus huevi di tori! –enuncia con las palmas hacia arriba y el sonsonete típico de quien subraya la estupidez de su interlocutor por requerir que le expliquen lo obvio.

* * *

“Aquí ya es peligroso. En todo esto llegaron a emboscar”, dice el mayor de los rurales apenas queda atrás la capilla de Nazario. El hombre gira el dedo índice derecho para contener en el círculo descrito por su dedo las decenas de cerros bajos y cafés, ardientes en el mediodía de diciembre. Va sentado en el asiento del copiloto y lleva el cuerno de chivo entre su sillón y la puerta. Se le ve tan familiar con el arma como a un campesino con su azadón.

En estas terracerías, decenas de policías federales cayeron bajo el fuego de los sicarios. Apenas veían camionetas de la federal, los gatilleros de Nazario les volaban metralla. Poco importaba si provocaban un combate al tirotear una patrulla o una decena de blindadas. Los templarios veían uniformes negros y se arrojaban como a un coyote sobre la liebre.

–Una vez por semana, siempre al menos una vez por semana, subían dos camionetas militares –comenta uno de los rurales mientras los otros asienten, confirmando la versión. –Se quedaban arriba, en el rancho de Nazario todo el día y luego bajaban. En Apatzingán tenemos la 43 Zona Militar y al principio nos caía de extraño que les dejaran hacer todo lo que hacían, pero luego se paseaban esas dos camionetas verdes y quedaba claro todo.

–¿Subían a La Fortaleza?

–Y a las demás casas que se hizo Nazario. Hay otras en San Francisco, Cueramo, Guanajuatillo y Holanda. Fausto Vallejo estuvo en su casa del cerro cuando era candidato al gobierno de Michoacán. Nazario ordenó a toda la gente votar sólo por el PRI. Si alguien colgaba una manta de otro partido, le llamaba y le decía que si quería andar en las campañas, tenía permiso de hacer campaña por PRI.

–Pero cada quien votó por quien quiso.

–Sí, pero luego salieron los resultados y aparecieron los votos. Echó cuentas y se imaginó por donde habían salido esos votos, porque el cabrón era listo. “Se me hace que voy a colgar cabrones del puente”, dijo. Y sí hubo un colgado. En la elección para gobernador no quiso al PRD, pero el que le caía más mal era el PAN, porque Calderón es michoacano y decía que era el mal y lo debía expulsar a como diera lugar.

* * *

Mientras un cuerno de chivo se precia en unos 30 mil pesos, un fusil AR-15 vale unos 20 mil pesos. Una pistola .9 milímetros se cotiza en 12 mil 500 pesos. Entre los autodefensas entrevistados nadie conoció el costo de una metralleta calibre .50 como las utilizadas por los narcotraficantes durante los choques con federales y rurales.

–¿Pelean bien los templarios?

–Muchos nomás agarran el rifle y tiran: trrrrrrrr –explica un rural y remeda el movimiento de un fusil sobre su cabeza y aprieta los ojos. –Algunos corren. Muchos. Otros sí son entrones.

–Por acá andan todavía 12 o 15 templarios –explica el viejo. –Son del Gallito, uno muy bravo que era cercano a Nazario. Él mató a un pistolero de nombre Ponciano Saucedo, enviado por La Tuta [Servando Gómez Martínez] para matar a Nazario.

La versión oficial del gobierno mexicano sobre la segunda y definitiva muerte de Nazario consiste en que el narcotraficante fue abatido el 9 de marzo, al día siguiente de su cumpleaños 44, en un paraje Tumbiscatío, muy cerca de aquí, mientras El Más Loco se lanzó, sobre el lomo de una mula, a la carga de unos marinos de élite.

–El gobierno dice otra cosa –se le comenta al autodefensa que suelta el dato de Ponciano Saucedo.

–El gobierno dice otras cosas.

El camino se flanquea por frondosas camelinas púrpuras, rojas, rosas y color melón. Poco después, unos 25 minutos adelante del puesto de vigilancia de los autodefensas, el más viejo de los rurales advierte sobre un conjunto de edificios blancos, un espejismo entre los cerros cafés.

“Aquí es La Fortaleza”.

–¿Por qué se llama La Fortaleza?

–La Fortaleza de Annunaki – dice con naturalidad uno de los patrulleros. –Él le daba libros a la gente y les hablaba de Dios.

En la tradición mesopotámica, los Annunaki son dioses hijos del cielo. En el esoterismo contemporáneo, son extraterrestres esclavizadores de la raza humana.

Tal vez hubo algo de esto último en los propósitos de Nazario, pero el conjunto de edificios de La Fortaleza de Annunaki no es una visión del pasado babilonio ni una pretensión tecnológica. Es, más bien, la fantasía palaciega de un ranchero.

Otro fragmento de la pieza de Reyes de Alto Mando: 

Fui subiendo en el proceso

para salir adelante.

Hoy soy dueño de un buen puesto

que está manchado con sangre.

* * *

Nazario Moreno murió por segunda y definitiva vez el 9 de marzo de 2014. Los autodefensas hicieron un cuartel sobre su ermita. Foto Humberto Padgett SinEmbargo

Nazario Moreno murió por segunda y definitiva vez el 9 de marzo de 2014. Los autodefensas hicieron un cuartel sobre su ermita. Foto Humberto Padgett SinEmbargo

Más que ser ruinas del tiempo, los despojos de La Fortaleza son eso por el pillaje y la destrucción de autodefensas y vecinos que invadieron el lugar en las semanas siguientes a la muerte de Nazario.

Una decena de edificios separados entre sí se distribuyen en cerca de tres hectáreas de terreno. Las construcciones permanecen intactas y su pintura blanca, reluciente. Son pocas las casas alrededor de La Fortaleza y ninguna se le parece. La zona aún es sobrevolada por aviones y helicópteros del ejército y la marina –Apatzingán, además de zona militar cuenta con una zona naval–, pero el sitio nunca fue asaltado por fuerzas de gobierno.

La cerca ahora es vigilada por el armazón de alambre de una figura humana que los autodefensas vistieron luego de tomar La Fortaleza. Le montaban un madero a manera de arma para que el mono funcionara como señuelo de los templarios.

Tras la reja, la primera casa que funcionó como dormitorio y recepción, muestra el piso cubierto con panales de chilpa, un avispón rojizo que pica sin provocación y ocasiona un ardor similar a la quemadura de una brasa.

–¡Su mujer se pondrá recontenta! –reconforta uno de los hombres en sugerencia a que la picadura es afrodisíaca, misma atribución que los lugareños le otorgan a un sinnúmero de plantas, animales y situaciones de este y el otro mundo.

Una iguana verde trata de escabullirse por una ventana y derriba un cuadro con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. El sitio está pintado de amarillo canario con detalles naranjas.

–Sabe a pollo – se adelante un rural a la pregunta del sabor del animal.

–¿Beben su sangre?

–Quienes están enfermos, sí. Se le ponen granos de sal, se revuelve con Coca Cola y pa’dentro. ¡Pura vitamina!

A un costado, se ven los edificios más grandes, ocupados como graneros. Nazario no sólo acaparaba el mercado de la marihuana, la amapola y las metanfetaminas en la región. Durante los últimos meses de su vida impuso que todo el maíz a la venta se le vendiera a él y que todo el grano disponible se comprara a él.

–Lo mismo con los animales –el mayor de los guardias rurales apunta hacia unos corrales. –Estábamos obligados a venderle la res en pie a 15 pesos el kilo, ni un peso más, y él lo vendía 22 pesos, ni un peso menos.

Hacia el interior del rancho, quedan los restos de una red extendida y dos rectángulos bien delimitados y cubiertos de arena que sugieren canchas de voleibol.

Luego está una plancha de concreto techada que funcionó como pista de baile o salón de eventos con un pequeño escenario. Al fondo, se conserva una bodega construida como tienda con una lámina de Sabritas colgada.

–Una vez, Nazario y dos de sus compas, nomás ellos, estaban sentados oyendo un grupo de Apatzingán. Estaba toda la banda –recuerda un rural que trabajó como jardinero en el solar. –Llegaron camionetas y uno de los sicarios se acercó. El Chayo ordenó a los músicos que pararan. Se levantó y caminó hacia donde estaban las trocas. Luego de 10 minutos se oyeron dos balazos y Nazario volvió. “Toquen”, pidió.

Un fragmento más de “Destino reformado”:

Tres cuerpos en mi cajuela

y un cuchillo ensangrentado

al cortarles la cabeza

me siento un poco aliviado.

Cuando les arranco el alma

me miran horrorizados

una mueca terrorosa

y una sonrisa en mis labios.

* * *

El palenque, forrado de madera, es una arena de lujo para la pelea de gallos. Foto Humberto Padgett SinEmbargo

El palenque, forrado de madera, es una arena de lujo para la pelea de gallos. Foto Humberto Padgett SinEmbargo

Hacia adentro de la Fortaleza de Annunaki, continúa el palenque de gallos cuyo aro permanece forrado con madera. Atrás, un edificio de concreto y diseño moderno funcionó como casino. Hubo mesa de Black Jack, póquer, ruleta y dados. Ahora queda una mesa con fieltro verde y pedazos de plástico de varios colores, similares a los ocupados por los pueblos en las fiestas religiosas. No hay manera de esculcar nada, porque el sitio es un torbellino de afrodisiacas avispas gigantes.

En La Fortaleza, el espacio más llamativo es el dedicado a la monta de toros, un ruedo techado con capacidad para mil personas sentadas e iluminación artificial, sitio único en Michoacán. En medio del graderío, un cuarto con puerta de vidrio y letrero de “Palco Privado” funciona como un juego de palabras sobre el apodo de su dueño: pa’l loco y privado, aquí como reiteración de la demencia, El Más Loco.

El cristal está adornado con la figura de un jinete sobre un potro bronco.

–Aquí vinieron Joan Sebastian y Jenny Rivera –comenta un autodefensa confirmando que los músicos, al menos estos, tienen o tuvieron la inusitada capacidad para estrechar la mano de todos los capos, sin importar si entre estos un encuentro resultaría, inevitablemente, en una masacre. Joan Sebastian, por ejemplo, es hermano de un hombre relacionado con Los Guerreros Unidos, los mismos que secuestraron y asesinaron a los 43 muchachos de Ayotzinapa.

–También tocaron los de Calibre .50, Ezequiel Peña y hasta Napoleón vino a cantar –continúa la lista otro hombre.

–¿Podía venir cualquier persona? –pregunto.

–Cobraba 10 mil pesos por cada troca que entraba con la gente que cupiera adentro, pero no muy atascada, porque una troca muy apretada le iba a parecer mal a él. A una gente que la viera muy hambreada –ambiciosa sin justificación–, la hacía tragar de más. Si a un trabajador le decía que ya estaba muy cansado, lo mataba para que ya descansara en paz. Todo el tiempo castigaba… Tarugadas.

–¿Venía mucha gente?

–Se hacía la cola de trocas y trocas.

–¿Mujeres?

–A la que le gustara se la traían. Subían los taxis de Apatzingán con las muchachas más guapas. Ahora hay un montón de pendejas con cruces tatuadas en la panza, en las nalgas y en todos lados que se quieren quitar esos tatuajes hasta con sosa o ácido.

–¿Se le decía que no a Nazario?

–Él citaba y si uno no llegaba mandaba segundo aviso y después de eso, piso –muerte. –Cuando uno se los encontraba, había que poner buena cara y tratarlos como a los grandes amigos y los más chingones de los compadres, porque si nos les gustaba la cara de alguien, nomás era de que les diera la gana y lo mataban.

–¿Le mataron algún conocido?

–Sí, como no. Tuve un sobrino que estudio leyes y tenía un cliente preso. Nazario le ordenó no defenderlo, pero mi sobrino hizo su trabajo y lo sacó de prisión. Luego lo levantaron, lo caparon y tiraron su cabeza por un lado y el cuerpo por otro. Ya estaba muy loco el cabrón de Nazario. Desaparecieron a un hombre que vendía ollas porque, para los templarios, las vendía muy baratas y con eso los quería hacer quedar mal. A un señor que entró vendiendo pan, como no lo conocían, dijeron que era un espía; lo levantaron y quemaron por una brecha. Allá, pa’ la Ciénega, también encerraron una pareja con su criaturita adentro de una camioneta, le echaron gasolina y la prendieron.

–¿Locos fuera de sí?

–Le abrieron el vientre a una mujer embarazada para sacarle el niño. Mataron, atrás de ese cerro, a 13 de una familia, desde el más viejito hasta un niño de tres meses que lo tomaron de los tobillos y lo azotaron contra un árbol. Nosotros encontramos las tumbas en que los enterraron y agarramos al cabrón que lo hizo y lo confesó todo. Otro nos dijo que Nazario les daba comer pedazos de corazón.

Los últimos versos de “Destino reformado”:

Viviré penando en vida,

porque no tengo futuro,

tengo mente de suicida

y pienso tragarme al mundo.

Nunca conocí a mis padres,

ni un amigo verdadero;

sólo me queda esperar

un lugar… en el infierno. *

FIESTA DE SANGRE: VIVIR Y MORIR CON LOS TEMPLARIOS

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El brillante historiador michoacano Luis González y González, miembro de El Colegio Nacional, describió el pedazo más ardiente de su estado: “Se le dice Tierra Caliente con sobrados merecimientos, por razones muy justificadas. Según algunos es susceptible de hacer huir a los mismos diablos, según otros, basta con rasguñar un poco el suelo para sacar diablitos de la cola. Unos y otros afirman haber visto difuntos terracalenteños condenados al purgatorio que volvieron por su cobija.”

González y González murió en 2003 y no vivió su tierra convertida en la capital de los Caballeros Templarios. Si el ojo –era tuerto– del humanista se hubiera posado en las parcelas sembradas por los mismos michoacanos con sus propios niños, quizá habría tenido por certeza que los demonios regresarían al infierno aterrorizados de lo ocurrido en la Tierra Caliente.

Y, ante los hechos de Nazario, los condenados del pasado habrían de ser redimidos como santos.

Patrulla nocturna de autodefensas michoacanas. Foto: Cuartoscuro

Patrulla nocturna de autodefensas michoacanas. Foto: Cuartoscuro

Apatzingán, 2 de marzo (SinEmbargo).– Un Caballero Templario arrebató a Cruz Emmanuel de los brazos de su madre. Lo tomó por los tobillos y caminó hacia un grueso árbol con la mirada y las súplicas de María Loya, la madre del pequeño de tres meses de edad, sobre su espalda.

La noche del 26 de agosto de 2013 en el ejido Las Mujeres era una maraña de llantos y gemidos.

Horas atrás, un grupo de pistoleros asaltó una casa de adobe y lámina al lado del camino que lleva hacia El Tuerto. Derribaron la puerta y voltearon el lugar en busca de cada ser humano. Encontraron 13 relacionados entre sí por el matrimonio de Víctor Cortés Silva y Alicia Torres Marín.

Los enjuiciaron de manera sumarísima. Algo balbucearon los adultos con los ojos abiertos como de venados ante la luz de la lámpara que precede el fuego de la escopeta.

La familia trabajaba en la huerta de limones propiedad de un hombre de apellido Méndez, pariente lejano, pero al fin pariente de José Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez, “el traidor” que pretendió pactar con Los Zetas la aniquilación de La Familia Michoacana.

Las pruebas acusatorias eran irrefutables desde la perspectiva de los Caballeros Templarios de Michoacán, los mismos que presumían un juramento de protección a los niños, las mujeres y los ancianos.

Los asesinos establecieron que la responsabilidad recaía en las 13 personas, desde Cruz Emmanuel, de tres meses de edad, hasta Felipe Cázares González, de 73 años.

Asesinaron a Víctor Cortés en la misma casa y subieron al muerto y los vivos a las camionetas, donde iban prisioneros otros tres hombres. Uno de ellos, bocabajo y con las manos atadas, calculó por el tiempo y la consistencia del camino que cruzaban el puente de piedra y rodeaban hacia arriba un cerro pequeño y puntiagudo que parece un chipote.

Detuvieron el convoy en una parcela del ejido Las Mujeres. Era domingo 26 de agosto y, apenas el miércoles anterior la Luna fue llena, así que las sombras de los asesinos y la fila de sus víctimas cubrían los terrones de la tierra preparada para recibir maíz.

La vehemencia de la súplica del rehén que seguía el camino con los golpes de su cuerpo en el casco metálico de la camioneta ocasionó que los pistoleros le prestaran atención. Algo dijo de manera correcta que hizo concluir a los Templarios que estaban por matar a la persona incorrecta, pero no lo liberaron, no hasta después de que se apagó el último grito en la Tierra Caliente.

Juego de luces, armas y fuego. Autodefensas de Michoacán. Foto: Cuartoscuro

Juego de luces, armas y fuego. Autodefensas de Michoacán. Foto: Cuartoscuro

***

Uno de los hombres de Nazario Moreno, El Más Loco, líder de los Templarios, despojó a Diana Lizbeth Jaimes, de 19 años de edad, de su pequeño hijo, Jorge Luis Carranza.

Los hombres ataron las manos del niño de año y medio de edad por la espalda y empujaron sus hombros hacia abajo, hasta arrodillarlo. Alguien colocó un arma de fuego sobre su nuca. Víctor Manuel Cortés Torres, también sujeto de los brazos, escuchó el disparo sobre su hijo y luego el aullido de su mujer.

Diana corrió hacia el cuerpo de Jorge y se apergolló a él. Entonces la mataron a ella y así, abrazada a su niño quedó enterrada durante los siguientes siete meses en que yacieron en la fosa clandestina. Víctor los acompañó algunos metros al lado, junto a los dos hombres cuyo secuestro precedió a los de su familia.

El llanto de Cruz Emmanuel parecía atravesar como una segueta la cabeza de Peter Botas, el Templario a cargo. La versión disponible es que él mismo alargó la zancada hasta María Victoria Loya Calderón, de 19 años, y le arrebató al niño nacido apenas tres meses atrás. Caminó hacia un árbol que irrumpe en el horizonte en Las Mujeres y sujetó al niño por los tobillos con ambas manos. Giró la cadera, meció al niño, tomó impulso y descargó su peso hacia adelante estrellando la cabeza de Cruz Emmanuel en el tronco.

Luego de Víctor Manuel siguieron sus hermanos Evaristo, de 20 años; Luis Enrique, de 18 años; Fernando José, de 13, y María de Jesús, de 7.

Alicia Torres Marín presenció el asesinato de sus cinco hijos, su esposo y su nieto. Pronto se les unió. El anciano y otro hombre arrancado de la casa de los Cortés y apellido Carranza se les unieron.

El último de los grandes capos michoacanos, detenido. Foto: Cuartoscuro

El último de los grandes capos michoacanos, detenido. Foto: Cuartoscuro

***

Los Templarios invadieron a casa de Aarón como si el demonio hubiese soplado una estopa impregnada de gasolina hacia adentro de su cerca, en la comunidad del Alcalde, un caserío de 300 viviendas sendero abajo de La Fortaleza de Nazario Moreno, El Más Loco, líder de los Caballeros Templarios de Michoacán.

La noche del 26 de agosto de 2013 se había convertido en la madrugada del 27 y, dentro de la propiedad de Aarón, comisionado de seguridad en la región, se distinguían los restos de pintura amarilla de una máquina retroexcavadora, el imán de los sicarios.

– ¡El operador! –reclamó Pedro Naranjo García, un matón conocido como Peter Botas. Lo acompañaban una docena de pistoleros, entre estos Rigoberto Morales Valencia, Antonio Álvarez, un tipo llamado Osvaldo y apodado El Mono y, hasta donde la investigación va, también Enrique Arriaga Herrera y Miguel Padilla Pedraza. – ¿’Ontá el pinchi maquinista? –urgió Peter Botas.

La máquina y propiedad del Ayuntamiento de Apatzingán, ocupaba el patio de Aarón, quien la había pedido en préstamo a la autoridad para desmontar su parcela.

El maquinista no tuvo más opción y salió de la oscuridad en que dormía, en la misma casa de Aarón, un hombre con cuerpo nudoso pasado de los 50 años de edad, piel rosa casi roja, cabello corto y blanco y ojos azules como el cielo despejado de la Tierra Caliente. Al verlo, es difícil decidir si tienen más tipo coronel estadunidense o de cura español. El fusil AK47 que cuelga de su hombro derecho despeja la duda, aunque su lengua apunta en la otra dirección.

No pudo hacer mucho para defender al trabajador, quien se perdió en la noche, cerro adentro hacia el ejido Las Mujeres, a la velocidad de oruga de la mano de chango.

– ¡Haz tres pozos! –ordenó Peter Botas.

El maquinista trabajó durante el resto de la madrugada.

–Sabemos dónde vives y quién es tu familia –advirtió Peter Botas antes de liberarlo. Un par de días después, los Templarios llevaron la mano de chango a casa de Aarón.

Civiles armados en Aguililla. Foto: Cuartoscuro

Civiles armados en Aguililla. Foto: Cuartoscuro

***

A principios de 2014, cuando los terracalenteños se sublevaron contra los –también terracalenteños– Caballeros Templarios de Michoacán, Aarón dirigió la insurrección en El Alcalde, por donde Nazario campeaba sobre una mula retinta de patas blancas y la cómoda custodia de cientos de guardaespaldas armados hasta con metralletas calibre .50, aptas para derribar helicópteros.

Los autodefensas de la región, en los límites de Apatzingán y Tumbiscatío, avanzaron hasta tomar la ermita construida a propósito de la falsa muerte del Más Loco, en diciembre de 2010, “abatimiento” festejado por los gobiernos de México y Estados Unidos, como “un golpe demoledor, insuperable” al “sanguinario cártel” de Los Caballeros Templarios de Michoacán.

A principios de marzo de 2014, un hombre con la boca seca y los ojos aguados, apareció en la barricada de los autodefensas.

– ¡Mi hermana, mi cuñado, mis sobrinos, mi compadre…! –gimió Valentín Torres Marín, hermano de Alicia, la difunta jefa de la familia masacrada.

–Oye, ¿cuánto tiempo hace de esto? ¿Qué mes fue? –averiguó Aarón.

–Los levantaron el domingo 26 de agosto para amanecer lunes 27. Se los llevaron a todos.

– ¿En agosto del año pasado? –Aarón comenzó a atar los cabos.

–Sí –aseguró Valentín.

– ¿De 2013?

–Sí. Sí, de 2013.

–Mira, yo en agosto traía una mano de chango trabajando en una parcela en el Tuerto –explicó Aarón.

Reunieron algunos hombres y buscaron rastros de los entierros donde el maquinista refirió la excavación, pero no encontraron nada, así que buscaron al operador.

– ¿Qué lo pusieron a hacer?

–Me pusieron a hacer tres pozos, uno grande, dos chicos.

– ¿Dónde fue?

–Arriba de su parcela, don Aarón.

–Ahí no hay nada. ’Ira, te vas a emproblemar si no vas y señalas dónde fue. Tú tienes que ir y decir “aquí fue”. Yo te apoyo contra las represalias. A ti nada te pasa, porque los Templarios ya se fueron y primero nos pasa a nosotros que a ti, porque es fue tu trabajo. Si no lo haces, te vas a quedar solo.

El 3 de marzo de 2014, el operador regresó al árbol en que murió Cruz Emmanuel.

–Aquí, aquí fue.

Al día siguiente, el paraje se convirtió en un hervidero de policías. El Servicio Médico Forense reunió los restos en ocho bolsas de plástico negro que acomodó en la batea de una camioneta y cruzó el puente de piedra en sentido contrario al que cruzaron los 13 viejos, hombres, mujeres y niños la noche del 26 de agosto.

Civil armado en Yurécuaro. Foto: Cuartoscuro

Civil armado en Yurécuaro. Foto: Cuartoscuro

***

“El asesino está preso en Morelia. Se llama Pedro Naranjo García y lo hizo con una regata de pistoleros que traía con él. Hay unos libres todavía. Uno de ellos se llama Rigoberto Morales Valencia”, comenta Aarón con sus ojos azules puestos en las cañadas de alrededor, por donde los restos de los Templarios se ocultan para emboscar federales y rurales. “El tal Antonio Álvarez dicen que no tarda en salir”.

– ¿Eran usted enemigo de Pedro Naranjo antes del levantamiento de los autodefensas?

–Si antes hubiéramos sido enemigos, me habría matado. Uno tenía que hacer amistad con ellos. Al encontrarles había que saludarlos a toda madre, como que se llevaba uno muy bien con ellos, porque si miraban que uno no les saludaba, se encabronaban. Uno tenía que fingir que era un amigazo de ellos –habla como militar–. Nosotros no decíamos “mañana haré esto”; nosotros decíamos “si Dios me da licencia”, porque sabíamos que la vida era un constante peligro. Ahorita estamos armados y de perdida nos defendemos y morimos en la pela, no levantados y martirizados. A un muchacho muy querido de aquí lo caparon, le arrancaron los ojos, le mocharon oídos y le tumbaron la cabeza.

– ¿Usted percibe en estos hombres algo distinto a los demás?

–Son personas que no creen en Dios –ahora suena como sacerdote–. Son personas satánicas que ya no piensan que van a tener un día que dar cuentas al Creador de lo que hacen. Y son personas que les han lavado psicológicamente ya la mente. Cuando Nazario hacía las pláticas, les daba terapias para que ellos no sintieran temor de matar y que vieran el asesinato como algo necesario y obligatorio. Cuando mataban a una persona la abrían y le sacaban el corazón… Y órale: “¡Cómete un pedazo, tú otro, tú otro!”.

– ¿Eso se dice que hacía o hay alguien que lo afirma?

–Hay alguien que lo afirma. Nosotros agarramos una persona en El Morado que había amagado con matar una familia. Nos confesó que eso era positivo, que sí comían los corazones. Dijo que él nomás se echaba los pedazos a la boca, los mascaba y tiraba el pedazo. Nazario quería ver que se llevaban el corazón a la boca.

– ¿Y explicó cuál era la idea de Nazario para hacer eso?

–La idea de él era para endurecerles más el corazón y que les valiera poco matar, que se les hiciera algo común, que no tuvieran lástima. También tomaban sangre. Cocinaron carne de personas y ahí no había que alguien no quería comer. Todos lo tenían que hacer. Le entregamos esa persona a la Policía Federal y lo repitió todo.

– ¿Recuerda el nombre de ese hombre?

–Yo no más lo conocí como El Mudo. Y claro que habló. Sí. Refirió a una fosa, por estos cerros, con más de 300 cuerpos. Ha de ser cierto porque esa información también la traía el Ejército por su parte de alguien que lo confesó allá, en el DF. Un día nos fuimos a buscar ese entierro, pero no hemos dado con el agujero. Otro, que le dicen El 24, lo agarramos y nos confesó que le abrió el vientre a una mujer embarazada con una motosierra para sacarle al bebé. Esa mujer era de Acatlán y también mataron su familia entera, esa vez se llevaron entre ocho y 10 personas.

– ¿Él lo confesó?

–Él lo confesó. Lo tuvo el Ministerio Público en sus manos y lo soltó. Tres horas después de que lo soltó, se giraron las órdenes de aprehensión en su contra. No más lo soltó por algún billete y tres horas después se volvió libre. ¡Tres horas! ¿Pa’ qué quería más?

***

Pedro Naranjo, Peter Botas, enfrenta su proceso en una cárcel de mediana seguridad de Morelia. Ha sido señalado por el maquinista, el hombre que sobrevivió para ver la masacre, Aarón y Valentín Torres Marín, hoy convertido en miembros de las Fuerzas Rurales, cuerpo integrado por el ex Comisionado Alfredo Castillo y en vías de desaparición oficial, pues en la realidad los hombres de la Tierra Caliente no muestran disposición para el desarme.

Los sicarios Enrique Arriaga Herrera, de 24 años de edad, y Miguel Padilla Pedraza, de 27, ambos vecinos de la colonia Pénjamo, municipio de Apatzingán, están también sujetos a proceso.

Durante la primera mitad del año pasado, los 13 familiares muertos fueron llevados a El Carrizo, el pueblo de Parácuaro de donde eran originarios y del que migraron para sobrevivir en la pizca de limón.

Los dos hombres con que ya tenían detenidos los templarios la noche del 26 de agosto no fueron identificados y terminaron en la fosa común.

Antes, Evaristo Cortes Torres, Víctor Manuel Cortes Torres y Jorge Luis Carranza Jaimes desfilaron por las calles del centro de Apatzingán hasta alinearse sus ataúdes frente al Palacio Municipal de la capital templaria.

El padre Gregorio López, promotor de los grupos de autodefensa en la Tierra Caliente, atizó al Alcalde de Apatzingán, Uriel Chávez Mendoza, familiar de Nazario, El Más Loco:

“Ahorita anda desenterrando a 13 muertos que tuvo que haber visto él indirectamente, pues su policía municipal fue la que los levantó… Todos sus cuerpos de seguridad está involucrado trabajando para el crimen organizado.”

Diana Lissette Jaimes fue desenterrada y separada de su pequeño Jorge luego de siete meses y siete días en que estuvieron abrazados en el infierno michoacano más conocido como la Tierra Caliente, lugar del que los diablos salen despavoridos por el calor y el miedo.

Por razones burocráticas, la Procuraduría de Justicia de Michoacán entregó los cuerpos de Lissette y Jorge a sus deudos con meses de diferencia.

En consecuencia, madre e hijo fueron velados ni enterrados juntos y quedaron separados en la muerte. *

DESPUÉS DE CASTILLO: EL TRISTE FIN DE LA REBELIÓN DE FEBRERO

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El Sandoval es un pueblo hundido en el polvo ardiente en el que viven unas 200 personas, entre ellos los lisiados, las viudas y los huérfanos de la guerra sostenida por los hombres que se levantaron contra el poder de Los Caballeros Templarios de Michoacán y su colusión con las autoridades locales.

Si se quiere pensar en la relación que existe entre violencia y ausencia de oportunidades educativas, El Sandoval es el lugar correcto para hacerlo: casi 15 de cada 100 personas adultas no saben leer ni escribir, proporción que triplica la media nacional. Este analfabetismo es la condición de varios de los hombres que, en 2014, se sublevaron contra el cártel que se había adueñado de cada limón, cada mujer, cada res, cada vida, cada muerte. De todo.

El año pasado, mientras Alfredo Castillo Cervantes –entonces Comisionado para el Desarrollo Integral de Michoacán– aseguraba ahí y en la Ciudad de México de los avances en su estrategia para la recuperación del estado, los campesinos habilitados como miembros de las Fuerzas Rurales (es decir, con reconocimiento del enviado del Presidente Enrique Peña Nieto) se batían a muerte con los Templarios.

Hoy, están en el abandono.

En eso terminó para la mayoría la rebelión de febrero de 2013, cuando varios pueblos michoacanos decidieron levantarse en armas para combatir a los criminales que se llevaban hasta a sus hijas menores de edad para devolverlas embarazadas. Cuando las devolvían con vida.

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El Sandoval está habitado por unas 250 familias. Las casas están hechas con troncos de madera, cobijas y hules. Foto: Dalia Martínez SinEmbargo.

Apatzingán, Michoacán, 16 de marzo (SinEmbargo).– El hombre de 31 años de edad se levanta la playera y deja al descubierto la colostomía practicada en la mañana del 1 de noviembre de 2014, cuando los cirujanos seccionaron porciones molidas de intestino por las esquirlas de la bala fragmentada que apenas le atravesó el cuero. Luego derivaron un cabo del colon hacia la pared abdominal.

–A mí me dieron un balazo aquí atrás –Rafael Magaña Rivera gira para mostrar la parte baja de la espalda y hace una mueca de dolor– y me explotó acá, en la panza. Me cosieron las tripas y me hicieron un bujero. Apenas me va sanando donde tenía la sonda… y la operación la tengo desde acá y hasta acá. Y aquí, por aquí, es por donde hago del baño. Me van a volver a operar de aquí. “¡Mire!: Todo el tripaje lo traigo rompido”.

Un zíper marrón surca la mitad del vientre de Rafael. El estoma [pequeño orificio], la boquilla de intestino que sobresale del cuerpo de Rafael, parece la ventosa de un pulpo morado: la entraña que está de fuera es extraña.

–A todos nos pegaron: tres muertos: tres primos y quedamos seis nomás –respira hondo. Debe estar tan débil que un hombre como él, aquí nacido y crecido, sufre el calor de la Tierra Caliente. –A otro le quebraron toda la pierna, anda con un fierrón grande acomodado al hueso. No se sabe si podrá mover ese pie o ya no.

En la tarde del 31 de octubre de 2014, los hombres habían pausado el patrullaje y salieron al campo para recoger ajonjolí y venderlo. Las ganancias que estimaban en 4 mil pesos se repartirían entre los nueve hombres.

El grupo viajaba acomodado en una camioneta sin rotular con el nombre de la Fuerza Rural. El fuego los alcanzó al lado de una vereda junto a Las Cruces. Dados a la emboscada, una gavilla de Templarios los sorprendió a las 10 de la noche del viernes 31 de octubre de 2014. En la víspera del Día de Muertos, fiesta mexicana que encuentra su mayor esplendor en Michoacán, murieron tres –entre estos dos hermanos Magaña Rivera– y otros seis cayeron heridos, todos emparentados de una u otra forma entre sí.

–Esa noche –sigue Rafael–, ya cuando nos tiraron los fierrazos, nos aventamos de la camioneta pa’ abajo y fue cuando me pegaron el balazo aquí atrás. Era una bala expansiva y me explotó adentro, por eso me rompió todas las tripas. Caí destripado y me atoré el brazo con el alambre de púas de una cerca.

–¿Y ustedes mataron a alguno de aquel lado o no?

–Pues la mera verdá no sé decirle, pero yo pienso que no. Y ellos sí nos atacaron feo porque, ya ve, nos mataron los tres primos y luego nos dejaron todos heridos.

Rafael sobrevivió o algo así: un tiro atravesó su abdomen, se fragmentó partiendo intestinos en varias direcciones y una de las esquirlas estuvo a centímetros de partir la columna vertebral.

La noche de la Tierra Caliente se cuarteó con los gemidos.

Rafael Magaña pasó los siguientes 28 días hospitalizado en la clínica Santa María, en Apatzingán. Regresó a casa el penúltimo día de noviembre. De la camioneta en que viajó la hora de camino de terracería, lo postraron a una cama colocada sobre la tierra desnuda y bajo un techo improvisado con cobijas sostenidas con tubos.

Meses después, la piel de Rafael se ve extrañamente pegada al hueso.

“Sí, fui de la Fuerza Rural en Sandoval. Apenas me habían dado mi credencial. Me sacaron la foto en Apatzingán, con el patrón, Papá Pitufo. Apenas traébamos el papelito, nos habían dicho que la enmicáramos y en eso andábamos. Nomás queríamos agarrar un dinerito pa’ ir y enmicarla pa’ que no se nos maltratara. Y ese día yo la traía ahí en mi morralito y ahí cuando pasó eso pues ahí se quedó todo en la camioneta porque nosotros salimos corriendo pa’ un lado”.

* * *

El 10 de  mayo del 2014 se anunció oficialmente la conformación de la llamada Fuerza Rural, creada por el ex comisionado federal, Alfredo Castillo Cervantes, para institucionalizar a los grupos de autodefensas que, un año atrás, se conformaron en la zona de Tierra Caliente, Michoacán,  para defenderse de los embates violentos de Los Caballeros Templarios.

Ese fue el primer paso, según dijo el ex Procurador del Estado de México, de un proyecto que incluía depurar la policía estatal y municipal infiltrada por el narcotráfico; crear un cuerpo policiaco limpio, capacitado y bien remunerado que llevaría por nombre Fuerza Rural y Fuerza Ciudadana, además de un cuerpo de elite enfocado en operaciones especiales y de inteligencia e investigación criminal.

En los municipios de Tepalcatepec y Apatzingán,  lugares emblemáticos donde surgió el movimiento civil armado, Castillo Cervantes uniformó ese 10 de mayo a 120 hombres, encabezados por el ex líder de las autodefensas Estanislao Beltrán, conocido como Papá Pitufo y les entregó más de 400 pistolas .9 milímetros y rifles R-15.

La Diputada presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso local Selene Vázquez Alatorre, en abril de ese mismo año, se manifestó contra las formas de la creación de nuevos cuerpos policiacos que, a su parecer, trasgredían las normas.

La Fuerza Rural, dijo, “no encaja en ninguna normativa legal del estado y por tanto estarían operando al margen de la ley”, y lamentó la falta de información al Poder Legislativo y a los michoacanos sobre el tema.

Considero que la conformación de la Fuerza Rural ponía en riesgo a los miembros de los grupos de autodefensa, porque, al carecer de un marco normativo, sus acciones podrían ser impugnadas fácilmente por quien se sintiera o vieran agraviados con sus acciones.

“Hay un peligro latente para toda la ciudadanía”, señaló,  “los propios autodefensas habían denunciado que estaban infiltrados, que había Templarios dentro del movimiento, entonces ahora hay una posibilidad real de que los delincuentes sean policías avalados por las autoridades”.

El Congreso estatal nunca fue notificado de una iniciativa legal para la creación y reglamentación correspondiente de este grupo, que quedó bajo el mando de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero sin una estructura concreta de protocolos, de mando, ni normatividad ni presupuesto.

“No sabemos cómo decidieron quién sí tenía el perfil para integrar la Fuerza Rural Estatal, tampoco se sabe qué exámenes de confianza les hicieron, desconocemos si deben vidas o no, si tienen procesos penales abiertos o no”, se quejó la legisladora en tribuna.

Otro tema cuestionado y aparejado a la creación de la Fuerza Rural fue la constitución del  Mando Unificado Policial, en que nadie tiene claro el manejo de los recursos del Fondo IV municipal, que el ex comisionado Castillo Cervantes  pretendió  concentrar y distribuir bajo un criterio incierto. El Fondo IV se compone de recursos etiquetados de la Federación destinados a los municipios para  tres vertientes: seguridad, pago de servicios de la deuda y desarrollo social.

Nunca se supo a ciencia cierta cuántos policías rurales o elementos de la Fuerza Rural causaron alta.

Al principio se habló de más de 3 mil aspirantes y el ex  comisionado siempre evadió dar cifras concretas cuando se le cuestionó el tema.

Tampoco hubo nunca un reporte oficial del resultado de los exámenes de confianza que la Procuraduría General de Justicia en el Estado presuntamente aplicó al primer grupo conformado en Tierra Caliente.

En la Secretaría de Seguridad Pública nadie sabe de la nómina para pagar el sueldo de más de 4 mil personas que, se estima,  se presentaban como elementos de la Fuerza Rural en todo el estado portando armas y uniformes azul marino desteñidos, con logotipos borrosos del escudo de la dependencia.

Muchas veces, Hipólito Mora Chávez, preso y recién liberado por un conflicto entre grupos rivales de rurales, y Estanislao Beltrán, “Papá Pitufo”, que ostentaban cargos de “comandantes” de la Fuerza Rural y portaban acreditaciones oficiales selladas por la SSP, señalaron que ellos mismos desembolsaban hasta 3 mil pesos que daban irregularmente a algunos de sus encargados en  las barricadas o rancherías donde hasta hoy existen puestos de vigilancia con hombres civiles armados.

En diciembre del año pasado y tras los sucesos del 16 de diciembre en la comunidad de La Ruana, cuando chocaron los grupos Hipólito Mora Chávez y Luis Antonio Torres, “El Americano”, con un saldo de once muertos, Castillo Cervantes anunció, el 23 de diciembre, la desaparición de un plumazo de los cuerpos de la Fuerza Rural.

Días antes, hombres armados cercaron 11  municipios de la Tierra Caliente, quemaron uniformes y amenazaron con desbordar la violencia nuevamente en la entidad ante la falta de cumplimiento de promesas hechas por el ex comisionado con la Fuerza Rural.

Pero aquí y ahora se observan barricadas a las entradas de varios municipios azotados desde siempre por la pobreza y la violencia. Ellos se siguen presentando como autodefensas y listos para entrar en acción si se ven en peligro.

* * *

Un primo de Rafael, otro Rural sobreviviente de la emboscada del 31 de octubre, busca algún trabajo que no le imponga poner en riesgo la recuperación de su pierna derecha, rota en tantas partes como pudieron quebrarla una bala de cuerno de chivo, otra de cuerno de chivo y una más calibre .38.

Esperanza Magaña es una mujer a quien se le va la vida yendo y viniendo de la comunidad a la cabecera municipal de Apatzingán con la esperanza de que le den algún dinero por la muerte de sus hermanos, para el que sobrevivió y para sus primos.

–Mis hermanos eran rurales, pero ahora dice “Papá Pitufo” [Estanislao Beltrán, comandante de las Fuerzas Rurales en Michoacán y cercano de Alfredo Castillo] que no, quesque nomás eran cinco rurales bien registrados y los demás no lo eran –relata la mujer.

–Pero traen la camisa y la credencial –reviró Esperanza a “Papá Pitufo”.

–Pero aquí el gobierno no está para dar dinero –habría respondido el hombre, considerado por otros grupos de autodefensas como “traidor” por su lealtad a prueba de todo, como la detención del fundador de las autodefensas, José Manuel Mireles.

–Sí, pero pa’ los balazos sí eran empleados y pa’ lo demás no –interviene un parado hombre junto a Esperanza. – ¡Mira qué cabrones nos salieron! Ese es el pinche gobierno, pues.

–Y hemos pedido –retoma la palabra Esperanza– a ver si… a ver si pues, les dan a mis sobrinos y a mi hermano una, ¿cómo le dicen? ¿Amenestación? ¿Cómo se dice?

– ¿Indemnización? –se le propone la palabra.

–Una indemnización, sí. Algo así… pa’ las viudas y los que están enfermos pues, que están… pues mi hermano no trabaja. Son meses lo que tiene de estar con esa bolsa por un lado –la mujer simula un saco el costado al costado de Rafael en que recepta las excretas que salen sin control de un intestino que desemboca en la piel del abdomen.

* * * 

Rafael Magaña se inscribió como Fuerza Rural en mayo de 2014, en medio de los parabienes que para sí mismo hacía Alfredo Castillo cuando presumía que la integración institucional de los civiles armados en Michoacán resultaría en la pacificación del estado. La autoridad asumió un sueldo de 6 mil 500 pesos mensuales para quienes acudieran al centro de registro de la Fuerza Rural, pero pocos recibieron un centavo durante los meses de existencia formal de la corporación.

– ¿Y por qué usted decidió meterse a la Fuerza Rural? –se le pregunta.

–La verdad, se mete uno con el interés de ver, pues, si agarra uno algo de dinero, pues ya ve cómo está uno de pobre aquí en el rancho. Antes no era nada. Trabajaba en la parcela de mi papá o cortaba limón. Tengo familia… Ese niño morenito que anda por ahí es mi hijo. Tengo otro por allá, con otra señora, y dos más en el otro lado –refiere a Estados Unidos. –Aquí sólo se puede sembrar maíz y ajonjolí. No hay más. Vea lo pobre que es. La otra es irse a cortar limones. Pagan 60 pesos al día.

–O irse a Estados Unidos –habla la mujer.

–Sí, pero ya no se puede estar allá. A luego lo mandan a uno de regreso. Allá me hice este tatuaje –muestra una pantorrilla con el rostro de una mujer en actitud sensual. –Ahorita, porque tengo pelos, no se ve bien, pero está bien hechecito.

–¿Es alguien en especial?

–¡Claro! Es Ninel Conde… Y hay quien se va a la maña. Unos primos míos andan de Templarios.

–¡Imagínese usted! –lamenta la madre. ¡Los hijos de mi hermano!

–¿Y cómo mantendrá a sus hijos?

–Pues, es lo que pasa ahorita, no voy a pensar todavía… tengo que salir ahorita para poder… – Rafael no puede hablar más.

–Este grandecito –habla la madre de Rafael y acaricia un muchachito –, este grandecito que andaba aquí lo tenemos nosotros.

–El otro niño que tengo –Magaña trata de recuperar el orgullo que siente tan baleado como el estómago –ahí, cuando viene, le doy 200 pesos, 500 pesos. Cuando tengo dinero le doy. Poquito, pero le doy…

–Así como está, ¿usté cree que pueda trabajar pa’ dar? –nuevamente lo rescata su madre.

–¿Y quién pagó el hospital en que estuvo? ¿Cuánto fue la cuenta?

–Pues la cuenta el que la está pagando “Papá Pitufo”. Fueron 265 mil pesos. Creo que ya faltan nomás faltan 60 mil pesos de pagar.

–¿Y cómo afecta eso su vida?

–Puedo comer caldo de res o caldo de pollo y eso, pero no la vastedad. Como poquito. Me como una tortilla, máximo dos, pero no puedo comer mucho porque me inflo. Estoy tomando unas pastillas, pero ya nomás tengo una caja ya las otras ya se me terminaron.

–¿Qué hará cuando se recupere?

–Pues ‘ora sí que si sigue trabajando, la Fuerza Rural, pues con ellos. ¿De qué otra manera hubiera podido pagar todo esto? El gobierno iba a pagar, pero quién sabe…

Pero esa es sólo una esperanza de Rafael. Apatzingán está ahora militarizado y la Fuerza Rural no volverá a funcionar formalmente.

–¿Y qué pasó con el dinero del ajonjolí?

–Pues el dinero lo traiba uno de los muertos y ya no se supo nada…. Quién sabe qué pasaría con el dinero del ajonjolí.

LOS TEMPLARIOS DEPREDARON A LOS TEMPLARIOS: MAZZITELLI

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Que Antonio Luigi Mazzitelli esté en México dice mucho sobre la preocupación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por comprender la violencia y la criminalidad en el primer país productor de ganancias criminales por concepto de drogas en el mundo.

Mazzitelli es, desde la academia y la función diplomática, un especialista en crimen organizado oriundo del sur de Italia y quien ha ejercido misiones por parte de la ONU en Guinea Bisau –de donde la medida para hablar de lo que es un Estado fallido ante el crimen y, en su opinión, México está muy lejos de serlo– y Colombia.

Por eso es relevante lo que dice sobre el Cártel de Los Caballeros Templarios, de Michoacán, en claro proceso de pulverización –no necesariamente de extinción–: “Sólo ellos se acercaron a reunir las todas la características de una mafia”, explica en entrevista con SinEmbargo.

Una conclusión sale de la charla con Mazzitelli: si bien los gobiernos se arrogan el abatimiento y la captura de los jefes de Los Caballeros Templarios, su tumba fue cabada por los propios Templarios cuando en los hechos rompieron su código y en la práctica se convirtieron en todo lo que justificó su existencia: depredadores de su propia gente.

Anyonio Luigi Mazzitelli, representante en México y Centroamérica de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito. Foto: Especial

Anyonio Luigi Mazzitelli, representante en México y Centroamérica de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito. Foto: Especial

Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).– En México, las organizaciones criminales deben ser tratados conceptual y jurídicamente de manera diferente a las mafias italianas con las cuales, sólo, Los Caballeros Templarios y su precedente, La Familia Michoacana, reunieron cuatro de las cinco características propias de la mafia.

El ensayo sobre las diferencias y semejanzas es autoría de Antonio Luigi Mazzitelli, representante en México y Centroamérica de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito.

“Si miramos al fenómeno de las organizaciones criminales en México y, en particular a cuatro grupos criminales que han marcado la existencia y la evolución de estos últimos diez años de violencia en México, si miramos al cártel del Pacífico-Sinaloa, cártel del Golfo, Los Zetas y, por último, La Familia Michoacana-Caballeros Templarios, se puede decir que ninguno de estas cuatro grandes fenómenos criminales cumple con estas cinco características”, comenta Mazzitelli en entrevista en sus oficinas.

“Los Templarios y la Familia Michoacana podrían ser definidas como organizaciones protomafiosas; es decir, cumplen con cuatro de los cinco requisitos necesarios para que sean mafias. Faltan al aspecto social y el gran indicativo de esto es que la gran ruptura a la expansión de Los Caballeros Templarios fue la sublevación popular a través los grupos de autodefensas que tomaron las armas para recuperar el territorio y eliminar su poder”, habla Mazzitelli.

“Esto muestra el rechazo por parte de las comunidades a la cultura de Los Caballeros Templarios. El final del fenómeno empieza con la sublevación popular porque buena parte de sus no necesariamente respetaban lo que los mismos Caballeros Templarios declaran al momento de su nacimiento, eso es el código de honor. Al contrario. Los Templarios replicaron en el territorio los mismos mecanismos predatorios de control de los Zetas a través de un uso desmesurado de la violencia: violaciones, robos, extorsión, ejecuciones públicas… Dicen proteger a los niños, las niñas y… no, eran violadores de mujeres, entonces hay una degeneración de lo que eran”.

LAS CINCO CARACTERÍSTICAS

Ropa y propaganda confiscada en Michoacán. Foto: Archivo

Ropa y propaganda confiscada en Michoacán a Los Caballeros Templarios. Foto: Archivo

Hablar de mafia es hacerlo de una organización o de unas organizaciones criminales con características particulares que representan un modelo de agregación criminal. Con frecuencia, observa Mazzitelli, el término se emplea indiscriminada y equivocadamente para referir a grupos o empresas del crimen organizado.

Las mafias italianas han existido durante 150 años y su presencia histórica les ha conferido particularidades, que desde el punto de vista operativo, las hacen las organizaciones criminales más poderosas del mundo, el modelo criminal de referencia y, del otro, ha obligado al Estado italiano a desarrollar instrumentos investigativos y judiciales peculiares aplicables exclusivamente al modelo mafioso.

Si bien es cierto que la legislación italiana antimafia es seguramente la más desarrollada del mundo para combatir el fenómeno mafioso, no todos sus instrumentos jurídicos podrían ser replicados para luchar contra otros fenómenos criminales que no tienen las características de la mafia italiana.

¿Cuáles son las características de la mafia italiana? Los estudiosos del fenómeno mafioso han descrito cinco cualidades particulares.

primera

El carácter es social: la organización y su operación son reconocidas y aceptadas por los habitantes de territorios.

segunda

El aspecto económico: si bien las mafias italianas poseen especializaciones, diversifican su portafolio y esta diversificación incluye tanto actividades o mercados ilícitos y criminales –secuestro y robo, por ejemplo– como presencia en actividades legales. Por ejemplo, en Italia, el mercado de la construcción y varios de sus componentes, como el traslado de tierra y materiales de desecho y la venta de cemento o hierro; la hotelería, y la distribución a cadenas de restaurantes o de supermercados.

tercera

El carácter normativo: en su interior, el grupo posee códigos que deben ser aplicados en la regulación de las relaciones entre los diferentes miembros de la organización. Quien no cumple las reglas, lo hace con el conocimiento de la existencia de un sistema punitivo. La ‘Ndrangheta calabresa, que se propone como la más evolucionada de las mafias italianas, posee órganos de toma de decisión para la autorización de los castigos que pueden no implicar el uso de la violencia para la resolución de los conflictos entre los diferentes grupos que conforman la ‘Ndrangheta.

cuarta

El elemento ideológico: las mafias utilizan una construcción cultural e ideológica dirigida a la legitimación de su existencia. Existen muchos mitos sobre el nacimiento de las mafias en Italia, como el arribo de tres caballeros españoles a Sicilia, a Calabria y Campaña donde crearon las mafias como órdenes para la protección social. Existen ritos de iniciación con componentes religiosos; la superstición se mezcla con la necesidad de crear una cultura y sentido de pertenencia a la vez que legitima y ofrece nobleza y prestigio a los miembros. Todas las organizaciones criminales mafiosas toman elementos de las organizaciones secretas e importantes en el proceso de unificación de Italia, como la masonería.

Cuando empieza La Familia Michoacana logra liberar Michoacán a de Los Zetas empieza, presenta una serie de características sociales, institucional, normativas y económicas, propias del modelo mafioso, pero se irrumpe, ella también se irrumpe en el momento en que una parte decide seguir replicando el modelo predatorio.

“En ese sentido, Los Caballeros Templarios y la Familia Michoacana –Mazzitelli se refiere a estos grupos de manera integrada al ser uno consecuencia evolutiva del otro– también desde su comienzo poseen una articulación ideológica casi única a través de su fundador y en defensa de la historia, de los valores de Michoacán. Los Caballeros Templarios son una derivación que, desde el punto de vista ideológico, buscaron referentes no pertenecientes a la cultura local, como los Templarios medievales”.

quinta

La institucionalidad: las mafias nunca están en contra del Estado, sino al contrario. La capacidad de expansión y asentamiento de un grupo del crimen organizado está directamente relacionado con su capacidad de establecer relaciones de mutuos beneficios con los representantes institucionales en el territorio. La mafia no se vuelve portavoz de reivindicaciones políticas, de autonomías o de derechos. Las mafias requieren trabajar con los representantes de las instituciones y de esta manera garantizar su mercado.

SIMILITUDES

–¿Es la ruptura con su ámbito social lo que de manera más destacada aleja a las organizaciones criminales mexicanas del propósito italiano organizacional en términos de mafia? –se le pregunta al jefe de la oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito.

–Las mafias se desarrollaron en Italia entre 1860 y 1980 en un contexto histórico también particular: el sur de Italia era prevalentemente rural, agrícola, con una muy baja cultura de institucionalidad. Esto era el caldo de cultivo para que otros actores pudieran tomar lo que era la administración de la justicia en el territorio.

–Algo parecido a lo que ocurre en México ahora.

–Algo parecido. No diría que ocurre en México, sino que ocurre en algunas regiones de México, absolutamente. Como las mafias, se expande, porque eso fue también el gran crecimiento de la mafia y de los errores cometidos por el gobierno italiano que no comprendió que era la mafia. Se expandió a partir de los años 60 cuando, entre las medidas de lucha contra la mafia, el Estado italiano decidió enviar mafiosos al norte de Italia con domicilio obligatorio, es decir, para evitar que continuara desarrollando sus actividades en su territorio de origen, pero creó las condiciones para que la mafia desarrollara redes en lugares diferentes. “Esto, junto al fenómeno de la migración del sur de Italia por el estancamiento económico, condujeron al gran flujo migratorio italiano después de la Segunda Guerra Mundial del sur de Italia, cuando los sicilianos, los calabreses colonizaron Estados Unidos, Australia, Alemania, Bélgica. A la vez ocurrió el boom económico de la industrialización al norte de Italia que atrajo muchísimas personas del sur de Italia y entre estos también llegaron mafiosos o gente con la cultura de la mafia. La cultura de la mafia, la cultura del honor, la cultura de la familia, de los lazos familiares, la cultura del más fuerte, del antagonismo con el poder del Estado a nivel individual.

–¿Esos fenómenos de dispersión ocurrieron bajo otras condiciones en México, por ejemplo, con la Operación Cóndor? –la opción militar mexicana apoyada por el gobierno de Estados Unidos en los límites de Sinaloa, Durango y Chihuahua que desplazó a los jefes del narco a Guadalajara, que convirtieren en su capital, y Guerrero, que ocuparon como proveedor alterno de goma de opio.

–Seguramente. Uno de los componentes para la expansión de los grupos criminales en el mundo y una de las razones para el éxito de los grandes cárteles mexicanos es la existencia de una diáspora enorme de Estados Unidos, porque hay 10 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos y es suficiente, por ejemplo, con que el 0.5 por ciento de estos 10 millones tengan contactos en sus zonas de origen con cárteles para que a través de esta gran migración llegue también a los tentáculos de las organizaciones criminales. Lo mismo con la diáspora italiana: la ‘Ndrangheta, los calabreses fueron una parte importante de la migración de la segunda pre-guerra a Australia y la ‘Ndrangheta mucho más que la Cosa Nostra siciliana es uno de los actores importantes del crimen organizado en Australia.

LA FAMILIA-TEMPLARIOS

"La Tuta" recibe segundo auto de formal prisión Foto: PGR

“La Tuta”, el recién capurado líde del cártel michoacano. Foto: PGR

La Familia posee un carácter social alto, porque su raíz en el territorio es muy fuerte. Su carácter institucional es medio-alto también y su carácter económico alto. Su carácter ideológico es alto y el ordinamental medio-alto.

“Por esto yo decía antes, que La Familia y Caballeros Templarios podrían ser organizaciones proto-mafiosas. No todavía mafiosas, pero proto-mafiosas, eso es que si tienen posibilidades de seguir adelante, en 10, 15 años podrían ser verdaderas organizaciones mafiosas. Yo diría que han sido muy, muy debilitadas. Los Caballeros Templarios ya casi no existen. Gradualmente se está absorbiendo, se está volviendo parte del Cártel Jalisco Nueva Generación.

–¿Qué observa de estos micro cárteles, como Guerreros Unidos?

–Yo pienso que sí, que esto es desafortunadamente el panorama, el escenario: hay mucha atomización, pulverización, pero esto quiere decir que también, al mismo tiempo, estos grupos tienen capacidades operativas mucho más reducidas. ¿Esto qué implica? Implica que si uno tiene que hacer frente a organizaciones criminales estructuradas y que tienen una proyección transnacional, hay que utilizar determinados instrumentos. Si, al contrario, el problema son pequeñas organizaciones criminales que operan al nivel del territorio y que generan mucha violencia o son muy predatorias, la respuesta tiene que ser necesariamente a nivel territorial, a través de actividades dirigidas primero a perseguir y reducir la capacidad de violencia de esos grupos criminales; segundo, desbaratar los mercados que los hacen poderosos.

–Con respecto a las posibilidades que le ha otorgado los agentes en el gobierno al crimen organizado mexicano, ¿usted considera que el caso mexicano es atípico con respecto a lo que ha ocurrido en el resto del mundo?

–Mira, estamos hablando de 150 años de historia. Yo no puedo hablar de gobierno, sino de agentes de gobiernos territoriales. Hay escenarios diferentes en relación a los grupos y a los mercados criminales. ¿Cuál es la situación que se ha vivido siempre a lo largo de la frontera con Estados Unidos? En donde la misma presencia de una frontera ha generado dinámicas a lo largo de estos 150 años en donde los mercados ilícitos y los operadores de esos mercados han convivido con las instituciones. Yo me podría atrever a decir del otro lado de la frontera. Esta es la dinámica propia de las fronteras.

LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE LOS 12 AUTODEFENSAS

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Tierra Caliente, ese pedazo de México incendiado por Los Caballeros Templarios y las autoridades coludidas, parece serenarse. Pero nuevos indicios indican que la tragedia tardará en entenderse y que la impunidad no terminó con la captura de Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, ni la muerte de Nazario Moreno, “El Más Loco”.

Apenas parece disiparse la nube de polvo en que se convirtió Michoacán y los muertos salen de sus fosas clandestinas. Algunos lo hacen de carne y hueso y otros con sus historias. Es el caso de una docena de autodefensas desaparecidos en Uruapan a fines de noviembre pasado y de los que sólo han aparecido las cabezas de dos: las testas de los hermanos Serafín.

Familiares y autodefensas a quienes les tocó despedir a los ausentes dicen tener “datos confirmados del propio Gobernador para saber que a nuestros muchachos se los llevó y los mató la Policía Federal”.

Mauseleo señalado como la morada final de uno de los templarios. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Mauseleo señalado como la morada final de uno de los templarios. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Uruapan, Michoacán, 18 de marzo (SinEmbargo).– A principios de diciembre de 2014, el crematorio del cementerio municipal de Apatzingán se descompuso por tanto uso, así que la cabeza de Pedro Serafín, único despojo del Policía Rural debió ser sepultada en un ataúd completo.

La banda de corridos norteños tocó durante hora y media, recuerda el sepulturero. Y lo recuerda porque ese tiempo de cantos, cervezas, gemidos y aullidos que prometen venganza es atípico para los hombres que se oponen al narco. Es, más bien, el rato que suelen durar las juergas panteoneras de los narcotraficantes.

Con excepción de la música, todo lo demás en el entierro de Pedro Serafín fue común y corriente. Su cabeza con el pelo bien recortado y la barba de candado bien delineada, quedó acomodada en un cajón regular de cobertura metálica y pintura brillante gris. No hay lápida, sino un montón de tierra suelta aún abultada y cuarteada por el calor que ni el invierno echa para atrás. Una sencilla cruz de fierro con su nombre y su fecha de nacimiento, el 27 de junio de 1985, y de su muerte, el 24 de noviembre de 2014.

El sepelio de su hermano, Gerardo Serafín, no fue muy diferente, aunque ocurrió en Uruapan. Pero lo demás se hizo igual: su madre o su esposa no pudieron recortar sus uñas, desarrugar el traje formal en que debía sentirse incómodo, lustrar sus zapatos y calzarlo para entregarlo elegante a la Tierra Caliente. Sólo hubo una cabeza para acomodar y la misma fecha, el 24 de noviembre.

Al menos una cabeza que enterrar, porque de los otros 10 alzados contra los Templarios de Michoacán desaparecidos junto a los hermanos Serafín nadie sabe nada.

Tumba de Serafín Mora. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Tumba de Serafín Mora. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

La Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, dijo no saber nada. Que en Michoacán nadie extrañaba a Rurales y, con este tecnicismo, negó la desaparición.

En tanto, nadie sabe nada de Nicolás Licea Blancas, de 21 años. Ni de Sergio Gilberto Gómez Magaña, de 33 años. Tampoco de Armando Villanueva Torres, “La Pulga”, de 37. Ni del “Mico”, “El Borre”, “El Moto”, “El Fu”, los dos “Guachos”, “El Rojo” ni Alejandro…

–Fuimos con el Gobernador [interino Salvador Jara Guerrero] y él nos dijo así, clarito: a esos muchachos los desaparecieron Policías Federales –dice un familiar de uno de los ausentes.

–¿Se los dijo tal cual?

–Como se lo estoy diciendo a usted y se lo juro por los niños que ‘orita no saben si esperar o rezarle a su papá –solloza la fuente.

–¿Sólo se lo dijo a usted?

–No. Nos lo dijo a varios familiares. Nos recibió porque le cerramos la carretera luego de unos días que no aparecían nuestras gentes.

–¿Policía Federal o Ejército o Marina?

–Policía Federal.

* * *

Fosas abiertas en el panteón de Apatzingán. Fotos: Humberto Padgett, SinEmbargo

Fosas abiertas en el panteón de Apatzingán. Fotos: Humberto Padgett, SinEmbargo

“Mataron todos mis compañeros. Nomás quedamos otros tres y yo, los únicos que no salimos a esa patrulla ese domingo 23 de noviembre”, dice un hombrón a quien una pequeña gorra de visera corta le hace ver la cabeza todavía más grande. Sus ojos son verdes y alargados, así que parece un gigantesco gato de angora. “Salieron para Apatzingán y ya no volvieron. No supimos más que de Gerardo y Nicolás, cuando fuimos a reconocer sus cabezas por allá, en Tiamba”.

Gerardo Serafín era el jefe del grupo de autodefensas, todos en proceso de certificación como policías rurales luego de haber entregado, todos, sus documentos para ser reconocidos por la Comisión entonces encabezada por Alfredo Castillo Cervantes, político cercano al Presidente Enrique Peña Nieto.

–¿Por qué el gobierno no está admitiendo que sean las cabezas de ellos? –se le pregunta al autodefensa.

–Pues no sé. No sé qué planeen, no sé la verdad qué pase con el gobierno porque pues nosotros conocemos bien a nuestro patrón [Gerardo Serafín] y sabíamos que… al ver las cabezas luego, luego supimos que son ellos.

–¿Cuánto tenían de haberse hecho autodefensas al momento en que desaparecieron?

–Ocho meses que nos levantamos contra esos mentados Caballeros Templarios, ya ve que no podíamos mover un aguacate, una fruta, un mango, porque pa’ todo querían pedirnos dinero. Yo les tenía que dar 15 por ciento fijo de todo lo que ganaba. Y sabían clarito cuánto ganábamos porque ya traían extorsionados a quienes les vendíamos.

–¿Qué papeles entregó para alistarse?

–A todos nos pidieron actas de nacimiento, comprobante de domicilio, CURP, recibo de luz y credencial de elector. Nos prometieron armas. AR15 y escopetas, pero no nos dieron nada, así que andábamos con nuestros cuernos y nuestras nueve. Y nomás con eso. Ni siquiera nos dieron seguro. Nada. A quienes hirieron en las topas con los Templarios, se les dio atención con la cooperación de todos y muchas veces con la ayuda de los aguacateros, que también nos dieron armas.

–¿Qué hacían cuando los secuestraron?

–Andaban en un recorrido hacia la Tierra Caliente, hacia Apatzingán. Era un rondín, nada más. Salieron en tres camionetas: dos Cherokee del año, una blanca y la otra gris, y una Lobo, también gris. Gerardo Serafín iba al frente. Era un día muy normal, apenas pasaban de las 7 de la tarde.

–¿Y luego?

–Ya no se supo nada hasta las cuatro de la mañana. Nos avisaron que hubo una emboscada, pero no nos dijeron para dónde. Nomás avisaron que habían agarrado a mi patrón y a la gente que iba con él.

–Pero si hubo una emboscada se debió saber dónde ocurrió.

–Se debió saber, pero no se supo nada. Tampoco se sabe nada de las camionetas, todo está desaparecido, como si la tierra se las hubiera tragado. Ni camionetas ni gente, nada.

–¿Ni ropas?

–Las puras cabezas de mi patrón y de su hermano son las que hemos hallado.

– ¿Ni armas?

–Nada.

Otro hombre, con un chaleco antibalas, interviene.

–Ni zopilotes. Acá miramos a donde están volando los zopilotes y por allá buscamos a los muertos. Nada –el hombre levanta las cejas.

– ¿Qué sugiere? –se le pregunta.

– Que fueron los federales. Nadie supo de un enfrentamiento. Los de nosotros debieron llegar confiados con ellos, con las armas abajo y así los mataron. Y sabemos que fueron los federales. Por acá se dice siempre de quién es cada muerto. Y se dice que fueron los federales.

– ¿Y qué federales fueron?

–Unos que ya andamos buscando.

El primer autodefensa, el que parece un gigantesco gato, recuerda la mañana en que fue espantarle los perros y las moscas a las cabezas de los Serafín.

“Estaban en el suelo y tenían una cartulina. Decía: ‘Aquí tienen al intocable Gera o G1 [mejor conocido como G1], dice Vamos con todo y contra todos. Atentamente guardia michoacana’”.

–Guardia michoacana. ¿A qué le suena a usted eso?

–Pues… es el mismo cártel de los Templarios, nomás que anduvieron con otro nombre.

– ¿Y las cabezas?

–Las entregamos y se velaron. Las encontramos juntas, pero una la velamos en Apatzingán y la otra aquí, en Uruapan. Ya no fui al entierro, porque me sentía muy mal.

–¿Le da miedo? Lo pregunto con todo respeto.

–En sí yo no tengo miedo, la mera verdad, porque si yo me metí a esto fue con la esperanza de salir adelante. Yo sé que también algún día me van a matar, pero si hay chance me voy a defender.

Algo más: tras la desaparición de los hermanos Serafín y los otros 10, grupos de autodefensas antagónicos, incluido el de Estanislao Beltrán, “Papá Pitufo”, propagó el rumor que los jóvenes fueron secuestrados como consecuencia de supuestas actividades ilegales en que estaban involucrados.

Nadie confirmó esta versión, pero sí hay una aclaración al anterior rumor: los 12 muchachos ausentes, en su mayoría de Apatzingán, pertenecían a las autodefensas del médico preso José Manuel Mireles, a su vez opuesto a “Papá Pitufo” por su cercanía con Alfredo Castillo.

* * *

Altar SanCharbel Michoacán. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Altar SanCharbel Michoacán. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

El priista Aldo Macías es el Presidente Municipal de Uruapan, el municipio cuidado por los 12 desaparecidos a fines de noviembre.

“Por muy malo que sea un joven, por muy bueno que sea, hay una familia que sufre, hay una madre que está sufriendo y estos se dedicaban a otra cosa y eran rurales y estaban aparentemente fuera cuando desaparecieron, pero seguro ahorita hay una madre que está sufriendo muchísimo porque su hijo no aparece”, dijo en entrevista.

–¿Cuál es su opinión respecto al posicionamiento que ha tenido el gobierno federal sobre 12 desaparecidos? –se le pregunta.

–La policía debe de ser fría, la policía aparentemente no debe de tener sentimientos. En este caso no se debe olvidar que los que fueron levantados eran personas, seres humanos (…)  Ahorita rodaron dos cabezas. No queremos que rueden otras dos, otras cuatro, otras seis.

–¿Se ha acercado usted a las familias de los rurales desaparecidos?

–No, la verdad no. No me he acercado a ellos porque ellos no se han acercado a nosotros.

MARIANA LIMA BUENDÍA PONE A LA CORTE EN PRUEBA

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PRIMERA DE DOS PARTES

Entre el 29 de junio de 2010 y el 25 de marzo de 2015 habrán transcurrido 4 años, 8 meses y 25 días. Ese es el tiempo transcurrido entre el asesinato de Mariana y la fecha –el próximo miércoles– en que las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronunciarán en torno al feminicidio ocurrido en Chimalhuacán, Estado de México.

El caso de Mariana, la hija asesinada de Irinea y Lauro, los padres en permanente luto y exigencia de justicia, ejemplifica los principales obstáculos y problemas que enfrentan los familiares de víctimas de feminicidio debido a que, independientemente de cómo ocurren las muertes violentas de las mujeres, las autoridades omiten una investigación con debida diligencia y perspectiva de género.

En septiembre de 2013, la SCJN atrajo el caso de Mariana al considerar fundadas las quejas por las omisiones cometidas por las autoridades de procuración de justicia del Edomex para investigar de manera adecuada y oportuna el caso. No es un hecho menor para las miles de mujeres asesinadas en México. El 25 de marzo próximo, los mexicanos estaremos ante la oportunidad histórica de que la Corte reconozca la importancia de la realización de diligencias necesarias para investigar, con perspectiva de género, las muertes violentas de mujeres y los feminicidios, y siente un precedente para establecer estos criterios de investigación.

Por primera vez, la SCJN podrá pronunciarse en el sentido de que las autoridades encargadas de procurar y administrar justicia consideren determinadas actuaciones con perspectiva de género en términos de lo establecido por la sentencia de “Campo Algodonero”, dictada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La atracción del caso de Mariana Lima Buendía y la sentencia favorable pondría en evidencia que el tema de violencia contra las mujeres es un tema de preocupación y de grave violación a derechos humanos. La determinación que se dicte es trascendente, pues coadyuvaría a la lucha de las víctimas de feminicidio por el acceso a la justicia y el derecho al conocimiento de la verdad.

Irinea y Lauro, los padres de Mariana. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Irinea y Lauro, los padres de Mariana. Foto: Eduardo Loza

Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, 19 de marzo (SinEmbargo).– Irinea Buendía toma un cordel idéntico al que, según la justicia mexiquense, su hija utilizó para colgarse. La mujer de rostro moreno y cabello blanco camina a la ventana de la sala de su casa, se recarga la pared y se lleva el lazo alrededor del cuello.

Deja caer su peso calculando no caer, pero con la suficiente fuerza para demostrar dos cosas: la marca que dejaría un ahorcamiento de esa naturaleza sería profunda y dibujaría una “U”, con el centro de la forma en la parte de mayor contacto con tendencia a desvanecerse hacia los lados y arriba.

Pero antes prueba algo más: esa soga no soportaría el peso de una mujer adulta. La madre de Mariana Lima ha hecho la prueba una y otra vez. Un hilo para macramé como ese cede a los 14.5 kilos.

“A mi hija la mató su esposo, un policía judicial al que por premio hicieron comandante de Toluca. Pienso que el dolor no se acabará; a lo mejor sufra demencia y piense que todo estará bien, pero ya no. A mi hija nunca la voy a tener otra vez conmigo, y eso me queda bien claro.

“Siempre hemos tratado de que se haga justicia; ese pedir y pedir y exigir justicia es simple y sencillamente para que otras mujeres no mueran. Independientemente de lo que hagamos mi hija nunca volverá, pero quiero que el hombre que mató a mi hija no mate a otra mujer”, habla Irinea Buendía en entrevista pocos años después de la muerte de Mariana Lima.

Y ya se verá: el comandante de la Policía Judicial del Estado de México Julio César Hernández Ballinas es la perfecta metáfora del sistema de justicia mexiquense respecto de las mujeres.

***

Irinea Buendía nació en 1952 en Tenextepango, Morelos, en la zona de mayor influencia del caudillo revolucionario Emiliano Zapata, en cuyas historias de justicia y rebelión al oprobio cabalgó su infancia.

No mucho tiempo después murió su padre.

Los Buendía visitaron su tumba e hicieron camino al DF con la esperanza de encontrar en la capital mexicana un tratamiento para la meningitis que sufría una de las hermanas menores; el médico del pueblo había dejado claro que él no la sacaría adelante y que necesitaba hospitalización y tratamiento especializado. Toda la familia se aferró a la vida de esa niña.

Tal vez en ese momento se encendió en ellos el profundo sentido de lucha por la vida de sus mujeres. Era 1968, Irinea lo recuerda bien porque la Ciudad de México sufría en la ambigüedad entre la fiesta olímpica y la matanza estudiantil.

Irinea abandonó la escuela en busca de trabajo para contribuir en la compra de medicinas para su hermana enferma. El esfuerzo no fue en vano y la niña sobrevivió, pero la vida de todos cambió para siempre. No regresaron a Morelos sino que compraron un terreno en la colonia El Sol, en Ciudad Nezahualcóyotl, una porción de territorio que poco tiempo atrás se desprendiera de Chimalhuacán, cadáver del paraíso que fuera el lago de Texcoco.

A los pocos años, Irinea rompió la regla moral de ese tiempo y vivió en unión libre con un hombre con quien procreó sus primeros dos hijos, niño y niña. La pareja rompió y ella conoció a José Lauro Ignacio Lima Cervantes, quien una tarde lustró sus zapatos, planchó su camisa, y con la debida ceremonia que el asunto exigía, pidió la mano de Irinea.

Lauro es un hombre de cuerpo pequeño, cabeza blanquísima, humildad apacible e inteligencia luminosa que lo llevó a descubrir los libros por cuenta propia. Se entusiasmó con Emilio Salgari al grado de tener la audacia de nombrar Sandokan a uno de sus hijos.

Irinea y Lauro continuaron su vida en Neza. Él trabajaba como inspector de reparto de hielo para la Cervecería Modelo, un empleo que lo llena de un cándido orgullo que alcanza su cima cuando relata los momentos en que, cada Navidad, él mismo llevaba un cartón de cervezas Victoria al dueño de la empresa.

La pareja adquirió un pequeño puesto de jugos y licuados en el mercado, que Irinea atendía. La vida parecía sencilla: los dos niños estudiaban en alguna primaria cercana y esperaban a Lauro para comer; a él se le dio naturalmente la crianza de los muchachos con los que llegó su mujer.

El matrimonio aprovechó una oferta para comprar la casa en que hasta ahora viven y donde nació Mariana, exactamente en el mismo lugar en que ahora Irinea habla de su Marianita muerta.

La niña nació el 25 de marzo de 1981 precediendo a Laura y Sandokan, el último de los hijos de Irinea y Lauro.

“En el jardín de niños se llevaba bien con todos los demás; siempre jugaba, nunca peleaba. Alguna vez Laurita, más pequeña, la defendió: a Marianita no le gustaba pegar y nunca tuve ninguna queja de ella, jamás. Hasta ya de grande le gustaba mucho bailar. La Flaquita tocaba la flauta en la secundaria. Le gustaba la “Flauta de Pan”, se la aprendió muy bien.”

Mariana era hábil con las manos: aprendió tarjetería, bordado e hizo un curso de estilista antes de ingresar al Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), plantel Oriente. Era una muchacha con un encendido sentido de la justicia heredado de Irinea y una perseverante dedicación al aprendizaje, por ejemplo de Lauro.

Logró estudiar Leyes en la muy solicitada Facultad de Derecho, en Ciudad Universitaria. Creía con tierna honestidad que su trabajo significaría un cambio, aunque fuera modesto, en un mundo definido por la injusticia.

La muchacha se planteó la meta de cursar una maestría en Derecho Penal y en 2006 consiguió empleo en el Centro de Justicia de Chimalhuacán, en el oriente de la zona conurbada de la Ciudad de México y uno de los sitios con mayor concentración de miseria urbana en el país.

Chimalhuacán ha tenido únicamente gobiernos priistas y su trazo fue resuelto por invasores profesionales de terrenos que vendían dos o tres veces cada lote a familias de pocos recursos llegadas principalmente del sur de México. Esos acaparadores se convirtieron en poco tiempo y hasta el presente en los dueños de la economía y la política del municipio, un sitio sin árboles, agua escasa y enjambres de carretas tiradas por caballos y mulas cuyo sufrimiento ni siquiera es posible imaginar.

Tal vez Chimalhuacán, con 612 mil habitantes en 2010, sea el único lugar en la Ciudad de México –integrada por el Distrito Federal y hoy mayormente por el Estado de México– en que aún se ven niños y ancianos descalzos en las calles.

La Procuraduría General de Justicia del Estado de México construyó en Chimalhuacán un Centro de Justicia.

En ese lugar Mariana conoció a un policía judicial, el hombre de su vida y, sostiene Irinea, su madre, con claras evidencias, el hombre de su muerte.

***

Irinea vivió junto a su hija los oscuros años de matrimonio con un policía judicial. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Irinea vivió junto a su hija los oscuros años de matrimonio con un policía judicial. Foto: Eduardo Loza

En 2008 Mariana concluyó la licenciatura y sus compañeros de la Procuraduría festejaron en casa de la muchacha. Aún faltaba la titulación, pero eso estaba a la vuelta de la esquina.
Asistieron el agente del Ministerio Público, su secretario y otros funcionarios. También Julio César Hernández Ballinas, un policía judicial mejor conocido por su segundo apellido; sólo Mariana se dirigía a él por sus dos nombres de pila. Pronto mostró tener el protagónico de la reunión.

Ballinas es alto, fornido, muy moreno, tiene nariz ancha, es parcialmente calvo –cuando no se afeitaba la cabeza, se teñía el poco pelo de rubio–, se deja o dejaba el bigote y resultaba evidente que era varios años mayor que Mariana: él tenía 45 y ella 29.

En aquella fiesta vistió camisa blanca y pantalón y zapatos negros; se sentó en la cabecera, desenfundó su pistola y la colocó sobre la mesa. Parecía en actitud vigilante y su posición cerca de la puerta de la casa resultó para los padres una exhibición chocante de su ánimo alerta.

Aunque esa noche se abstuvo de beber alcohol, llamó la atención con gritos y groserías; sólo bajaba la voz cuando se dirigía, con cuchicheos, al agente del Ministerio Público, su jefe.

No dejó su lugar hasta que Marianita se acercó.

–Ven, te voy a presentar a mis papás –pidió la joven mujer a Ballinas.

Irinea recordaría, años después, su primera impresión del policía judicial: “Cuando nos lo presentó, de inmediato percibí a un tipo muy prepotente, con un ego muy grande y que se siente más que nadie, que se piensa el dueño del mundo, así lo siento yo; que todos le quedan chicos y nos ve como por encima del hombro, yo siento”.

El tipo evitó el saludo de mano. Sus ojos rojos refulgían dentro de los párpados colgados.

–Buenas tardes, jefa –se dirigió a Irinea.

Lauro, el papá de Mariana, se había tomado algunas cervezas y estaba con un ánimo parlanchín.

–¿Es tu novio o tu amigo? –le preguntó a Mariana.

–No, es mi amigo nada más –se sonrojó la joven.

–Aquí sí tienes que andar muy derechito, porque Marianita es hija de familia –advirtió el agente del Ministerio Público al policía judicial sólo para confirmar la relación.

Ballinas escuchaba y observaba. Al final de la reunión, Lauro obsequió una caja de cervezas a sus últimos invitados y se despidieron.

Trataron con Ballinas una vez más antes de que el policía judicial, con prisa y fastidio, atravesara el trámite de pedir la mano de Mariana.

Irinea describiría a su inminente yerno: “Bastó mirarlo a los ojos para darse cuenta de que es como las víboras: nomás están esperando el momento en que alguien falle para ellos sentirse más todavía”.

***

–¿Es tu amigo o es tu novio? –averiguó Lauro apenas tuvo oportunidad, mostrando con sutileza su desagrado por ese hombre a quien describiría años después:

“Desde el primer momento nos causó mala impresión”, complementa. “Se nota prepotente de inmediato, como el dueño del mundo. En su actitud exige que se le respete y se acaten sus decisiones. Lo tratamos poco porque era mal visto en esta casa: no era hombre para ella. Siempre hemos tenido la opinión de que los policías judiciales son prepotentes”.

Mariana calló y Lauro, con su permanente actitud afable, se sentó al lado de su hija y le relató cómo había aprendido que los policías no son hombres de fiar.

Antes de casarse con Irinea, tuvo una tienda en el Distrito Federal, cerca de la Basílica de Guadalupe.

–Como provinciano, uno no tiene malicia –escogía las palabras con su hija–. Dos veces me sorprendieron los rateros, yo creo que mandados por la misma policía.

Para su suerte, conoció a un policía judicial con quien inició cierta amistad. Ese hombre le presentó a uno de sus cuñados, quien con el tiempo apareció en la tienda de Lauro y le pidió dinero prestado con el argumento de que necesitaba una refacción para su vehículo, mostrándole un trozo de fierro engrasado como prueba de su necesidad.

–Pues yo no tengo, mi capital no es mucho y el que me cae lo utilizo para la mercancía –intentó justificarse Lauro.

–Mire, présteme ciento cincuenta pesos –“dinero de hace cuarenta y cinco años”, subrayó Lauro en su relato para aclarar la cuantía del préstamo, pero él no supo resistir y le entregó 200.

–Yo mañana se lo traigo temprano –prometió el pariente del judicial.

–Espero que así sea, porque ya sabe que aquí el dinero nunca sobra.

El tipo se fue y no volvió. A los dos o tres días llegó otro sujeto con sombrero texano, chamarra de piel y zapatos cafés; aguardó a que Lauro terminara de despachar a unos niños.

–Buenos días –saludó el tendero.

–Buenos días. ¿Usted es el dueño de la tienda?

–Sí, yo aquí lo atiendo.

–Pues mire, tenemos una denuncia contra usted.

–¡Ah, caray! Si yo ni salgo de mi changarro. ¿Denuncia? ¿Por qué o de qué?

–Usted es comprador de chueco –así se le dice a lo obtenido ilegalmente.

–¿Qué?

–Sí, sí, usted: lo que se roban los rateros se lo vienen a vender a usted. –La refacción grasienta relució en la memoria de Lauro–. Agarramos a un ladrón de coches, de esos que los desmantelan y luego venden las cosas que les quitan, y usted le compró una parte de la bomba de agua.

–No, yo no la compré, mire, la cosa estuvo así –para efectos de impartición de justicia en México, Lauro se ubicó circunstancialmente, ya daba lo mismo cualquier explicación–: conozco a un fulano que es un compañero de usted, un agente, tiene un cuñado y él me vino a pedir el favor de que le prestara doscientos pesos para comprar una pieza de un carro descompuesto.

–Sí, así son estos hijos de tal por cual –Lauro evitó ensuciar el lenguaje–, lo que pasa es que todo esto nosotros ya lo dimos de alta, ya tenemos cada cosa que encontramos, pero debemos comunicarlo a la jefatura y ya no podemos echarnos atrás. Venga conmigo, vamos al Ministerio Público, o le advierto que se irá derecho a la cárcel por robo.

–No, pues yo tengo que atender mi negocio… ¿En cuánto me sale la multa, la infracción o como le llamen ustedes? –imploró Lauro.

–Deme mil quinientos pesos y ahí muere –se franqueó el judicial.

Lauro entregó el dinero y siguió adelante con el negocio.

Una de sus principales ventas era el huevo. El comerciante compraba en un gran expendio hasta que apareció un hombre con un triciclo amarillo, de los que tienen un par de llantas al frente, y le ofreció el alimento al precio, a costo de mayorista, sin necesidad de hacer el complicado traslado por la fragilidad del producto.

Al poco tiempo volvió a verlo, en esa ocasión a bordo de un automóvil con otros sujetos. El vehículo desaceleró frente a la miscelánea lo suficiente para que Lauro lo saludara y quedara así indudablemente establecida su identidad, tras de lo cual el tipo fingió estar golpeado.

–¿Usted lo conoce? –levantó la voz uno de los acompañantes del vendedor, ya dentro de la tienda y con actitud policiaca.

–Sí lo conozco, porque como comerciante trato con mucha gente.

–Pues sí, pero ustedes no se fijan con quién tratan, nunca piden notas de lo que compran.

–Sí tengo notas –pretendió Lauro alguna defensa.

–¿Tiene notas de todas las cajas de huevo que compra?

–No, de esas no tengo; de eso es de lo único que no tengo.

La rutina continuó con la exhibición de dos actas levantadas por robo de huevo: una mostraba un supuesto hurto con valor superior a los sesenta mil pesos, y la otra era por siete mil pesos.

–Mire, este fulano anda engañando a todo el mundo, roba el huevo de una granja por Texcoco y anda sorprendiendo aquí a los comerciantes, ya agarramos a varios.

Y lo hicieron con él también: lo llevaron a la jefatura de policía, en el centro de la ciudad, y lo mantuvieron detenido sin mayor explicación o noticia durante un día hasta que apareció uno de sus hermanos.

–Aquí hay una denuncia levantada por sesenta y tantos miles de pesos y otra por diez, doce mil pesos –explicó un funcionario al hermano de Lauro.

–Pero mi hermano no ha comprado todo ese huevo –argumentó a favor del detenido.

–No, nosotros no decimos eso, pero es uno de los que han comprado.

En cuanto hubo oportunidad, Lauro pidió a su hermano que buscara al viejo conocido de la Policía Judicial; él podría deshacer el embrollo. Y así fue: seguro, con acento grave, su amigo deslizó al otro lado de la reja.

–Se necesitan cinco mil pesos.

Lauro pagó, cerró la tienda para siempre, y también para siempre desconfió de cualquier policía judicial que se le atravesara en el camino. Esa era la moraleja de la historia que en vano intentó que aprendiera su hija Mariana.

***

Los padres de Mariana aseguran que siempre fue una hija muy deseada. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Los padres de Mariana aseguran que siempre fue una hija muy deseada. Foto: Eduardo Loza

Mariana sólo decía que lo quería y que simplemente su novio sobrevivió a una mala infancia, aunque había visto muchas cosas que no le gustaban.

–Pero tú no eres su salvadora; Marianita, ese tipo de hombres lo primero que hacen es que te compadezcas de ellos y tú no tienes por qué llevar esa carga –observó la madre.

–Pero yo me he enamorado y tú sabes que en el corazón no se manda –se aferró la hija.

En adelante, el policía merodeaba la casa y evitaba entrar; cuando pasaba por su novia se apostaba en la acera de enfrente y desde ahí avisaba de su presencia.

–¡Mariana! ¡Mariana! ¡Mariana! –gritaba.

–¡Cállese! –salía Lauro a la carrera–. ¿Por qué lanza esos gritos?

El judicial guardaba silencio y Mariana, a la carrera, salía para evitar otra tercia de gritos con su nombre.

Un domingo, a fines de agosto de 2008, Lauro e Irinea regresaron a casa luego de visitar un templo mormón, atravesaron el umbral y se encontraron con que el aire de su sala era vapor de cerveza que salía del pecho, estómago y cada poro de la piel de Ballinas. Un narcocorrido inundaba el resto de la casa.

Mariana cocinaba un caldo de pescado que fue a comprar muy temprano al mercado de La Viga; se esmeró en guisarlo bien picante para regresar a la mínima sobriedad necesaria al policía que se mecía en el sofá con la barbilla hundida en el pecho.

–Marianita, Julio César está bien borracho –obvió Irinea.

–Está tomado –matizó Mariana–. Le digo que ya no lo haga, pero es terco.

Al poco tiempo llegó el mayor de los hijos de Irinea. Otra de sus hermanas también estaba invitada pero se encontraba fuera de la ciudad, así que sólo serían unos cuantos los que atestiguarían ese mediodía la petición de mano de Mariana por Julio César.

Nadie acompañaba al pretendiente. Esta falta de etiqueta no hizo sino abonar en Lauro e Irinea el desprecio y angustia que ese hombre les representaba.

–Me quiero casar con su hija –se esforzó Ballinas en decirlo de corrido, pero, sin que fuera a propósito, orientaba la cabeza en una dirección y la mirada en otra–. Tenemos fecha para el 13 de septiembre; es lo que quiero hablar con ustedes.

–¿Nos está pidiendo la mano o nos pone ante un hecho consumado? Tal parece que nada más nos viene a avisar –se arrancó la suegra–, no nos está tomando en cuenta así como para pedir su mano. Para empezar yo no estoy de acuerdo, porque no estoy acostumbrada a tratar con gente borracha y menos para una cosa de estas; esto es serio y me hubiera gustado que al menos trajera a su mamá.

Ballinas o su presencia etílica asumió que la negativa envolvía un insulto y la simple insinuación de algo semejante lo hacía estallar.

–Ya estoy grandecito como para traer a mi mamá, yo ya sé lo que decido –tronó.

–Puede ser que ya tenga la edad para sentirse grandecito, pero en algo así de importante… Para mí hubiera sido más significativo que pidiera la mano de mi hija en su juicio y no así como está usted. Ni a mis hijos, que son mis hijos, les permito tomar bebidas embriagantes en mi casa, ¿por qué a usted sí? A mí eso no me parece.

–No es momento para tratar un asunto de esta naturaleza –terció Lauro–, ni el estado. Me gustaría que viniera consciente de lo que hace y que pueda sopesar su responsabilidad: casarse no es una cosa tan sencilla y no se debe tratar un asunto tan a la ligera.

El hermano, con más suavidad, también intervino a favor de la idea de que su futuro cuñado se presentara sobrio.

–Yo sé lo que hago, estoy consciente de lo que estoy haciendo –se empecinó Ballinas.

Finalmente, el policía hundió la cuchara en el plato de pescado y chile.

Una semana antes del matrimonio, Ballinas bebió hasta tirar bala al cielo; se tambaleaba y buscó dos cervezas más antes de pedir a Mariana y la mejor amiga de ésta, Maricela, que salieran a la calle en Chimalhuacán.

–Vénganse, vamos a echar unos plomazos –balbuceó, de acuerdo con el relato de Maricela.

–Cálmate, Julio, no saques esa arma porque es muy peligrosa –pidió Mariana.

–¡Qué va a ser peligrosa! Eso es para los pendejos, pero ya sabes que yo no soy pendejo. Ya, vamos.

Tomó la pistola y jaló el gatillo dos veces.

–Cálmate, porque pueden venir los vecinos –imploró Mariana.

–Yo soy la verga y nadie, ningún cabrón me va decir nada, y que se me paren los hijos de su puta madre.

–Dámela, yo te la guardo –suplicó Mariana y lloró.

–Ya, pinche vieja, ya vámonos para que dejes de estar chingando.

***

Uno de los últimos mesajes de Mariana. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Uno de los últimos mesajes de Mariana. Foto: Eduardo Loza

Mariana Lima Buendía y Julio César Hernández Ballinas acordaron su boda únicamente por la vía civil el 13 de diciembre de 2008 en casa del policía, en lo alto de un cerro en Chimalhuacán.

Ballinas estaba divorciado y en su anterior relación se había unido también por la Iglesia, lo que impedía el rito católico.

La egresada de Leyes sabría pronto y de la peor forma que su predecesora vivió golpeada y humillada por el hombre al que ahora ella se unía.

Ella quería vestido blanco, pero Ballinas se adelantó y le presentó un traje sastre color caqui: el atuendo le resultaba tan desagradable a la muchacha que estuvo a punto de cancelar la ceremonia.

–Apúrate, ya es tarde y no apareces –apresuró Ballinas por teléfono.

En su casa, en Ciudad Neza, su amiga Carmen notó las dudas.

–Marianita, si no te quieres casar, no te cases –la exhortó.

–Pero es que mis papás… –se justificó Mariana.

–No, hija, por nosotros no lo hagas –intervino Irinea, esperanzada–. No sientas que tienes que hacerlo sólo porque haya venido a hablar.

–Sí lo voy a hacer –se convenció.

–Es tu decisión.

Emprendieron el camino a Chimalhuacán. En el recorrido, de una hora en auto, Ballinas no cesó de marcar el teléfono para azuzar a Mariana. Hablaba tan fuerte que Lauro e Irinea escucharon las groserías con que se dirigía a la novia.

Mariana, además de familiares, sólo invitó a amigas: impensable que conociera a un varón. Una de ellas, Maricela, le era cercana desde la infancia y también se oponía al enlace por parecerle que el prospecto en cualquier momento se revelaría con claridad como un individuo misógino.

De parte de él, sólo asistió su madre a la ceremonia; la mujer vivía en la colonia Campestre Guadalupana, también en Ciudad Nezahualcóyotl. Además de ella sólo había contacto familiar con una hermana, Maribel.

Los demás asistentes eran agentes del Ministerio Público y policías judiciales que, apenas calló el juez, emprendieron la borrachera capitaneada por Ballinas. Conforme la fiesta avanzaba, la distancia al baño parecía multiplicarse, así que los policías orinaban en el garaje.

“Hasta para él era mucho. ¡Se cayó encima del pastel!”, exclama Irinea mientras Lauro asiente con la vista puesta en el suelo. “Ya se movía grotescamente, estaba en completo estado de ebriedad”, añade el hombre.

***

El matrimonio hizo su hogar en la casa de él en el barrio Xochitenco de Chimalhuacán, una vivienda de dos pisos sin terminar.

Una de las primeras decisiones de Ballinas fue exigir a Mariana que renunciara a su trabajo y se convirtiera, de un día para otro, en ama de casa consumada: la vivienda tenía que lucir impecable y cada cosa debía ocupar su lugar.

Antes del primer mes de casados, el 10 de enero de 2009, Mariana habló por teléfono con su madre. Apenas descolgó Irinea, la muchacha rompió en llanto: Ballinas la había golpeado y corrido de la casa.

La mujer pidió a otro de sus yernos que la llevara con Mariana. Subieron al auto y cuando llegaron a Xochitenco la encontraron sentada en la puerta con los cabellos erizados en distintas direcciones y la cara enrojecida.

–¿Qué pasó, Marianita? ¿Qué te pasó? –preguntó Irinea mientras entraba a la casa del policía, ausente en ese momento.

–Me pegó Julio César porque no le pareció cómo le hice el bistec ni el jugo; quería la carne cocinada a tres cuartos y el jugo bien colado –repitió las órdenes.

La madre observó con preocupación un bate de beisbol recargado en la pared.

–Vamos a denunciarlo, Marianita –no dudó Irinea.

–No, porque ya me dijo que si lo denuncio me va a matar con ese bate que está ahí: nomás uno en la cabeza me va a dar y me va a meter a la cisterna, porque dice que ahí ya ha metido a dos o tres viejas –lloró, como su madre lo hace ahora al repetir el diálogo.

–No importa, vamos, no va a pasar nada –insistió la madre.

–No, mamá, no voy a ir.

Mariana sólo aceptó volver a casa de sus padres en Ciudad Neza. Irinea y Ballinas iniciaron un duelo por convencer a Mariana: la madre, de llevar el asunto al Ministerio Público, y el marido de hacer volver a su mujer.

–Me regreso con él, mamá, le voy a dar otra oportunidad –resolvió Mariana con su mamá.

–No puede ser, no puede ser, Marianita.

Y se fue a Chimalhuacán.

En febrero de 2010 las labores de la casa empeoraron porque Ballinas decidió retomar la construcción de la casa, así que todo el tiempo el lugar estaba cubierto por el polvillo de cemento y yeso.

Ese mismo mes, un domingo, sonó el teléfono en casa de los padres de Mariana. Irinea descolgó y escuchó la voz de su yerno. Se escuchaba extraño: no ebrio, al menos no como antes lo oyera. Había algo ausente en el tono, lento en el flujo de las palabras.

–Voy a matar a Mariana –amenazó.

–¡¿Tiene mierda en la cabeza o qué le pasa?! –se crispó la madre.

Al otro lado se escuchó la llegada de Mariana y un forcejeo por el teléfono.

–Mamacita, ¿qué te está diciendo? –habló Mariana.

–Luego te explico, Marianita, ¿estás bien?

A los dos o tres días, afuera de su casa, Irinea tuvo oportunidad de encarar a Ballinas. Era buen momento, porque el policía estaba sobrio.

–¿Qué le pasa a usted? ¿Por qué me habla por teléfono para decirme que va a matar a mi hija?

–Sí la voy a matar –respondió el otro–. Sí la voy a matar y la voy a meter en la cisterna.

–Mire, si no quiere a mi hija, déjela aquí. A nosotros no nos estorba, siempre hemos amado a Mariana; ella fue una niña deseada y usted no la quiere, ni siquiera la respeta.

–No, jefa, yo para consejos ya estoy grandecito –el hombre inició la retirada.

–No lo voy a perseguir, venga para acá.

–Ya le dije que yo para consejitos ya estoy muy grandecito –Ballinas dio media vuelta.

A fines del mismo febrero Mariana volvió a Neza, nuevamente golpeada, y el ir y venir golpeada y arrepentida se convirtió en una rutina. Según Lauro e Irinea, las primeras justificaciones del policía para lastimar a su hija tenían que ver con que la muchacha no desempeñaba correctamente las labores de la casa. Ella explicaba que había pasado su vida en las aulas y no en la cocina, pero nada importaba cuando de los huevos del judicial se trataba: sin excusa, debían tener exactamente tres claras sin nada de yema y estar bien revueltos.

–Nada más le pusiste dos.

–No, le puse las tres.

–¿Qué crees, que soy un pendejo? ¡No! La pendeja eres tú porque yo sé perfectamente, mi garganta está capacitada para saber cuántas claras le pusiste.

Y cachetada. La defensa lo enfurecía y el silencio también. Irinea y Lauro recuerdan que le reclamó alguna vez porque le pareció que su ropa estaba mal lavada, y una más porque la notó con sobrepeso.

–¡Pinche gorda! ¿Crees que eres la única? –Ballinas dejaba claras las cosas antes de azotar la puerta.

Un día, mientras manejaba con su esposa al lado, frenó abruptamente la marcha del auto.

–¡Ya volteaste a ver a ese hijo de la chingada!

–Yo nada más volteé así, yo no volteé a ver a nadie –tembló Mariana.

Pero en el mundo sólo existía una verdad y la golpeó varias veces en el vientre. Irinea cuenta los detalles porque Mariana le compartió cada momento de su vida en el infierno.

En los primeros meses de 2010, Mariana dejó de visitar a sus padres durante una semana; Irinea buscó la manera de verla y un sobrino aceptó llevarla a Chimalhuacán. La distinguieron sentada en una silla afuera de su casa, sujetaba un palo de escoba entre las manos y llevaba vendada una de las piernas, desde el pie hasta la rodilla.
Ballinas, asegura Irinea, la había arrojado por las escaleras. Mariana requería atención médica, pero la posibilidad de que el asunto derivara en que el policía fuera llamado a cuentas la hizo desistir de visitar al médico.

–Ay, Marianita, de veras no entiendo, ¿por qué no lo dejas? –insistió la madre.

–Él va a cambiar, se tiene que dar cuenta de que yo lo quiero, que no va a encontrar a otra mujer que lo quiera como yo.

Ese mismo mes, en la Semana Santa de 2010, Ballinas golpeó a una de sus amantes en el cercano municipio de Chalco. Mariana lo supo por su propio marido, dueño de una lengua con vida propia cuando bebía. En la versión compartida a Irinea, el tipo montó en cólera, arrojó contra la pared el teléfono celular de la mujer y luego la golpeó. Pero la amante se defendió, con una navaja alcanzó a cortar superficialmente al policía en el abdomen y luego huyó. Ballinas vivía mortificado desde ese momento porque la señora era una reputada bruja y el terriblemente supersticioso judicial mexiquense temía ser blanco de algún hechizo de magia negra.

Esta zozobra empeoró el ánimo del hombre, que se vengó de la situación con su esposa.

Ballinas tenía un amigo, judicial como él en el Distrito Federal, quien le prestaba su vehículo oficial al policía mexiquense; en una ocasión, Ballinas maniobró ese auto con la intención de atropellarla.

Junto a esto aseguraba que otra de sus mujeres, residente en ese tiempo en Tijuana, vendría a vivir al Estado de México. Humillación sobre vergüenza, ésa era su vida.

“De la nada la pellizcaba, la abofeteaba, la pateaba. La tiraba de la cama y le decía: ‘Te voy a matar, hija de la chingada’; se detenía hasta que la veía llorar. No tenían regadera en el baño sino tambos, así que se bañaban a jicarazos. Cuando Mariana se empezaba a bañar, a él se le antojaba arrojarle agua fría. Es un torturador.”

Mariana así lo entendió y dio por hecho que los incidentes de la escalera y el auto fueron en realidad intentos por asesinarla. A fines de junio de 2010 aseguró que estaba dispuesta a denunciar a su marido: se lo dijo a Irinea, a Lauro y a Carmen, su mejor amiga.

Y también se lo dijo al policía judicial Julio César Hernández Ballinas.

***

El 26 de junio de 2010 fue sábado. Ese día tocaba pagar a los trabajadores que continuaban la construcción de la casa del policía. Ballinas revisó donde guardaba el dinero, sitio que también conocía Mariana.

–Faltan dos mil pesos, ¿dónde están? –preguntó, ya con la furia en ascenso.

–No sé, tú debes de saber. Yo no agarro nada de ese dinero.

–Tú tienes que saber dónde está. Yo llevo mis cuentas perfectamente.

–Yo no he tomado ningún dinero de ahí –Mariana supo que en cualquier momento le caería un manotazo.

Ballinas lanzó una metralla de insultos y frente a los albañiles empujó a Mariana por una escalera provisional instalada afuera de la casa; ella se alcanzó a detener y, mientras recuperaba el equilibrio, recibió un zapatazo en la espalda lanzado por su marido. La mujer tomó su teléfono celular antes de salir a la carrera, segura de que la tunda sería implacable.

–¡Mamá, me acabo de salir y vengo corriendo por unas calles escondiéndome de Julio César, porque si me ve me va a pegar!

–Cuando salgas a la avenida toma un taxi –pidió Irinea.

–¡No, mamá, no traigo dinero!

–No importa, tú toma el taxi, yo aquí lo pago.

Mariana buscó a Maricela, su amiga de la infancia, también avecindada en Chimalhuacán; le pidió veinte pesos prestados, desde ahí se comunicó nuevamente con su madre y le aseguró que iría hacia allá, pero no llegó.

Irinea la buscó al día siguiente, domingo 27 de junio.

–¿Qué pasó, hija? ¡Te estuve esperando!

–Julio César me encontró en la avenida, me subió al coche y me trajo a la casa. Nomás me pegó –Irinea recalca el “nomás”–. Ya desayunó y ya se largó.

A la mañana siguiente, Ballinas estacionó su auto afuera de la casa de Irinea; su esposa bajó con los ojos hinchados por el llanto. A solas con su madre, Mariana repitió el diálogo de los minutos anteriores:

–No sirves para lavar, no sirves para planchar, no sirves para hacer la comida, no sabes ni barrer, no sabes hacer nada, bueno, no sirves ni para la cama.

Pero esta ocasión, por primera vez la mujer respondió: Irinea piensa que esta defensa escaló el ánimo violento de él a un nuevo nivel.

–El que no sirve para la cama eres tú y creo que ya deberías de haberte dado cuenta. Siempre me estás acusando de que no sirvo para lavar ni para planchar; puede ser que no sepa hacerlo como a ti te gusta, pero pongo mi mayor esfuerzo. Y tú no sirves para nada.

–Al rato que lleguemos a la casa vas a ver, hija de la chingada –amenazó él, desconcertado al tiempo que dejaba a su esposa con sus suegros.

Algo había cambiado en Mariana.

–Ya no lo aguanto, mamá, ahora sí ya no lo aguanto –continuó con su madre.

–Marianita, lo has aguantado porque has querido. Tu papá y yo te hemos dicho que te apoyamos, que en lo que tú quieras hacer nosotros estamos contigo, y finalmente lo único que quieres es estar con él aunque te pegue –Irinea avivó la rebelión.

–Ya no, mamá. Ya decidí que ahora sí lo voy a dejar y no hay vuelta de hoja.

–Está bien.

–Nomás eso te quería decir.

–Muy bien, vamos a desayunar, hija.

Mariana sólo tomó leche: el líquido blanco y frío parecía desintoxicarla. La muchacha miraba sus uñas largas pintadas de rojo.

–Mamá, préstame dinero; mañana me voy a comprar ropa interior. Ahorita voy a ir a preparar mis cosas y a presentar una denuncia de hechos –aseguró la exempleada del Ministerio Público–. Y también mañana me quisiera comprar unos trajecitos, ¿me acompañas? –propuso a su madre.

–Y de pasada te compras unos zapatitos –se ilusionó Irinea: el fin de la relación con Ballinas estaba, como nunca, a la vista y las señales de renovación eran claras en la concentrada planificación de la muchacha.

–Yo te pago, siempre te he pagado. Voy a visitar a la licenciada para ver si me da trabajo –dijo en referencia a una abogada con la que antes de su matrimonio hizo labores de pasantía.
Mariana observó el reloj. Eran las doce y media del lunes 28 de junio de 2010.

–Se me va a hacer más tarde, me voy directamente al Centro de Justicia para levantar la denuncia e inmediatamente paso a la casa, hago mis maletas y me vengo. Estoy de vuelta a las tres de la tarde.

–¿Quieres que vaya contigo? Te acompaño.

–No, mamá, yo voy sola. Yo lo voy a arreglar sola –la joven se llenó de aplomo.

Por primera vez en varios meses Irinea escuchó contenta a Mariana.

Atardeció e Irinea no tuvo noticias de su hija. No tenía manera de llamar a su teléfono celular porque su teléfono de casa estaba restringido para hacer llamadas a móviles. Decepcionada, la madre concluyó que su hija había otorgado otra oportunidad más al marido golpeador.

Esta conclusión y la ansiedad por regresar el tiempo a este momento y gritar a su hija que ya no fuera a la casa de Chimalhuacán, que se quedara con ella y juntas le cerraran la puerta en la cara al policía, se convertirían en una idea agitada alrededor de la cabeza de la mujer, como un insecto que se golpea una y otra vez contra el vidrio de un foco.

–MAÑANA SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE.


MARIANA SITÚA A LA SUPREMA CORTE EN LA MIRA DE LAS MEXICANAS

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SEGUNDA DE DOS PARTES

Mariana Lima decidió enfrentar al demonio que duerme en su cama y deambula por las calles de Chimalhuacán, un policía judicial del Estado de México. “No más”, le dirá. Su madre, Irinea, se sintió llena de alivio. Su niña volvería a casa. Pero lo que volvió fue un cadáver y una versión sobre su muerte imposible para el sentido común.

Esto es lo que analizarán los jueces del máximo tribunal mexicano y, con su sentencia, definirán el destino de miles de mujeres mexicanas a quienes les toca morir de la peor manera, porque en México los asesinos de mujeres prácticamente no van a prisión. Y esto es así porque las autoridades responsables no hacen su trabajo: investigar y, con esto, defender a las mujeres.

El próximo miércoles, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronunciará en torno a la muerte de Mariana.

La sentencia que dicte la Primera Sala debe reconocer, en el caso concreto, las graves omisiones, negligencias y corrupción con que actuaron las autoridades que investigaron la muerte de Mariana, que podrían calificarse de acciones dolosas con el objetivo de encubrir al agresor, como un elemento mínimo que garantice la reparación integral del daño por violaciones a derechos humanos.

En conclusión, se está ante una oportunidad histórica para la SCJN establezca un primer precedente que fije los criterios mínimos de debida diligencia con perspectiva de género que las autoridades de procuración y administración de justicia deben observar para garantizar el acceso a la justicia, el conocimiento de la verdad y la reparación integral del daño de las víctimas de violencia feminicida.

Ante las mexicanas, esta es la hora de los jueces.

Sus padres, recuerdan a Mariana todos los días. Foto: Humberto Padgett

Sus padres recuerdan a Mariana todos los días. Foto: Eduardo Lazo

Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, 20 de marzo (SinEmbargo).– El teléfono de Irinea timbró poco antes de las siete de la mañana del martes 29 de junio.

–Jefa, Mariana se ahorcó –soltó Ballinas sin mayor introducción.

Irinea conectó aquello con el antecedente de febrero y consideró la llamada un nuevo hostigamiento morboso.

–¿Qué le pasa? ¿Está bien o está loco?

–No, jefa, es que sí se mató.

Irinea arrojó el teléfono y comenzó a dar de vueltas.

–¡No puede ser, no puede ser!

Sandokan, su hijo, salió de su recámara.

–¿Qué te pasa? –preguntó; recogió el teléfono y lo colocó en su sitio.

–Es que me dice Ballinas que Marianita se ahorcó.

–¡Ya la mató! –dijo la empleada doméstica.

Irinea buscó a su otro yerno y le pidió que fuera de inmediato, pero los minutos pasaban sin que el esposo de su otra hija llegara. La mujer decidió buscar un taxi cuando el teléfono timbró nuevamente.

–Jefa, sí es cierto que Mariana se mató –repitió Ballinas.

–Ya lo oí. Ahorita voy –la madre intentaba concentrarse.

Irinea y Sandokan salieron a la calle a buscar un auto de servicio cuando se encontraron con Laura, la hermana mayor de Mariana, y su esposo.

Hicieron la hora de camino a Chimalhuacán en silencio.

Llegaron y no había nadie. Irinea esperaba encontrar una patrulla, pero no había nada; el zaguán estaba abierto. Primero entró la madre. Todo estaba en silencio. A la entrada notaron una cortina anudada como bolso con la ropa de Mariana y al lado la mesa limpia, sólo con el salero y el recipiente de los palillos encima.

–¡Julio César! –gritó la hermana de Mariana.

Nadie contestó.

Los cuatro subieron las escaleras. Irinea caminó a la habitación de la pareja. Distinguió los pies descalzos: la mujer no estaba suspendida sino que yacía en su cama. Vestía un bóxer y la misma blusa del día anterior, una prenda con rayas color hueso, gris y rosa.

La madre se acercó y observó el rostro ennegrecido de su hija por la asfixia, su quijada lucía desencajada y la lengua parecía hacer un esfuerzo hacia afuera, pero estaba contenida por los dientes. Irinea atendió a un brazo flexionado y supuso que en esa posición no descansaba. Le tomó la muñeca para enderezarlo, pero no pudo: el cadáver de Mariana ya estaba rígido.

***

Para los padres de Mariana sólo queda el consuelo de ir a visitar su tumba. Foto: Eduardo Lazo

Para los padres de Mariana sólo queda el consuelo de ir a visitar su tumba. Foto: Eduardo Lazo

Irinea observó golpes en las piernas de Mariana, desde los tobillos hasta los muslos; en el izquierdo resultaba evidente una lesión de unos quince centímetros de diámetro, reciente por la piel enrojecida. En la frente tenía un raspón cubierto por el cabello, acomodado de manera inusual para el estilo de peinado de la joven. Las dos caras de la entrepierna mostraban golpes.

En el pómulo derecho resaltaba un arillo rojo, como si ahí hubieran presionado con un objeto sólido y anillado. Irinea piensa que Ballinas apretó su pistola contra la cara de su hija.

Se veía como si la hubieran bañado. Más aún: los pies y las manos lucían arrugados, como si hubieran pasado mucho tiempo bajo el agua. Las uñas, a diferencia del día anterior, estaban despintadas.

Tenía limpias las plantas de los pies a pesar de que el piso estaba sucio, cubierto de un fino polvo de cemento y yeso por la construcción en que se mantenía la casa. No había zapatos alrededor.

Irinea extrañó un bote de basura que siempre estaba presente en la habitación.

“¿De dónde se colgó?”, se preguntó la mujer. Giró la cabeza y no encontró en las paredes y techo más que unas canaletas para cable eléctrico.

El único cordón que halló fue el de las cortinas. En un sillón estaba una bolsa de Mariana llena de documentos, había unas toallas en la cama y a un lado su teléfono celular y el control de la televisión, que estaba apagada.

Las sábanas estaban desacomodadas, con el aspecto de que en la cama hubieran estado acostadas dos personas. El resto de la habitación se observaba desordenado, con prendas sucias dispersas, contrario a las exigencias de limpieza y orden del policía.

“Por qué dijo que dejaría a este hombre, por qué hizo una maleta, por qué se golpeó, por qué se bañó”, la retahíla de dudas giraba en la cabeza de Irinea.

–Mamá, hay que hablarle a la Policía, ¿qué vamos hacer aquí con el cuerpo? Ni sabemos dónde está Ballinas –observó la hermana de Mariana y salió a buscar un sitio con mejor señal para el teléfono celular.

Irinea se quedó a solas con Mariana. Miró su cara girada hacia la derecha y dos tenues rasguños en el cuello, paralelos a la línea del mentón.

Un barullo subió por la escalera. Una mujer vestida de blanco entró con una cámara fotográfica por delante seguida de tres hombres, uno de ellos con una libretita en una mano y un lápiz o bolígrafo en la otra. Ninguno dijo nada.

Ballinas apareció.

–¿Y el papel? –preguntó con gesto apresurado.

–¿Cuál papel? –preguntó Irinea.

–El que estaba ahí, en la cama –señaló al lado de su mujer.

–Yo no he visto nada, cuando llegué así estaba, no he tocado absolutamente nada.

El hombre dio unos pasos, se paró junto a una cajonera e hizo algunas muecas similares al llanto, pero ninguna lágrima notó Irinea que le escurriera.

–¿Quién bajó el cuerpo? –preguntó el de la libretita y pasó la vista del cadáver de Mariana a los ojos de Irinea, colocada en una esquina.

–A mí ni me vea porque yo no he movido absolutamente nada –atajó la mujer.

–Yo lo bajé –respondió Ballinas.

–¿Y por qué lo bajaste? –cuestionó el hombre–. Si tú no eres agente del Ministerio Público ni perito, eres policía judicial.

–¿Qué querías, que lo dejara allí? Le tomé dos fotografías –rezongó Ballinas y se llevó la mano a la bolsa del pantalón, sacó el celular y lo acercó al funcionario que hacía las preguntas.

Irinea se acercó, se levantó sobre las puntas de los pies y distinguió una imagen tomada por su yerno a Mariana en que la mujer, muerta, estaba sentada sobre el buró con las rodillas separadas, los pies despegados del suelo y un hilo tirante de su cuello hacia una pequeña armella colocada en la puerta.

Esa foto, de acuerdo con Irinea, sería alterada y presentada al fiscal: la modificación más sustancial sería que en la toma original los pies estaban despegados del suelo, y en la versión admitida como prueba se veían sostenidos por el piso.

El policía regresó el aparato a su bolsillo y se acercó a su suegra.

–¿Se sale por favor, tantito? –pidió.

–Le estorbo, ¿verdad? –preguntó Irinea con doble sentido.

–Sí, es que está muy pequeño aquí.

Irinea dejó la habitación y entró al baño. Le extrañó que tampoco hubiera cesto de basura ahí y más el descubrimiento de un cuchillo recargado en una de las paredes; los tambos de agua estaban vacíos y siempre debían estar llenos.

En el cuarto contiguo la madre observó unos maletines de Mariana, dos de ellos con documentos de la joven y aspecto de que recién los habían preparado.
Una ventana estaba abierta, a los pies de la cama de ese dormitorio vio las chanclas de baño de Mariana colocadas con orden, y de frente el par de Ballinas. Por allá, uno sobre otro, Irinea descubrió los zapatos que su hija calzara el día anterior y más acá el calzado de vestir del hombre.

Para Irinea, la disposición de las cosas sugería la presencia de Ballinas la víspera, situación que él negaría rotundamente.

Cuando Irinea bajó se percató de que ahora, sobre la mesa, había además una botella de alcohol.

–¿Tú dónde estabas cuando esto pasó? –le preguntó Laura a Ballinas–. ¿Estabas aquí?

–No, si yo he estado aquí, no pasa esto. Ella estaba tomando.

–Ahora sí ya debes estar contento –se dirigió Irinea a su yerno–. Ya la mataste y debes sentirte satisfecho, ¡siempre le dijiste que no servía para nada! ¡Hasta te atreviste a lanzarle maldiciones en nombre de tu San Judas Tadeo! Te salvarás de la ley de los hombres, pero de la ley de Dios ¡nunca te vas a salvar! –la mujer levantó el dedo índice.

–¡Eso ya lo sé! –reviró Ballinas.

–Qué bueno que lo sepas, porque ni siquiera te imaginas lo que acabas de hacer. Terrible cosa es caer en manos del Dios vivo.

–Y la voy a cremar.

–No la va a cremar.

–Sí la voy a cremar.

–¿Por qué la va a cremar? Nunca la quiso en vida.

–Porque cuando ella todavía vivía me dijo que si se moría primero, la cremara.

–¡Ah, pero ya sé por qué la quiere quemar! ¿Verdad? Quieres borrar todos los vestigios y pruebas y huellas que el cuerpo de mi hija pueda tener, y así no te puedan inculpar a ti –el llanto no le permitió a Irinea continuar.

Los policías municipales, presentes por la llamada telefónica de Laura, llenaban la sala y seguían la discusión con picante interés.

Los funcionarios bajaron por las escaleras con el cadáver de Mariana. La diligencia de levantamiento del cuerpo, la más importante en la investigación de un posible asesinato, dilató a lo más quince minutos.

Afuera, la calle estaba repleta de mirones.
Ballinas asistió al funeral y al entierro de Mariana. Cuando deslizaron dentro de la gaveta el ataúd de su esposa, Irinea lo escuchó farfullar:

–Vámonos porque esto ya valió madres.

Ballinas sería presentado posteriormente, pero nunca con el propósito de detenerlo.

EL INCREÍBLE JUDICIAL MEXIQUENSE

Una de las presuntas notas dejadas por Mariana antes de su muerte. Foto: Eduardo Lazo

Una de las presuntas notas dejadas por Mariana antes de su muerte. Foto: Eduardo Lazo

El Ministerio Público del Estado de México asegura que sí practicó la autopsia y resolvió que Mariana se ahorcó, pero el médico forense obvió los golpes en las piernas de la mujer y muchos detalles se perdieron para siempre por la pésima calidad de las fotografías.

El cordón que la autoridad admitió como utilizado se encontró en el buró de la habitación de Mariana, sin embargo, Irinea niega la existencia de la cuerda cuando entró al cuarto.

“Yo no vi ningún cordón excepto el de la cortina, que había sido arrancado, y un pedazo que colgaba”, afirma.

Después la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) lo extravió, es decir, la tira apareció y desapareció y de su existencia sólo quedó su descripción y una fotografía: un hilo para macramé de cinco milímetros de espesor.

“Pero, a los 11, meses Ballinas presentó otro cordel de un centímetro de diámetro y el Ministerio Público lo aceptó”, explica Irinea en entrevista. En la reconstrucción de los hechos se sustituyó además la pequeña armella por la que se habría pasado la soga por un elemento de soporte con mayor consistencia.

Irinea descubrió la sustitución de la cuerda a los once meses de la muerte de Mariana: el propio agente del Ministerio Público le mostró la nueva cinta, admitida a Ballinas.

–¿Por qué le recibieron ese cordón si aquí claramente dice que tiene cinco milímetros de diámetro? –reclamó la mujer.

–¡Ah, pues no lo he medido! –respondió el funcionario con sorna.

–Pues tendría que medirlo; si está aceptando las cosas, es lo primero que debería hacer. Usted ya leyó la averiguación y los peritos refieren que son cinco milímetros, Ballinas le puede traer una reata y es la misma que le va a recibir.

–Pues ese fue el que trajo Ballinas.

El policía accedió a las diligencias de campo, situación que le fue negada a Irinea. “Cuando dizque probaron la resistencia del cordón en casa de Ballinas, yo intenté entrar y estuve afuera de su casa esperando a que llegaran los funcionarios del Ministerio Público. Nunca llegaron. ¡Nunca la hicieron!”, exclama Irinea.
En las fotografías del ejercicio ya no aparece la pequeña armella original sino una abrazadera de varilla a la que sujetaron la cuerda de un centímetro de espesor y a esta, colgada, una cubeta llena de cemento.

Irinea Buendía toma un cordel idéntico al que, según la justicia mexiquense, su hija utilizó para colgarse; de rostro moreno y cabello blanco, camina a la ventana de la sala de su casa, se recarga en la pared y se lleva el lazo alrededor del cuello.

Calculando, deja caer su peso sin desplomarse pero con la fuerza suficiente para demostrar una cosa: la marca que dejaría un ahorcamiento de esa naturaleza sería profunda y dibujaría una “U”, con el centro de la forma en la parte de mayor contacto y con tendencia a desvanecerse hacia los lados y arriba.

Pero antes prueba algo más: esa soga no soportaría el peso de una mujer adulta. La madre de Mariana Lima ha hecho la prueba una y otra vez: un hilo para macramé como ese cede a los 14.5 kilos.

–¿Hizo esta prueba un perito? –se le pregunta a Irinea en la entrevista.

–No, no… la hice yo –ríe–, y obviamente esto no se ha tomado en cuenta. El cordón que Ballinas llevó después sí fue probado por un perito y soportó 60 kilos de peso, pero mi hija pesaba 67. El surco en su cuello era recto y se veía apenas un rasguño. Lo he hecho varias veces: me detengo de los barrotes y me dejo ir apenas unos segundos. Estoy segura de la que la estranguló. Mire –muestra el cuello, con una marca en forma de “U”.

–¿Todas esas pruebas no las hizo el Ministerio Público? ¿Ninguna?

–No.

–¿Dónde se radicó la averiguación previa?

–En Chimalhuacán, con sus compañeros de trabajo. A mí me permitieron ampliar mi declaración hasta el 30 de septiembre, tres meses después del feminicidio de mi hija, y pude hacerla porque pagué para que me la tomaran.

–¿Usted pagó por ampliarla?

–Luego de que mi hija murió, un mes completito yo no me paré por el Ministerio Público. Dije: se lo vamos a dejar todo a Dios y ya no quiero saber más, realmente mi hija no va a volver a la vida. Pero luego pensé que si este infeliz la mató, ¿por qué no pedir justicia? Mi hija ya no volverá a la vida, eso me queda claro, pero no permitiremos que mate a otra mujer. Estoy segura de que no es la primera que mata este tipo.

–¿Por qué?

–Ballinas la violaba. Una vez le puso un video en su teléfono celular en el que él sostenía relaciones con una mujer muy joven y con mucha violencia, algo muy denigrante, y quería que Mariana aceptara hacer lo mismo; ella se negó y él la obligó. La muchacha del video, él mismo le contó, apareció muerta: dijo que de una sobredosis. Yo vi esa grabación.

–¿Y a quién le pagó por ampliar su declaración?

–Al agente del Ministerio Público, Ramón Calzada. Le pagué mil pesos. Obviamente no se los entregué a él en la mano, sino a un intermediario. A partir de entonces pude declarar nuevamente, antes simplemente me decían que no había avances de ningún tipo. Antes de pagar, la ampliación estaba prevista para diciembre, y cuando lo hice pasé inmediatamente. Yo llevaba mi testimonio por escrito; di dos billetes de quinientos pesos que ese funcionario metió dentro de un libro.

–¿Qué otras situaciones de corrupción debió pasar usted?

–Otra vez, tuve pagar a una secretaria otros mil pesos para que me dieran copias de la averiguación previa. Únicamente eran seis hojas escritas.

–¿Intentó reunirse con Alfredo Castillo Cervantes [Procurador de Justicia del Estado de México en ese momento]?

–Lo intenté varias veces, pero siempre tenía muchas cosas que hacer; fui a Toluca como unas seis veces, si no es que más, y en ninguna me recibió. A lo más que accedieron fue a sentarme a hablar con un subprocurador, quien me dijo que no estaba enterado del caso. O mintió, porque fue fiscal en Tlalnepantla, o simplemente les ponen los casos en las manos, los firman, pero nunca los leen.

En su declaración Ballinas aseguró que cuando llegó a su casa la mañana del 29 de junio de 2010, descubrió que no tenía llaves consigo y abrió el candado del zaguán con un alambre. El cerrojo tampoco se embaló.

Subió por la escalera colocada en el exterior y entró, según su dicho, por una ventana, cuando Irinea asegura que esa abertura permanecía asegurada no sólo de manera normal, sino que el policía había colocado una tabla a la medida en la parte fija para que no se pudiera deslizar el lado móvil.

***

Un pedazo de cordel con el que Irinea se ha preguntado una y otra vez si fue posible que su hija se ahorcara. Foto: Eduardo Lazo

Un pedazo de cordel con el que Irinea se ha preguntado una y otra vez si fue posible que su hija se ahorcara. Foto: Eduardo Lazo

El caso de Mariana resulta emblemático por varias razones. En primer lugar es un feminicidio íntimo, es el asesinato de una mujer por su condición de género, ocurrido en el interior de su hogar.

“Y lo es también porque se plantea como un suicidio, una coartada muy frecuente no sólo, pero particularmente en el Estado de México”, explica Rodolfo Domínguez, abogado del Observatorio Nacional del Feminicidio y representante legal de la familia Lima Buendía.

Domínguez ha sido un activo promotor de la emisión de la alerta de género en el Estado de México, un novedoso mecanismo contemplado en la ley que faculta al Estado para intervenir en momentos y lugares con alzas en la violencia feminicida contra las mujeres.

Sin embargo, las organizaciones se han topado con la gruesa pared de la operación política del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyos funcionarios en el gobierno del Estado de México se han valido incluso de datos falsos para impedir la activación del sistema de protección.

La muerte de Mariana Lima Buendía resulta representativa en el panorama de violencia de género también porque, recuerda el joven abogado, ocurrió tras un proceso de constante y creciente daño físico y psicológico contra una mujer que se abstuvo de denunciar por su desconfianza hacia las autoridades que en teoría debían protegerla. Y había razón para la desesperanza: esas autoridades cubrieron con impunidad a su probable asesino. Mariana trabajó para la Procuraduría mexiquense y conocía bien la ineficacia y corrupción de la institución.

A partir de su experiencia, las organizaciones atentas al feminicidio en México reconocen tres momentos de alto riesgo para la vida de las mujeres: el primero cuando escapan del ciclo de violencia, el segundo al denunciar al agresor, y el tercero al solicitar una orden de protección.

Desde esta perspectiva, el error fatal de Mariana fue advertir y convencer a Ballinas de que esa vez sí lo denunciaría.

El caso es característico también por la deficiente investigación realizada por los agentes del Ministerio Público, peritos y policías; una pesquisa plena de irregularidades y negligencias y hasta colusión.

En el expediente es claro que desde el inicio Ballinas falseó su declaración al presentarse como “comandante del grupo del subprocurador”: ni era comandante ni el cargo existe. “Potenció su capacidad de influencia.”

***

En materia forense, la primera diligencia es la más importante y la observación del protocolo de actuación prestablecido es primordial.

Existen dos aspectos de relevancia mayor: la cadena de custodia y el abordaje del caso bajo la presunción de feminicidio, ya considerado en ese momento en la ley, pero ninguno de estos aspectos se respetó.

El lugar del hallazgo del cuerpo se debió resguardar y dividir en secciones para su revisión, pero nada de esto se llevó a cabo. Ante el cadáver de una mujer muerta violentamente, la autoridad dEL CASOebió recabar toda clase de indicios, como la revisión de sus uñas para establecer la ocurrencia o no de forcejeo de defensa anterior al fallecimiento, raspado de cavidades para establecer abuso sexual o toma de muestras de saliva.
El sitio debió ser intervenido por un fotógrafo con capacidad forense y el análisis de las ropas realizarse de manera cuidadosa.

“Nada de eso se hizo”, apunta Domínguez.

La primera actuación, como se constata en el expediente, se resume en treinta líneas, una hoja. La mitad de ese texto se dedica a la descripción de la casa: la pared, los muros, las escaleras, la altura del techo y una serie de cuestiones que nada aportan a las conclusiones.

Las otras quince líneas se ocupan del lugar del hallazgo. Su aportación es tan pobre y su trascendencia tan relevante que, en opinión de Domínguez, la Fiscalía intervino dolosamente en la destrucción de pruebas a favor de uno de sus policías.

En una de sus versiones Ballinas aseguró que encontró a su mujer colgada, y en otra, que la halló sentada.

Aseguró que intentó resucitarla, maniobra que, en apego al cuidado de una escena, formalidad bien conocida por él en su condición de policía judicial, sólo está prevista cuando es clara la posibilidad de recuperar a la persona. Además, el hallazgo del cadáver de Mariana ocurrió, teóricamente, a las ocho horas de su fallecimiento, cuando el cuerpo ya mostraba rigidez.

El asunto de la resucitación es todo un tema. Ballinas expuso su intención de reanimar a Mariana, primero, con la mujer aún colgada; luego, nuevamente fuera de la cadena de custodia, la descendió, según su relato, cortando la soga con un cuchillo por el que fue a la cocina, en la planta baja, pero antes la fotografió para evitar verse inculpado.

Entonces pretendió reanimar a su esposa mediante “masajes en los pies” y “besos” sobre la cama: un masaje cardiaco es impráctico sobre quien descansa en una superficie blanda y esto, se supone, también es parte del conocimiento básico de un policía.

Al comprender, según su versión, que no lograría nada, abandonó el cuerpo y desprotegió la escena, cuando por simple rutina debió llamar por teléfono a la policía. Tan abandonado quedó el sitio que Irinea entraría sin obstáculo hasta la cama en que reposaba el cuerpo de su hija.

Si bien los peritos del Ministerio Público permanecieron poco tiempo en la habitación, esta era pequeña y no había muchos muebles. Pero cuatro investigadores no encontraron ningún escrito de despedida.

Sin embargo Ballinas presentó, cinco días después de la muerte de Mariana, dos mensajes póstumos supuestamente encontrados en la cajonera y redactados por ella, aunque aseguró la existencia de tres. En esa idea, Mariana, quien se había mostrado optimista y segura de su futuro doce horas antes, se dio el tiempo para escribir tres notas explicativas de su muerte, una de ellas reiterativa de su amor por el hombre que había decidido denunciar por hacerle la vida miserable.

Las cartas coincidían en la despedida de sus padres; sólo en la última heredaba su teléfono celular para ayuda económica de Lauro e Irinea.

Dos de las cartas, dijo, las halló en un cajón de la habitación que antes fue revisada por los especialistas en criminalística sin que las hallaran. La tercera, explicó, la encontró sobre la cama donde pretendió la resucitación de Mariana; sólo él vio y leyó esta última nota suicida. Nunca apareció, pero el agente del Ministerio Público, jefe y amigo de Ballinas, aceptó cómo válido su contenido cuando resolvió que el policía judicial nada tenía que aclarar con el juez.

La Procuraduría aplicó análisis grafológicos a los apuntes y concluyó que efectivamente fueron escritos por la mano de Mariana. La familia de la mujer niega su autenticidad.

La existencia de la armella de donde supuestamente Mariana se colgó, quedó sin constancia procesal en el primer momento y su aparición en la investigación es posterior, en un momento de “clara manipulación por parte de las autoridades”, continúa Domínguez.

“Son evidencias básicas y que no aparecen por ningún lado. Uniendo las partes vemos que estas deficiencias son imperdonables.”

El abogado apunta la existencia de 65 pruebas, pero el gobierno del Estado de México sólo ocupó cinco para determinar el no ejercicio de la acción penal contra su policía.

“El problema en el fondo es la impunidad del feminicidio: no se realizan bien las investigaciones y no existen elementos contundentes para conocer la verdad. Este caso se basó en el dicho de Ballinas y al Ministerio Público no le pasó por la cabeza investigar con enfoque de homicidio como hipótesis viable cuando existían contradicciones y una larga historia de violencia contra Mariana que simplemente se ignoró, al igual que en el Estado de México se ignoran los acuerdos internacionales firmados por México en materia de los derechos de las mujeres”.

El representante legal del Observatorio Nacional del Feminicidio compara la situación en el Estado de México con los feminicidios en Ciudad Juárez ocurridos entre 1993 y 2005. El caso conocido como “Campo Algodonero”, referente internacional del odio a las mujeres, concluyó con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado mexicano.

En septiembre de 2013 la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso de Mariana. El máximo órgano judicial del país considera que la falta de investigación con debida diligencia, la no aplicación de protocolos de investigación con perspectiva de género y la posible impunidad ante un probable feminicidio son cuestiones de interés y trascendencia para la sociedad mexicana.

Hasta febrero de 2014 no se había pronunciado en definitiva.

***

Maricela y Mariana crecieron juntas; una y otra se hicieron confidentes con el tiempo. Maricela aún se siente culpable por no haber levantado más fuerte la voz cuando su amiga le platicó cómo el policía la golpeaba, la humillaba, la zarandeaba cuando encontraba que sus zapatos no estaban bien lustrados.
–¿Crees que Mariana te hubiera compartido su intención de suicidarse? –se le pregunta a Maricela en entrevista.

–Sí, sí me lo hubiera compartido; nos contábamos todo, todo, todo. Me decía que para ella hubiera sido suficiente con que la abrazara y le dijera que la quería. Me contaba que la hacía fumar marihuana porque a él le gustaba tener relaciones sexuales bajo sus efectos. El baboso la obligó a tatuarse su nombre en la espalda…

–¿Qué se tatuó?

–“Ballinas”, con letras grandotas, cuadradas y sombreadas, aquí –Maricela gira y se señala justo arriba de las nalgas–. La obligó. Le decía que si lo dejaba se acordaría de él toda su vida y que cualquier otro hombre que tuviera se enteraría de a quién le pertenecía. Él se tatuó unas alas, porque le decía que sería su ángel.

–¿Estás completamente segura de que no se suicidó?

–Segurísima. Un día antes de su muerte acordamos que se vendría a vivir aquí, a mi casa. Tengo el último mensaje que me envió y en la última llamada que me hizo me dijo que iba a levantar un acta contra Ballinas. Ella quería empezar una nueva vida, olvidar todo y no saber nada de él. Había hecho el plan de llevar a sus papás a vivir a otro lado y no eran ideas al aire: mi familia tiene unos terrenos en Toluca y ahí quería construir una casa. Quería hacer su tesis para recibirse y nuevamente hablaba de su maestría. ¿Se mata alguien con tantas esperanzas en el futuro?

–¿Ella se veía firme en la decisión de dejar a Ballinas y vivir en tu casa?

–Completamente segura. Si yo la hubiera acompañado por sus cosas y luego a denunciar, ella estaría aquí.

–¿Pero por qué se enamoró de él?

Maricela levanta las cejas, mira hacia arriba, respira hondo; busca alguna cosa que contestar. Inicia, se interrumpe y empieza otra vez.

–Él le bajó la luna y las estrellas, al inicio la trató bien. A ella le parecía un hombre feo, pero la hacía sentir segura. Su anterior novio le intentó pegar, y cuando ella lo terminó, él la acosó. No sé, creyó que Ballinas la protegería por ser policía. La verdad es que no puedo entender cómo se enamoró de él, sabía que la engañaba. Yo tampoco me lo puedo explicar.

–¿Y por qué no lo dejó?

–Todos le pedíamos que lo dejara, le recordábamos que tenía una carrera, que era joven, que tenía una vida entera por delante, pero ella se sentía amenazada y creía que él podría hacer algo contra sus papás. Yo creo que sí la tenía amenazada con eso y pienso que, al final, ella le habló claro y le dijo que lo dejaría y denunciaría. Si me ponen a Ballinas de frente, yo le vuelvo a decir: tú la mataste.

SORDOS, CIEGOS Y MUDOS

Irinea y Lauro buscaron a la fiscal especializada en feminicidios, Liliana Guadalupe Rosillo Herrera, en noviembre de 2010. La funcionaria escuchó del caso, prometió que llevaría a Ballinas a prisión y pidió dos semanas para leer la averiguación previa; ella los buscaría. La pareja de adultos mayores se sentaron a esperar.

En febrero pidieron nuevamente a Rosillo unos minutos, pero no lograron su atención. Coincidieron con ella en una escalera del edificio de la Procuraduría en Toluca.

–Ahorita voy a ver. Déjeme leerla, deme quince días y vemos qué hay –pidió la fiscal.

–¿Cómo? En noviembre mi esposo y yo estuvimos aquí con usted, nos dijo que la iba a leer, que le diéramos quince días y que ni viniéramos aquí.

–Cuando haya algo yo les aviso para que se presenten, ustedes ya son mayores de edad –Rosillo sostenía la cara amable.

–¿Cómo es posible? Noviembre, diciembre, enero y febrero, y usted no la ha acabado de leer.

–Mire, señora, ¿sabe qué? Yo no trabajo bajo presión, si usted quiere hablar con el Procurador, ahí está arriba.

–Sí, cómo no, ahorita subo, sí quiero hablar con él.

–¡Rubén! ¡Rubén! ¡Rubén! –gritó Rosillo con desesperación; un hombre se acercó corriendo–. Te vas a hacer cargo de esta averiguación, porque yo con la señora no vuelvo a tratar. Ahorita va a subir con el Procurador –Rosillo se fue marcando los tacones en el piso.

–Mire, deme quince días, yo le prometo que la voy a leer y le aviso qué hay que hacer –suplicó Rubén.

–Sí, está bien.

–No suba con el Procurador, nomás va a ir a hacer corajes. Deme esos quince días, no suba –suplicó más.

Rosillo reapareció.

–Para que usted pueda hablar con el Procurador tiene que solicitar audiencia, de otra manera no la va a recibir.

Irinea volvió a Ciudad Neza. La fiscal de Feminicidios había triunfado.

–¿A quién más buscaron? –se le pregunta a Irinea.

–Recientemente al Gobernador Eruviel Ávila [del Edomex], pero tampoco nos recibió. Con Peña Nieto [el Presidente] no lo intentamos porque él se negó a aceptar la alerta de género en el Estado de México.

–Con dinero se compra todo –reflexiona Lauro mientras se frota con toda la palma la blanca y reluciente cabeza–. Se compra justicia, se compran dignidades, se compra todo.

Ballinas fue removido de Chimalhuacán tras la presión que hasta hoy continúan Irinea y Lauro. La Procuraduría mexiquense no ha hecho nada en el sentido de reabrir el caso, al contrario: lo designó comandante de la Policía Ministerial en Toluca, y luego jefe de grupo en Chimalhuacán, ahí mismo donde murió Mariana.

Para la realidad política mexiquense lo anterior no es cosa rara.

Los procuradores que conocieron del asunto fueron Alberto Bazbaz, hoy jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, por lo que es a quien toca investigar el dinero del narcotráfico mexicano esparcido por el mundo. También fue fiscal Alfredo Castillo Cervantes, quien fuera Comisionado Federal Especial en Michoacán, estado entregado al narcotráfico.

Y era Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, quien regresó al PRI a Los Pinos gracias, lo ha dicho él mismo, al voto de las mujeres.

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Delegado de Cuajimalpa opera extorsión y secuestro, acusa ex director; Rubalcava lo niega

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El Delegado con licencia, Adrián Ruvalcaba. Foto: Cuartoscuro

El Delegado con licencia, Adrián Ruvalcaba. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).– El Delegado con licencia de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava  Suárez, es señalado por un ex colaborador cercano suyo de encabezar una red de extorsión y acoso político, así como de mantener vínculos “cercanos” con la banda de secuestradores recién detenida conocida como “Los Claudios”.

La acusación ha sido presentada ante la Procuraduría General de la República (PGR). Pide investigar al ahora candidato del PRI a Diputado por el Distrito Federal.

En entrevista con SinEmbargo, el ex director de Desarrollo Social de Cuajimalpa, Carlos del Valle, recuerda que el año pasado Ismael Rivera Cruces, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas Bares y Centros de Espectáculos, acusó a Rubalcava de exigirle 1.8 millones de pesos a cambio de permitir el funcionamiento de la discoteca One to One, en Bosque de las Lomas. El empresario aseguró que se negó a aceptar la extorsión, tras lo cual, habría sido amenazado por el político.

—¿Es Rubalcava un hombre rico? —se le pregunta Del Valle.

—Ahora lo es por el asunto de la corrupción dentro de la delegación. Hay desvíos de recursos en albercas, en los Centros de Desarrollo Infantil y en el surtimiento de gas en los deportivos. Quien me sustituyó es una persona que se le exigió una cuota de 30 mil pesos y por eso se fue. Hay temas de exigencia de dinero, como el millón 800 mil pesos. Hay varios restauranteros bajo extorsión en Cuajimalpa. No denuncian por el miedo a los secuestradores.

—¿Cómo funciona la extorsión?

—Se enviaba a una persona de nombre Iván Ramírez a pedir la cuota. El director Jurídico y de Gobierno, Miguel Ángel Salazar, recogía el dinero. Escuché de pagos obligados de 30 mil, 40 mil, 50 mil pesos y hasta millones para los permisos [de funcionamiento]. Tenían una brigada diaria ocupada de esto para recolectar dinero hasta de los viene viene [cuidadores de autos] de Santa Fe. Lo mismo con las grúas y los empresarios de los espectaculares. Todas las estructuras reportaban dinero. En Cuajimalpa, todo es extorsión

Del Valle acusa que “no hay una sola persona entre sus colaboradores cercanos” que no haya sufrido insultos por parte de Rubalcava. “Referirse a los demás como pendejos y huevones es lo menos. Todo el tiempo está enojado e invariablemente presume su disposición a la violencia. Todos sabemos que es un tipo enfermo de narcisismo”.

—¿Lo amenazó a usted?

—Sí. Luego de que manifesté mi intención de contender por la candidatura de mi partido me exigió que me bajara. En la última cita que tuvimos, en el restaurante Guadiana hace seis meses, me llevó a un grupo de perredistas, incluido el director Jurídico y de Gobierno y me gritó que no me dejaría pasar y armó un zafarrancho. Muchos insultos. Pedí el video al restaurante, pero el negocio se deslindó para no tener problemas.

LA VÍCTIMA SOY YO: RUBALCAVA

El Jefe Delegacional con licencia de Cuajimalpa se desmarca del ex colaborador que lo señala como responsable de planear campañas de acoso y desacreditación emprendidas contra sus enemigos políticos.

En entrevista telefónica y claramente molesto, Rubalcava, aspirante a una diputación local por el PRI-PVEM, dijo que su ex director de Desarrollo Social, Carlos del Valle, es quien deberá enfrentar cargos penales por “desvíos de recursos por más de 3 millones de pesos” y por daños cometidos durante una protesta en la sede capitalina del PRI, así como un juicio civil emprendido en su contra por supuestos daños morales.

“No existe ningún abierto procedimiento en mi contra y en la PGR ya me dijeron que no tienen ninguna investigación hacia mi persona”, enfatizó.

Semanas atrás, Del Valle denunció penalmente a Rubalcava por estar, según él, relacionado con una banda de secuestradores conocidos como “Los Claudios”. También en los últimos días ha circulado una fotografía en que aparecen el Delegado con licencia y uno de los secuestradores detenidos.

El funcionario ha exhibido una imagen que lo muestra con una persona diferente y ha difundido un peritaje pagado a un especialista acreditado ante el Tribunal Superior de Justicia del DF que avala la autenticidad de esta fotografía. En contraparte, el diario Reforma ha publicado los elementos por los que presume como fabricación la fotografía con que se deslinda Rubalcava.

El Delegado con licencia reveló que en días pasados el Procurador del DF, Rodolfo Ríos Garza, se comunicó con él para informarle que también es sujeto de acoso y difamación en las redes sociales.

“La campaña de difamación que existe es en mi contra. No sé por qué sacan ahora este tema con el que pretenden crucificarme”, se lamentó Rubalcava. “La víctima soy yo”.

***

Adrián Rubalcava militó en el PRD, específicamente en la corriente interna de René Bejarano hasta 2012, cuando su partido optó por otro candidato a Cuajimalpa, demarcación de relevancia económica por ser sede de los grandes corporativos de Santa Fe.

Rubalcava renunció al Sol Azteca y obtuvo la postulación por la coalición PRI-Partido Verde, del que ahora se dice militante.

La misma madrugada de la elección mostró el estilo Rubalcava. Un centro de llamadas telefónicas realizó telefonemas masivos en la demarcación exigiendo el voto a favor de Rosendo Gutiérrez. Los electores odiaron al perredista, que perdió por diferencia mínima a pesar de que parte de la estructura de Bejarano votó contra el PRD y a favor de Adrián.

Carlos del Valle se sumó a la campaña como patrocinador económico y facilitador de recursos. Ganada la contienda y, de acuerdo con las mismas palabras de Del Valle, ocupó, “por acuerdo”, la dirección de Desarrollo Social.

Durante el curso de su gobierno, Rubalcava ha protagonizado una intensa campaña en redes sociales en promoción de sí mismo y de denostación a sus rivales que sería responsabilidad de Alejandro Zapata, antes director de Comunicación y ahora coordinador de asesores de Rubalcava.

“Alejandro Zapata es quien maneja las redes sociales y la comunicación social. Es una persona que está día y noche con el Delegado. No se baja de su camioneta (…) Todo lo que hace es instrucción directa de Rubalcava: toda la difamación o todas las campañas negras que él hace, todas son por instrucción de Rubalcava. Si Rubalcava tiene el zapato sucio y le pide a Alejandro Zapata que se lo limpie, éste se lo limpia”, sostiene Del Valle.

“Difamación, claro que también hay difamación. Vimos que lo hizo contra mi persona diciendo que yo le falsifiqué una fotografía [de Rubalcava con Claudio Germán González González, jefe de una presunta banda de secuestradores recién detenida] cuando se supo que quienes falsificaron esa fotografía fueron ellos. Contra medios de comunicación, sabemos que ha habido una campaña contra SinEmbargo (…) que ha subido nota sobre la realidad de lo que está ocurriendo en Cuajimalpa”.

—¿Es [Zapata] uno de los operadores de las redes sociales de Ruvalcava? —se le pregunta.

—Es uno de los operadores y contratan externos para que hagan campañas negras. Todos que Rubalcava contrata empresas que manejan cuentas falsas, que utilizan bots [programa informático que imita el comportamiento de un humano con fines de repetición de una idea] que tienen gente dedicada a crear cuentas falsas para denunciar y desprestigiar a otras personas que están tratando de decir la verdad. Y, claro, también secuestran cuentas.

SECUESTROS

Claudio Germán González fue detenido el 23 de febrero por presuntamente pertenecer a una banda de secuestradores. Foto: PGR

Claudio Germán González fue detenido el 23 de febrero por presuntamente pertenecer a una banda de secuestradores. Foto: PGR

Carlos del Valle recuerda que la relación con Rubalcava inició en 2012 con el diseño de campaña política que hizo su empresa, Grupo Telmark, para el entonces candidato. El trabajo incluyó el “fotomontaje” de sus imágenes utilizadas en mantas, pendones y la ejecución de ideas para el reconocimiento de su nombre como si fuera una marca.

El rompimiento devino por el interés de Del Valle de competir por la candidatura del PRI a la jefatura delegacional y el interés de Rubalcava por allanar el camino como su sucesor a Miguel Ángel Salazar, su director Jurídico y de Gobierno.

— ¿En qué momento aparecieron “Los Claudios”? —se pregunta a Del Valle respecto del grupo de plagiarios recientemente detenido por la Procuraduría General de la República y que podría estar relacionada con los asaltos a las joyerías del Centro Santa Fe, atracos sin precedentes y que, durante la administración de Rubalcava, ocurrieron en tres ocasiones.

—“Los Claudios” —responde Del Valle— están presentes desde que Adrián llegó a la delegación. Es gente que también viene de la delegación Álvaro Obregón desde que él [Rubalcava] trabajaba en esa delegación [fue director de Gobierno y antes responsable de licencias de funcionamiento]. Como cualquier político de ese nivel necesita vinculación con grupos de choque para que le ayuden a amedrentar a la gente que no está de acuerdo con sus ideales. Sabíamos que era un grupo de golpeadores en Áreas Protegidas, pero no de secuestradores (sic). Nos veíamos y nos saludábamos con gusto, porque éramos compañeros de equipo.

—¿Quiénes son?

—Claudio González, que está ahora detenido. Están su hermano Héctor [González, ex jefe de la Unidad Departamental de Preservación de Áreas Naturales Protegidas]; Emmanuel Gómez [subdirector de Protección Civil], y el señor [José Luis] Pandal [subdirector de Residuos Sólidos, José Luis Pandal].

—¿Vio usted a las personas que ahora están imputadas por secuestro?

—Yo los vi, obviamente, en la delegación, trabajando ahí. Yo no los vi cuando estaban como golpeadores o hubiera presentado mi denuncia.

—¿Usted los vio al lado de Adrián Rubalcava?

—Claro, todos los veíamos cuando íbamos al Desierto de los Leones, cuando íbamos a las giras de trabajo por las colonias. Era una relación buena, una relación de amistad [entre ellos], cordial. Claro que se conocían perfectamente, se trataban con familiaridad.

—¿Incluido el hombre de la fotografía que aparece junto a Ruvalcaba y que ahora está imputado como secuestrador? —se le pregunta con respecto a Claudio González a quien el Delegado niega conocer. —¿Usted los vio juntos más de dos veces?

—Claro, se les veía seguido. Obviamente veíamos más a su hermano Héctor González, porque él trabajaba en la delegación. Claro que los veíamos, eso es innegable. Ahora Rubalcava me acusa de que yo hice el fotomontaje para simular que la persona con la que está fotografiada no es Claudio González. Ni modo que yo hubiera hecho algo para protegerlo —dice del Valle con un dejo de sorna. —Nuevamente me difama a través de las redes sociales como ya lo hizo en contra mía con la campaña del puerco, en que se impostó a mi rostro la nariz de un cerdo —explica sobre las imágenes en que, además, se hacen montajes con alusiones sexuales despectivas de su persona. —Subieron más de 145 imágenes de este tipo y se apoyaron en una empresa externa contratada para difamarme. La campaña es idéntica que la hecha contra Luis [Espinosa] Cházaro ahora que pretende la jefatura delegacional. Fueron difamados Rosendo Gutiérrez y Camilo Campos [candidato panista por Cuajimalpa en 2012]… Resulta evidente que son campañas pagadas por el señor Rubalcava.*

La SCJN resuelve hoy si hace justicia a Mariana y protege a las mexicanas del feminicidio

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Es palabra del Presidente Enrique Peña Nieto pronunciada apenas 16 días atrás, a propósito del Día Internacional de la Mujer: “La discriminación, la violencia, la exclusión y la falta de oportunidades, todavía son una injusta realidad para millones de mujeres en México. Y por ello es que juntos, mujeres y hombres, tenemos que ser parte de este cambio para bien de nuestro país.
“Como Presidente de la República, estoy decidido a seguir trabajando con las mujeres y para las mujeres.
“Todas las acciones del Gobierno de la República deben promover el bienestar, la protección y el avance de las mujeres en México”.
Hoy, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está en la posibilidad de atender, en la congruencia de sus resoluciones, el pronunciamiento del Presidente a propósito de un feminicidio ocurrido en el Estado de México y durante su gobierno (16 de septiembre de 2005 al 15 de septiembre de 2011), el asesinato de Mariana Lima Buendía en 2010.
Desde entonces, su madre no ha cesado de tocar puertas con dos peticiones que ahora toca atender a los jueces: “Justicia y justicia”.

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).– La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolverá hoy si otorga protección a la familia de Mariana Lima Buendía, abogada asesinada en Chimalhuacán en un caso investigado y cerrado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) como suicidio.

Mariana se casó en 2008 con un policía judicial mexiquense, Julio César Hernández Ballinas. De acuerdo con los testimonios disponibles, el agente la golpeó desde el inicio de la relación. El 29 de junio de 2010, el hombre llamó a su suegra, Irinea Buendía, para informarle que la joven había muerto.

Cuando Irinea llegó ante el cadáver de su hija, la notó golpeada y recién bañada. Hernández Ballinas declaró que la encontró colgada y que, en esa posición intentó reanimarla. Luego la acomodó en la cama y ahí “la besó” y “dio masaje en los pies” para resucitarla.

Hernández fue investigado por sus compañeros de trabajo. Nunca fue suspendido. Al contrario: fue ascendido como comandante de la Policía Judicial. Desde entonces, Irinea Buendía lucha, como dice ella, por dos cosas: “justicia y justicia”. Hoy, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, podría otorgarle ese reclamo que en México no se otorga de manera espontánea.
Junto con el caso de Mariana, otros cientos de feminicidios han quedado impunes en el Estado de México, que ha echado mano de todos los recursos políticos para evitar la declaratoria de alerta de género, un vanguardista instrumento jurídico existente en México, pero que nunca ha sido aplicado.

***

El caso de Mariana resulta emblemático por varias razones. En primer lugar es un feminicidio íntimo, es el asesinato de una mujer por su condición de género, ocurrido en el interior de su hogar.

“Y lo es también porque se plantea como un suicidio, una coartada muy frecuente no sólo, pero particularmente en el Estado de México”, explica Rodolfo Domínguez, abogado del Observatorio Nacional del Feminicidio y representante legal de la familia Lima Buendía.

Domínguez ha sido un activo promotor de la emisión de la alerta de género en el Estado de México, un novedoso mecanismo contemplado en la ley que faculta al Estado para intervenir en momentos y lugares con alzas en la violencia feminicida contra las mujeres.

Sin embargo, las organizaciones se han topado con la gruesa pared de la operación política del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyos funcionarios en el gobierno del Estado de México se han valido incluso de datos falsos para impedir la activación del sistema de protección.

La muerte de Mariana Lima Buendía resulta representativa en el panorama de violencia de género también porque, recuerda el joven abogado, ocurrió tras un proceso de constante y creciente daño físico y psicológico contra una mujer que se abstuvo de denunciar por su desconfianza hacia las autoridades que en teoría debían protegerla. Y había razón para la desesperanza: esas autoridades cubrieron con impunidad a su probable asesino. Mariana trabajó para la Procuraduría mexiquense y conocía bien la ineficacia y corrupción de la institución.

A partir de su experiencia, las organizaciones atentas al feminicidio en México reconocen tres momentos de alto riesgo para la vida de las mujeres: el primero cuando escapan del ciclo de violencia, el segundo al denunciar al agresor, y el tercero al solicitar una orden de protección. Desde esta perspectiva, el error fatal de Mariana fue advertir y convencer a Hernández Ballinas de que esa vez sí lo denunciaría.

El caso es característico también por la deficiente investigación realizada por los agentes del Ministerio Público, peritos y policías; una pesquisa plena de irregularidades y negligencias y hasta colusión.

En el expediente es claro que desde el inicio Ballinas falseó su declaración al presentarse como “comandante del grupo del subprocurador”: ni era comandante ni el cargo existe. “Potenció su capacidad de influencia.”

***

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En materia forense, la primera diligencia es la más importante y la observación del protocolo de actuación prestablecido es primordial.

Existen dos aspectos de relevancia mayor: la cadena de custodia y el abordaje del caso bajo la presunción de feminicidio, ya considerado en ese momento en la ley, pero ninguno de estos aspectos se respetó.

El lugar del hallazgo del cuerpo se debió resguardar y dividir en secciones para su revisión, pero nada de esto se llevó a cabo. Ante el cadáver de una mujer muerta violentamente, la autoridad debió recabar toda clase de indicios, como la revisión de sus uñas para establecer la ocurrencia o no de forcejeo de defensa anterior al fallecimiento, raspado de cavidades para establecer abuso sexual o toma de muestras de saliva.

El sitio debió ser intervenido por un fotógrafo con capacidad forense y el análisis de las ropas realizarse de manera cuidadosa.

“Nada de eso se hizo”, apunta Domínguez.

La primera actuación, como se constata en el expediente, se resume en treinta líneas, una hoja. La mitad de ese texto se dedica a la descripción de la casa: la pared, los muros, las escaleras, la altura del techo y una serie de cuestiones que nada aportan a las conclusiones.

Las otras quince líneas se ocupan del lugar del hallazgo. Su aportación es tan pobre y su trascendencia tan relevante que, en opinión de Domínguez, la fiscalía intervino dolosamente en la destrucción de pruebas a favor de uno de sus policías.

En una de sus versiones Ballinas aseguró que encontró a su mujer colgada, y en otra, que la halló sentada.

Aseguró que intentó resucitarla, maniobra que, en apego al cuidado de una escena, formalidad bien conocida por él en su condición de policía judicial, sólo está prevista cuando es clara la posibilidad de recuperar a la persona. Además, el hallazgo del cadáver de Mariana ocurrió, teóricamente, a las ocho horas de su fallecimiento, cuando el cuerpo ya mostraba rigidez.

El asunto de la resucitación es todo un tema. Julio César Hernández Ballinas expuso su intención de reanimar a Mariana, primero, con la mujer aún colgada; luego, nuevamente fuera de la cadena de custodia, la descendió, según su relato, cortando la soga con un cuchillo por el que fue a la cocina, en la planta baja, pero antes la fotografió para evitar verse inculpado.

Entonces pretendió reanimar a su esposa mediante “masajes en los pies” y “besos” sobre la cama: un masaje cardiaco es impráctico sobre quien descansa en una superficie blanda y esto, se supone, también es parte del conocimiento básico de un policía.

Al comprender, según su versión, que no lograría nada, abandonó el cuerpo y desprotegió la escena, cuando por simple rutina debió llamar por teléfono a la policía. Tan abandonado quedó el sitio que Irinea entraría sin obstáculo hasta la cama en que reposaba el cuerpo de su hija.

Si bien los peritos del Ministerio Público permanecieron poco tiempo en la habitación, esta era pequeña y no había muchos muebles. Pero cuatro investigadores no encontraron ningún escrito de despedida.

Sin embargo Ballinas presentó, cinco días después de la muerte de Mariana, dos mensajes póstumos supuestamente encontrados en la cajonera y redactados por ella, aunque aseguró la existencia de tres. En esa idea, Mariana, quien se había mostrado optimista y segura de su futuro doce horas antes, se dio el tiempo para escribir tres notas explicativas de su muerte, una de ellas reiterativa de su amor por el hombre que había decidido denunciar por hacerle la vida miserable. Las cartas coincidían en la despedida de sus padres; sólo en la última heredaba su teléfono celular para ayuda económica de Lauro e Irinea.

Dos de las cartas, dijo, las halló en un cajón de la habitación que antes fue revisada por los especialistas en criminalística sin que las hallaran. La tercera, explicó, la encontró sobre la cama donde pretendió la resucitación de Mariana; sólo él vio y leyó esta última nota suicida. Nunca apareció, pero el agente del Ministerio Público, jefe y amigo de Ballinas, aceptó como válido su contenido cuando resolvió que el policía judicial nada tenía que aclarar con el juez.

La Procuraduría aplicó análisis grafológicos a los apuntes y concluyó que efectivamente fueron escritos por la mano de Mariana. La familia de la mujer niega su autenticidad.

La existencia de la armella de donde supuestamente Mariana se colgó, quedó sin constancia procesal en el primer momento y su aparición en la investigación es posterior, en un momento de “clara manipulación por parte de las autoridades”, continúa Domínguez.

“Son evidencias básicas y que no aparecen por ningún lado. Uniendo las partes vemos que estas deficiencias son imperdonables.”

El abogado apunta la existencia de 65 pruebas, pero el gobierno del Estado de México sólo ocupó cinco para determinar el no ejercicio de la acción penal contra su policía.

“El problema en el fondo es la impunidad del feminicidio: no se realizan bien las investigaciones y no existen elementos contundentes para conocer la verdad. Este caso se basó en el dicho de Ballinas y al Ministerio Público no le pasó por la cabeza investigar con enfoque de homicidio como hipótesis viable cuando existían contradicciones y una larga historia de violencia contra Mariana que simplemente se ignoró, al igual que en el Estado de México se ignoran los acuerdos internacionales firmados por México en materia de los derechos de las mujeres.”

El representante legal del Observatorio Nacional del Feminicidio compara la situación en el Estado de México con los feminicidios en Ciudad Juárez ocurridos entre 1993 y 2005. El caso conocido como “Campo Algodonero”, referente internacional del odio a las mujeres, concluyó con la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado mexicano.

En septiembre de 2013 la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso de Mariana. El máximo órgano judicial del país considera que la falta de investigación con debida diligencia, la no aplicación de protocolos de investigación con perspectiva de género y la posible impunidad ante un probable feminicidio son cuestiones de interés y trascendencia para la sociedad mexicana.

Hoy, los Ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrían dar un gran paso hacia adelante a favor de las mujeres.

LA HISTORIA DE NADIA Y DE LAS MUJERES DEL EDOMEX

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El 25 de marzo pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación abrió la primera rendija para ver hacia el interior del aparato de justicia del Estado de México. Ese día, de manera histórica, los ministros decidieron, por unanimidad, amparar a Irinea Buendía, madre de una mujer asesinada por su marido en un caso investigado por el gobierno mexiquense como un suicidio.

En su sentencia, los jueces ordenaron al gobierno del priista Eruviel Ávila Villegas investigar, “con perspectiva de género”, la muerte de la joven abogada y acusaron las diversas y graves deficiencias de la investigación. El caso de Mariana es un paso hacia adelante, pero hay muchos otros pendientes. Uno es el asesinato de Nadia Muciño, ocurrido en 2005, año en que Arturo Montiel Rojas dejaba la gubernatura del Estado de México y Enrique Peña Nieto la asumía.

Ya pasaron 3 mil 700 días desde la tarde en que tres niños vieron a su padre quitarle la vida a su madre en la nube de polvo de cemento en que la Ciudad de México se convierte en sus límites, y ya en el Estado de México, la entidad donde nació el Presidente de México.

Las irregularidades iniciaron en el comienzo mismo de la investigación, cuando los funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México atravesaron las calles de polvo y escombros de Nicolás Romero y se internaron a la casa de Nadia Muciño y, sin ningún cuidado, se llevaron su cadáver.

¿Es el asesino de Nadia un hombre lo suficientemente poderoso para garantizar su impunidad? En lo local, en los límites de Cuautilán Izcalli, aún en el DF se sostuvo sin castigo gracias a un par de parentescos. Pero, luego de años y años en que la madre de la mujer muerta ha ido y venido peleando con nada y contra todo, en que ha dedicado días enteros a la espera infructuosa de ser recibida por los gobernadores Montiel Rojas, Peña Nieto y Ávila Villegas para explicar cómo murió su hija, algo más asoma respecto de la llamada justicia mexiquense: reconocer una falla es admitir la podredumbre de todo el aparato.

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La madre de Nadia ha luchado y sigue luchando para que se haga justicia a su hija muerta. Foto: Eduardo Loza.

Cuautitlán Izcalli, Estado de México (SinEmbargo).– Carlos, Pepe y Fernanda cruzaron la calle cuando el presentimiento de la noche los abrumó en la oscuridad de su casa. El mayor, de cinco años, tomó la mano de sus hermanos y buscó a la vecina de enfrente en “la casita de palo”, como los pequeños llamaban a la choza de maderos y lámina.

El niño suplicó por un cerillo.

–¿Y su mamá? –preguntó la mujer, acostumbrada a los sollozos de los hijos de Nadia; pero esta vez, 12 de febrero de 2005, estaba absorta en la rotunda desnudez de Fernanda, la pequeña de dos años.

–No está –mintió Carlos entre sollozos.

–¡No es cierto! ¡Sí está, está muerta en el baño! –gritó Pepe.

La vecina sintió como si toda la tierra y el polvo de cemento del ejido Santa María Tianguistengo, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, se sacudieran. Recordó que al otro lado de la calle no había apagadores, se debían girar los focos colgados del techo de lámina; avanzó a la entrada.

–¡Nadia! –gritó.

Silencio. Dio vuelta a la bombilla.

–¡Nadia! –repitió, como si el silencio la sepultara.

Caminó por la sala, súbitamente vacía de muebles; miró hacia el baño. Los hijos de Nadia se le apretujaron en las piernas. La silueta de su madre apareció: su sombra, proyectada por la lámpara en la pared, era el dibujo de Nadia hincada con la lengua de fuera y un cordón tirante de su cuello hacia el techo.

La vecina se detuvo. Miró alrededor: su vista topó con un montón de ropa dispersa en el suelo. Estiró la mano y jaló una camisa de hombre. Corrió, corrió con los niños como pudo.

En la calle metió a Fernanda en la prenda; sobre la espalda de la niña, en la camisa, resaltaba una mancha de sangre.

Buscaron a Antonia, madre de Nadia. Vivía al otro lado del límite municipal, en Cuautitlán de Romero Rubio; también es el Estado de México.

–Tu hija está muerta. Se ahorcó –soltó una de las hermanas de Bernardo, pareja de Nadia, a Antonia.

Antonia subió al auto. Su esposo manejó; temblaban. Llegaron a la casa de su hija, la noche ya era de brochazos azules y rojos que salían de una patrulla apostada a la entrada. La mujer fue al baño, se arrodilló para quedar cara a cara con su hija: la lengua de Nadia era una masa morada que buscaba abandonar el rostro.

–¡Mi niña! –gritó Antonia a Nadia, o a sí misma. La abrazó, tomó sus brazos para que Nadia la abrazara; imposible. La primera de sus hijos, de veinticuatro años de edad, era un cuerpo rígido y helado.

TORTILLAS A MANO

La noche del domingo 5 de agosto de 1979 nació la primera de los cinco hijos de Antonia. No hubo médico esa noche, fue recibida por un pasante de Medicina y el padre de la niña, Rafael, en una clínica solitaria de Atizapán. Nadia, resolvió llamarla su madre, maravillada por las piruetas de la gimnasta Nadia Comaneci, pero con los apellidos Muciño Márquez.

La niña creció sana, el único golpe en su niñez fue un palo ciego que se estrelló en su nariz cuando buscaba una piñata. Fue también la primera nieta e hija de primogénita; no había nada más que ella en el mundo.

“Mi esposo y yo soñábamos que la niña sería alguien importante. Ella quería ser maestra, maestra de kínder. Allá en el pueblo compramos un terreno medio grande para que pusiera su kínder, en Teotitlán, Puebla, de donde somos”, recuerda María Antonia Márquez.

“Empezó a pintarse las uñas a los doce años y había problemas en la escuela porque no estaba permitido, estaba en sexto de primaria. Yo quería que nomás se pusiera brillitos, o estrellitas, pero ella las quería rojas; era una lata, una lata. De la secundaria me llamaron varias veces porque la chamaca se quitaba el uniforme y se ponía otra falda, una corta, de mezclilla, que se llevaba a escondidas. La volvía loca el baile, bailaba quebradita”.

Prefería el color morado. Hizo examen de admisión al magisterio; no lo logró. Se recibió como técnica programadora analista. Tenía planes de reintentar el ingreso a la universidad e insistir en su proyecto del jardín de niños: amaba a los niños pequeños. Su primer empleo, a los quince años, fue como niñera.

Era bordadora, como Antonia. Hacían vestidos de coctel, quince años y bodas a los que sembraban de chaquira y perlas sobre rasos con colores sólo existentes en las galas mexicanas.

“Nadia siempre estaba rodeada de personas, de amigas, era escandalosa y escuchaba el radio a todo volumen. Yo creo que no fuimos buenos padres: no supimos entender su juventud, sus ganas de vivir, su alegría. Me lo reprocho. Ahora soy totalmente diferente, soy una mujer amargada.”

Bernardo López Gutiérrez trabajó desde niño, luego se hizo microbusero. Manejaba un camión de propiedad familiar de la Ruta 22, que corre del Toreo de Cuatro Caminos, en los límites del Estado de México y el Distrito Federal, a Cuautitlán Izcalli. Nadia acudía a la escuela en el centro del d. f., y subía al camión en la esquina de su casa, en Nicolás Romero; ahí, en el camión, conoció a Bernardo y se enamoró de él.

El desencanto de Antonia fue inmediato desde la primera tarde en que el joven se anunció con un silbido a media cuadra de la casa y Nadia corrió hacia él; cuando al fin pasó por la puerta lo hizo con una caguama casi vacía en la mano. No la quiere, pensó la mujer y emprendió campaña contra su yerno. Perdió: a los tres meses, Bernardo se apersonó con su madre y su hermano Isidro, el Matute.

–Nadia se viene a vivir conmigo –informó Bernardo.

–¿Cómo así? –reparó Antonia, embarazada de su último hijo.

–Déjame vivir mi vida, me voy –saltó Nadia.

–¡No te vas! –se dirigió Antonia a su hija y miró a Bernardo–. Si la quieres bien, haz las cosas bien –le dijo, y reclamó fecha de matrimonio.

–¡No, yo no me quiero casar! –resolvió Nadia, tomó sus cosas y dejó a sus padres con la boca abierta.

El desencanto de Nadia también fue inmediato. A las pocas semanas regresó con los brazos y los muslos amoratados, y la explicación de que fue castigada por ignorar cómo se hacen las tortillas a mano.

SECUESTRADA

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La madre de Nadia conserva fotografías de cuando su hija era pequeña. Foto: Eduardo Loza

Bernardo fincó su casa en las tierras ejidales de su familia; los tres cuartos se convirtieron en recámara, sala, cocina y baño. Al año de la unión nació Carlos. No paraba de llorar: Bernardo estallaba a cada chillido. No dudó en castigarlo en la misma cuna y a su madre también, aprovechando el momento. Su cinturón se deslizaba por las presillas al menos una vez por semana para azotar la hebilla en el cuerpo de su mujer.

Nadia tuvo dos embarazos más, casi consecutivos, que Bernardo pasó alcoholizado. Dejó de trabajar y el dinero escaseó; ella regresaba a la casa de su madre a escondidas para desayunar y comer con sus tres niños. También tenía prohibido trabajar, incluso en su casa: cuando Bernardo descubría el bordado de algún vestido, rompía el bastidor y luego la golpeaba.

Ella abandonó los pantalones ajustados de mezclilla y las blusas descubiertas de los hombros, comenzó a vestir sólo de pants y con las playeras de su esposo; subió de peso. A la vez, el acoso sexual de Isidro, el Matute, hermano de Bernardo, se intensificó, propiciado por las ausencias cada vez más prolongadas del chofer. Isidro ya conocía la prisión: fue encarcelado por abuso sexual. Cuando Bernardo trabajaba, lo hacía de las cuatro a once de la mañana, desaparecía el resto del día y volvía con aliento a cerveza y pedazos de cilantro entre los dientes.

Otro hermano de Bernardo, Filiberto, hizo buena relación con Nadia. En 2002, los cuñados convinieron internar a Bernardo en una granja para alcohólicos. El hombre sospechó, tomó un cuchillo de la cocina y se lanzó contra su mujer, pero estaba demasiado ebrio. Nadia tomó coraje y resolvió dejarlo. Más aún: presentó la denuncia por intento de homicidio. Nada pasó.

Y nada es nada: Nadia regresó con él.

Al año siguiente obtuvo permiso para trabajar y se empleó como cajera en una tienda de ropa en Tacuba, cerca del metro Allende; encargaba a sus hijos con la abuela Antonia y regresaba por ellos en la tarde. En mayo desapareció.

Bernardo fue a casa de sus suegros por la noche, tenía un gesto parecido a la preocupación; preguntó por Nadia, pero se hizo de mañana sin que regresara. Antonia preguntó por su hija en el trabajo: la habían visto subir al metro de regreso. Avisó de la desaparición a la autoridad. Recorrió hospitales de la Cruz Roja, civiles, ministerios públicos. Se apretó las manos y entró a las morgues con la esperanza de que en la gaveta próxima a abrirse no estuviera su hija. Bernardo la acompañó.

Antonia fotocopió una fotografía de Nadia y la pegó en cuanto poste y parada de camión pudo. Bernardo decía ir a otras agencias, que adhería el volante de su pareja en las bases de camiones; que no perdía la oportunidad de preguntarle a quien fuera por su mujer.

A la semana timbró el teléfono de Antonia.

–Estoy en Puebla, Bernardo me tuvo secuestrada. Lo encontré acostado con su sobrina, entonces me pateó: tengo una costilla rota. Me encerró en una casa vacía, en obra negra; me sacó y me dio ochocientos pesos para que desaparezca. Si me ve, matará a Carlitos.

Fueron nuevamente al Ministerio Público. Otra vez los judiciales y sus dudas: “¿Pues qué le hizo su hija?”, entonaban con la insinuación de que cualquier cosa ella se la habría merecido. Otra vez el médico legista y su mirada aburrida y acostumbrada sobre los moretones.

Otra denuncia, esta vez por lesiones y secuestro. No pasó nada: nada. A los pocos meses Nadia regresó por última vez.

ARRODILLADAS

Isidro, el Matute, regresó a casa de Carlos, Pepe y Fernanda el sábado 12 de febrero de 2005. Lo vieron sentarse en la sala: pequeño, delgado, blanco, de cabello hasta los hombros; los ojos rasgados, la nariz respingada, la barba de candado, su tatuaje azul en el brazo. Los niños lo conocían perfectamente: era el hombre que cuando su padre no estaba, se acercaba a chiflarle a su madre, a buscar el roce y el encuentro en espacios pequeños.

Pero esa tarde también estaba Bernardo. Los niños se sentaron frente a la televisión y los adultos frente a unas cervezas.

Pepe, el segundo de los hijos de Nadia, a sus cuatro años describió el resto:

“El día que mi mamá se murió y se fue al cielo, mi papá Bernardo y Matute metieron a mi mamá a la cisterna; Matute es bien malo, yo chillaba y gritaba y mi mamá le pegaba en el estómago. Vi que el Matute le puso un lazo en el cuello a mi mamá, ella lloraba, y mi papá había tomado cerveza; luego mi papá se fue bien lejos y nos dejó solos…”.

Complementaría el mayor, Carlos, de cinco años:

“Empezaron a tomar cerveza. Luego mi papá y Matute echaron a mi mamá a la cisterna y ella decía que la sacaran, que la dejaran en paz; la sacaron y la llevaron al baño. Mi papá agarró un lazo, lo amarró y lo pasó por un tubo: después Matute subió a mi mamá a una cubeta, le puso la cuerda a mi mamá en el cuello y mi papá quitó la cubeta. Luego se fueron. Mis hermanos y yo fuimos con la vecina a pedirle cerillos, preguntó por mi mamá. Le dijimos que estaba ahí, colgada”.

En el dictamen del peritaje psiquiátrico que se practicó a los niños, el especialista aseguró que, a esa edad, ambos eran “completamente capaces de relatar con veracidad un hecho sucedido en su presencia”.

* * *

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María Antonia Márquez, en la tumba de su hija. Foto: Eduardo Loza.

Antonia abrazó a su hija muerta, completamente rígida; debajo de la soga había además un cable eléctrico de color café de cuarenta centímetros y una agujeta. La autopsia revelaría no un surco en la garganta de Nadia sino dos de distintos grosores y profundidades, pero lo más desconcertante era que Nadia no murió suspendida como los suicidas quedan: estaba hincada. Tenía raspones en los nudillos de las manos y sangre en la boca que presumían pelea anterior al fallecimiento.

Llegó Bernardo en su hojalata blanca; no entró a la casa. Al poco tiempo arribaron dos personajes cercanos a la familia del microbusero: Donato Zamora, líder de comerciantes ambulantes y exdiputado que disfruta de fotografiarse montado a caballo, y Alejandro Zamora Cid, exdirector del organismo operador de agua de Nicolás Romero. Ambos son abogados y caciques priistas en esa región del Estado de México.

El agente del Ministerio Público, el médico legista y el perito aparecieron hasta la medianoche. Entraron a la casa junto con Alejandro Zamora.

–No te preocupes, todo saldrá bien –escuchó Antonia que dijo el perito a Zamora Cid.

El perito fotografió a Nadia y el baño. El médico retiró el cordón, el cable y la agujeta; sacaron a Antonia del cuarto para manipular el cadáver. Entonces vino la cascada de supuestos errores humanos.

Los funcionarios olvidaron en el lugar la cuerda y el cable de luz. El perito nunca reparó en que un mechón de cabello de la muchacha estaba atrapado en el nudo del lazo, como si ella se lo hubiera colocado y anudado con las manos atrás y arriba de su cabeza. No atendieron la desaparición de la sala ni fotografiaron los roperos volcados, el desorden y las cosas tiradas en el suelo. No tomaron huellas dactilares; nunca se encontró carta póstuma.

Ni siquiera existe claridad en cuanto a la hora de la muerte de la muchacha. Tras la autopsia, el forense informó que ocurrió entre nueve y diez de la mañana, pero en el acta médica reportó que Nadia había fallecido “en un lapso no mayor a cinco horas y no menor a tres del momento de su intervención”. La familia se enteró del deceso cerca de las seis de la tarde, cuando la joven ya estaba completamente rígida, y el médico intervino después de la medianoche.

En la segunda inspección de la casa, no importó que se hubieran cambiado cerraduras después de la muerte ni que aparecieran incendiados junto a la vivienda los muebles de la sala: no sólo faltaban el sillón y el sofá, también saquearon documentos, fotografías, colchones y ropa. En el revoltijo de telas y cenizas apareció, a medio chamuscar, la soga.

Tampoco se atendió el hallazgo de sangre en el lavadero. Cuando la falla fue tema, se resolvió, sin que siquiera se hubiese tomado muestra, que se trataba de sangrado menstrual de Nadia. Pero esto no fue consignado por el médico forense ni por el perito en la fe de ropas de la muchacha, ni se analizó la sangre en la camisa con que se cubrió la desnudez de Fernanda. La hipótesis es que, durante el asesinato, Bernardo cortó la soga e hirió a su hermano en la mano; el Matute llevaba un vendaje en una de ellas, pero ninguna autoridad prestó atención.

Desapareció la averiguación por el secuestro del año anterior; ni por este asunto ni por el intento de homicidio Bernardo debió dar siquiera explicación alguna a la policía. Para el entendimiento del homicidio, las denuncias fueron irrelevantes.

No fue tema la desaparición de Bernardo, a quien después de pasar por el Ministerio Público ni Antonia ni la policía lo han vuelto a ver. Tampoco se presentó en el sepelio de su mujer.

Se ignoró que Carlos, el hijo de Nadia, perdiera durante meses el control de sus esfínteres, y que Pepe despertara cada noche con su propio aullido: “¡No, no…! ¡Bernardo está matando a mi mamá!”, para luego guarecerse horas debajo de la cama.

La Procuraduría de Justicia del Estado de México resolvió que Nadia se suicidó.

CRIMEN SIN CASTIGO

El caso de Nadia se estancó de inmediato. Antonia tocó puertas, exigió respuestas tres veces por semana al ministerio público local, buscó ser atendida por un subprocurador que nunca le abrió la puerta. Hasta ese momento desconocía el dictamen de suicidio; no le permitían ver el expediente. Recorrió oficinas de organizaciones no gubernamentales. Fue a la Procuraduría General de la República. Envió una carta a Marta Sahagún, esposa del presidente Vicente Fox.

La insistencia de Antonia redituó: el m. p. consignó el expediente y un juez otorgó la orden de aprehensión contra Bernardo e Isidro por homicidio doloso. El Matute se entregó y presentó trece testigos que soportaron una coartada. “Yo nunca tuve trato con Nadia, ni siquiera iba a su casa”, declaró. Fue sentenciado el 8 de octubre de 2009 a cuarenta y dos años y seis meses de prisión por el homicidio calificado –ventaja y traición– de Nadia Alejandra Muciño Márquez.

Pero la justicia mexiquense es una flama en el viento. Después de seis años de peritajes que prueban los errores intencionales o involuntarios del Ministerio Público y lo directo y confiable de los testimonios de los niños, la Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla revocó la sentencia condenatoria del Matute y regresó a la tesis del suicidio. El 5 de febrero de 2010 ordenó su “inmediata y absoluta libertad”.

Es extraño: antes, la sala otorgó valor probatorio a la declaración de los niños, al dictamen pericial en criminalística presentado por la familia de Nadia y descalificaron el dictamen en criminalística de Michel. La sentencia recayó en la misma sala colegiada, pero los magistrados cambiaron de opinión en sentido contrario: ahora se reconoce la versión técnica del suicidio y se discrimina la declaración de los niños, a los que se calificó de fantasiosos y aleccionados.

María Antonia debió convertirse en una penalista autodidacta. Comprendió el funcionamiento de la policía judicial: todo tenía un precio. Así fuera un cigarro que quisiera fumarse un agente, ella debía escarbar cada vez más profundo en su monedero para pagarlo.

Las experiencias con los abogados que contrató para atenuar las deficiencias de la representación social del Estado de México fueron otros centavos oxidados en la boca. El primero huyó con el adelanto exigido para iniciar la comparecencia en el Ministerio Público; ni una gota de saliva gastó el hombre. No duraban los abogados, iban una o dos veces al Ministerio Público y desaparecían: uno se esfumó con quince mil pesos, otro más con diez mil.

Todo lo cobraron los juristas. La defensa del Matute reclamó que los hijos de Nadia se carearan con su tío, el acosador de su madre. La fiscal no reparó en que el trámite se desahogara: a la agente del Ministerio Público simplemente le parecía justo y adecuado que los pequeños enfrentaran sin acompañamiento a quien entendían como el asesino de su madre, ni siquiera del área de atención a víctimas.

Costó que los niños estuvieran apoyados por un psicólogo en el careo con el Matute; el leguleyo exigió diez mil pesos para tramitar el amparo de cada infante. Un juez de distrito resolvió que los niños se podían carear con el acusado, pero con medidas de salvaguarda: ellos estuvieron en un lado y el Matute detrás de las rejas, los infantes no lo veían aunque sí lo escuchaban.

“Nos amparamos en contra de la resolución de la sala de liberar al Matute, pero nos negaron el amparo porque no me reconocieron personalidad jurídica. Según los magistrados yo no era una persona directamente afectada; ¿cómo no voy a ser la afectada directa si soy la madre de Nadia? Y ya no tuvimos nada que hacer legalmente con respecto del Matute.”

María Antonia se explica las contradicciones del Ministerio Público y los juzgados en el reparto que habría hecho la familia de Bernardo de los ciento treinta mil pesos obtenidos con la venta de su microbús.

* * *

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Los tres pequeños hijos que Nadia dejó. Foto: Eduardo Loza.

En octubre de 2010 la madre de Nadia interpuso una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la instancia internacional que emitió la recomendación contra el Estado mexicano por el caso Campo Algodonero, como se nombró a una parte de la masacre de mujeres en Ciudad Juárez. Antonia comenta con zozobra que la Comisión Interamericana trabaja con un rezago mayor a los tres años.

Los abogados especializados en derechos humanos sostienen que el caso de Nadia cumple con todas las condiciones para ser tomado por el órgano americano: falta de justicia, pérdida de evidencia, descalificación de las autoridades responsables del levantamiento del cadáver.

“No es nada más que la autoridad pierda un lazo, que exista sangre y la ignore. Toda esta situación muestra con claridad el fondo misógino en el actuar de las autoridades, todas las negligencias y aspectos de la corrupción ejercida, porque ocurrieron ambas condiciones y terminan en la impunidad que sufrimos.

“Interpusimos denuncias en contra de los servidores públicos, de los peritos y de quien resulte responsable, el mayor de ellos quien dictaminó suicidio: no hace falta ser un experto para entender que esto es un homicidio. No hubo suspensión del cuerpo; Nadia tenía dos surcos completos en su cuello, uno con profundidad de 1.5 centímetros y el otro de medio centímetro. Había dos nudos en la soga, ¿quién se suicida haciendo eso? Y los distintos objetos que Nadia tenía en el cuello, un cable de luz y una agujeta, todo se extravió. De las lesiones en los dedos y en la boca se atreven a decir: ‘Bueno, es que todo eso fue anterior a su muerte, esas lesiones nada tuvieron que ver’. ¿Entonces sí hubo violencia, verdad? Y la tierra que tenía Nadia en sus uñas: ‘Era su forma de vivir, era sucia’.

“No nada más se pasan por el arco del triunfo las pruebas, sino que las utilizaron para descalificar a mi hija: ‘Era una mujer sucia’. ¿El reguero que había en la casa no eran huellas de lucha o de forcejeo? ‘Era su forma de vivir, era sucia la mujer, bajaba el colchón de la cama al piso para dormir allí, con su mugre’, es la verdad insana de las autoridades, de los funcionarios tan faltos de ética y conciencia.”

Antonia recuerda las dos campañas políticas que atestiguó de Peña Nieto, los coros eufóricos de las mujeres, el reparto de tinacos, grava, pintura, el obsequio de tarjetas bancarias cargadas con dinero. A pocas cuadras del asesinato, la actriz Angélica Rivera, esposa del aún gobernador del Estado de México, colocó la primera piedra de una casa asistencial.

–¿Usted buscó a Peña Nieto directamente, para que interviniera en el caso? –se le pregunta a Antonia.

–Sí, tenemos varios escritos, sellados por la Secretaría de Gobierno del Estado de México, para que por favor tomara cartas en el asunto. Expliqué a grandes rasgos toda la negligencia, la corrupción que se llevó a cabo en el levantamiento del cuerpo de Nadia, y [le pedí] que por favor hiciera algo –Antonia deja la mesa y regresa con un grueso expediente de documentos; sin dudar de la ubicación exacta de cada papel, muestra las cartas dirigidas al actual presidente de México.

–¿Usted se lo dijo a Peña Nieto?

–No.

–¿Pidió audiencia con el gobernador Peña Nieto?

–Pedí audiencia con Peña Nieto… como diez veces, ¡diez es poco!

–¿En Toluca?

–En Toluca, en la Secretaría de Gobierno. Nunca fui recibida.

–¿Quién es el funcionario de más alto nivel que aceptó recibirla?

–La secretaria de la oficina de Enrique Peña Nieto; me trataba con indiferencia, una gran indiferencia. Ahí iba yo con mi expediente, unas ochocientas hojas, para mostrarle las fotografías, para que realmente se percataran de que hubo negligencia tan sólo en recoger el cuerpo. Le decía: “Mire, quemaron toda la evidencia; mire, vea”. Se las enseñé, las vio. Aceptó verlas.

–¿Qué actitud tuvo cuando vio las fotografías de su hija?

–Al principio se indignó; cuando quedó claro que el problema era negligencia y corrupción y que yo había denunciado a servidores públicos, me dijo que hablaría con sus superiores y luego me daría respuesta. Nunca más me recibió.

–¿Cuándo fue la última vez que intentó hablar con el señor Peña Nieto?

–En 2010.

–¿Se trató de acercar usted a algún alto funcionario o a Peña Nieto en alguna gira de trabajo en Nicolás Romero?

–No, realmente no, porque siempre estuvo rodeado por Donato Zamora –el cacique priista emparentado con Bernardo por medio de una hermana suya; Zamora, para ampliar el contexto, fue acusado en 2012 de golpear él mismo a una mujer que se manifestaba en demanda de dotación de agua.

–En una entrevista que le hicieron a Peña Nieto, cuando le preguntan de qué falleció su esposa, no supo qué contestar –sigue María Antonia–. Es raro, ¿no?, cuando él era el esposo y debería estar totalmente dolido, interesado en saber exactamente qué le sucedió; es completamente raro, actuó como Bernardo. En vez de ponerse detrás de los abogados, que no los necesitaba, se puso detrás de políticos y periodistas.

* * *

María Antonia volvió a la carga y buscó al procurador Castillo: la mujer insistía en que el funcionario dedicara un comandante de tiempo completo para la detención de Bernardo. Castillo ofreció por respuesta la asignación de un policía dado de baja, a quien se le condicionó su reincorporación a cambio de la captura de Bernardo.

El policía trabajaba sin recursos y María Antonia no estaba dispuesta a continuar con el pago de gasolina, comidas y lo que fuera, a cambio de que los investigadores simplemente cumplieran con su trabajo. Ante el nuevo abandono, la mujer logró audiencia con Italy Ciani, entonces subprocuradora de Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género.

La funcionaria escuchó y ordenó la aprehensión a otro comandante, quien alternaba otras varias asignaciones con la detención de Bernardo.

Tras el asesinato, el hombre huyó al estado de Hidalgo; hizo vida con una muchacha de dieciséis años con quien tuvo un hijo. Al poco tiempo sedujo a la hermana de trece años de su novia, robó el auto de los padres de las muchachas y huyó con la menor a casa de sus papás, en Cuautitlán Izcalli.

La niña apareció como un extraño personaje y la policía levantó la alerta cuando vio que en el lugar vivía una nueva persona. El comandante asignado tuvo la buena idea de apostar un fotógrafo de guardia. Bernardo no salía, pero un día se asomó por una ventana de la planta alta de la casa; la cámara disparó.

–¿Lo reconoce? –preguntó el comandante a María Antonia.

–Creo que es Bernardo… Sí, sí es Bernardo. Estoy segura.

La policía judicial requirió la orden de cateo. Los agentes entraron a la casa y buscaron sin éxito. No pudo haber salido. Volvieron y voltearon colchones, movieron las camas, se asomaron adentro de la cisterna: nada. Ya de salida, el comandante se detuvo en el quicio de la puerta.

–Sí está, sí está –y corrió escaleras arriba como a un sabueso cuando lo arrastra su nariz.

Entró a la recámara, todo estaba quieto: se acercó a un buró con una zapatera colocada arriba. Pensó en algún documento que lo llevara a Bernardo. Intentó abrir la puerta, pero la encontró atorada; introdujo un dedo por la rendija y lo sacó como si hubiera sentido una descarga eléctrica. Volvió a meter el dedo y nuevamente sintió algo blando y tibio. Piel. Tiró con fuerza de la puerta y encontró a Bernardo de cuclillas, sudoroso de calor y de miedo.

Cayó el 14 de junio de 2012, ocho años con cinco meses después de la muerte de Nadia, y siete años con cinco meses luego de girada la orden de aprehensión. Bernardo quedó preso en la cárcel de Cuautitlán, María Antonia lo vio nuevamente durante el desahogo de una audiencia.

“Me retaba con la mirada. Dijo: ‘Voy a salir’.”

El hombre ofreció como prueba principal de su defensa lo que resulte del careo con sus propios hijos, de cuya descalificación depende en buena parte su libertad.

Bernardo apeló el inicio del proceso y el estudio del asunto recayó en la Primera Sala Colegiada de Tlalnepantla, el mismo cuerpo de magistrados que cambió de opinión y liberó al Matute. María Antonia acudió al Consejo de la Judicatura, mostró la denuncia interpuesta contra los juzgadores y solicitó su excusa por la imposibilidad de que su criterio fuera imparcial.

La mujer acertó y el auto de formal prisión fue ratificado; Bernardo está preso, pero no condenado. Como parte del proceso, se requirió la existencia de antecedentes penales. Resultó que el historial de Bernardo estaba blanco a pesar del estupro cometido contra la niña de trece años originaria de Hidalgo, donde el hombre se escondió un tiempo.

La madre de la menor interpuso la denuncia correspondiente en Hidalgo, pero no procedió pues las mujeres fueron empujadas por el agente del Ministerio Público para que otorgaran el perdón. Hidalgo, el estado que han gobernado el actual procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, es un lugar donde las relaciones entre un adulto y una niña no tienen consecuencias si esta, por las razones que sean, “perdona” al ofensor. “Ella se fue por su propia voluntad”, regañó el agente del Ministerio Público.

La madre de la muchacha persistió y denunció a Bernardo por la violación y el secuestro de su hija en el Estado de México. La autoridad abrió una carpeta de investigación en Cuautitlán Izcalli, pero cuando el documento fue requerido, este había desaparecido. María Antonia logró plantear el tema del documento extraviado, que finalmente fue encontrado en Ecatepec sin que exista razón alguna basada en la honestidad o la eficiencia que lo explique. Con todo, el hallazgo del documento no ha significado motivo para que la justicia mexiquense inicie proceso por tales delitos.

Hasta fines de junio de 2013, Bernardo continuaba su proceso por el homicidio. María Antonia vive preocupada. El abogado de la defensa plantea su alegato en la exoneración del Matute. Es simple: si sólo se tiene un peritaje que, pese a los errores de todo tipo, mantiene la tesis del suicidio y se liberó a uno de los hermanos, ¿por qué sería distinto con el otro?

En resumen, Bernardo puede salir libre.

ARRODILLADAS II

Foto: Eduardo Loza.

Las autoridades del Edomex hace meses que no mueven una hoja del expendiente de Nadia. Foto: Eduardo Loza.

En enero de 2009, la familia de Nadia inició una acción legal contra los Magistrados Alfonso Velázquez Estrada, Gloria Guadalupe Acevedo Esquivel y  Rodolfo Antonio Becerra Mendoza, entonces adscritos a la Primera Sala Penal en Tlalnepantla por  “dictar un auto o resolución manifiestamente contrario a las constancias de autos” en la sentencia por la que Isidro López Gutiérrez obtuvo su libertad.

También en 2009, los abogados de María Antonia emprendieron una acusación penal contra los entonces funcionarios ministeriales Emmanuel Vilchis Sandoval, Armando Lozano Coronel, Michel Aceff Sánchez, Jorge Riego Vázquez y José Escárcega Hernández, por las irregularidades y posibles delitos cometidos en el marco de la investigación del homicidio de Nadia.

Las averiguaciones previas iniciadas contra los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México y funcionarios de la Procuraduría estatal son seguidas en la Fiscalía Especial para Combatir Delitos Cometidos por Servidores Públicos de la misma Procuraduría mexiquense. Desde hace meses, ni siquiera una coma se ha añadido al legajo.

Carlos y Pepe han mejorado tras años en terapia psicológica y meses de medicamento psiquiátrico. Los niños de Nadia son ahora los hijos de Antonia.

“Fer tiene el carácter de Nadia. Ya la estoy viendo, será muy parecida de carácter a su mamá, tiene su sonrisa, su forma escandalosa de ser. Con ella es como regresar un poco el tiempo. Pienso que quisiera volver al día en que Nadia salió de la secundaria; estábamos muy contentos, era el momento ideal para apoyarla más, en la escuela, en el estudio, dejarla ser, conocer. Se embarcó con el primer tipo que vio.”

La mujer contiene el llanto cuando habla de su hija, traga saliva y riega en la sala de su casa las fotografías de su niña arrodillada, muerta. Se hizo vehemente lectora de libros de criminalística, derecho penal y derecho administrativo.

María Antonia no descansa. “Mi hija tampoco”. Tras la liberación del Matute, reconcentró energía. Regresó a la Cámara de Diputados, a las organizaciones sociales de protección a la mujer, a los ministerios públicos.

“Estoy más enojada con las autoridades que con los asesinos de mi hija”, dice sin gesto, sin cambiar la modulación de su voz suave y baja. “El trato hacia mi hija y mi familia ha sido de absoluta indiferencia. Es una vergüenza, las autoridades utilizan a las mujeres para el voto, pero para proporcionarles justicia y apoyos… Eso realmente es una mentira, una gran mentira. Hablan de oportunidades, ¿las oportunidades para quién son? Para gente cercana a ellos, no para la gente que lo necesita.”

–Si usted sabe que su hija no se suicidó, ¿por qué necesita probarlo?

–Es la necesidad moral de reivindicar el nombre de Nadia. Mi hija fue mucho muy descalificada: lo sabemos nosotros, los hijos de Nadia lo saben, ellos vieron todo, pero lo queremos probar públicamente y [hacer] que ofrezcan una disculpa pública. No es suficiente, pero al menos sana un poco la indignación.

En el mismo ejido en que murió Nadia ya han arrojado los cadáveres de otras dos muchachas.

“Sabemos que como gobernador del Estado de México negó la problemática: imagínese ahora como presidente de la República, con el poder absoluto, ¿qué va a pasar? Una total impunidad, carpetazo. ¿Qué es lo fácil? Los suicidios, para no investigar o por corrupción, negligencia o por lo que quiera usted.

“Lo común es la negligencia de las autoridades. Cuando se llega al Ministerio Público a denunciar violencia, las autoridades lo minimizan; ¿qué dicen los agentes del Ministerio Público? ‘Ya vete a tu casa, ve a hacerle de comer, lávale la ropa, arregla tu casa en vez de investigar.’ Cuando Nadia interpuso la denuncia por privación ilegal de la libertad, que es un delito grave, no hicieron nada. Si lo hubieran hecho, Nadia no habría muerto.”

Antonia muestra la casa pintada de verde donde murió Nadia, en el llano de polvo y cemento. En un pequeño prado al frente aún existe un árbol sembrado por ella, al lado está el aljibe en que quisieron ahogarla.

“Un día me sentía muy triste, no sabía por qué. Hice álbumes de fotos de todos: el de Nadia desde que yo estaba embarazada, cuando era bebecita, de toda la historia de su vida, y se lo di porque yo pensaba que me iba a morir. Le dije: ‘Si me muero, me incineran, te llevas algo de mis cenizas y las vacías en el durazno; desde ahí te voy a cuidar’. Lo tomó a broma. Y cómo son las cosas: era Nadia. Se supone que los hijos te deben enterrar a ti”. Se quiebra, pero se contiene.

Enfrente, abandonada y rayada, está “la casita de palo” adonde corrieron sus nietos, la nena desnuda, a pedir un cerillo a su vecina, que al poco tiempo dejó el lugar.

La madre no deja de ir al panteón civil en que está enterrada su hija. Cada 10 de mayo sube por las laderas de cruces desde las que se ve la ciudad inmersa en su permanente neblina café; debajo todo es color cemento. Lleva a los niños de Nadia: alguno toma un cerillo y prende una nueva veladora. Frente a la tumba, Fernanda repite el baile que hiciera por la mañana en el festejo del Día de la Madre. Los jóvenes Carlos y Pepe acarician el cemento gris que representa a su mamá.

“Sin justicia”, suelta Antonia, “siento que a mi hija no la dejan de asesinar; que sigue ahí en el baño, arrodillada”.

ASÍ SE MAQUILLAN LAS CIFRAS DE INSEGURIDAD EN EL EDOMEX

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Siempre ocurre, cuando se escucha a un gobernante mexicano hablar de su propio gobierno, que quien lo escucha puede pensar que el político habla de un lugar distinto al que hace referencia. Uno de los temas en que menor congruencia se percibe en los últimos años es el de la seguridad. 

Pero, ¿es el índice delictivo una composición propagandística hecha a la medida de un proyecto político? ¿Escuchamos datos endulzados artificialmente cuando se nos dice que la entidad donde nació Enrique Peña Nieto es un lugar más seguro?

Apenas ayer, el Primer Mandatario estuvo en el Estado de México para entregar equipos a la policía local. Ahí aprovechó para destacar los avances en términos de seguridad, como las capturas de integrantes del crimen organizado realizadas durante su administración; presumió que 90 de 122 delincuentes buscados por el gobierno federal han sido detenidos y están ahora bajo proceso.

Pero el caso del Edomex es emblemático en el tema de la seguridad y las cifras que no coinciden. Para encontrar las respuestas de si esa entidad entrega cifras maquilladas, SinEmbargo buscó apoyo metodológico de especialistas en estadísticas delictivas. Y, puestos los números del vehemente discurso político frente a los silenciosos números del Inegi, la respuesta es que sí hay diferencias considerables.

Lote baldío en Ecatepec en que han ocurrido varios asesinatos durante los últimos años. Foto: Humberto Padgett

Lote baldío en el municipio de Ecatepec en donde han ocurrido varios asesinatos durante los últimos años. Foto: Humberto Padgett. SinEmbargo 

Ciudad de México (SinEmbargo).– Existe un universo alterno narrado en 456 páginas del “Tercer Informe de Resultados” en que el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, aparece con la mirada tranquila atravesando el horizonte mientras una bandera mexicana ondea detrás suyo.

También atrás del político priista, un contingente de elementos de la Marina vestidos como si estuvieran por partir en ese mismo instante a la guerra aparecen en posición de firmes, junto a un grupo de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que aprietan las mandíbulas e hinchan el pecho.

Fotos y fotos de Eruviel, unas 153 imágenes en que el hombre aparece con niñas, ancianas, obreros e indígenas. Todos sonríen, incluidos los funcionarios con que Ávila comparte el retrato, como el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien asumió, de facto, la responsabilidad de la seguridad en el Estado de México.

La imagen aparece, precisamente, en la parte dedicada a informar sobre cómo en el Estado de México se le gana la guerra a la delincuencia. Entre las fotografías de Eruviel se puede leer lo siguiente:

“Con información del Sistema Nacional de Seguridad Pública –que se compone con la estadística proporcionada por los gobiernos de los estados–, en el último año, se observa que la incidencia delictiva en la entidad disminuyó cerca de 10 por ciento; en particular, destaca la disminución de 18 por ciento de los delitos de alto impacto.

“En relación con los delitos que afectan directamente al patrimonio de los ciudadanos, como pueden ser el robo con violencia y el de vehículo, se registró una disminución aproximada del 20.8 y 15.4 por ciento respectivamente. En cuanto al secuestro, hubo una disminución superior a 11 por ciento”.

¿Es así? ¿Es como dice el Gobernador Eruviel Ávila Villegas, de quien se dice no puede contener su deseo de ser el segundo Presidente consecutivo nacido en el Estado de México?

LA OSCURIDAD DE LAS CIFRAS

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Tabla 1. Delitos reportados en la ENVIPE contra registro de averiguaciones previas iniciadas.

La evolución de las averiguaciones previas iniciadas por delitos del fuero común ha presentado una tendencia a la baja desde 2011 en los datos reportados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).

En contraste, los delitos registrados con información de “corte transversal apilada”, es decir y para explicar el término de los especialistas consultados, la proveniente de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) sobre los delitos ocurridos muestra un comportamiento creciente.

Una hipótesis probable es que la discrepancia deriva de que las averiguaciones previas iniciadas han disminuido por otras causas, distintas a la “supuesta” –entrecomillado de un analista”– reducción de los delitos del fuero común, los atendidos por el sistema de justicia de los estados.

Debido al comportamiento de estas dos series, en general, no se puede afirmar que exista una real disminución de los niveles de incidencia delictiva en el Estado de México pues, más bien se trata, por decir lo menos, de una baja tanto de la denuncia como del inicio de averiguaciones previas.

Esta posibilidad se respalda en primera instancia al analizar el incremento de la cifra negra –delitos no denunciados y en los cuales no se procedió a iniciar una averiguación previa– que pasó de 91.8 a 96 por ciento de 2011 a 2013 en el Edomex.

Esto implica que, durante los primeros dos años de gobierno de Eruviel Ávila, las personas que han sido víctimas han dejado de ir a denunciar los ilícitos al grado que, durante 2013, sólo cuatro de cada 100 delitos  fueron denunciados.

El aumento de la cifra negra desde que Eruviel Ávila llegó al gobierno, en septiembre de 2011, ha sido gradual pues 6 de cada 100 delitos fueron denunciados durante 2012 en el Estado de México.

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Tabla 2. Cifra negra en el Estado de México

A la par, en el Estado de México los niveles registrados de este indicador durante la administración de Eruviel Ávila hicieron que la entidad se consolidara como la segunda con mayor cifra negra durante 2013, ubicándose tan solo por debajo de Guerrero cuya cifra negra fue de 96.7 por ciento.

Asimismo, en el Estado de México se han mantenido como los delitos  con mayor cifra negra el robo o asalto en la calle o en transporte público y la extorsión.

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En el mismo baldío de la Colonia El Parque, en Ecatepec, ocurrió luego un doble asesinato. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

¿Por qué los mexiquenses no denuncian?

La gente lo atribuye a situaciones relacionadas a las propias autoridades, pues 78.1% de los delitos sin denuncia declarada en 2013 reportados en la ENVIPE no fueron denunciados por dicho factor. Algunas de las situaciones por las cuales las víctimas no acudieron al ministerio público son “por medio a que las extorsionaran”, “pérdida de tiempo”, “trámites largos y difíciles”, “desconfianza en la autoridad” y “por actitud hostil de la autoridad”.

Estas consideraciones han aumentado desde el inicio de la administración de Eruviel Ávila, pues durante 2011, 72.4% de los delitos sin denuncia declarada se encontraban bajo dicho supuesto. El alza de los casos en esta categoría, así como la cifra negra, han sido las constantes de 2011 a 2013.

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Tabla 3. Causas de la falta de denuncias de los delitos en el Estado de México (2011-2013)

Debido a la diferencia significativa entre los delitos ocurridos y las averiguaciones previas reportadas por cada 100 mil habitantes por la PGJ del Estado de México al SESNSP, es importante tratar de identificar si al menos la tendencia de estas últimas corresponden a la de aquellos delitos denunciados reportados por personas de 18 años o más y aquellos en los cuales sí se inició una averiguación previa, según la ENVIPE.

Tabla 4. Delitos denunciados y averiguaciones previas iniciadas en el Estado de México (2010-2013)

Tabla 4. Delitos denunciados y averiguaciones previas iniciadas en el Estado de México (2010-2013)

Las averiguaciones previas iniciadas por delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con los reportados al SESNSP, muestra una tendencia ligeramente decreciente entre 2010 y 2013.

Este comportamiento va en contrasentido del que exhiben las series de delitos denunciados y delitos denunciados por los cuales se inició una averiguación previa entre 2010 y 2012 y reportados en la ENVIPE.

En 2013, se aprecia una ligera reducción en estas categorías. Este comportamiento llama la atención porque las estadísticas de INEGI refieren una realidad distinta de la que muestran los registros del SESNSP en el Estado de México.

Una prueba de lo mencionado radica en que si se calcula la variación de los averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes reportadas al SESNSP, se aprecia una disminución de 1.15 por ciento de 2011 a 2013. Mientras, que si se analiza la tasa de los delitos denunciados por las personas de 18 años o más registrado en la encuesta de victimización levantada por el INEGI, se observa un alza de 23 por ciento de 2011 a 2013.

Si se consideran los valores de los delitos denunciados por los cuales sí se inició una averiguación previa por cada 100 mil habitantes reportados por la ENVIPE, se aprecia un aumento de 15.22 por ciento durante el mismo periodo.

“Esto podría invitar a pensar que existe un subregistro de la incidencia delictiva por parte la PGJE del Estado de México, de acuerdo con los datos disponibles en la plataforma del SESNSP”, subraya uno de los expertos que apoyaron el presente análisis.

ALTO IMPACTO

Entre las razones para el festejo en el “Tercer informe de resultados” de Eruviel Ávila se encuentran las supuestas reducciones de los llamados delitos “de alto impacto”. Pero, nuevamente, los datos fuera del control del gobierno mexiquense contradicen al Gobernador.

Tabla 5. Análisis histórico de la tasa agregada de delitos por cada 100 mil habitantes (homicidio doloso, secuestro y extorsión) (1997-2014).

Tabla 5. Análisis histórico de la tasa agregada de delitos por cada 100 mil habitantes (homicidio doloso, secuestro y extorsión) (1997-2014).

Al analizar la tasa agregada de extorsiones, secuestro y homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes del Estado de México se observa un comportamiento atípico de la serie a partir de 2007, esto es, en el segundo año del gobierno estatal de Enrique Peña Nieto, debido al cambio abrupto de este indicador en dicho periodo.

En 2011 la revista The Economist dio a conocer la modificación metodológica que había sufrido la serie de homicidios dolosos en el Estado de México pues se señaló que se excluyeron aquellas muertes que no fueran consideradas como homicidios intencionales, como es el caso de los suicidios y ciertos accidentes.

La modificación de los criterios y metodología de registro de homicidios dolosos, aunado a la falta de registros de extorsiones en el Estado de México hacen sumamente complejo que se pueda contar con un diagnóstico objetivo de la situación estatal respecto a este tipo de ilícitos que suelen relacionarse estrechamente con las actividades del crimen organizado.

A pesar de las inconsistencias en las series de datos de homicidio doloso y extorsión, se aprecia un incremento considerable de 2011 a 2012 y de 2012 a 2013. Sin embargo, se observa una disminución de 2013 a 2014 que concuerda con la tendencia a la baja registrada a nivel nacional, lo cual no sucede con el comportamiento registrado de 2011 a 2013.

A pesar de la reducción observada en 2014, es importante destacar que durante ese año la tasa agregada de delitos –homicidio doloso, secuestro y extorsión– del Estado de México es mayor que lo registrado en el ámbito nacional por primera vez desde 2007.

Tabla 6. Análisis desagregado de la tasa por cada 100 mil habitantes de homicidios (dolosos y culposos), secuestros y extorsiones (1997-2014).

Tabla 6. Análisis desagregado de la tasa por cada 100 mil habitantes de homicidios (dolosos y culposos), secuestros y extorsiones (1997-2014).

De lo anterior se desprende, a nivel estatal, que:

  • Las tasas de extorsión, robo de vehículo y robo total con violencia por cada 100 mil habitantes del Estado de México fueron superiores a las reportadas a nivel nacional durante 2013 y 2014.
  • Las tasas de secuestro, homicidio culposo y doloso por cada 100 mil habitantes del Estado de México se mantuvieron ligeramente menores a las registradas en el ámbito nacional.
  • Se observa que la tasa de homicidio doloso aumentó de 2013 a 2014, mientras que las de extorsión, secuestro, homicidio culposo, robo de vehículo y robo total con violencia disminuyeron.
  • La tasa de extorsión de la entidad fue mayor que la nacional tanto en 2013 como en 2014. Durante el último año la tasa del Estado de México fue 26 por ciento mayor que lo reportado en el país. Sin embargo, cabe señalar que la diferencia entre las tasas disminuyó en 2014 al decrecer la tasa 40.3 por ciento
  • La tasa de secuestro del Estado de México fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014.
  • La tasa de homicidio culposo de la entidad fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014.
  • La tasa de homicidio doloso del Estado de México fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014. No obstante, sobresale el incremento de 1.64 por ciento de este delito durante el periodo.
  • La tasa de robo de vehículo de la entidad fue 122 y 115 por ciento mayor que la registrada a nivel nacional en 2013 y 2014 respectivamente.
  • La tasa de robo total con violencia del Estado de México fue 56 y 81 por ciento mayor que la tasa nacional en 2013 y 2014 respectivamente.

EN EL ESTADO DE MÉXICO SE DELINQUE… EN GRANDE

Nuevamente, en ese baldío, murió asesinado una niña de nombre Lucero. Foto: Humberto Padgett.

En un baldío murió asesinada una niña de nombre Lucero. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Con excepción de Nezahualcóyotl, que es gobernado por el PRD, todos los demás municipios mayores son administrados por el PRI, aunque antes todos tuvieron ayuntamientos del PAN. Así, el panorama municipal sugiere que, al menos en esa región y en lo que hace al tema de la inseguridad pública, la responsabilidad política es de todos los partidos. También es necesario decir que el gobierno estatal es y sólo ha sido responsabilidad del PRI. Si se comparan los datos nacionales con los municipios más poblados del Estado de México, se tiene que:

  • Al comparar las tasas por cada 100 mil habitantes de los delitos de alto impacto en 2012 y 2013 de Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz y Toluca con las estadísticas estatales y nacionales, se observa que todos estos municipios, con excepción de Ecatepec, presentaron tasas de extorsión superiores a la del Estado de México y a la reportada en el país.  Esto evidencia que la extorsión, a pesar de la disminución registrada, se mantiene como un problema casi generalizado.
  • Tlalnepantla presentó una tasa que 70 por ciento mayor a la estatal y 115 por ciento superior a la nacional durante 2014. La siguiente mayor tasa fue la del municipio de Toluca, capital mexiquense, que sobrepasó en 63 por ciento lo reportado en el Estado de México y 105 por ciento a lo registrado en el país durante el mismo año. Respecto a los índices de Naucalpan y Nezahualcóyotl hay que señalar que estos fueron 54 y 59% mayores que la tasa nacional.
  • Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Toluca –único de la serie no conurbado a la capital mexicana– acumularon el 41 por ciento de las extorsiones cometidas en el Estado de México. Esta proporción da cuenta del alto grado de concentración delictivo en los municipios anteriormente mencionados.
  • Ecatepec, Tlalnepantla y Toluca presentaron niveles de secuestro mayores a los reportados en el ámbito estatal y nacional durante 2014. De estos casos sobresale el caso de Tlalnepantla, el municipio más industrializado del Edomex, pues el secuestro aumentó 198 por ciento de 2013 a 2014.
  • La capital Toluca presentó la mayor cantidad de secuestros por cada 100 mil habitantes en 2014.
  • El secuestro en Naucalpan presentó un alza de 296 por ciento de 2013 a 2014.
  • Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz y Toluca acumularon el 31.81 de los secuestros cometidos en el Estado de México.
  • Durante 2014 se observa que Ecatepec, Naucalpan y Tlalnepantla de Baz presentaron tasas de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes que fueron 53, 6 y 43 por ciento mayores que la tasa nacional, respectivamente.
  • Es probable que haya un “problema” de registro de información porque la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en Toluca es “inusualmente” baja considerando la tasa estatal.
  • Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Toluca acumularon el 40 por ciento de los homicidios dolosos reportados oficialmente en el Estado de México durante 2014.
  • Los cinco municipios más poblados del Estado de México presentaron tasas por cada 100 mil habitantes de robos de vehículos y robos totales con violencia superiores a las registradas en el ámbito nacional. Esto da cuenta que a pesar de las disminuciones observadas, este ilícito se mantiene como un problema de seguridad pública “bastante” generalizado en la entidad.
  • Ecatepec y Tlalnepantla de Baz presentaron las mayores tasas de robo de vehículo durante 2014 que sobrepasaron en 298 y 287% a la tasa nacional. Por otra parte, se observa que lo registrado en Naucalpan y Nezahualcóyotl fue 2.5 y 2.34 veces superior a lo reportado en el ámbito nacional.
  • Naucalpan registró la mayor cantidad de robos con violencia por cada 100 mil habitantes en 2014, pues su tasa fue 275 por ciento superior a la nacional. Posteriormente, se ubican Ecatepec y Tlalnepantla con tasas que sobrepasaron en 259 y 258 por ciento respectivamente al índice nacional. Por su parte, Nezahualcóyotl y Toluca presentaron tasas 2.09 y 1.38 veces mayores que la reportada en el país.

Así las cosas, los ediles priistas de Ecatepec, Pablo Bedolla; Tlalnepantla, Pablo Basáñez; Naucalpan, David Sánchez, y Toluca, Martha Hilda González Calderón, se consideraron con los méritos suficientes para dejar inconclusas sus presidencias municipales y ahora pretenden, cada uno, una diputación federal. El perredista de Neza, Juan Zepeda Hernández, hizo lo mismo en busca de una curul local.

ASESINATOS A LA MEXIQUENSE

Pinta en la Colonia El Parque, Ecatepec. Foto: Humberto Padgett.

Pinta en la Colonia El Parque, en el municipio de Ecatepec. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

El comportamiento del asesinato en el estado del Presidente tampoco está exento de manipulaciones.

Tabla 7. Registros administrativos de homicidios (tasa por cada 100 mil habitantes)

Tabla 7. Registros administrativos de homicidios (tasa por cada 100 mil habitantes)

En 2013, al terminar el segundo año de gobierno de Eruviel Ávila, se observa que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes del Estado de México (20.04) superó la tasa nacional (19.20) por primera vez desde 2007. Lo anterior de acuerdo con los registros administrativos reportados en el INEGI.

Contrario a la tendencia a la baja de la tasa de asesinato en el país desde 2011, se observa que los registros administrativos de homicidios en el Estado de México presentaron un crecimiento constante. A continuación se muestran los incrementos interanuales reportados desde 2011.

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Aquí también hay razones para la suspicacia para las albricias que se lanza el gobierno mexiquense a sí mismo. A diferencia del comportamiento observado de las series de registros administrativos, las averiguaciones previas iniciadas por homicidio, tanto doloso como culposo, por cada 100 mil habitantes se han mantenido por debajo de lo reportado en el ámbito nacional desde 2007.

Contrario a la tendencia a la baja que presentan la tasa de averiguaciones previas iniciadas por homicidios de ambos tipos en el ámbito nacional desde 2011, se observa que estas presentaron una tendencia al alza en el Estado de México. A continuación se presentan los incrementos interanuales que se han reportado desde 2011 en dicha entidad federativa.

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Tabla 10. Averiguaciones previas iniciadas por homicidio doloso

Tabla 10. Averiguaciones previas iniciadas por homicidio doloso

A diferencia del comportamiento observado en las series de registros administrativos, las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en el Estado de México se han mantenido por debajo de lo reportado en el ámbito nacional desde 2007.

Contrario a la tendencia a la baja que presentan las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en el ámbito nacional desde 2011, se observa que estas presentaron una tendencia al alza en el Estado de México de 2011 a 2012. El comportamiento de este delito de 2012 a 2013 disminuyó a la par que lo observado en el país. A continuación se presentan las tasas de variación interanuales que se han reportado desde 2011 en dicha entidad federativa.

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Se destaca que ha disminuido la brecha entre las averiguaciones previas por homicidios totales por cada 100 mil habitantes del Estado de México y las reportadas en el ámbito nacional. Esto mismo se ha observado en lo correspondiente al homicidio doloso y particularmente se aprecia que dicha disminución de la brecha se ha acelerado en mayor medida desde 2011.

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Tabla 12. Homicidio en el Estado de México 2005-2013 (tasas por cada 100 mil habitantes)

A partir de la comparación de los datos reportados disponibles en el SESNSP –los reportados por la federación a partir de la información proporcionada por los estados– y en el INEGI se observa que en los primeros muy probablemente existe un “subregistro” del homicidio doloso que se debe principalmente a la modificación metodológica y de criterios de procesamiento de dicha serie en el Estado de México desde 2007.

A pesar de las diferencias metodológicas existentes entre los mecanismos de recopilación y registro de estadísticas sobre homicidios dolosos, destaca el cambio del sentido de las variaciones porcentuales entre 2012 y 2013 que implican una evolución distinta de este delito.

Independientemente de que se aprecia una tendencia al alza tanto de los registros administrativos como de las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes del Estado de México,  se logra apreciar que la primera de las series prácticamente no presenta disminución alguna de 2007 a 2013, mientras que los datos correspondientes a las averiguaciones previas si presenta decremento de 2009 a 2010 y de 2012 a 2013.

SECUESTRADOS Y EXTORSIONADOS

Como se observa, aproximadamente 12 por ciento de las víctimas de secuestro registradas oficialmente de enero a diciembre de 2014, padecieron secuestros múltiples.

Tabla 13. Averiguaciones previas contra víctimas de secuestro (fuero común)

Tabla 13. Averiguaciones previas contra víctimas de secuestro (fuero común)

Tabla 14. Averiguaciones previas contra víctimas de secuestro (fuero federal)

Tabla 14. Averiguaciones previas contra víctimas de secuestro (fuero federal)

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Tabla 15. Averiguaciones previas contra víctimas de extorsión (fuero común)

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Vista de la Ciudad de México desde la Colonia El Parque, Ecatepec. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

La primera de las imágenes que atestan el “Tercer Informe de Resultados” de Eruviel Ávila no es del Gobernador, sino de su predecesor. Es la fotografía oficial de Enrique Peña Nieto. El segundo rostro es la placa institucional de un Eruviel sonriente, radiante y con corbata roja, símbolo evidente: que nadie dude de su lealtad y de su priismo.

Luego es el río de fotos del Gobernador: Eruviel pensando, Eruviel sonriendo, Eruviel abrazando una anciana, Eruviel dirigiendo a un obrero. En imagen 153, la última de todo el volumen pagado con impuestos de los mexicanos y los mexiquenses, Ávila no está sólo. Sonriente, corre detrás de su predecesor Enrique Peña Nieto.

Diputado da a un empleado permiso para “contaminar” y repartir embutidos

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El permiso firmado por el legislador perredista para transportar quesos, bebidas y embutidos. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

El permiso firmado por el legislador perredista para transportar quesos, bebidas y embutidos. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Ciudad de México, 11 de abril (SinEmbargo).- Mientras los capitalinos sufren los altos niveles de contaminación atmosférica y deben someterse a los lineamientos del Programa Hoy no Circula, personal del Diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Valentín González Bautista ostenta en sus vehículos exenciones solicitadas por el propio legislador para usar sus autos sin inconveniente alguno.

Es el caso Roberto Ramírez Hernández, quien lleva en el vidrio trasero de su auto, un Chevy negro de modelo con placas 622 TNZ un oficio con papel membretado de la Cámara de Diputados y firma de Valentín Gómez en que se lee:

“Atentamente se solicita a las autoridades, con base en el artículo 44 de la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, brinden las facilidades necesarias al C. Roberto Ramírez Rodríguez cuya foto se encuentra al margen del presente escrito, para que pueda circular diario con vehículos varios, con placas varias, ya que se encuentra colaborando en la diputación federal a mi cargo”.

Y añade: “El C. Roberto Ramírez Rodríguez tiene la encomienda de transportar abarrotes, carnes frías, embutidos, quesos, lácteas y bebidas con el objetivo de hacerlos llegar a un precio más accesible a los ciudadanos que represento, además de acudir diariamente a la Cámara de Comercio a fin de proporcionarme el precio de diversos artículos de primera necesidad (…)”.

El documento está fechado en diciembre de 2012, es decir, al inicio de las actuales administraciones del Distrito Federal y de la Federación. Está dirigido a las “autoridades civiles y de tránsito del Estado de México y del Distrito Federal, a las autoridades de protección al medio ambiente del Estado de México y del Distrito Federal y a oficiales de la Policía Federal”.

Debajo de la firma de González Bautistamindica la emisión de copias del oficio a Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del DF, y a Eruviel Ávila Villegas, Gobernador del Estado de México.

González Bautista ha sido Presidente Municipal de Ciudad Neza (1997-2000), Diputado local (2000-2003) y Diputado federal (2000 y 2003, 2012 al presente), entre otros. Es decir, conoce las leyes y los problemas de contaminación de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Esta semana, el DF y municipios mexiquenses tuvieron 72 horas de pre contingencia ambiental ante los altos niveles de contaminación por ozono.

JAVIER LOZANO: EL SEÑOR DE LOS PALACIOS

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El Senador del PAN y ex Secretario del Trabajo. Foto: Cuartoscuro

El Senador del PAN y ex Secretario del Trabajo. Foto: Cuartoscuro

PRIMERA PARTE

Ciudad de México (SinEmbargo).- Javier Lozano Alarcón, en su calidad de Secretario del Trabajo y Previsión Social, pagó con recursos públicos 24 mil 170 pesos diarios por concepto de renta de un inmueble al familiar de un abogado y cabildero de Televisa.

Según la información disponible en el Portal de Obligaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), entre el 1 de enero de 2008 y el 31 de diciembre del mismo año, la dependencia arrendó el edificio situado en Valencia 36, Col. Insurgentes Mixcoac, DF, en la cantidad de 8 millones 822 mil 248 pesos.

La dependencia a cargo de Lozano, ex Presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones –y futuro presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado– alquiló, mediante adjudicación directa, el sitio a Felipe Fuentes Ostos, quien ha representado a Televisa en reuniones reportadas de manera oficial por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, el mismo órgano regulador cuya condición autónoma ha sido cuestionada por el propio Lozano.

Con siete niveles –más de 1 millón de pesos al año por piso–, el inmueble de Valencia 36 fue ocupado por algunas direcciones de la STPS y como sede alterna del despacho del Secretario y actualmente funciona como oficinas de la Auditoría Superior de la Federación.

Su hermano Francisco Fuentes Ostos es miembro de la firma de abogados Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes.

“Mantenemos contacto directo y una relación profesional con las autoridades e instituciones públicas que regulan, supervisan e influyen en los negocios de sus clientes. También participamos en comités o grupos de trabajo creados para la elaboración de leyes, reglamentos y otras disposiciones legales, y hemos asesorado a dependencias gubernamentales en asuntos correspondientes a las áreas profesionales en las que el despacho se destaca”.

Francisco Fuentes aparece como especialista en telecomunicaciones en las prácticas descritas por la compañía de juristas. Al respecto, se enfatiza en la página de internet:

“Contamos con una amplia experiencia en el área de telecomunicaciones en virtud de que hemos asesorado a lo largo del tiempo, a empresas líderes a nivel mundial. Colaboramos con las empresas más prestigiosas de los diversos negocios de telefonía móvil o fija, radiolocalización, comunicaciones vía satélite e Internet, entre otros. Asimismo, asesoramos a empresas de televisión abierta, televisión por cable, televisión vía satélite, MMDS y grupos radiofónicos”.

Y de Fuentes destaca:

“Continuamente asesora a compradores, vendedores e inversionistas en operaciones complejas de fusiones y adquisiciones. El Licenciado Fuentes tiene amplia experiencia en revisión de concentraciones y prácticas monopólicas, representando a denunciantes como denunciados”.

Entre los representados de Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes están Televisa y TV Azteca, “el duopolio televisivo”, como se le ha llamado para referir el poder político y económico de las mayores televisoras mexicanas.

Esto se sabe porque la normatividad obliga a la publicación entre los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones, órgano sucesor del que presidiera Lozano– y los sujetos regulados.

El 10 de septiembre de 2014 por la tarde, los comisionados del Instituto se reunieron con representantes empresariales para tratar el anuncio de venta de participación de Televisa en Iusacell. Por los “agentes económicos” acudieron, entre otros, Francisco Fuentes Ostos en calidad de “asesor externo de Televisa”.

También participó Tristán Canales Najjar, vicepresidente de Información y Asuntos Públicos de Grupo Salinas –del que es subsidiaria TV Azteca– y quien a partir de la próxima legislatura será Diputado Federal al ser postulado en un lugar seguro por el Partido Revolucionario Institucional.

Canales se integrará al grupo de legisladores conocidos como miembros de la “telebancada”, la misma a la que se acusa de pertenecer, destacadamente, a Javier Lozano Alarcón.

El 24 de abril pasado, Jeffrey Davidow, ex Embajador de Estados Unidos en México, y el ex Presidente del gobieno español José María Aznar encabezaron el anuncio de la fusión entre la consultoría multinacional DLA Piper, de la que son socios consejeros, con el despacho mexicano también especializado en negocios Gallástegui y Lozano, una firma de abogados que en 1985 fundaron Eduardo Gallástegui Armella y Gerardo Lozano Alarcón, hermano del hoy Senador panista Javier Lozano Alarcón.

PROMO-LOZANO-1

***

El abogado Fuentes Ostos posee otros intereses. Uno roza con las recientes disposiciones impulsadas por el Partido Verde para el surtimiento de recetas médicas en caso que el sistema de medicina institucional carezca del medicamento ordenado. En la asamblea del 10 de noviembre de 2010, fue designado secretario sin ser miembro del comité de auditoría de Farmacias Benavides SAB de CV. En el directorio del consejo de administración aparece el nombre de Joaquín López-Dóriga López-Ostolaza, hijo del conductor del principal noticiero de Televisa.

Otro dato sobre el tejido de las relaciones: Francisco Fuentes Ostos coincidió, a mediados de los ochentas, en la Escuela Libre de Derecho con Javier Lozano Alarcón, quien cursaba la carrera tres generaciones atrás y con Felipe Calderón Hinojosa, cuatro clases anteriores a la del socio de Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes.

Algo más: un pasante del despacho es Carlos Ahumada Gurza, hijo del empresario argentino que video grabó sobornos a perredistas utilizados en el complot que, según el propio Carlos Ahumada padre en su libro “Derecho de réplica” (Grijalbo, 2009), coludió a Carlos Salinas de Gortari, Rosario Robles, Diego Fernández de Ceballos y Televisa.

Otro pasante es Juan Pablo Aspe Valencia, nieto de Pedro Aspe Armella, el aún hoy muy influyente Secretario de Hacienda con Carlos Salinas de Gortari y jefe, en el servicio público y la iniciativa privada, del actual Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, principal promotor de las reformas energética y de telecomunicaciones.

“Si alguien le abre la puerta en el Senado a las iniciativas de la Presidencia, tanto en materia energética como en asuntos de telecomunicaciones, es Javier Lozano”, coincidieron, palabras más, palabras menos, dos senadores consultados, uno de ellos panista.

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La primera relación de un Alarcón y Televisa no ocurrió recientemente, en el sexenio pasado durante el intento de reforma a la Ley de Telecomunicaciones a la que se conoció como “Ley Televisa”.

En 1949, en asociación con el abuelo Emilio Azcárraga, el abuelo Alarcón extendió la Cadena de Oro al Distrito Federal y en 1961 compró la franquicia de la tarjeta de crédito Diners Club.

Al año siguiente nació su nieto Javier Lozano Alarcón.

A mediados de los sesenta, Don Gabriel fundó El Heraldo de México, periódico que presidió y dirigió hasta su muerte.

El diario nació en Puebla al igual que otros conglomerados periodísticos mexicanos, como la Cadena García Valseca, primera casa editora de los periódicos nacional y locales El Sol, y Novedades, de los O’Farril quienes además ostentaban un importante paquete accionario en Televisa. Las organizaciones editoriales compartían la ascendencia política de Maximino Ávila Camacho y el apoyo de su poderoso paisano y Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz.

Hoy, Javier Lozano Alarcón mueve sus fichas para gobernar Puebla.

Muchos hilos, muchos intereses. Foto: Cuartoscuro

Muchos hilos, muchos intereses. Foto: Cuartoscuro

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El primer sueldo del licenciado Lozano en la administración pública fue en 1984 como pasante en la Dirección de Disposiciones de Banca Central del Banco de México. Llegó ahí por invitación de su maestro de Contratos, Pedro Ordorica, quien sería presidente de la –también cuestionada– Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro durante la administración de Calderón.

Talentoso y disciplinado, Lozano atrajo el interés de la iniciativa privada y, a los 25 años de edad, recibió la Gerencia Jurídico del Sector Petroquímica del Grupo Alfa, sector en el que su abuelo Gabriel Alarcón tuvo intereses hace más de medio siglo y en el que ahora su hermano Gerardo incursiona de la mano de Davidow y Aznar, ambos promotores, lo mismo que el Senador Lozano, de las recientes reformas energética y de telecomunicaciones que abren aún más esos sectores a la iniciativa privada.

Hacia 1986, el joven Javier volvió al gobierno, esta vez a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público titulada por Pedro Aspe Armella. Permaneció ahí durante el resto del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, así que conoció desde adentro la gestación del “error de diciembre” que llevaría al país a la bancarrota durante los primeros años del gobierno de Ernesto Zedillo.

En un tramo de la administración zedillista, entre 1994 y 1995, Lozano recibió la asignación de contralor general corporativo de Petróleos Mexicanos. Es decir, era el hombre responsable de cuidar que Pemex no fuera el barril de corrupción sin fondo que tan lo siguió siendo que en ese mismo sexenio que ahí se fraguaron estafas de cientos de millones de dólares, incluida la conocida como Pemexgate de la cual se benefició el candidato presidencial priista Francisco Labastida, a quien Lozano apoyó.

La paraestatal era dirigida por Carlos Ruiz Sacristán, quien migró a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes llevando de la mano a Javier Lozano, primero como oficial mayor y luego como subsecretario de Comunicaciones. Finalmente lo promovió como presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, tema fundamental en su carrera política y privada. Su habilidad y perspicacia política llevaron a que se le comparara con Joseph Marie Córdova Montoya, el pequeño Maquiavelo atrás de Salinas.

Vale la pena apuntar un par de coincidencias –más allá de las resultantes por el fervor compartido al libre mercado– entre Ruiz Sacristán y Lozano Alarcón. Mientras el maestro fue un devoto estudiante de los Legionarios de Cristo, el alumno residió en la casa del Opus Dei, una y otra congregaciones consideradas ultraderechistas. La segunda es que al conocerse la profusa actividad pederasta de Marcial Maciel, fundador de la Legión, Ruiz Sacristán amenazó ir contra CNI Canal 40 por la difusión de los hechos de abuso infantil. Años después, Lozano haría lo propio desde el gabinete presidencial contra MVS tras la mención hecha por Carmen Aristegui sobre el posible alcoholismo de Felipe Calderón.

Respecto Ruiz Sacristán pesarían algunas acusaciones, como la de ser beneficiario de un contrato público con la empresa estadounidense Sempra Energy. Esta firma posee un contrato sujeto a polémica no sólo ética sino judicial por 16 mil millones de pesos para el abastecimiento de gas natural entre 2008 y 2022. Y en contra de ambos, también de Lozano, de haber favorecido a la empresa Unefon.

Entre los pocos aspectos que Lozano no presume de su vida en su trayectoria es su función en el Fobaproa, el sembradío de fraudes por el que el gobierno compró a los bancos créditos incobrables que se tradujeron en un fuerte incremento en el costo fiscal del rescate para reducir así las pérdidas de bancos, accionistas o grandes deudores que podían pagar sus créditos, pero que fueron transferidos a deuda de todos los mexicanos: 552 mil millones de pesos. El monto equivalió al 40 por ciento del PIB de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna. A esto también obedecen los reclamos a Javier Lozano de cabildear a favor del interés privado y no del público.

–La verdad, la verdad, ¿alguna vez se quedó con el cambio de las tortillas? ¿Le ganó alguna propina a un mesero descuidado? ¿Se robó algo, lo que sea? –preguntó SinEmbargo a Lozano en entrevista concedida por el servidor público en 2013.

–Pues mira, vamos, pues… conscientemente alguna vez algo en la primaria, como una travesura, pero nada más– responde airoso. –Una cosa marcó toda mi vida. Cuando mi mamá me compró una colección de discos de Beethoven la pagó con tarjeta de crédito y llegando a la casa se dio cuenta que traía el báucher. A mí me pareció buena suerte. Pero ella regresó a la tienda y entregó el pago. Fue una enseñanza fundamental para mí. Me pueden poner de cabeza todos mis enemigos y no me encuentran absolutamente nada. Me pueden criticar muchas cosas, pero nunca que me llevara algo o que condicionara mi trabajo.

Lozano pasó luego a la Secretaría de Gobernación como subsecretario de Medios, despacho de cierta manera complementario al anterior en la Subsecretaría de Comunicaciones por la relación con los medios de comunicación, una oficina igual o equivalente con la que su abuelo Don Ga, Gabriel Alarcón, empresario de los medios de comunicación construido y favorecido por los Ávila Camacho y Gustavo Díaz Ordaz, tratara 30 años atrás.

Tras la derrota de su partido en 2000, Lozano ocupó la representación del gobierno poblano en la Ciudad de México. A la vez puso en marcha una firma legal llamada Javier Lozano y Asociados especializada en consultoría orientada a proyectos vinculados con la tecnología y regulación en materia de telecomunicaciones, manejo y estrategia de medios de comunicación. Uno de sus socios sería su hermano Gerardo, quien se vería involucrado en que la marca Pemex fuera registrada con ese nombre por un particular en Estados Unidos.

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En materia de telecomunicaciones, Lozano ha tenido opiniones encontradas.

En 2006 cuando se votó la llamada Ley Televisa, el senador panista, en ese entonces integrante del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), representó una de las primeras voces contrarias a la reforma presentada en la Cámara de Diputados.

“Es una ley retrógrada en la materia, que poco nos va a ayudar”, declaró Lozano el 10 de diciembre de ese año a Oscar Mario Beteta, de Radio Fórmula, recuerda Jenaro Villamil en el texto “El embate de la Telecracia”.

Poco después reculó y la propuesta parecía perder su carácter retrógrado.

De acuerdo con la columnas políticas de ese tiempo, la factura de cobraría meses más tarde con la llegada del Gobierno calderonista, pues a pesar de tener el perfil para ocupar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hubo presión de Emilio Azcárraga y/o de Carlos Slim para evitar que  llegará al puesto y Lozano fue nombrado titular de  la Secretaría del Trabajo.

En la reforma que se discute actualmente en el Senado, el panista  no estuvo de acuerdo de que ésta naciera del Pacto por México y para dejarlo claro, días antes de que ésta fuera  entregada a la Cámara alta, Lozano presentó su propia iniciativa en la que proponía fortalecer a la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

Debido a ello y los enfrentamientos al interior de su partido entre los cercanos al presidente Nacional del PAN Gustavo Madero y al ex presidente Calderón,  al que pertenece, Lozano se opuso a  la creación de un órgano autónomo y regulador del sector.

La oposición de Lozano y sus declaraciones generó que Madero declarara que quien se oponía a la reforma le hacía el “caldo gordo” a los poderes fácticos, a los que el senador reviró señalando que  quien se comportaban como verdaderos poderes fácticos, eran los que seis en legisladores les querían “tirar línea” por la reforma.

Sin embargo, hace unos días el ex Presidente de la Cofetel cambió de parecer y dijo que apoyaría la creación del Ifetel.

“Yo mismo desde ahora digo: ni siquiera el presidente de Cofetel defiende a la Cofetel, el Secretario de Comunicaciones no defiende a la Cofetel, el Presidente de la República no lo hace, pues tampoco voy a ser tan necio. No quieren ellos defender su propia institución, vamos por el modelo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel)”, expresó el martes 9 de abril.

Una de la observaciones de Lozano hacia la minuta coincide con la de los empresarios, quienes están en descuerdo en que no se contemple la suspensión ante la resoluciones del Ifetel o de la Comisión Federal de Competencia.

“Es una regresión democrática el hecho de que se cancelen libertades y derechos fundamentales como el que no se tenga la suspensión en el juicio de amparo frente a cualquier decisión, acción, omisión o disposición de la Comisión Federal de Competencia o del nuevo Instituto de Telecomunicaciones. Es una barbaridad”, señaló Lozano el 4 de abril en el Senado.

–¿No considera usted que Televisa y TV Azteca dañan a México? –se pregunta a Lozano en 2013.

–No. Creo que son posiciones exageradas, extremas. Pienso que la libertad que tienen los mexicanos está al alcance del control de su televisión. Tan fácil como eso: le apagas, le cambias de canal. Siempre he pensado que es mejor apagar la televisión y prender un libro.

Actualmente, Lozano es un impulsor público de menguar la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones, lo que empujaría nuevamente su subordinación al Poder Ejecutivo, a la Presidencia de la República, una presidencia con frecuencia señalada por su cercanía con las televisoras.

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El edificio de Valencia 36, en la Col. Insurgentes Mixcoac, el de Fuentes Ostos, no fue el único inmueble alquilado por Lozano, quien, en medio de los conflictos que sostuvo con electricistas, mineros y lopezobradoristas mantuvo su despacho en varias sedes alternas.

Por ejemplo, la Secretaría a su cargo ocupó 962 mil pesos en el alquiler de una casa en Monte Everest 615, Col. Lomas de Chapultepec, a menos de 10 cuadras de la llamada “Casa Blanca” que Grupo Higa traspasó a la actriz de Televisa Angélica Rivera, actualmente esposa del Presidente de México. El contrato corrió del 1 de abril de 2007 al 31 de diciembre del mismo año: casi 107 mil pesos mensuales de renta.

Durante 2008, a la vez que la Secretaría de Javier Lozano alquilaba el edificio de Insurgentes Mixcoac, rentó otro inmueble, éste en Lucas Alamán 165, Col. Obrera. Se contrató un pago anual por poco más de 5 millones de pesos.

Y otra más, propiedad también alquilada en 2008. Se trata de un inmueble ubicado en Adolfo Ruiz Cortines 3313, Col. San Jerónimo Lídice, justo en el Periférico. Esta renta costó al erario 5 millones 163 mil pesos que se pagaron sin mayor trámite que la licitación directa a José Javier Vázquez Manero y Joaquín Alfonso Jaime Aguerrebere Serrano.

El último de ellos, Aguerrebere es asociado de la Fundación Sembrando Trabajo, una organización no lucrativa que se presenta como promotora del desarrollo rural y social de los campesinos. Entre sus asociados están, entre varias otras, las fundaciones de Sabritas y de Walmart, también Grupo Bimbo, Monsanto y Televisa.

Un nombre reluce en el listado –cuyo posible carácter polémico es otro tema–: Gerardo Lozano Alarcón, el hermano del Senador Lozano, el hermano que ahora se asocia con Jeffrey Davidow y José María Aznar para aceitar negocios en energía y telecomunicaciones. *


EL REY JAVIER LOZANO PARTE 2: LOS CARRUAJES Y EL TESORO

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El Senador Javier Lozano Alarcón destacó durante su gestión como Secretario del Trabajo y Previsión Social, durante el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, por tener a su servicio un vehículo blindado. A pesar de no estar expuesto a los riesgos de los integrantes del gabinete de seguridad, usaba un vehículo con características similares a las de integrantes de las Fuerzas Armadas. De acuerdo con el portal de obligaciones de transparencia de la STPS el mantenimiento de la Suburban de lujo blindada llegó a costar hasta 300 mil pesos al año. Pero esa no es la única polémica que persigue a la gestión de Lozano. A la memoria saltan casos como la extinción del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la muerte de 65 de mineros en Pasta de Conchos. También lo rodea un misterio: el llamado tesoro de Lozano que surgió en 2007, cuando su Secretaría compró cada uno de los 47 centenarios conferidos ese año a más del doble de lo que lo hizo el año anterior y casi al doble de lo que pagó por pieza al año siguiente.  

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SEGUNDA PARTE

Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- Un vehículo con nivel de blindaje cuatro plus aísla a sus ocupantes de un asalto perpetrado con cualquier pistola y fusiles de asalto AR15 y AK47, mejor conocido como cuerno de chivo.

Pero una fortaleza rodante no debe ser necesariamente un encierro caluroso y apretado. Bien se puede ir aislado de la violencia que define al país sin perder comodidad si lo que se tiene es una Suburban del año versión de lujo.

Un vehículo así fue el que decidió tener para su servicio en 2007 el entonces Secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS) Javier Lozano Alarcón, el mismo que, entre otras funciones, observa la calidad del trabajo y de los salarios de los trabajadores mexicanos quienes, en la Zona Metropolitana del Valle de México tienen a los microbuses como principal medio de transporte según diagnóstico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Y, si se piensa qué puede ser lo más antagónico a un inseguro, caluroso, apretujado, sucio y destartalado microbús, eso debe ser una Suburban de lujo blindada.

Una así fue la que decidió comprar Javier Lozano mediante adjudicación directa en junio de 2007 a la empresa Industrias Ibse SA de CV en 1 millón 94 mil 999 pesos.

SinEmbargo posee copia de una versión pública del contrato en que la STPS establece como reservada y confidencial relacionada con las características del blindaje del auto. En esta justificación de opacidad quedan, a la vez, al descubierto las razones por las que el Secretario del Trabajo, funcionario ajeno al gabinete de seguridad, debía quedar a salvo en el tanque de lujo:

“Resulta pertinente señalar que en torno a los numerosos acontecimientos, difundidos públicamente respecto a ataques que han recibido funcionarios públicos por actos de la delincuencia organizada, se considera importante privilegiar la protección a la vida y como en este caso de un funcionario de Estado, por lo que dicha información puede ser usada para facilitar la comisión de un delito en el que se ponga en peligro su vida o integridad física”, se lee en el documento.

Básicamente, según distintas empresas y las especificaciones normativas, un blindaje cuatro plus se compone con aceros especiales, aluminio, decenas de micro capas de materiales sintéticos de alta resistencia como la Dyneema y la Aramida y cerámicas. La coraza impone un peso extra de entre 500 y 650 kilos lo que implica el refuerzo de la suspensión.

La empresa Protekto promociona así el blindaje cuatro:

“El nivel 4 de blindaje es uno de los más utilizados en aquellas entidades del país con presencia importante de delincuentes organizados, porque esos criminales emplean armas más caras y potentes.

“Resiste impactos de proyectiles hasta calibre 7.62, disparados por las AK-47 (conocidas popularmente como cuerno de chivo), un tipo de arma muy común entre la delincuencia organizada. La velocidad que alcanzan estas balas es de 710 a 750 metros por segundo. Este nivel es usado en nuestro país para protegerse contra secuestros perpetrados por la delincuencia organizada, porque resiste ataques realizados con las armas que comúnmente emplean tales delincuentes”.

En esta categoría de reforzamiento, el auto está modificado desde el piso para contener estallido de una granada de fragmentación debajo de la unidad.

Pero la camioneta de Lozano estaba equipada con un nivel de protección cuatro plus, lo que amplía su cobertura a situaciones no sólo de secuestro, sino también de atentado pues el vehículo es resistente a disparos de rifles de francotirador.

***

No muchas dependencias adquirieron un vehículo con tales características de blindaje. Otra área de gobierno que realizó una compra similar fue el Banco del Ejército, Fuerza Aérea y Armada o Banjércitoque, también en 2007, erogó 1 millón 36 mil pesos por una camioneta con las mismas características a las de Javier Lozano.

La dependencia castrense también concretó la compra con Industrias Ibse, así que una observación: la dependencia de Lozano pagó en el mismo año al mismo proveedor el mismo vehículo, pero 60 mil pesos más caro.

Además del costo de la camioneta, el contribuyente mexicano debió pagar el mantenimiento del o los vehículos blindados antes adquiridos, también con el erario y siempre mediante adjudicación directa a la empresa Blindajes Mexicanos SA de CV.

También de acuerdo con la información disponible en el Portal de Obligaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, así se ejercieron los gastos por concepto de “servicio de mantenimiento y correctivo a la flotilla vehicular de la STPS”.

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Los vehículos blindados demandan un intenso mantenimiento por el sobrepeso al que quedan expuestos. A los casi 1.3 millones de pesos que se debió invertir en el cuidado de la camioneta –no existe ninguna otra compra de autos acorazados durante la gestión de Lozano en su Secretaría– se debe añadir que al menos tres días, entre el 7 y el 10 de agosto, la dependencia gastó 27 mil 600 pesos en la renta de otra camioneta blindada.

¿Son mucho 27 mil 600 pesos? Depende de cómo se le vea: en pesos de ese tiempo, equivalieron a año y medio de salario mínimo de 2007 sin descansos, asuetos ni vacaciones.

Pero, en ese 2007, cuando el país se precipitaba a la violencia del crimen organizado y las promesas de campaña de Felipe Calderón de ser el presidente del empleo se evaporaban, el Secretario del Trabajo no cesó de ir de compras a las agencias automotrices.

Ese año, también de acuerdo al contrato y documentación obtenidos por este medio, la dependencia erogó 4 millones 495 mil pesos en la compra de 19 vehículos Nissan: 15 autos Sentra equipados y cuatro camionetas X-Trail de lujo.

Tres de los carros sedán quedaron a disposición de la oficina del Secretario Lozano y las camionetas se repartieron en las Subsecretarías y la Oficialía Mayor.

 ***

¿Sufrió Lozano algún ataque que justificara la adquisición y mantenimiento de un vehículo blindado de esas características?

No mientras fue Secretario. Al menos no que se haya hecho público, los electricistas nunca estuvieron lo suficientemente cerca del panista.

Pero sí vio su suerte mientras fue candidato al Senado.

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Los huevos de guajolote equivalen en tamaño y peso a dos o tres de gallina. Tienen una cáscara más resistente y se acoplan mejor a la mano de quien decida convertirlos en bombas. En 2012, la Sierra Norte de Puebla se convirtió en un extenso sitio de colecta de esas armas cuya capacidad de daño se incrementó dejándolos podrir.

El blanco del ataque planeado era uno y sólo uno: Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo.

– ¡Chingas a tu madre! ¡Feliz día del padre, pinche bastardo! –bullía centenar y medio de electricistas apenas lo encontraron. Era 17 de junio de 2012 y estaba confirmado que Lozano había cometido la imprudencia de meterse a territorio electricista. Los obreros cesados tenían, finalmente, acorralado a quien consideraban responsable de su desempleo.

A pocos metros, dentro del salón de fiestas Princess del pueblo de Xicotepec, Javier Lozano se mantenía guarecido con unos 50 panistas que acudieron a su acto de campaña  en busca de la senaduría.

– ¡Lo-zano es no votar por este fulano! –coreaban los inconformes convertidos en una marea que amenazaba con romper el dique del saloncito de reuniones sociales.

A pocos metros del lugar, los electricistas descubrieron la camioneta en que viajaba el calderonista, una Escalade negra donde tres guardaespaldas se mostraban cada vez más intranquilos. En el interior del vehículo había fusiles de asalto. La gente rodeó el auto al que dirigió una primera carga de huevos acompañados de jitomates y propaganda del Partido del Trabajo y se asomaron al interior.

–¡Traen armas! –advirtió alguien.

El bombardeo había sido acordado por la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) apenas se supo que Lozano iría por una senaduría de mayoría en Puebla, residencia de la más vieja planta hidroeléctrica en funcionamiento en México.

Así que había un vasto contingente de trabajadores enfurecidos por la liquidación de Luz y Fuerza del Centro dispuestos a lanzar los huevos podridos de guajolota al secretario del Trabajo durante la extinción de la empresa pública.

El Sindicato Mexicano de Electricistas retaba a Lozano a hacer campaña en la Sierra Norte de Puebla. Lozano respondía en tono similar. El candidato se envalentonó y tomó camino al bosque. Se consideró hacer el evento abierto, dar la cara, enfrentar. Se pensó en el jardín municipal de Xicotepec o en una canchita deportiva de sus alrededores. Y así fue como el Día del Padre del año pasado Lozano se escurrió al corazón del bastión electricista. El ambiente estaba cargado y el equipo de seguridad de Lozano optó por la prudencia, pero no lo suficiente.

–¡Lozano, el pueblo te saluda! –a continuación se silbó la tonadilla de cinco tonos.

La Policía Estatal llegó y algunos exigieron que se detuviera a los guardaespaldas y se incautara la camioneta y los dos rifles de asalto AR15 –de uso exclusivo del ejército– que en ella se transportaban.

“Esta fue una distracción”, cuenta la periodista Leticia Ánimas, presente en el lugar. “Dentro del salón de fiestas, los pocos panistas que había colocaron una escalera sobre una silla de plástico que acercaron a una ventana por la que Lozano salió y brincó hacia un cafetal que había atrás. Y corrió –Lozano es un corredor–, suponemos que a un vehículo de la Policía Estatal que lo rescató”.

Pero, también, en el sitio fue vista una Suburban.

UN SECRETARIO CERQUITA DEL CIELO

Foto: Cuartoscuro

Javier Lozano Alarcón fue objeto de una serie de reclamos durante su gestión como Secretario del Trabajo y Previsión Social, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. Foto: Cuartoscuro

Los días 4 y 5 de octubre de 2007, familiares de los mineros cuyos cuerpos aún permanecían atrapados en la mina de carbón Pasta de Conchos, misma que había explotado en febrero de 2006, suplicaban a Javier Lozano que no declarara cancelada cualquier intención de sacar de la tierra a sus muertos.

Pero Lozano argumentó estudios técnicos que referían la inviabilidad técnica del rescate y así el gobierno decidió que los deudos no velarían ni sepultarían a sus 63 padres, hijos, esposos o hermanos juntos a sus otros muertos.

A pesar de que se documentó con bastedad las condiciones laborales carentes de seguridad, Germán Larrea y su empresa operadora de la carbonera, Grupo México, quedaron impunes.

Esos días de llantos y súplicas, el 4 y 5 de octubre de 2007, Lozano decidió que lo mejor sería dejar la Suburban blindada y viajar en helicóptero. Entonces, la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales desembolsó 41 mil 745 para que Lozano Alarcón pasara un día en el cielo, lejos, muy lejos del infierno llamado Pasta de Conchos.

EL MISTERIOSO CASO DEL TESORO

Oro, mucho oro.

¿Cómo entiende Javier Lozano Alarcón la riqueza?

Es difícil decirlo, pero se puede echar un vistazo a una parte de su biografía para hacer una aproximación.

El tronco principal en el árbol genealógico de Javier Lozano Alarcón nace de una infidelidad cometida por su abuelo materno, Gabriel Alarcón Chargoy, con una bella mujer de origen libanés –Puebla recibió una fuerte inmigración de personas de esas nacionalidad– llamada Elisa Jater. De la relación nació una hija única a la que su padre reconoció y llamó Concepción Alarcón a quien le tocaría lidiar con su origen ilegítimo en una ciudad profundamente conservadora y recelosa de quien estuviera fuera del estrecho reglamento moral.

Conchita Alarcón estudió odontología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, donde conoció un colega, Mario –y/o Gerardo– Lozano del Valle, con quien se casaría y procrearía tres hijos: Gerardo, Sergio y Javier, nacido el 21 de noviembre de 1962.

Los muchachos crecieron en la clase media alta de Puebla, pero en cierta marginalidad social por su origen ilegítimo. Sergio, además, mostró desde su juventud un padecimiento psiquiátrico que, años después se diagnosticaría como trastorno bipolar. Hoy es un hombre al que causa pavor hablar de su hermano el Senador.

Lozano estudió toda su vida en escuelas privadas. La primera fue el Instituto Humboldt de Puebla. La escuela tenía fama de seguir una rigurosa disciplina –a la puntualidad, higiene, orden y tareas demandantes se sumaban las clases de alemán– a la que ya se habían sometido Gerardo y Sergio, los hermanos mayores de Javier quien, según algunos de sus ex compañeros, dejó el Humboldt por problemas de conducta.

Esta escuela recibía niños más acomodados que los del Colegio Alejandría, lo que favoreció la popularidad de Javier, dueño desde entonces de una gran capacidad de desenvolvimiento social.

“Era un seductor, no tanto de niñas, sino de quien él necesitara”, recuerda una compañera. “Al poco tiempo se hizo el consentido de los profesores. No era de los mejores alumnos, simplemente se le hacía fácil, pero no hacía mucho más. Desde entonces era muy orgulloso”.

Todos recuerdan que Javier vivía con un poco discreto rencor al abuelo Gabriel Alarcón, un pequeño magnate de los medios de comunicación cuyo principal cabezal fue El Heraldo de México. “Don Ga”, como se le recuerda, vio que a su otra familia nada faltara pero no hizo porque todo les sobrara, como a los de la rama oficial, la presumida en las coloridas páginas de sociales de su propio diario.

Las cosas han cambiado. Hoy, con Gerardo están en puerta los grandes negocios venideros por las reformas en materia de telecomunicaciones y energética impulsadas por el Senador. Un Lozano –al menos uno, formalmente– es flamante socio de gestiones a los mayores niveles de un ex Embajador estadunidense, Jeffrey Davidow, y de un ex Jefe de Gobierno español, José María Aznar.

Pero, poco antes, hubo oro, mucho oro.

Hasta mayo de 2012, las disposiciones de las condiciones laborales de los empleados de la STPS preveían la entrega de un centenario a cada trabajador de la dependencia que llegara al retiro. Durante las administraciones panistas, la Secretaría adquirió a la Casa de Moneda de México 578 monedas: más de 21 kilos de oro puro.

Así fue la distribución de las piezas a lo largo de los gobiernos blanquiazules.

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El misterio del tesoro de Lozano surgió en 2007, cuando su Secretaría compró cada uno de los 47 centenarios conferidos ese año a más del doble de lo que lo hizo el año anterior y casi al doble de lo que pagó por pieza al año siguiente.

¿Pasó algo extraordinario con el oro en ese año? Los diarios especializados en finanzas colocan la moneda en un valor máximo de 9 mil 900 pesos, 9 mil 527 pesos por debajo de lo pagado por la dependencia del Senador, lo que representó un sobreprecio total de 447 mil 769 pesos.

–La verdad, la verdad, ¿alguna vez se quedó con el cambio de las tortillas? ¿Le ganó alguna propina a un mesero descuidado? ¿Se robó algo, lo que sea? –preguntó SinEmbargo a Lozano en entrevista concedida por el servidor público en 2013.

–Pues mira, vamos, pues… conscientemente alguna vez algo en la primaria, como una travesura, pero nada más– responde airoso. –Una cosa marcó toda mi vida. Cuando mi mamá me compró una colección de discos de Beethoven la pagó con tarjeta de crédito y llegando a la casa se dio cuenta que traía el báucher. A mí me pareció buena suerte. Pero ella regresó a la tienda y entregó el pago. Fue una enseñanza fundamental para mí. Me pueden poner de cabeza todos mis enemigos y no me encuentran absolutamente nada. Me pueden criticar muchas cosas, pero nunca que me llevara algo o que condicionara mi trabajo.

EL TERRITORIO TELCEL NO ES TERRITORIO PARA LOS POBRES

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La escena es familiar: un globo majestuoso de color azul rey surca ciudades, valles, montañas y playas. Una voz amable y segura dice: “Todo México es territorio Telcel”. En algún anuncio, el mundo transcurre en cámara lenta excepto la parte que transita por la red Telcel. En otro comercial, una oficina entera hace mudanza a un día de campo y ahí, en un mundo bucólico, todos trabajan sonrientes sentados en la hierba, felices sobre canoas.

“¿Todo México es territorio Telcel?”, se preguntó alguna vez el escritor y periodista Germán Dehesa. “La publicidad debería decir que una cuadra sí y otra no”, se respondió.

Pero si se revisan los mapas y datos oficiales de la cobertura Telcel, lo descrito por su publicidad sólo existe ahí, en la publicidad, la que no considera la existencia del hambre, la ausencia de escuelas, falta de hospitales y escuelas.

Y si se toma una lupa, lo que dijo Dehesa es una amable crítica. Porque no es una calle sí y otra no. En algunas regiones de México, las más pobres, las más marginadas, Telcel no está en un pueblo y en el otro tampoco.

Foto: Cuartoscuro

La red de Telcel no llega a los municipios más pobres y marginados del país. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México (SinEmbargo).- El hombre más rico del mundo está ausente del pueblo más pobre de su país.

A través Telcel, su operador en México de telefonía y transmisión de datos portátiles, el magnate Carlos Slim no ofrece servicio de voz ni mensajería en Cochoapa el Grande, Guerrero, el municipio con más hambre en el país que le posibilitó amasar la mayor fortuna mundial.

Cochoapa el Grande está hundido en la montaña guerrerense. Ahí, el 96 por ciento de las personas sobrevive en la pobreza y 82 por ciento sufren la pobreza extrema, criterio que refiere a quienes, aún si ocuparan todo su ingreso en comprar alimentos, continuarían con una dieta por debajo de la mínima suficiente según criterio de la Organización Mundial de la Salud.

La devastación social no es muy diferente en Metlatonoc, Atlamajalcingo, Malinaltepec, Acatepec e Iliatenco, los demás municipios de Guerrero sin la mínima cobertura de Telcel, es decir, sin al menos una sola de sus comunidades con señal para transmisión de voz y mensajes SMS o tecnología 2G, el servicio básico.

Mientras el promedio nacional de la pobreza extrema en México es de 11.4 por ciento de la población, en las demarcaciones antes mencionadas esa cifra se multiplica varias veces. En Metlatonoc, la línea del hambre supera casi siete veces la media mexicana.

¿Se puede pensar que en este lugar, de pobreza comparable a la existente en África Subsahariana, exista un celular conectado a internet con la “mayor cobertura con máxima velocidad”, como presume ofrecer la telefónica? Ni en sueños. Hasta ahora, en todo Guerrero, sólo una parte del Puerto de Acapulco cuenta con servicio 4G.

Lo anterior se desprende de cruzar los datos disponibles sobre cobertura en la página de internet de Telcel y el desglose que sobre la situación marginación en los estados y municipios realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Desarrollo Social (Coneval), organismo público descentralizado que mide oficialmente la pobreza en México.

 ***

Slim ha retenido el monopolio de los servicios de telefonía móvil en México desde 1995 y de telefonía fija desde que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari privatizó a su favor la telefonía fija en 1991.

Treinta y cuatro años más tarde de que el gobierno federal vendió Telmex a Slim en condiciones cuestionadas por los opositores a esa transacción y muchos miles de millones de dólares después, no existe rastro de las telefónicas de Slim en 235 municipios de Oaxaca, todos indígenas, como se desprende si al análisis antes descrito se agregan datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

En esos lugares, la mayoría de los mexicanos que ahí viven no perciben siquiera el ingreso mínimo para librar el hambre.

Algunas de estas demarcaciones son pequeñas, como Santa Magdalena Jicotlán, cuya población apenas supera las 150 personas, pero también están excluidos municipios como Santa Cruz Zenzontepec o Santa María Chilchotla, cada uno con casi 20 mil habitantes. Los criterios de la ONU consideran poblaciones de 5 mil o más individuos como centros urbanos.

A la vez, según el registro histórico de erradicación de plantíos ilícitos realizado por el ejército entre 1995 y 2009, se puede decir que el narcotráfico está ausente, sólo en lo que a la siembra de amapola y/o marihuana hace, en 26 de los 570 municipios que integran Oaxaca.

Si se pasa al estado de Guerrero por el mismo filtro, se observa que en sus 81 municipios el crimen organizado siembra tanto marihuana como amapola. Y que Slim está ausente en seis demarcaciones.

En el caso de Chiapas, seis municipios, todos con niveles de pobreza superior al 85 por ciento –el promedio nacional es 46.3 por ciento–, nunca han visto flotar el apacible globo azul rey de Telcel.

Y es que hasta el mapa oficial de cobertura de la telefónica es un tapete raído con forma de la República Mexicana y agujeros por todas partes.

Zacatecas es el estado con mayor pobreza en el norte de México. A su vez, su municipio menos desarrollado, Jiménez del Teul, es el que concentra mayores porcentajes de pobreza y pobreza extrema. Ahí tampoco está Slim. Ni ahí ni en otras tres circunscripciones, todas pobres.

En Durango, en el municipio de Otaez, el segundo más pobre de la entidad, no existe manera de que hacer una llamada telefónica o recibir un mensaje a través de la firma de Carlos Slim. En tanto, en sus 39 municipios se siembra tanto amapola como marihuana.

 ***

La fortuna del empresario es calculada por la revista Forbes en 79 mil 600 millones de dólares.

Guerrero, Oaxaca y Chiapas son los tres estados más marginados de México. Sumadas sus economías, según datos del Inegi, las tres entidades apenas participaron con el 4.9 por ciento del Producto Interno Buro Nacional de 2013, equivalente a unos 50 mil 462 millones de dólares.

Foto: Cuartoscuro

Telcel, propiedad del mexicano Carlos Slim Helú, el tercer hombre más rico del mundo, no es capaz de comunicar a las comunidades donde la pobreza campea. Foto: Cuartoscuro

Visto de otra manera, Carlos Slim, el más próspero concesionario del espacio radioeléctrico mexicano, posee más riqueza que la economía total en tres estados mexicanos, riquísimos natural, histórica y culturalmente, pero sin méritos económicos para ser parte del territorio Telcel.

Si se cierra un poco más la lente, se puede ver que si bien algunos estados tienen cobertura referida en todos sus municipios, esto no significa que Telcel esté en todas las localidades.

El estado de Chihuahua, el de mayor territorio en el país y frontera con la primera economía mundial, posee regiones con alto grado de marginalidad. Su municipio más pobre es Morelos, con 60.5 por ciento de su población en pobreza extrema. Ahí, la compañía ofrece red 2G en sólo 14 de sus 180 localidades, casi todas con alta y muy alta población indígena, según criterios de la CDI.

La situación no es mucho mejor en Batopilas, donde nueve de cada 10 personas sufre alguna carencia económica. También es un sitio con alta concentración indígena. Cerca de los límites con Sinaloa y al fondo de un barranco, es un lugar bello que ha merecido el nombramiento de Pueblo Mágico para promover su desarrollo turístico. Es, además, un sitio grande pues numera 317 localidades de las cuales, Telcel ignora a 300 y en ninguna existe internet móvil.

Entonces, ¿es o no es todo México territorio Telcel?

Antes de responder es necesario precisar que ni a continuación ni en ningún otro dato en este texto se ahonda en la calidad de la red. Por ejemplo, la empresa presume en su publicidad que su sistema 4G permite navegar a una velocidad de 20 megabits por segundo, pero pruebas en la Ciudad de México –DF y zona conurbada–, la parte del país más atenida por Telcel, muestran que el servicio está disponible y que con frecuencia este corre a menos de 10 megabits por segundo.

  • Según los mapas disponibles en el sitio Telcel a fines de marzo pasado, el servicio de voz y mensajería SMS o tecnología 2G, cubría 985 mil 764 kilómetros cuadrados, la mitad de la superficie terrestre mexicana.
  • El servicio de datos con tecnología 3G (UMTS) está presente en 330 mil 304 kilómetros cuadrados: el 17 por ciento del territorio continental
  • La tecnología 4G proveída por Telcel está disponible en 21 mil 827 kilómetros cuadrados –se insiste en que es el dato de la propia empresa–: 1.1 por ciento del territorio mexicano, el que en la publicidad, pero sólo ahí, es territorio Telcel.

Lo anterior significa que en casi los estados sólo en sus capitales exista señal realmente útil para navegar en internet con un dispositivo móvil.

De regreso a donde no existe ni una raya de señal en un teléfono celular, además de la ausencia de Slim y la miseria, existe otra coincidencia entre Morelos y Batopilas, Chihuahua; Otaez, Durango, y Metlatonoc y Cochoapa el Grande, Guerrero: todos son municipios en que se siembra amapola y marihuana.

Y es que antes que de Telcel, todo México sería territorio del narco.

OAXACA GUERRERO CHIAPAS ZACATECAS PUEBLA VERACRUZ

Notas metodológicas

1: Se seleccionaron dos criterios de Coneval:

Pobreza: Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias”.
Pobreza extrema: Una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”.
Para los datos de pobreza ver:
http://www.coneval.gob.mx/Medicion/Paginas/Medici%C3%B3n/Pobreza%202012/Pobreza-2012.aspx

La información en línea fue consultada entre el 24 marzo de 2015 y el 7 de abril de 2015.

2: Se seleccionaron los municipios en que Telcel no ofrece ninguno de sus servicios en ninguna de sus localidades.

Para los datos relativos a la cobertura de Telcel ver:

http://www.telcel.com/portal/coberturanacional/begin.do?idEstado=20&idMunicipio=718&idCiudad=77227&language=es

http://www.telcel.com/portal/footer/nuestra_empresa/mapas_cobertura.html?mid=4912

La información en línea fue consultada entre el 24 marzo de 2015 y el 31 de marzo de 2015.

3: Para determinar la presencia del narcotráfico, la selección se restringió a los municipios reportados oficialmente a través de solicitudes de información concentradas en el IFAI respondidas por la Secretaría de la Defensa Nacional, así como boletines de prensa realizados por esta misma dependencia, la Secretaría de Marina, la Policía Federal y los gobiernos estatales y municipales como demarcaciones en que se han realizado destrucciones de plantíos de marihuana y amapola entre 1995 y 2014.

 4: Catálogo de Poblaciones Indígenas 2010 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas disponible en:

http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&id=2578

Televisa critica a autoridades y ve “riesgos” en la actual Ley de Telecomunicaciones

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Grupo Televisa tiene poder sustancial en 2 mil 124 mercados relevantes. Foto: Especial.

La  nueva Ley Federal de Competencia Económica podría afectar algunas actividades de Grupo Televisa. Foto: Especial.

Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).– Si existen riesgos para Televisa, la mayor empresa de contenidos de entrenamiento e informativos en México, esos son las leyes relacionadas con su propia actividad.

Al menos eso es lo que la televisora asume en su reporte anual relativo a las actividades empresariales de 2014, un documento terminado de redactar en abril de este año.

Junto con los datos relativos al crecimiento de las ventas de la empresa en un entorno supuestamente cada vez más restrictivo para la actividad monopólica, lo que más llama la atención del informe elaborado para la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) es el capítulo dedicado a los riesgos percibidos por la empresa de Emilio Azcárraga Jean.

“La nueva Ley Federal de Competencia Económica, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y sus reglamentos podrían afectar algunas de las actividades de la compañía, incluyendo su capacidad para introducir nuevos productos o servicios, incursionar en nuevos negocios y llevar a cabo adquisiciones.

“Adicionalmente, la nueva Ley Federal de Competencia Económica y su Reglamento, así como las condiciones o medidas que el IFETEL (Instituto Federal de Telecomunicaciones), un instituto con autonomía constitucional responsable de supervisar la industria de radiodifusión (radio y televisión) y de telecomunicaciones, y sus asuntos relacionados con competencia económica, o la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica) impongan, pueden afectar la capacidad de la Compañía determinar las tarifas que cobra por sus productos y servicios, o la manera en que la Compañía provee dichos productos o servicios”, dice el informe.

Televisa se queja de la capacidad del Ifetel o la Cofece “de imponer condiciones, obligaciones y multas que podrían afectar en forma adversa las actividades, la estrategia de negocios, la condición financiera y los resultados de operación de la Compañía”.

Puntualmente, la televisora advierte de distintas situaciones adversas relativas al régimen legal mexicano.

“La reforma y adición a diversos artículos de la Constitución (…) en Materia de Telecomunicaciones, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y otras acciones recientes del Instituto Federal de Telecomunicaciones podrían afectar significativa y adversamente el negocio, los resultados de operación y resultados financieros de algunos segmentos de negocio de la compañía”, se lee en el documento.

Además:

• Ley del Seguro Social:

El artículo 15-A de la Ley del Seguro Social afectaría “en forma adversa” las condiciones financieras y los resultados de operación de la compañía. Reformado en julio de 2009, el artículo prevé que las sociedades que obtienen servicios de personal de sociedades prestadoras de dichos servicios y que reciben los mismos en sus instalaciones, serán solidariamente responsables de las obligaciones en materia de seguridad social que deben ser cumplidas por las sociedades prestadoras de los servicios de personal para el beneficio de sus respectivos empleados.

Además, el artículo 15-A, establece la obligación consistente en que se debe enviar una lista al Instituto Mexicano del Seguro Social que incluya todos los contratos que se celebren con las sociedades prestadoras de servicios de personal.

• Ley Federal del Trabajo

Modificada en noviembre de 2012, la ley prevé que los contratos de prestación de servicios de outsourcing deben de cumplir con ciertos requisitos.

“En caso de que no se cumplan dichos requisitos antes mencionados, la empresa que reciba los servicios de outsourcing podría llegar a ser considerada como el patrón del personal que realiza los servicios y, por lo tanto, se encontraría obligada a cumplir con las obligaciones aplicables a los patrones previstas por la Ley Federal del Trabajo en relación con dicho personal”, advierte la empresa que afirma emplear a 39 mil 500 empleados, casi 11 mil más que los reportados en 2012 a sus inversionistas.

• Eliminación del Régimen de Consolidación Fiscal

Como resultado de esta reforma, Grupo Televisa tendrá que pagar en los próximos 10 años, empezando en 2014, el Impuesto Sobre la Renta diferido en los ejercicios fiscales previos por una cantidad de 6 mil 813 millones de pesos.

• Límite a la Deducción de Prestaciones Exentas a los Trabajadores

Los beneficios de los empleados que se encuentren exentos del impuesto sobre la renta son deducibles “sólo” hasta el 53%. Lo anterior implica un incremento en el pago del ISR para algunas subsidiarias de Grupo Televisa.

Para algunos analistas, las pasadas reformas en materia de telecomunicaciones no afectaron, en realidad, los negocios de Televisa sino los de Carlos Slim quien mantiene limitaciones para incursionar en el negocio de la televisión. En contraparte y como se ha visto, Azcárraga Jean se expande hacia las demás opciones de negocios de las telecomunicaciones.

NUNCA ES DEMASIADO

A pesar de los cambios legales adversos a los que hace alusión la empresa de Azcárraga Jean y de su reconocimiento oficial como preponderante en el sector de las telecomunicaciones, la firma ha mantenido constantes crecimientos en sus ventas netas.

En 2014, las ventas cerraron en 80 mil 118 millones de pesos, equivalente a cuatro veces la totalidad del gasto cultural autorizado por el gobierno federal para el año pasado, que fue de 19 mil 37 millones de pesos.

En 2013, la televisora informó ventas por 73 mil 791 millones de pesos, lo que representa un crecimiento cercano al 10 por ciento. Las inversiones de capital también se incrementaron, al pasar de 14 mil 871 millones de pesos en 2013 a 17 mil 4 millones de pesos.

Sus activos totales en 2012 ascendían a 164 mil 997 millones de pesos y, apenas dos años después, en 2014, la cifra reportada es de 235 mil millones de pesos, casi cuatro veces el presupuesto total de todas las dependencias de gobierno y órganos desconcentrados de la capital mexicana de ese mismo año.

La siguiente tabla muestra cómo la prestación de otros servicios de telecomunicaciones se incrementa de manera significativa:

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¿LA SOLUCIÓN PARA TELEVISA? INTERVENIR LAS LEYES

Este año de elecciones, la intervención de Televisa y TV Azteca –el “duopolio televisivo” en cuanto a la concentración del mercado y la dupla defensiva y ofensiva contra la reglamentación del sector– en el Congreso se fortalecerá con el arribo de una decena de operadores de las televisoras quienes tienen garantizada su curul en la Cámara de Diputados por ser candidatos plurinominales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) colocados en posiciones seguras de las listas que los partidos políticos tienen derecho a conformar, pero no los ciudadanos a votar directamente.

Al polémico Senador panista Javier Lozano, señalado por sus detractores como un operador de la iniciativa privada y, principalmente, de Televisa, y a su compañero de cámara, Flores, del Partido Verde, se suman los siguientes jugadores:

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EL DIABLO SE VISTE DE VERDE

Mony de Swaan fue el último Comisionado Presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, precedente inmediato del Ifetel y no duda en advertir que, para la salud de las telecomunicaciones en México “se presenta cuando empresas y legisladores parecen confundirse y operan al unísono”.

La flecha del especialista tiene por blanco a Lozano y a Flores.

–¿Cómo califica el desempeño de Javier Lozano y de Gerardo Flores como miembros de comisiones legislativas vinculadas a telecomunicaciones? –se le preguntó por correo electrónico.

–Luigi Ferrajoli – De Swaan se refiere al jurista, juez y filósofo italiano nacionalizado francés y uno de los principales teóricos del garantismo– ha dicho que en determinadas circunstancias el poder económico y el político tienden a concentrarse y, en algunos casos, llegan incluso a confundirse. Lozano y Flores son el epítome de esta confusión. Mezcla de vagos representantes populares con decididos cabilderos de intereses empresariales. Representarán el interés del consumidor sólo si éste está implícito en la agenda empresarial que defienden.

–¿Es Javier Lozano el hombre clave de las televisoras en el Congreso?

–No. Lozano es mero operador. Finalmente se necesitan 65 votos para sacar las cosas del Senado. Eso sí, la pantalla y las aspiraciones políticas siempre ayudan a la construcción de consensos.

–Luego de las pasadas reformas constitucionales y a las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, ¿cómo encuentra el estado del órgano regulador? ¿Y de las televisoras? ¿Y de la posible competencia de las televisoras?

–Las telecomunicaciones en nuestro país han cambiado más desde la publicación de la reforma constitucional (2013) que en los quince anteriores. La evaluación más importante ha llegado del extranjero, a través de AT&T. El consumidor acudirá a la sustitución de un especulador de espectro (Iusacell) y un operador prácticamente quebrado (Nextel) por uno de clase mundial.

“El IFT avanza dando tumbos, pero avanza. Muchas veces lo ha hecho, además, sin el sustento de una Ley que fue aprobada a destiempo, fuera de plazo constitucional. Eso debe reconocérsele.

“Los errores típicos de un regulador novato conviven con la ausencia de una clara vocación. El Instituto no ha logrado definir el alcance de su autonomía y por momentos ha jugado más a la política en defensa propia que a la regulación, en defensa del consumidor. Si el Instituto entiende que es con el consumidor con quien debe establecer sus alianzas más estrechas le irá mejor. Los entes regulados aplauden en la medida en la que se les da la razón. La relación con el consumidor es más estable, más longeva. Esa debe ser su apuesta.

“El IFT tiene logros (claramente la licitación de televisión o la conformación plural del Consejo Consultivo), decisiones erróneas o controversiales (no presentar una controversia en contra de la nueva Ley, los lineamientos de multiprogramación, ofertas públicas sin precios, portabilidad ineficiente, etc.) y otras cuyo resultado final no conocemos (las medidas asimétricas a preponderantes).

“La televisión requiere de un análisis por separado. Poco ha cambiado. La llegada de Cadena Tres es una buena noticia, pero insuficiente para el mercado de televisión abierta. No basta una cadena para dar por cumplido el espíritu constitucional de mayor pluralidad. En televisión de paga vamos como los cangrejos. Es el único sector que presenta más concentración y precios más altos desde la reforma constitucional, gracias al regalo del artículo noveno transitorio”, señaló Mony.

–¿Mony de Swaan dónde observa el principal riesgo para la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones: en la intervención que en su interior realizan los agentes preponderantes o en el Congreso mexicano?

–Como dijimos previamente, el principal riesgo se presenta cuando empresas y legisladores parecen confundirse y operan al unísono.

–¿Observa usted la intención de volver a modificar, en este sexenio, las leyes de telecomunicaciones? ¿Qué tan fuerte es la intención y qué tan viable es la realización de regresar al Ifetel al dominio del ejecutivo?

–La autonomía incomoda particularmente a quien nunca la ha entendido o ejercido. No fui un promotor de la autonomía constitucional del IFT, pero reconozco que el tiempo le ha dado la razón a quienes la impulsaron. El IFT por fin tiene el presupuesto que necesita (cinco veces el que tenía COFETEL), la estructura que requiere, un Reglamento Interior aprobado por el Pleno, sus propios estatutos de servicio profesional y una muy larga lista de instrumentos que en otros tiempos se hubieran quedado archivados o bloqueados en SHCP, SFP, SCT o Presidencia misma.

–No veo consenso pero sobre todo el sustento para justificar una reversión, una contra-reforma, de esta naturaleza. ¿Por qué? ¿Por no presentar un informe? ¿Por no dar la razón en portabilidad?

–Tampoco veo condiciones porque quienes abogan por esta reversión de la autonomía del IFT saben perfectamente que abrir el debate para una posible reforma legal, despertaría una cantidad de temas relegados, abandonados o incluso traicionados durante la aprobación de la LFTR (radios comunitarias, producción independiente, multiprogramación, preponderancia por servicio, propiedad cruzada, derechos de audiencia y un muy largo etc). Más que a través de una reforma, al IFT se le intentará acotar por otras vías.

–¿Qué conclusiones saca de las listas plurinominales en que se garantiza el acceso a agentes cercanos a las televisoras a la Cámara de Diputados?

–Es parte de la crisis política y de representatividad que vive el país. A los partidos políticos les ha resultado más redituable aliarse con las televisoras que con 120 millones de mexicanos. El elector no ha sabido o no ha querido castigar este comportamiento. Nominalmente la Telebancada se concentra en dos partidos, pero lo cierto es que coyunturalmente siempre encuentran aliados más allá de sus listas originales.

–La “telebancada” va por su quinta legislatura –atendiendo a la fecha en que fue aprobada la llamada “Ley Televisa”, en marzo de 2006. ¿Qué dice esto en términos de la independencia del congreso y de la capacidad de los agentes regular de intervenir en las reglas de su propia regulación?

–Es quizá una de los pocos aspectos en los que la no reelección ha tenido un resultado favorable. Al no poder reelegirse, se han tenido que presentar listas cada tres años para cada una de estas “generaciones”, haciendo cada vez más evidente y burdo el modus operandi. Calculo que estaremos hablando de medio centenar de “representantes populares” desde 2006. No es cosa sencilla formar a tantos cuadros y de repente la aparición de actores, conductores, altos ejecutivos o familiares se convierte en una mala broma.

“El caso de Gerardo Soria es paradigmático. Pescado infraganti cabildeando la ‘Ley Televisa‘ como supuesto analista independiente, en premio, se le impulsa como Comisionado de COFETEL. No puede sostener el trabajo, así que a los pocos meses renuncia para volverse a contratar como asesor de televisora. Se le coloca como Presidente de un think tank supuestamente independiente (IDET, cuya membresía guarda una correlación casi perfecta con la Telebancada) que dedica alma, vida y corazón a golpear al regulador en turno cada vez que una resolución no atiende los intereses de Chapultepec 18. Hoy, por fin, se premia su servidumbre colocándolo en las listas plurinominales del PVEM”, indicó de Swaan.

–¿Qué aspectos ve de Swaan como prioritarios en la agenda de la “Telebancada”?

–Básicamente de contención y presión. Contención de cualquier intento por promover una reforma que recupere los temas perdidos. Presión en contra del regulador cada vez que no haga caso a los designios de la pantalla. El nombramiento del Contralor será un episodio interesante. La ley básicamente lo coloca sin contrapeso alguno y con la posibilidad de convertirse en Quinta Columna.

–Con excepción de Javier Lozano, el resto de los legisladores identificados como cercanos a las televisoras son priistas y, principalmente, verdes. ¿Qué decir, desde la perspectiva de las telecomunicaciones, de las reiteradas violaciones que el PVEM hace de la ley electoral? –se cuestiona al ex árbitro.

–Una sola cosa: #QuitenRegistroALPVEM. Firmen la petición en change.org solicitando la cancelación del registro al PVEM por violaciones graves y sistemáticas a la ley.

Mony de Swaan Addati. Foto: Cuartoscuro

Mony de Swaan Addati. Foto: Cuartoscuro

GUERRERO NO DENUNCIA, Y LAS CIFRAS DEL CRIMEN SE HACEN MÁS NEGRAS

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¿Qué opinión se tendría de un médico que tratara una fractura expuesta con maquillaje en polvo y que, en el reporte de la evolución de su paciente, destacara su mejoría?

Algo parecido ocurre, pero en la realidad, con la manera en que el Gobierno de Guerrero integra sus estadísticas delictivas y las reporta al país. Mientras la violencia asociada al crimen organizada se expandía en esa tierra, el Gobernador Ángel Aguirre Rivero presumía e informaba, con carácter oficial, de la reducción del índice delictiva.

Una de las estrategias para barrer los muertos debajo de la alfombra fue decir que si bien existían los asesinatos, estos no eran intencionales, culposos o, en un lenguaje más llano, resultantes de acciones en que no existió intención de matar.

Pero los hechos desmienten la propaganda.

Y los números también…

Foto: Cuartoscuro

Los guerrenrenses no denuncian y las autoridades no tienen ni idea de cuántos crímenes se cometen en la entidad. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).– En un país marcado por la impunidad no existe un lugar en que la ciudadanía desconfíe o tema más a sus autoridades que en Guerrero, a la vez la porción más sangrienta de México.

El aparato de justicia penal de Guerrero está muy cerca de ignorar la marea de delitos pues los guerrerenses no denuncian: en 2013, sólo tres delitos de cada 100 cometidos fueron denunciados.

Esta es la cifra negra –equivalente a los delitos no denunciados y en los cuales no se procedió a iniciar una averiguación previa– de Guerrero rojo.

En el presente no existe ninguna razón para suponer la reversión de esta tendencia –en 2012 la cifra negra fue de 96.2– sino al contrario por el aumento de la violencia asociada al crimen organizado, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014 y la posterior renuncia del gobernador perredista Ángel Aguirre Rivero.

Antes ocurrieron los hechos de Tlatlaya, Estado de México, donde 21 de las 22 abatidas y ejecutadas por miembros del ejército eran originarios de la Tierra Caliente de Guerrero. Luego ocurrió el secuestro masivo de entre 15 y 30 habitantes de Chilapa.

¿Es aceptable apostar a la hipótesis de que a mayor frecuencia de eventos de violencia en masa cometida por las autoridades menor confianza de la ciudadanía en esas autoridades?

Existen algunos números a favor de la idea anterior.

Delitos reportados en la ENVIPE contra Registro de averiguaciones previas iniciadas

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Fuente: Tabulados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) levantada por el INEGI,
la estadística sobre incidencia delictiva reportada en el SESNSP y las proyecciones de población 2010-2050 de CONAPO.

Los delitos ocurridos y las averiguaciones previas iniciadas por delitos del fuero común –atendidos por la Procuraduría estatal– por cada 100 mil habitantes en Guerrero muestran un comportamiento opuesto entre 2010 y 2013 en un sentido que sugiere la composición del índice delictivo con el propósito de adelgazar en el papel la talla del problema, según se desprende de un análisis solicitado por este medio a especialistas en estadística criminal.

Esta posible estrategia de propaganda del Gobierno de Guerrero, a manos del Partido de la Revolución Democrática desde 2005, es al menos compartida por el Gobierno del Estado de México, priista desde que el PRI existe tal como demostró SinEmbargo hace algunas semanas:

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En Guerrero, mientras las averiguaciones previas iniciadas observan una tendencia a la baja desde 2011, los delitos reportados en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) han aumentado considerablemente.

Si se calculan las tasas de variación de 2011 a 2013 de ambas series de datos, se observa que las averiguaciones previas iniciadas por cada 100 mil habitantes registradas en el  Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que se nutre de la información reportada por las fiscalías estatales, los delitos disminuyeron 9.7 por ciento, mientras que la tasa de delitos reportados en la encuesta levantada por el INEGI aumentó 33 por ciento.

Esto indica que la disminución de las averiguaciones reportadas en el SESNSP no se debe “primordialmente”, anota un experto, a la reducción de la incidencia delictiva, sino “que se explica por otras causas como la disminución de la denuncia ante la Fiscalía General de Guerrero, inconsistencias en los procesos de registro y atención del delito de la institución de procuración de justicia, entre otros”.

Si se opta por  respaldar la primera de las hipótesis mencionadas, es decir, la disminución de la denuncia, es necesario analizar el incremento de la cifra negra, la cual ha pasado de 96.2 a 96.7 por ciento de 2011 a 2013 en esa entidad federativa.

Si bien se puede observar una ligera disminución de este indicador de 2011 a 2012; es decir, durante el primer año de gobierno de Ángel Aguirre Rivero; esta se revierte durante su segundo año de gobierno hasta el grado que durante 2013 sólo 3 de cada 100 delitos fueron denunciados.

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Fuente: Tabulados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) levantada por el INEGI

 Guerrero se mantiene como la entidad federativa con mayor cifra negra en el país. En el segundo lugar se ubica el Estado de México, lugar de procedencia del Presidente Enrique Peña Nieto.

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Los delitos con mayor cifra negra en Guerrero son extorsión, robo o asalto en calle o en transporte público y otras formas de robo como el carterismo.

Si la seguridad pública en ese lugar, a la vez uno de los tres estados más pobres del país, ¿por qué los guerrerenses disminuyen su asistencia con “el abogado del pueblo”, como en la jerga de gobierno se llama al Procurador?

Esto algo que también estudia el Inegi en su encuesta sobre crimen y denuncia.

Durante 2011 y 2012, poco más del 54 por ciento de los delitos sin denuncia declarada quedaron en silencio por razones atribuidas por los ciudadanos a sus autoridades: “miedo a que los extorsionaran”, “pérdida de tiempo”, “trámites largos y difíciles”, “desconfianza en la autoridad” y “por actitud hostil de la autoridad”.

En 2013 se aprecia que las personas no denunciaron los delitos por algunas otras razones como “no tener pruebas”, “por ser un delito de poca importancia” o “por miedo al agresor”.

Durante la administración de Aguirre Rivero, concluida en la tragedia de Ayotzinapa en septiembre del años pasado, queda claro que la población no confiaba en su institución de procuración de justicia, lo que agrava el contexto social en que el fenómeno delictivo se ha normalizado y en el que, para los guerrerenses, resulta más que factible la no acción por parte de las autoridades y sí las represalias delincuenciales ante la búsqueda del acceso a la justicia.

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Fuente: Tabulados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
de Seguridad Pública (ENVIPE) levantada por el INEGI

 

***

Debido a la diferencia significativa entre los delitos ocurridos y las averiguaciones previas reportadas por cada 100 mil habitantes por la Procuraduría de Guerrero al SESNSP, es importante identificar si la tendencia de la información enviada por el Gobierno estatal al federal corresponde a los delitos reportados por personas de 18 años o más y aquellos en los cuales sí se inició una averiguación previa según la ENVIPE.

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Fuente: Elaboración propia a partir de los tabulados de la Encuesta Nacional de Victimización
y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) levantada por el INEGI, la estadística sobre
incidencia delictiva reportada en el SESNSP y las proyecciones de población 2010-2050 de CONAPO

Otro elemento a considerar en la evolución de las tasas delictivas en Guerrero es la comparación de los registros del SESNSP de averiguaciones previas iniciadas y los delitos denunciados (con y sin averiguación previa iniciada) de Inegi.

En primer término, se observa es un comportamiento mixto. Los datos del Inegi muestran una marcada disminución en 2011 y un repunte en 2012 seguido de otra disminución en 2013 (tanto los delitos denunciados que no derivaron en una averiguación previa y los que sí).

En segundo lugar, los datos del SESNSP muestran una reducción en 2012 y, en menor medida, en 2013. Entre 2010 y 2012 los datos del Inegi y los datos del SESNSP muestran comportamientos opuestos lo cual es indicativo de que hay variables “latentes o no observables que influyen en la divergencia de los registros estadísticos”.

Si se consideran las tasas de variación de las dos series para mejorar la interpretación del comportamiento de la incidencia delictiva se aprecia que las averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes reportadas al SESNSP disminuyeron 9.70% de 2013 a 2011.

Y, si se analiza la tasa de los delitos denunciados por las personas de 18 años o más registrado en la encuesta de victimización levantada por el INEGI, se observa un alza de 9 por ciento de 2011 a 2013.

Si se agregan los valores de los delitos denunciados por los cuales sí se inició una averiguación previa por cada 100 mil habitantes reportados por la ENVIPE, se aprecia un aumento de 16.57 por ciento durante el mismo periodo.

“Esto podría invitar a pensar que hay un subregistro de la incidencia delictiva por parte la Fiscalía General de Guerrero, de acuerdo con los datos disponibles en la plataforma del SESNSP”, el especialista cuida cada palabra.

Dicho de otra manera: polvo para las imperfecciones del rostro sobre una fractura expuesta.

***

Análisis histórico de la tasa agregada de delitos por cada 100 mil habitantes (homicidio doloso, secuestro y extorsión) (1997-2014).

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Fuente: Información del SESNSP, actualizado al 20 de marzo de 2015 y las proyecciones de población 2010-2050 de CONAPO.

¿Qué se observa en esta gráfica de barras?

  1. La tasa agregada de extorsiones, secuestro y homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de Guerrero ha sido superior a la tasa nacional desde 1997, lo cual revela que el fenómeno de la criminalidad se trata de un problema cotidiano e histórico fuertemente enraizado en el estado donde la sangría del narcotráfico precede a la supuesta declaratoria de guerra hecha por Felipe Calderón al narco a fines de 2006.
    De acuerdo con la ENVIPE 2014, algunas de las conductas delictivas o antisociales en Guerrero observadas con mayor frecuencia fueron: robos o asaltos, disparos frecuentes, secuestro, pandillerismo o bandas violentas, homicidios, extorsiones o cobro de piso.
  2. Al analizar la tasa agregada de extorsiones, secuestro y homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes registrada en Guerrero durante 2013 y 2014 se observa que esta fue 202 y 164% mayor que la tasa nacional, respectivamente.
  3. Las tasas agregadas de extorsiones, secuestro y homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de Guerrero más altas se reportaron de 2011 a 2014, es decir, durante la administración de Ángel Aguirre Rivero.
    Se anota que las tasas han disminuido entre 2012 y 2013 así como entre 2013 y 2014, lo que empata con la baja registrada a nivel nacional.

Análisis desagregado de la tasa por cada 100 mil habitantes de homicidios (dolosos y culposos), secuestros y extorsiones (1997-2014).

La siguiente tabla es un análisis comparativo de las tasas por cada 100 mil habitantes registradas en Guerrero en sus cinco municipios más poblados y a nivel nacional.

RECUADRO_INSEGURIDAD_06

Fuente: Información del SESNSP, actualizado al 20 de marzo de 2015
y las proyecciones de población 2010-2050 de CONAPO

¿Qué hay aquí?

  1. Las tasas de secuestro y de homicidio (doloso y culposo) por cada 100 mil habitantes de Guerrero fueron superiores a las reportadas a nivel nacional durante 2013 y 2014.
  2. Las tasas de extorsión, robo total con violencia y de vehículo por cada 100 mil habitantes de Guerrero se mantuvieron ligeramente menores a las registradas en el ámbito nacional.
  3. Se observa que las tasas de homicidio culposo y robo total con violencia aumentaron de 2013 a 2014, mientras que las de extorsión, secuestro, homicidio doloso y robo de vehículo disminuyeron.
Foto: Cuartoscuro

La tasa de secuestro en Guerrero fue la mayor del país en 2013 y 2014. Foto: Cuartoscuro

Comparativo Tasa nacional vs. Tasa estatal de delitos por cada 100 mil habitantes

Si colocan frente a frente las tasas por cada 100 mil habitantes reportadas a nivel nacional con las registradas en Guerrero se observa que:

  1. La tasa de secuestro de la entidad fue mayor que la nacional tanto en 2013 como en 2014. El año pasado, la tasa de Guerrero fue 166 por ciento mayor que la reportado en el país. Sin embargo, cabe señalar que la diferencia entre las tasas disminuyó en 2014 al decrecer la tasa 47.19 por ciento.
  2. La tasa de homicidio doloso de la entidad fue mayor que la nacional tanto en 2013 como en 2014. Durante el último año mencionado, la tasa estatal fue 226 por ciento mayor que lo reportado en el ámbito nacional. Sin embargo, cabe señalar que la brecha entre las tasas disminuyó en 2014 al decrecer la tasa 27.91 por ciento.
  3. De igual manera, la tasa de homicidio culposo estatal sobrepasó la nacional en 2013 y 2014, durante el último año la tasa de Guerrero fue 36% mayor que lo registrada a nivel nacional. No obstante, la diferencia entre dichas tasas aumentó en 2014 debido a que la tasa estatal presentó un alza de 37.38 por ciento. Aquí estaría el traslado en papel de quienes murieron a causa de los actos de otra persona, pero sin la intención de ocasionar la muerte, y el asesinato a secas.
  4. A pesar que la tasa de robo total con violencia de Guerrero se mantuvo por debajo de la tasa nacional, esta aumentó 5.50 por ciento de 2013 a 2014.
  5. La tasa de extorsión de Guerrero fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014. La brecha existente entre la tasa estatal y nacional disminuyó debido a que las averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por este delito a nivel nacional presentaron una baja durante el mismo periodo.

Análisis de la tasa de delitos por cada 100 mil habitantes de los cinco municipios más poblados de Guerrero

  • En Acapulco, Chilpancingo e Iguala persiste una grave crisis de delincuencia generalizada y sus tasas reportadas son considerablemente altas para cada delito. Estos municipios acumularon el grueso de las averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por homicidio culposo, doloso, secuestro, extorsión, robo total con violencia y robo de vehículo respectivamente durante 2014. Estas proporciones revelan que existe un alto grado de concentración en los municipios antes mencionados.
  • Los cinco municipios más poblados de Guerrero presentaron tasas de homicidio doloso y culposo por cada 100 mil habitantes superiores a las reportadas en el ámbito nacional en 2013 y 2014.
    En relación con las tasas de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Chilapa de Álvarez y Zihuatanejo se aprecia que estas fueron 5.39, 4.88, 3.76, 3.28 y 2.10 veces mayor que la tasa nacional, respectivamente. Chilapa, actualmente terreno en disputa con una importante cantidad de víctimas civiles inocentes, ya se observaba una clara tendencia a la alza desde el año pasado. Los homicidios culposos reportados por cada 100 mil habitantes de Chilapa, Iguala, Zihuatanejo, Acapulco y Chilpancingo sobrepasaron en 224, 180, 143, 68 y 60 por ciento la tasa registrada en el ámbito nacional. Este delito aumentó de 2013 a 2014 en los cinco municipios más poblados de Guerrero. El incremento más significativo fue el de Chilapa, ya que este fue de 178.41%.
  • “Es muy importante llevar a cabo un análisis más detallado y profundo del comportamiento de los homicidios dolosos y culposos puesto que pareciera que se modificó el criterio de registro de estos ilícitos o no están siendo adecuadamente reportados”, vuelve a poner el acento el experto.
  • En materia de secuestros, Chilpancingo e Iguala presentaron las tasas más altas por cada 100 mil habitantes que fueron 334 y 9% superiores a lo registrado en el ámbito nacional. Aunado a ello, es importante mencionar el alza de 97.67% en Zihuatanejo de Azueta de 2013 a 2014. Si se analizan los índices de extorsión por cada 100 mil habitantes de los cinco municipios más poblados se observa que Chilpancingo presentó la tasa más alta de este delito que fue 3.17 veces superior a la estatal y 1.4 veces mayor que la nacional. Asimismo se observa que Iguala y Acapulco reportaron tasas que superaron en 51 y 36 por ciento los niveles de este ilícito registrados en Guerrero durante 2014.
  • En lo que respecta a las tasas de extorsión de Chilapa y Zihuatanejo de Azueta, estas fueron inferiores tanta la tasa estatal como nacional. Es importante destacar el comportamiento de las extorsiones registradas en Chilapa pues estas aumentaron 197 por ciento de 2013 a 2014.
  • Acapulco reportó la tasa más alta de robo con violencia por cada 100 mil habitantes y fue 176 por ciento mayor que el índice de Guerrero. Los siguientes municipios que presentaron las tasas más elevadas de este ilícito fueron Chilpancingo y Zihuatanejo de Azueta con niveles que sobrepasaron en 66 y 55 por ciento a lo registrado en la entidad federativa, respectivamente.
  • Chilpancingo reportó la tasa más alta de robo de vehículos por cada 100 mil habitantes que fue 3.24 veces mayor que el índice estatal.
  • Llama la atención el comportamiento del fenómeno delictivo en Chilapa, pues ahí aumentaron cuatro de los seis delitos analizados anteriormente entre los cuales se encuentra el homicidio (doloso y culposo), la extorsión y el robo con violencia. Aunado a ello, respecto a la disminución del secuestro en dicho municipio hay que recordar que es uno de los delitos con mayor cifra negra, es decir, es de los ilícitos que menos se denuncian.

“La disminución de las tasas delictivas de Guerrero deben tomarse con bastante cautela pues la serie de homicidios dolosos presenta comportamientos atípicos durante los últimos que aparentemente están relacionados con el incremento de los casos de homicidios culposos. Una posible hipótesis sobre esto apunta a que los homicidios no están siendo adecuadamente registrados por la Fiscalía General de Guerrero”.

Más maquillaje, pues. Más muertos debajo de la alfombra.

Policía del DF detiene a vocero de Monreal; lo señalan por robo y hasta acoso sexual

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Guerrero, detenido. Foto vía Twitter: @vidallerenas

Guerrero, detenido. Foto vía Twitter: @vidallerenas

–Información en desarrollo

Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).– Agustín Guerrero Castillo, vocero de la campaña de Ricardo Monreal Ávila, candidato a la Jefatura de la Delegación Cuauhtémoc por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fue detenido la tarde de este jueves tras tomar fotografías de la casa de campaña de José Luis Muñoz Soria, aspirante al mismo puesto pero por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Vidal Llerenas Morales, candidato a Diputado federal por Morena, hizo responsable al Secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés y al Jefe de Gobierno Capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, por lo que le llegara a pasar a Agustín Guerrero.

Ante los hechos, Morena dijo que levantarán una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y  la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) por abuso de autoridad.

Los perredistas pretenden imputar allanamiento y abuso sexual, luego de que una mujer identificada como Viridiana Olvera acusó a Guerrero de haberla empujado y, a la vez, haberle tocado los senos. La perredista sostiene que hubo supuestos “tocamientos”.

Alejandro Rojas Díaz Durán, también integrante del equipo de campaña de Morena, se presentó en el Ministerio Público.

“Es una estrategia del PRD para descarrilar la elección hacia la violencia, que suponen es lo que lo que les conviene. Pretenden desviar la atención del suicidio ocurrido hoy en la sede del partido. Se acabó ‘perredilandia’, dijo Rojas, Secretario de Turismo durante la primera mitad de la administración capitalina de Marcelo Ebrard Causabón.

El Ministerio Público tomará declaración a Olvera.

La contienda electoral en la Delegación Cuauhtémoc se ha caracterizado por acusaciones de reparto indebido de despensas, utilización de recursos públicos en las campañas supuestamente a favor de Muñoz Soria, entre otras irregularidades. De acuerdo con distintas encuestas, el candidato de Morena podría arrebatar la Delegación Cuauhtémoc al PRD, instituto político que la ha retenido desde 1997.

La perredista que acusa a Guerrero de “tocamientos”. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

La perredista que acusa a Guerrero de “tocamientos”. De espaldas, con camiseta blanca, está Roberto Jiménez, un perredista acusado de “golpeador”, relacionado a invasiones de tierras en Xalatlaco. Es, además, hermano del candidato del PRD a la Alcaldía de Xalatlaco. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Muñoz Soria denunció que su casa de campaña fue robada ayer por la noche por dos hombres armados. De acuerdo con la acusación, los delincuentes irrumpieron alrededor de las 22:00 horas de ayer en el número 285 de la calle Lorenzo Boturini, en la Colonia Tránsito y personal del equipo de campaña de Muñoz Soria fue sometido, publicó el diario Reforma.

Agustín Guerrero acudió a las instalaciones donde ocurrió el supuesto robo a llevar fotos a las autoridades electorales. Al llegar a Lorenzo Boturini 283, tomó fotografías. Allí fue detenido y luego trasladado a la Fiscalía de la Delegación Cuauhtémoc.

Entrevistado en su traslado, dijo que iba a solicitar al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) el reconocimiento y la inspección de la casa ubicada en Lorenzo Boturini, que de acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF), la noche de este miércoles fue saqueada por los dos hombres que se llevaron dos laptop, 32 mil pesos en efectivo y dos celulares.

Guerrero estuvo detenido en la Fiscalía Desconcertada de Investigación en Cuauhtémoc, coordinación territorial CUH-2, mismo lugar donde se están realizando las indagatorias por el robo. Horas más tarde fue trasladado a la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales.

Los seguidores de Morena reclaman la presentación de los videos tomados desde las cámaras de vigilancia del Distrito Federal para mostrarlos como evidencia a favor de Guerrero.

Por su parte, los perredistas niegan que el domicilio asaltado en la víspera sea una casa de campaña, como reportó hoy el diario Reforma.

“Es un comité vecinal de Foro Nuevo Sol”, apuntó Roberto Jiménez. Negó que se hubiesen sustraído 32 mil pesos.

Jiménez protagonizó, una década atrás, la invasión de un predio comunal en Xalatlaco, Estado de México, cuya Presidencia Municipal es pretendida, mediante postulación del PRD, por su hermano Alfredo.

Roberto Jiménez es señalado por miembros de Morena de “reventar” eventos políticos de Ricardo Monreal.

Así amedrentan los Perredistas : estamos en Clavijero y Lorenzo Boturini

Posted by Alejandra Sanchez on Jueves, 4 de junio de 2015

Antes de la detención, la esposa de Agustín Guerrero pudo captar en video cuando un hombre de camisa le advierte al vocero de Ricardo Monreal que no puede tomarle fotografías a la propiedad porque es su casa, más no una casa de campaña como presume el candidato perredista.

En respuesta, Agustín Guerrero le dice que está tomando fotos a una propiedad que se dice ser la casa de campaña de José Luis Muñoz.

“Tu no puedes tomarle fotos a mi propiedad, es mi propiedad. Hasta huevos te faltan”, le dice el hombre de camisa.

En el video se escucha a la esposa de Agustín Guerrero que dice que le están lastimando la mano al vocero, y le pide ayuda a los policías; sin embargo, el uniformado le responde:  “A petición de ellos [el hombre de camisa y compañía] podemos proceder en su contra”.

Por su parte, el PRD capitalino a través de un comunicado, dijo que el vocero de Monreal ingresó, sin autorización y con violencia, a las oficinas del Comité de Base del Sol azteca, instalaciones que “conoce muy bien porque acudió en muchas ocasiones cuando fue miembro del PRD”.

Los perredistas también dijeron que es mentira lo dicho por Agustín, de que los agentes de la SSPDF lo detuvieron sin existir motivo.

MORENA CONDENA DETENCIÓN

La noche de este jueves, Morena emitió un comunicado donde condenó la detención de su militante y responsabilizó al candidato a Diputado local del PRD, Roberto López Suárez, “que fue la persona que llamó a la policía y quien instruyó a la parte acusadora a levantar falsos testimonios, calumnias y difamación en contra de nuestro compañero”.

La fuerza política dijo que levantarán una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) por “abuso de autoridad, violación de garantías individuales, ejercicio indebido del poder público, falsedad en declaración ante autoridad judicial y los que resulten en contra del señor Roberto López y su enviada”.

El presidente del Comité Ejecutivo Delegacional de Morena en Cuauhtémoc, Armando Barreiro Pérez dijo que con estas acción, el PRD en el DF, busca enrarecer el clima electoral con el fin de promover miedo, zozobra y violencia rumbo a las elecciones del próximo domingo 7 de junio.

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