Quantcast
Channel: Humberto Padgett – SinEmbargo MX
Viewing all 98 articles
Browse latest View live

Alemania no sólo vende armas a México, también licencias

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[Tercera parte]

La polémica por la venta de armas alemanas de la marca Heckler and Koch se ha centrado en la exportación que hizo esa armería de unos 10 mil fusiles modelo G-36, algunos de los cuales terminaron en sitios expresamente restringidos por el gobierno de Alemania: Chihuahua, Guerrero, Chiapas y Jalisco, considerados como sitios de conflicto y de violación a los derechos humanos. Pero el gobierno alemán no ha aclarado cuál fue el criterio para vedar esos sitios y no otros, como Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa.

Nadie ha señalado que, durante décadas, Heckler and Koch ha licenciado al Ejército mexicano para la fabricación del rifle G-3. Y es con esta arma por delante con que soldados mexicanos han cometido 126 violaciones a los derechos humanos acreditadas. Únicamente de esta arma —la infantería mexicana emplea además una subametralladora y una pistola también de H&K—, el Ejército mexicano ha producido 179 mil 377 mil fusiles.

Dependiendo de la versión, un G-36 pesa entre 2.82 y 3.63 kilos sin cargador

Dependiendo de la versión, un G-36 pesa entre 2.82 y 3.63 kilos sin cargador. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo).– Los números hablan: al menos 89 mexicanos, entre estos 14 niños, murieron arbitrariamente a causa de las balas disparadas por efectivos del Ejército mexicano en comisiones oficiales. Así que esas muertes llevan las siglas de H&K.

¿Cómo y a cuánto asciende el horror que llega con un fusil G-3, una subametralladora MP-05 o una pistola P-7, las armas de cargo de la tropa mexicana y fabricadas en México bajo licencia de Heckler and Koch?

SinEmbargo analizó las 126 recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde su creación, en 1990, hasta el presente dirigidas a la Secretaría de la Defensa Nacional por violaciones a las garantías cometidas por el Ejército mexicano en el ejercicio oficial de la fuerza.

Es con esas armas por delante que 10 personas permanecen en calidad de desconocidas, que 268 mexicanos sufrieron actos de tortura, que 32 hombres y mujeres fueron violados sexualmente por soldados y que miembros del Ejército perpetraron 401 detenciones ilegales.

Cada recomendación emitida por la CNDH es, a la vez que el relato de muertes, golpizas, procedimientos de asfixia y violaciones sexuales, la demostración de la falsedad de declaraciones en que incurren los soldados involucrados y, en ocasiones, sus mandos.

Los militares acusados por violaciones a los derechos humanos en México reportan situaciones de enfrentamiento con fuerzas del crimen organizado, pero las investigaciones del organismo demuestran que, al menos en los casos sobre los que se pronuncia, tales situaciones de peligro no existieron para los efectivos.

Esto siempre ha sido así. Existe un caso, a principios  de los 90, en que un ciudadano australiano tuvo la mala idea de fumar marihuana en Puerto Vallarta y terminó detenido por el Ejército mexicano. Un médico militar reportó ausencia de lesiones, pero en un hospital civil le atendieron por fractura de ambas muñecas, los dos tobillos, todas las costillas de un costado, la nariz…

Y está un muchacho de Guerrero con 16 años y una discapacidad cognitiva tal que los hace funcionar como un niño de cinco seis. Se ganaba algunos pesos recolectando latas de bebidas hasta que un a noche, al salir de una fiesta, se encontró con militares. Estos, sin sensatez, le dispararon y le volaron una rodilla. Nadie supo nada de él en las siguientes 44 horas, cuando apareció en un hospital civil con la pierna partida, pero sin atención médica anterior, y acusado de tráfico de drogas y de portación de un arma de fuego sembrada en la misma bolsa negra en que el chavalo llevaba las latas para el reciclaje.

O un anciano a quien sumergieron tantas veces en un abrevadero para animales que en el hospital mostró signos internos y externos de asfixia. Los militares explicarán el asunto diciendo que el viejo huyó a la carrera, tropezó en una tina llena de agua y ahí dentro cayó su cabeza.

TECOMÁN

“Es una secta satánica”, concluyó por alguna misteriosa razón el sargento luego de ver a una muchedumbre en medio de la noche y de la nada alrededor de fogatas.

Dio la orden.

Sus soldados levantaron los fusiles Heckler and Koch y dispararon.

Poco antes, el 19 de enero de 2001, alrededor de 200 integrantes del grupo de alcohólicos anónimos Todo por Gratitud se reunieron en Rancho Viejo, en el kilómetro 263 de la carretera Playa Azul-Manzanillo, municipio de Tecomán, Colima, en el occidente mexicano. El lugar se debía entender como un lugar seguro: a ocho kilómetros se encuentra el 88º Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Al día siguiente, 40 muchachos del 88º establecieron un puesto de revisión de vehículos en el que permanecieron hasta la medianoche, cuando decidieron volver al cuartel.

Antes de hacerlo, el subteniente de infantería encargado, Benito Ortiz Moncayo, ordenó a su personal dirigirse hacia la carretera de Tecomán-Cerro de Ortega para patrullar una brecha donde existe o existía una fábrica de cocos.

Avistaron personas alrededor de fogatas y, en ese momento, concluyeron que no podría tratarse de ninguna otra cosa más que de una “secta satánica, por lo que [Ortiz Moncayo] ordenó al conductor del vehículo que detuviera su marcha a fin de investigar qué actividad se estaba realizando en ese lugar, instruyendo al personal militar a fin de que efectuara un movimiento semienvolvente en tres grupos.

“Una vez que el grupo que encabezaba el sargento Brígido Santiago Ponciano Tepach se constituyó en el predio donde se encontraban los ahora agraviados, sin anunciar su presencia y ni identificarse plenamente ante los mismos, procedió a accionar sus armas de cargo hacia las personas sin que le antecediera a dicha acción alguna provocación o agresión que los facultara a realizar dicha conducta y, posteriormente, al momento en que dicho personal militar accionó sus armas, otros elementos del Ejército mexicano se acercaron al grupo de civiles, entre ellos mujeres y niños, hacia quienes se condujeron con palabras impropias y amenazándolos con sus armas de cargo”, es decir, las H&K.

Murió Rodrigo Torres Silva y quedó lesionada la menor Yuliana Mercado Vargas, quien vivió en adelante con las cicatrices de tres esquirlas de proyectil de arma de fuego.

Un estudiante de la carrera de  Ingenería en Combate realiza ejercicios con un G-3. Imagen tomada de la revista electrónica la Gran Fuerza de México, editada por la SEDENA

Un estudiante de la carrera de Ingenería en Combate realiza ejercicios con un G-3. Imagen tomada de la revista electrónica la Gran Fuerza de México, editada por la SEDENA

BERLÍN I

El politólogo mexicano con residencia en Alemania Carlos A. Pérez Ricart obtuvo mediante una solicitud de transparencia hecha a la Secretaría de la Defensa Información sobre los orígenes del armamento adquirido por las fuerzas armadas mexicanas.

Descubrió que la SEDENA mantiene acuerdos comerciales con 28 empresas extranjeras: 10 de ellas son estadounidenses, tres españolas, tres checas, dos italianas, dos belgas y dos alemanas. El resto son brasileñas, uruguayas, turcas, israelís y canadienses. Las dos empresas alemanas reconocidas en el documento como importadoras de armamento ligero a México son Carl Walther y Heckler & Koch.

Pérez Ricart cerró la lente para observar de cerca H&K y encontró que, entre 2006 y 2008, esa empresa vendió a México entre ocho mil y diez mil fusiles HK G-36V, HK G-36KV y HK G-36C, todos subtipos del HK G-36 de referencia.

“Se trata de un caso de corrupción que involucra a funcionarios alemanes y mexicanos por igual pero que, mientras en Alemania ha merecido la atención de periodistas, investigadores, partidos políticos y la investigación de la Fiscalía de Stuttgart, en México apenas ha resultado en la sospechosa indiferencia de la clase política”, sostiene Pérez.

Pérez Ricart es candidato a doctor en Ciencia Política por la Universidad Libre de Berlín en el Colegio Internacional de Graduados “Entre Espacios: Movimientos, actores y representaciones de la globalización”. Desde 2011 coordina el área de investigación de México vía Berlín en el cual ha publicado trabajos sobre la exportación de armamento de Alemania a México y sobre los procesos de militarización mexicanos.

El especialista explica el mecanismo por el cual el gobierno alemán permite a las fábricas armamentísticas en su territorio realizar exportaciones.

Las empresas realizan una solicitud de exportación al Ministerio de Economía y Tecnología el cual, en trabajo conjunto con los Ministerios del Interior y de la Defensa, certifica que la solicitud no transgreda ninguna de las reglamentaciones mínimas de exportación aprobadas por la República Federal Alemania insertas en el marco de las directrices establecidas por la Unión Europea en 2008.

Según estas pautas, los estados europeos deberán detener toda exportación de armamento y tecnología militar cuando “tecnologías y/o herramientas exportadas son o puedan ser utilizadas para fines represivos al interior de la sus fronteras nacionales” y/o cuando el gobierno del país receptor alargue conflictos armados o se aproveche de tensiones y conflictos preexistentes para fines particulares.

El gobierno alemán, por otro lado, debe cancelar los permisos de armas si se considera —con base en un “riguroso estudio de caso”— que la exportación de ese armamento supone un peligro de inestabilidad regional o es un factor que agrava la violencia.

“Estos tres criterios, de entre las cinco causales formales para impedir la exportación de armamento y tecnología, deberían ser razón suficiente para esperar que el gobierno alemán rechazara las solicitudes de empresas alemanas de armas para exportar armas a México; país cuya situación política y social bien podía catalogarse entre alguno de los criterios expuestos”, enfatiza Pérez Ricart.

—Desde 1990, el Ejército mexicano ha recibido 128 recomendaciones emitidas por la CNDH por graves violaciones a las garantías individuales. Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y actos de tortura han ocurrido desde Tabasco hasta Baja California. ¿Qué decir sobre esto en relación a que las fuerzas armadas mexicanas utilizan como armas de cargo las producidas por Heckler and Koch o bajo licencia de esta firma alemana? —pregunto a Pérez Ricart.

—La ley alemana prohíbe la exportación de armas a regiones en conflicto o regiones en donde la eventual llegada de armas pudiera potenciar un conflicto interno. Las recomendaciones emitidas por la CNDH, así como los propios registros de inteligencia del gobierno alemán señalan que el caso mexicano cumple con ambos criterios. Claramente los permisos de exportación no debieron otorgarse.

Más aún, el hecho de que el gobierno alemán considerase ilegal el envío de armas a Guerrero, Jalisco, Chihuahua y Chiapas, pero legal al resto del país es una decisión sin sentido.  Verbigracia, ¿acaso Veracruz o Sinaloa no mantienen situaciones de crisis similares? ¿Acaso las policías en Oaxaca o Tamaulipas son más confiables? El gobierno alemán demostró —si se quiere pensar bien— ignorancia; si se quiere pensar mal, mala leche.

— ¿Cómo observa y qué consecuencias distingue en que los Ministerios del Exterior y de Economía de Alemania hayan cerrado los ojos ante la crisis de derechos humanos existente en México y con respecto a su industria armamentística?

—Lo lamentable es que el caso mexicano no es excepcional. La política de exportación de armas del gobierno alemán tiene casos similares que se remontan a la década de los años sesenta. Vende a quien le compre y luego busca las justificaciones políticas necesarias para legitimar la decisión. Las armas alemanas están repartidas en todo el mundo. México es un caso más.

Alemania financia —con su mano izquierda— fundaciones políticas y organizaciones de derechos humanos; con la mano derecha exporta armas y permite a sus empresas formas de operación que jamás admitiría en su territorio. Actúa como potencia capitalista.

—Tus investigaciones revelan la compra de alrededor de 10 mil armas mediadas por la Secretaría de la Defensa para las policías estatales, ¿sabemos cuántos fusiles, subametralladoras y pistolas ha comprado México a H&K para abastecer a sus soldados?

—Lamentablemente no lo sabemos con certeza. El gobierno de México esconde la información por considerar que podría servir al crimen organizado. El caso de la exportación de armas alemanas refleja todos los males juntos: falta de transparencia, corrupción y el involucramiento de un país hegemónico en la potencialización de un conflicto.

— ¿Qué sabes del funcionamiento de las licencias que ha otorgado H&K al Ejército mexicano para la fabricación de sus armas?

—Estas son las siguientes armas que se producen bajo esquemas de licencia:

Producidas en México con licencia de producción de Heckler & Koch:

  • Hecker & Koch G-3 (6.72 X 51mm NATO) rifle de batalla
  • Heckler & Koch HK-33 (5.56 X 45mm NATO) rifle de asalto
  • MP5 ( 9×19mm Parabellum) pistola semi automática
  • HK21 (7.62×51mm NATO)
  • Hecker & Koch  MG3

Estas armas son producidas por acuerdos binacionales entre Alemania y México:

  • Heckler & Koch AG-C/GLM (40 x 46 mm) lanzagranadas
  • HKP7 ( 9×19mm Parabellum) pistola

En México se han producido  179 mil 377 mil fusiles G-3.

—¿Cómo lees el pronunciamiento hecho por el Ministerio de la Defensa alemán de fines de marzo pasado respecto a los problemas técnicos del fusil HK G-36?

—Se trata del golpe más duro a H&K en años. Se trata de información que el Ministerio de Defensa tenía desde hace años y no se atrevió a divulgar antes. Al parecer, los fusiles ven entorpecido su funcionamiento (su puntería) en situaciones de calor. Si eso es un problema en Alemania, en México lo es doble. Aun así, los acuerdos comerciales entre el Ministerio de Defensa y H&K sigue viento en poca. Hay un lobby tremendo.

El G-36 posee un alcance de 4 mil metros, pero su distancia eficaz es de 500 metros

El G-36 posee un alcance de 4 mil metros, pero su distancia eficaz es de 500 metros. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

SAN LUIS RÍO COLORADO

Ya estaba bien arriba el sol la mañana del 14 de febrero de 1996, cuando aparecieron cuatro camiones del Ejército mexicano en el rancho ganadero donde trabajaban Jesús Daniel, José Rosario, Tiburcio y Ramón en una comunidad de San Luis Río Colorado, Sonora, en el noroeste del país.

Descendieron 25 soldados.

“¡Salgan del cuarto!”, tronó la voz marcial.

Los hombres salieron a la luz del día y se vieron rodeados por tantos hombres uniformados como fusiles. Debieron ser de Heckler and Koch: la tropa mexicana no utilizaba en ese tiempo de ningún otro tipo.

Hombres del campo, los civiles calzaban huaraches que los militares les ordenaron quitarse. Los vendaron de los ojos y los separaron.

Ordenaron a Jesús Daniel que corriera a ciegas por un pedazo de tierra que inmediatamente sintió cubierto de espinas. Le patearon los testículos y lo amenazaron con una daga que le ponían en la cara y en la boca. Introdujeron el cañón de un arma entre sus labios y le advirtieron que lo violarían. Le quemaron las manos amarradas. Lo golpearon en la cabeza con la culata de sus armas, lo hincaron en la tierra y le introdujeron el pene o un dedo en la boca.

Todo al mismo tiempo que le preguntaban sobre una supuesta avioneta que aterrizó por esos lugares cargada con droga.

Los soldados quitaron a Jesús Daniel la venda de los ojos y lo fotografiaron junto con sus demás compañeros.

José Rosario sintió la sujeción de sus manos.

— ¡El clavo! —vociferó uno de los militares en referencia a un cargamento de droga. —¿Dónde está el clavo? Si no cooperas, te irá mal.

Pero el campesino no tenía con él las palabras que los soldados buscaban. Lo arrastraron hasta lo que sabría era el abrevadero de las reses. Lo arrodillaron frente a la tina y empujaron su cabeza hacia el agua.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho veces.

José Rosario se desmayó.

Despertó.

— ¡El clavo!

—Yo, yo, yo…

— ¡Cállese!

Al agua.

— ¡El clavo!

— Es que…

— ¡Bájenle los pantalones! —ordenó uno a los demás.

— ¡El clavo!

José Rosario no supo qué responder.

Uno de los uniformados le colocó el mango de una pala sobre el pecho.

— ¡El clavo!

—Es que, yo no sé…

Lo derribaron. Abrieron sus piernas, apartaron sus nalgas y apoyaron el mango de la pala contra su ano.

Se escuchó un camión cerca. Los militares pausaron.

— ¡Tú no dices nada, cabrón!

El ruido cesó y uno de los militares empujó el palo al interior del recto del hombre.

Se acercó otro.

—Ya pasaste la prueba, cabrón —susurró y otro le pateó los genitales.

— ¡Mátenme, mátenme…! —suplicó José Rosario.

—No, de lo que se trata es de que sufras.

Los soldados destruyeron sus utensilios de cocina, cama, ropa, un remolque y les robaron un rifle calibre .22.

Cuando terminaron, colocaron a los cuatro campesinos contra la pared y los amenazaron con matarlos si giraban la cabeza.

Y se marcharon.

Cinco días después, el 19 de febrero de 1996, los militares volvieron a la zona y repitieron la rutina con un hombre llamado Cesáreo y esposa.

La tropa del ejército mexicano, de soldado a sargento primero, utuliza como armas de cargo las diseñadas por Heckler & Koch y producidas en México bajo licencia.  Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

La tropa del Ejército mexicano, de soldado a sargento primero, utuliza como armas de cargo las diseñadas por Heckler & Koch y producidas en México bajo licencia. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

NUEVA CIUDAD GUERRERO

El 3 de abril de 2010, 13 personas son alcanzadas por tiros y granadas de fragmentación disparados por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, mientras circulaban a bordo de una camioneta entre Ciudad Mier y Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas.

Murieron los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, de nueve y cinco años de edad, y cinco personas más resultaron heridas en esta región noreste del país.

La Sedena informó oficialmente que los hechos sucedieron durante un enfrentamiento derivado de la agresión de un convoy de siete camionetas a militares y que el vehículo de las víctimas viajaba en medio de otras dos. Que en este auto encontró a una persona viva con heridas en las piernas y a un menor muerto, Martín Almanza Salazar. Posteriormente, un individuo les pidió ayuda, por lo que otorgaron asistencia médica y el traslado de 11 personas a un hospital de Miguel Alemán.

“La versión de la Sedena es incompatible con las evidencias obtenidas por la CNDH, ya que los testimonios de las víctimas son coincidentes en señalar que no llevaban camionetas adelante ni atrás, la visibilidad era clara, disminuyeron la velocidad y bajaron los cristales, avanzaron cuando un elemento militar les dio el paso e inmediatamente después les empezaron a disparar, por lo que huyeron al monte, hasta que encontraron una casa en un rancho donde les brindaron auxilio”.

ZONGOLICA

Ernestina Ascensio Rosario murió cuando se encontraba pastoreando ovejas en la comunidad de Tetlatzinga. Cuando fue encontrada, tirada sobre el zacate y todavía viva, dijo que fue agredida por soldados. La primera autopsia confirmó que sufrió violación sexual. El médico legista Juan Pablo Mendizábal Pérez, responsable de realizar la primera necropsia al cadáver de la indígena, siempre ha sostenido que encontró semen abundante tanto vaginal como rectal y denunció una amplia conspiración gubernamental para proteger la imagen del Ejército.

Todo ocurrió en la Sierra de Zongolica, Veracruz, un lugar apartado, indígena y pobre del sureste de México.

Escultura viviente en la calle de Filomeno Meta, donde se ubica el Museo de las Fuerzas Armadas. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Escultura viviente en la calle de Filomeno Meta, donde se ubica el Museo de las Fuerzas Armadas. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

LA SEDENA

¿Qué tan extendida es la violación a los derechos humanos cometida por el Ejército mexicano? Tan extendido como está el narcotráfico, su proliferación a otros delitos, la violencia que se le asocia y el encarnizamiento de la guerra entre los cárteles.

Las recomendaciones de la CNDH muestran lesiones a las libertades civiles de los mexicanos en 20 de las 32 entidades federativas, desde la frontera con Guatemala hasta el límite con Estados Unidos.

El estado más afectado es Chihuahua con 28 de las 126 recomendaciones existentes. Le siguen Guerrero, con 15, y Michoacán, con 14. Yucatán y Campeche, con pocos homicidios asociados al crimen organizado y nula presencia militar en tareas de seguridad pública, no han sido escenario de una sola recomendación.

Los hechos que motivaron esas 126 observaciones ocurrieron, en 27 de los casos, entre 1990 y el 1 de diciembre de 2006 y, los otros 99 entre la declaratoria de guerra que hizo Felipe Calderón al narcotráfico y el 30 de junio de 2014, durante la matanza de Tlatlaya.

Es decir, el 78.5 por ciento de las violaciones a los derechos humanos confirmadas y denunciadas por el ombudsman por parte del Ejército mexicano, han ocurrido en tan sólo ocho años y en el contexto de la prohibición a las drogas.

¿Qué puede presumir a cambio la Secretaría de la Defensa Nacional?

Estas son las cifras oficiales de aseguramientos para el periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2006 y el 30 de noviembre de 2012:

* 10 mil 429 toneladas de mariguana

* 37.7 toneladas de cocaína

*4.6 toneladas de goma de opio

*5.1 toneladas de metanfetaminas

*79 mil vehículos terrestres

*540 aeronaves

*229 embarcaciones

*126 mil armas de fuego

*10 mil 772 granadas

*13 millones de cartuchos

*50 mil 967 personas

*181 millones dólares

*363 millones de pesos

*879 laboratorios

*3 mil 922 pistas

*98 mil 354 hectáreas de mariguana

*86 mil 428 hectáreas de amapola

Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2014:

*685 toneladas de mariguana

*3 toneladas de semilla de mariguana

*3.6 toneladas de semilla de amapola

*1.2 toneladas de cocaína

*288 kilos de heroína

*1.2 toneladas de goma de opio

*15 toneladas de metanfetamina

*8 mil 213 vehículos terrestres

*14 aeronaves

*8 embarcaciones

*2,219 armas cortas

*4,310 armas largas

*647 granadas

*1.1 millones de cartuchos

*6 mil 203 personas

*25.6 millones de dólares

*41 millones de pesos

*112 laboratorios

*354 pistas de aterrizaje clandestinas

*5 mil 731 hectáreas mariguana

*21 mil 648 hectáreas de amapola

Del 1 de enero al 30 de noviembre de 2015:

*1 mil 111 toneladas de mariguana

*3.3 toneladas de semilla de mariguana

*1.4 toneladas de semilla de amapola

*4.7 toneladas de cocaína

*306 kilos de heroína

*635 kilos de goma de opio

*7.7 toneladas de metanfetamina

*8 mil 439 vehículos terrestres

*18 aeronaves

*8 embarcaciones

*1,174 armas cortas

*3,204 armas largas

*712 granadas

*862 mil cartuchos

*5 mil 12 personas

*17.5 millones de dólares

*45 millones de pesos

*170 laboratorios

*412 pistas de aterrizaje clandestinas

*5 mil 660 hectáreas mariguana

*24 mil hectáreas de amapola

Entre las anteriores cifras no existe el dato de las 125 mil personas muertas durante la crisis de seguridad. A la vez, todas las encuestas conocidas sobre adicciones muestran que el consumo de sustancias enervantes no sólo no se ha reducido, sino que se ha incrementado para todas las drogas y entre todos los grupos de edad y sexo.

***

¿Está de acuerdo el Ejército mexicano con el actual estado de las cosas y los términos en que se le integró en el combate al narcotráfico? No todos los militares lo están.

Uno de esos mandos es Roberto Badillo Martínez, general de división Diplomado del Estado Mayor retirado, quien en abril de 2012 publicó El Libro Verde de las Fuerzas Armadas, un libro disponible en instalaciones militares, entre estas el Museo del Ejército, en el centro del Distrito Federal.

“El fracaso de los políticos para dirigir el país, considero que deviene de su ambición personal por ejercer los cargos para disfrutar el presupuesto, y de su impreparación para desempeñarlos. Considero que en esto, la mala fe no es determinante”, sostiene Badillo en la introducción del texto, aparecido al final de la administración panista de Felipe Calderón.

Badillo es un militar priista veracruzano con medio siglo de trayectoria en las fuerzas armadas. Fue comandante militar en Chihuahua, Coahuila, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, es decir, en al menos en cinco estados asolados actualmente por la violencia relacionada con el crimen organizado.

Fue agregado militar en Argentina, Uruguay y Paraguay y ocupó un lugar en la Cámara de Diputados entre 2006 y 2009, esto es, a partir del inicio de la declaratoria de guerra hecha por Calderón al narcotráfico.

Esto explica en parte el enfoque crítico de Badillo a las políticas antidrogas, mismas que no cambiaron durante el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, excepto en el aspecto de la comunicación social.

El general compara la Iniciativa Mérida, el tratado internacional de asistencia técnica y financiera en materia de seguridad firmado en 2008 entre Estados Unidos con México y países de Centroamérica para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Este acuerdo ha recibido críticas de especialistas en el tema de contrabando de narcóticos por no reducir el consumo de estos y crear un esquema de militarización que lesiona los derechos humanos.

El general Badillo cuestiona el plan desde la perspectiva de la soberanía nacional.

“(…) La aprobación por el actual de gobierno [el de Calderón] de la Iniciativa Mérida, haciendo partícipe en la misma a un gobierno militarista y guerrerista como es Estados Unidos, que no ayuda a países sino que desestabiliza países para aprovechar las ventajas de la desestabilización para sus compañías, para sus empresarios y para su gobierno.

“(…) aplicada de la forma en que se hizo, con Estados Unidos diciendo lo que debe hacerse y México aceptándolo todo, es el elemento ideal para que pasara lo que pasó: la desestabilización del país y la penetración de las agencias de información y del Pentágono en territorio mexicano, incluyendo las centenares de miles de armas de todo tipo que han provocado la muerte de más de 50 mil mexicanos.

“En nuestro tiempo la Iniciativa Mérida está haciendo lo que en su época Inglaterra hizo en China, mediante la imposición de la guerra del opio (dos etapas del conflicto, de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 basado en el interés inglés de controlar la ruta del opio de India China), o sea, la introducción masiva de drogas a la población y el sometimiento político del país”.

Soldados con el rifle G-3 queman marihuana en la Sierra Mdre Occidental. Imagen tomada de la revista electrónica La Gran Fuerza de México, editada por la Secretaría de la Defensa Nacional

Soldados con el rifle G-3 queman marihuana en la Sierra Madre Occidental. Imagen tomada de la revista electrónica La Gran Fuerza de México, editada por la Secretaría de la Defensa Nacional

BERLÍN II

Wolf-Dieter Vogel es un periodista berlinés que ha dedicado cuatro años de su experiencia en entendimiento del negocio de las armas de su país con México.

Nunca le han permitido ingresar a la fábrica de H&K, pero también ha documentado las relaciones comerciales entre la marca y el Ejército mexicano y encuentra que el principal negocio de la armería alemana entre el Ejército mexicano es licencia que la primera ha vendido al segundo.

“Lo más importante seguramente es la producción bajo licencia del G-3, que produjeron hasta el 2005 o algo así. Después empezaron a fabricar el FX-05 Xiuhcóatl, que puede ser una copia del G-36; no podemos comprobarlo, pero hay indicios”, dice el investigador en entrevista con SinEmbargo.

“Después ha sido la exportación de los G-36. Los documentos confirman la venta de 10 mil de estas armas, pero no es muy claro, pues los mexicanos hablan de hasta 18 mil, los alemanes en el gobierno comprueban que fueron 9 mil y de lo que me parece existe más certeza es de 10 piezas.

“Aparte de eso, Carl Walther, fabricante de pistolas [y popular por su alto desempeño y porque, en las películas, James Bond suele empuñar una de estas escuadras] exportó pistolas en 2006 por un valor de 1.5 millones de euros. Eso es lo que proporciona el gobierno si le preguntas. La empresa no dice nada. Por eso sólo sabes para cuáles armas el gobierno entregó permisos de exportación a la empresa. ¿Qué es lo que realmente exportan? No se sabe. No dicen cuántas, no dicen de qué tipo.

— ¿Qué permite a las empresas alemanas vender armas a un gobierno severamente cuestionado en materia de Derechos Humanos? —pregunto a Wolf en un café del distrito de Kreuzberg, un barrio con años de tradición en la recepción de inmigrante turcos.

—En Alemania existen reglas para conseguir permisos y que consideran el respeto a los derechos humanos en el país de exportación. También hay otras condiciones, como el interés geopolítico en el sentido de qué tan importante es para Alemania tener una buena relación con el país de destino. Y todos estos puntos, son cuatro o cinco aspectos según los que tienen que decidir si dan un permiso o no.

La Oficina General de Exportación es un área integrante del Ministerio de Economía. Normalmente, ellos deciden para la mayoría de las exportaciones, pero son los que no pueden llegar a un punto polémico, por ejemplo, las exportaciones a la Unión Europea, a Estados Unidos, a Japón… Son unos 11 mil, hasta 15 mil permisos que cada año dan sin que alguien les pida cuentas. Hay otros destinos más difíciles, por ejemplo México o Colombia, donde la exportación podría provocar problemas o un debate polémico. En estos casos hay un gremio que se llama Consejo Federal de Seguridad, compuesto por secretarios y subsecretarios de Economía, Ministerio del Exterior, la Cancillería, el representante de Derechos Humanos… El gobierno, finalmente. Si hay una exportación de tanques a Arabia Saudita, por ejemplo, y también lo de México, eso se decide en este nivel. Así decidieron lo de México.

—¿Qué decidieron? ¿Cuándo lo decidieron?

—Cada año deciden de nuevo y empezaron con el rifle G-36 en 2005. Permitieron la exportación de unos 2 mil 200 en 2006, de 6 mil 800 en 2007… Finalmente fueron estos casi 10 mil fusiles que permitieron para la exportación a 15 estados de México. Antes ocurrió la polémica entre el Ministerio de Exteriores y el Ministerio de Economía, porque algunos oficiales de alto nivel de Economía están en una relación muy cercana con la empresa Heckler and Koch. La exportación y los permisos fueron exactamente en 2006, cuando inició la guerra de Calderón. El Ministerio de Exterior dijo: “tenemos problemas con la situación de derechos Humanos”, y el Ministerio de Economía dijo: “pues… a ver cómo lo resolvemos”. Había negociaciones y extrañamente el Ministerio de Economía representó tanto los intereses de la empresa, porque ellos deben decidir con aspectos objetivos y finalmente propusieron: “Bueno, vamos a excluir cuatro estados como Chihuahua, Guerrero, Jalisco y Chiapas, ¿cómo lo ven?”, y el Ministerio del Exterior: “Bueno, pues no sé”. Aparte de eso vamos a aplicar la regla que por cada arma que exportamos los mexicanos tienen que destruir un arma vieja.

— ¿Y el Ombudsman alemán que ha criticado la situación de derechos humanos en México?

—Él puede decir lo que quiera, pero no tiene influencia. No es como allá la CNDH, aquí solamente es una persona que formalmente representa los Derechos Humanos. La diferencia es que en México la CNDH sí critica a los abusos de derechos humanos en México; la idea en Alemania, que es una mentira, es que aquí no hay abusos de derechos humanos. La cuestión es más bien cómo es la situación en países en comparación como Colombia, México, Indonesia…

—¿A Indonesia también le vende Heckler and Koch?

—A Indonesia se venden armas alemanas, creo que también Heckler y Koch. Arabia Saudita sí, allá hay una producción de licencia, lo que iban a hacer en México lo hacen ahora en Arabia Saudita. El G-3, por ejemplo, se hace con licencia en más de 30 países. Vendieron a Irán en tiempos del Sha, antes de la revolución islámica. Arabia Saudita está produciendo todo el tiempo, alimentando todas las guerras y todas las facciones de la guerra…. Llegarán seguramente tanto al Estado Islámico como a Al-Asad, a todos alimentan.

—¿Puede de alguna manera oponerse el Gobierno alemán a que Heckler and Koch conceda esas licencias de producción?

—Sí, claro. Si no les dan el permiso.

—Pero el gobierno alemán lo da.

—Lo dio a Arabia Saudita, sí.

—Y a México.

—Ahora no. A partir de 2010 no dieron permisos.

—¿Se los negaron? ¿O posiblemente México declinó de pedirlos?

—No negaron. Hubo la queja judicial de Jürgen Grässlin, del sur de Alemania, que entregó la denuncia a la Procuraduría de Baden-Württemberg, el estado en que se encuentra Heckler and Koch. Eso ya tiene cinco años y medio y ahora decidirán si van a aceptar la denuncia, cuando regularmente debería ser un proceso de año y medio, pero partir de este momento fue que el gobierno alemán negó permisos a la empresa Heckler and Koch de exportar a México —explica Wolf-Dieter Vogel, entrevistado a principios de octubre de 2015.

Semanas después, en noviembre de este año, el gobierno alemán emprendió acciones contra seis directivos de H&K por la venta de armas que terminaron en Guerrero y vinculadas a la represión de estudiantes de Ayotzinapa en que murieron dos muchachos el 12 de diciembre de 2011, evento precedente del que conllevó a la desaparición forzada de 43 alumnos el 26 y 27 de septiembre de 2014.

También se acreditó la existencia de rifles G-36 en Chihuahua en manos de policías estatales.

Pero, sobre las licencias vendidas al Ejército mexicano para fabricar el G-3, nadie, ni en México o en Alemania, han dicho nada.

Apagafuegos de un rigle G-36. La velocidad máxima  que esta arma dispara un proyectil es de 920 metros por segundo. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Apagafuegos de un rigle G-36. La velocidad máxima que esta arma dispara un proyectil es de 920 metros por segundo. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

AYUTLA DE LOS LIBRES

La carne se secaba reluciente bajo la sal y el impaciente sol de Guerrero, suroeste de México.

En el patio de la casa de Inés Fernández Ortega, las rebanadas de res parecían lujos. Estaba rodeada de sus cuatro niños de nueve, siete, cinco y tres años de edad.

El agua sobre la estufa de Inés estaba a unos grados de hervir ese 22 de marzo de 2002.

—¡Te robaste la carne! —gritaron tres militares aparecidos como una tolvanera a la entrada de la casa. Había otros ocho hombres de armas buscando ladrones de comida en Ayutla de los Libres, un municipio con nueve pobres por 10 habitantes y más de la mitad de estos con hambre.

—¡Te robaste la carne!—reclamaron nuevamente.

Las 16 letras pronunciadas en español se hicieron nudos en la cabeza de la mujer indígena.

Trató de ordenar una respuesta. Buscó por toda su boca una frase articulada y comprensible, pero el miedo le imponía hablar solamente en tlapaneca.

Los hombres avanzaron hacia ella. Los balbuceos de la mujer se ahogaron bajo las lenguas arremolinadas de los soldados.

La violaron varios de ellos.

Hasta que la tolvanera se escurrió por el patio.

Hasta la carne se llevaron los soldados.

Inés acudió a un ministerio público del fuero local, pero la investigación fue atraída por la justicia militar la cual, recomendó cerrar el caso en febrero de 2003 aduciendo, entre otras razones, el desinterés de la mujer en ratificar la indagatoria.

Para la justicia militar no importaron los problemas del idioma ni distintos errores procesales, como el envío de un citatorio a una dirección equivocada.

El caso fue tomado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos sin que sus recomendaciones trajeran justicia a Inés.

Una agresión similar ocurrió días antes contra de Valentina Rosendo Cantú, también indígena de Guerrero, y cuyo camino procesal trascendió hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

***

El 23 de mayo de 2004, Amnistía Internacional publicó su informe “Mujeres indígenas e injusticia militar” en que denunció seis casos de ataques sexuales presuntamente cometidos por militares en Guerrero en los 10 años comprendidos entre 1994 y la publicación del texto.

Ese documento contiene las historias de Inés y de Valentina.

El organismo acusa que los ilícitos cometidos por los uniformados, aún en contra de la población civil, son atraídos por la jurisdicción militar, caracterizada por una “alarmante” indisposición a la rendición de cuentas y ausencia de imparcialidad e independencia.

“Amnistía Internacional cree que los casos de violación presuntamente cometidos por miembros del Ejército constituyen tortura y deben ser investigados como violaciones graves de derechos humanos”, se indica en el estudio.

La organización considera la vulnerabilidad de las mujeres indígenas ante los distintos factores de discriminación que enfrentan y en el trato “descuidado” y “desdeñoso” tanto en los órganos de justicia civil como militar cuya tendencia se encamina a negarles la reparación y el resarcimiento del daño.

“Las investigaciones realizadas por los fiscales militares han sido lamentablemente deficientes y han estado plagadas de graves errores y omisiones. Estas investigaciones demuestran claramente la incapacidad, la ineficacia y la falta de voluntad política del sistema de justicia militar mexicano a la hora de realizar investigaciones independientes e imparciales y celebrar juicios para las víctimas civiles de violaciones de derechos humanos.

“El ámbito actual del sistema de justicia militar para investigar casos de violaciones de derechos humanos en los que están implicados miembros de las fuerzas armadas mexicanas menoscaba las limitaciones impuestas a la jurisdicción militar y está en contradicción directa con las recomendaciones en materia de derechos humanos formuladas al gobierno de México”, asienta el reporte.

Aparte de los seis casos de Guerrero, Amnistía Internacional recuerda otros asuntos enterrados bajo los papeles de la justicia militar.

Ahí quedan los nombres de las hermanas tzetzales Ana, Beatriz y Celia González Pérez, atacadas en junio de 1994 por soldados apostados en Altamirano, Chiapas, situación también conocida por grupos internacionales.

Érika Gómez, ejecutada a los 14 años por militares en Tlatlaya. Imagen de portada de La Jornada de 26 de septiembre de 2014

Érika Gómez, ejecutada a los 14 años por militares en Tlatlaya. Imagen de portada de La Jornada de 26 de septiembre de 2014

BERLÍN III

Lars Von Dewitz es secretario de las comisiones de Interior y Cultura y secretario general de la Conferencia de Ministros del Interior de Alemania en el Bundesrat, el órgano constitucional federativo y legislativo en que están representados los 16 estados federados de Alemania, una especie de cámara alta de menor importancia, pero complementaria del Bundestag, el órgano que elige al Canciller de este país europeo.

Entrevistado en sus oficinas, dentro de la antigua Sala de Señores de Prusia, Von Dewitz explica la incapacidad de los órganos legislativos alemanes para impedir el envío de armas a países como México, del que se describe la masacre de Tlatlaya y se le distingue de la desaparición de los 43 muchachos de Ayotzinapa, evento del que tiene algún conocimiento.

En realidad, para los alemanes y su clase política los eventos de México y América Latina pueden tener tanto interés social como el que en México se tiene, por ejemplo, de África. Su importancia estriba, según los críticos del sistema de negocios internacionales, en el interés económico que representen.

“¿Qué le correspondería hacer al Bundesrat?”, pregunta Lars Von Dewitz con respecto de las armas H&Ky se responde: “Hacer o modificar leyes en el sentido de restringir o prohibir la exportación de armas y esto es algo que no se ha propuesto”.

CASTAÑOS

—¡Preparen… apunten! —ordena un militar a sus hombres que dirigen sus G-3 de Heckler and Koch hacia unas mujeres desnudas.

Los salones El Pérsico Dancing y Las Playas Cabaret, en la zona de tolerancia de Castaños, Coahuila, hieden a miedo.

—¡Fuego! —exige, pero no sale plomo de los cañones sino carcajadas de las bocas.

Es 11 de julio de 2010 en el norte mexicano.

Poco antes, un hombre que tropezaba, mentaba madres y retaba a los golpes a cuanto paisano se le atravesara fue apaleado.

El hombre de pelo casi a rape aclaró con la boca partida que era un militar del Ejército mexicano y que a todos, muy pronto, se los cargaría la chingada.

Lo arrestaron policías municipales, pero en la comandancia dieron oportunidad al borracho de mostrar sus credenciales militares y lo liberaron.

El tipo volvió al regimiento de caballería motorizada con sede en Múzquiz, pero apostados en Monclova y encargados de cuidar el material electoral de la elección de 2009. Les contó del deshonor y 20 de sus más enardecidos compañeros subieron a los camiones y camionetas verde olivo y se internaron en los chaparrales polvorientos. Irrumpieron en la zona de tolerancia del pueblo de Castaños, una o dos hileras de bares con mujeres cansadas y hombres con la mirada perdida.

Ahora el militar que había jurado reparar su honor está de vuelta y, junto con siete de los suyos atraviesa la neblina de los salones El Pérsico y Las Playas. Un pedazo del Ejército mexicano, el 14º Regimiento Motorizado, está furioso.

Levantan los fusiles, encañonan cualquier cosa que parezca tener vida e inician su fiesta.

Desnudan a las bailarinas y las meseras.

Simulan hacer de las paredes un paredón y ahí las hacen desfilar.

Las meten a los cuartuchos de servicio sexual.

Las violan a varias una y otra vez.

Se lee en la recomendación emitida por la CNDH para el caso:

“(…) Frente al cuarto había cuatro militares uniformados y con metralletas, apuntando hacia adentro del cuarto donde estaban; el que apodaban Yahir o Líder les ordenó, con insultos, quitarse la ropa, y al estar desnudas uno de ellos, que vestía de civil, les introdujo el dedo en las vaginas y anos; los soldados les agarraban las nalgas; se reían de ellas (…).

Ajustan cuentas con siete policías municipales.

Los golpean una y otra vez.

A nadie se le ocurre defenderse. ¿Quién hace algo cuando la furia anda abrazada de un fusil G-3?

Un soldado delgado se acerca a una de las mujeres, una a la que tocaría llevar por nombre la clave A6.

El sardo la toma del brazo izquierdo con su mano derecha.

—Vamos a coger —informa el hombre de armas.

—Estoy embarazada —tiembla ella.

—Mejor vienes —resuelve y la encañona con su arma, un fusil G-3 o una subametralladora MP-05, las estrellas de Heckler and Koch. —O te lleva la chingada.

El hombre empuja a la mujer con la punta del cañón hacia el cuarto número cuatro. Le jalona la ropa y la arrebata la blusa.

Se aparta y recurre a la automática con capacidad de disparar 12 tiros por segundo.

—¡Quítate el short! —apresura.

Ella se niega. Él avanza y arremete con un puñetazo en el abdomen de la mujer. La muchacha se rinde, se despoja de la ropa y él la penetra durante cinco minutos.

—Ya retírate, me duele el estómago —pide ella.

—Cállate o te mato —brama el hombre de las fuerzas armadas de México.

Apenas tiene oportunidad, la mujer corre por el campo, entre las piedras. Para. Siente otra humedad entre sus piernas y se ve ensangrentada.

A6 aborta. *

 

 

Fin de la tercera parte. Sigue mañana.

También te puede interesar


FOTOGALERÍA | En Alemania, fábrica de armas, los hijos entierran a sus padres…

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[FOTOGALERÍA]

Alemania tiene un cuerpo diplomático robusto que impulsa los derechos humanos en el mundo. Sus congresistas son, muchas veces, aguerridos defensores de la justicia y la razón. Al mismo tiempo, ese mismo pueblo –junto con otros– inunda de armas el mundo; les da a los ejércitos ordinarios para que peleen y sus fusiles también son usados por los criminales. Un doble discurso, pues; una doble moral.

Siga mañana la cuarta entrega de esta investigación. Y al final de la fotogalería, puede acceder a las tres primeras partes.

Continúa mañana, cuarta entrega

Alemania-Mexico-PROMO-1Alemania-Mexico-PROMO-2Alemania-Mexico-PROMO-3Alemania-Mexico-PROMO-4

También te puede interesar

La guerra en México: “Me iban a decapitar [...]. Yo sí empecé a llorar. Tenía 16 años…”

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[Cuarta parte]

El Huacano utiliza un G-3 de Heckler and Koch, pero su arma favorita es el AK-47

El Huacano utiliza un G-3 de Heckler and Koch, pero su arma favorita es el AK-47. Foto; Humberto Padgett, SinEmbargo

URUAPAN I

Uruapan, 3 de enero (SinEmbargo).– Existe una coincidencia que haría levantar ambas cejas al más impasible de los alemanes: un rifle G-3 de Heckler & Koch fabricado en el sur de Alemania, una de las regiones más prósperas y seguras del mundo, y un cuchillo utilizado para decapitar en la Tierra Caliente mexicana, una de las zonas más violentas del planeta.

El rifle fue diseñado a partir de una carabina automática desarrollada al final de la Segunda Guerra Mundial para las tropas nazis.

El cuchillo fue ensamblado y afilado por Los Caballeros Templarios de Michoacán y utilizado, muy probablemente, para decapitar enemigos y dejar cartulinas al lado de las cabezas arrancadas con la leyenda “para que aprendan a respetar”.

Y ambos objetos coinciden en el cuerpo de un niño artillado, un muchacho con menos de 20 años de edad.

Ambos objetos, arma de fuego y arma blanca, se hicieron coincidentes en la Tierra Caliente, integrada por 24 municipios michoacanos, nueve guerrerenses y un municipio adicional del Estado de México.

Todos guardan la misma tradición por la siembra de marihuana y ceden a la tentación ocasional de quererle cosechar amapola, pero a las flores no les gusta el vaho del diablo.

La mayoría son lugares generalmente pobres, algunos miserables. Hay quien divide la Tierra Caliente en dos zonas: una, con capital en Apatzingán, y la otra, con Huetamo, Michoacán, y Ciudad Altamirano, Guerrero, como polos principales. Los recovecos, los miles de pliegues de la sierra y la inexistencia de caminos formales han favorecido los cultivos ilegales.

Cuando los jefes de aquí hablan sobre las razones por las cuales la gente tiene vocación para cosechar marihuana y amapola siempre aparece la palabra migración. Los jornaleros de la región fueron a Estados Unidos hace más de medio siglo contratados a través del Programa Bracero. Algunos de ellos arribaron a California, al área hoy conocida como Sillicon Valley, uno de los símbolos mundiales del crecimiento a partir del desarrollo tecnológico.

Pero aquí la necesidad de ir al otro lado no ha cambiado.

Le dicen El Huacano y hablé con él a fines de 2014, cuando el chavo era miembro de las autodefensas michoacanas. Punteaba y andaba a la topa de Templarios con una corta a la cintura, un tubo de guacho al hombro y una espada en el pecho.

Traducido del español terracalentano contemporáneo, esto significa que el muchacho de 20 años de edad va por la vida en una patrulla de reconocimiento al frente de un grupo de autodefensas y que, con frecuencia, a él toca el primer choque con los Caballeros Templarios que permanecen en la región de Tierra Caliente.

Utilizaba con mucha seguridad un HK G-3, arma no sólo de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas mexicanas, sino de cargo del Ejército.

Debería resultar raro encontrar esta arma lejos de una chaqueta verde olivo, pero en algún momento se volvió común.

Se apoyaba con una .9 milímetros, la pistola automática de mayor circulación en el mercado ilegal de las armas cortas en México —el campeonato de las largas se lo lleva, por mucho, el rifle AK-47 o cuerno de chivo—, con las cachas doradas y adornadas con líneas curvas de plata.

La daga, dorada y larga, va enfundada en el compartimento frontal de su chaleco antibalas. Es esta arma la que le hace sonreír breve y discretamente.

“Se la quité a un templario que yo mismo tumbé. Seguro que utilizaba este cuchillo para cortar cabezas… No es que yo haya cortado cabezas, pero he visto videos y estos son los cuchillos que utilizan para decapitar”, explicó en un puesto de control en el que pocos días atrás desaparecieron 12 milicianos de quienes se encontrtaron solamente las cabezas de dos.

El Huacano, apodo dado por su lugar de origen, nunca aprendió a leer ni a escribir y si salió a matar Templarios fue por el secuestro de la hija de un empresario aguacatero de Tancítaro para el que trabajó luego de huir de los Templarios apropiados de su pueblo, La Huacana.

Los criminales pidieron 14 millones de pesos por la vida de la joven y determinaron un plazo para la entrega del dinero. Al cumplirse la fecha, el hombre sólo había reunido siete millones de pesos, pero ofreció como compensación sus huertos, sus casas y, si así lo querían, la ropa que llevaba puesta.

Los secuestradores estuvieron de acuerdo e instruyeron al aguacatero sobre cuándo y dónde entregar la plata. Así hizo el hombre, pero, a cambio recibió a su hija descuartizada.

“¿A quién no le va a molestar que maten a una mujer? Y más a una… pues a esta chavilla tenía 14 años”, dijo El Huacano.

El Huacano es delgado y viste una sudadera gris con capucha bajo el chaleco negro blindado y pantalones de mezclilla azules. Tiene los ojos negros contornados por una línea oscura que los hace parecer delineados con maquillaje, pero es lodo formado con la humedad de sus globos y las polvaredas de los caminos de Michoacán.

El sonido de sus palabras no contiene la misma emoción que su significado. Adentro del muchacho de armas se percibe un vacío, un pozo tan profundo que, si se pudiera arrojar una moneda ahí dentro, jamás se le escucharía trocar el fondo.

— ¿Cómo aprendió usted a usar el arma? —le pregunté.

—Yo veía cómo le hacían mis compañeros y le hice igual. Después del primer enfrentamiento enseñas a agarrar tu arma; porque si no tiras, ahí quedas.

— ¿Y cuándo debió aprender a usarla?

—En Nueva Italia. Bajamos hacia Apatzingán para librar el pueblo de Templarios, cuando se nos atravesaron los guachos [soldados] y nos impidieron el paso. Nos quisieron desarmar, pero dijimos a los soldados que, si no ayudaban, nos dejaran avanzar. Así hicimos y, de repente, nos tiraron desde las azoteas, desde los carros, desde todos pinchis lados. Nos tiraron con la [ametralladora calibre] .50 y los pedazos de ladrillos nomas volaban. Eso sí intimida, pero los Templarios no saben pelear: levantan su cuerno de chivo y, sin ver, nomás avientan ráfaga. Yo peleé con una AR-15, pero eso no sirve. Los cuernos de chivo son especiales pa’ el combate. Si se mojan, truenan. Si se enlodan, truenan. Si están abajo del agua, truenan.

Casa frente a la fábrica de H&K. Esta región de Europa, entre Stuttgart y Zúrich, y entre Viena y Bruselas goza la mayor calidad de vida en el mundo

Casa frente a la fábrica de H&K. Esta región de Europa, entre Stuttgart y Zúrich, y entre Viena y Bruselas goza la mayor calidad de vida en el mundo. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

HECKLER & KOCH

El rifle del Ejército mexicano es hijo del nazismo alemán y del fascismo español.

El HK G-3 y sus versiones posteriores es un rifle del mundo. No como el AK-47, pero sí lo suficientemente difundido como para sostener que han muerto más personas bajo el fuego de ese fusil alemán que durante las estallidos de las dos bombas atómicas sobre Japón.

El fusil está basado en un diseño de Máuser, armería asentada en la misma ciudad de Oberndorf  que innovó en la fabricación de rifles de repetición manual con cerrojo y que desarrolló la Maschinekarabiner Gerät 06 o carabina automática aparato 06, antecedente remoto, pero directo del HK G-36 —que terminó en los hechos de Iguala de septiembre de 2015—, para la infantería nazi a finales de la Segunda Guerra Mundial.

Máuser, que proveyó de diferentes armas, incluida artillería antiaérea producida en esta misma ciudad de Oberndorf, fue desmantelada por los aliados y varios de sus expertos se refugiaron en Francia y España, donde se integraron al Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales de la dictadura franquista y desarrollaron el rifle CETME con cartucho 7.62 x 51, munición adoptada por los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

En alemán, el arma se llamó Automatisches Gewehr G-3 y, a partir de 1959, se convirtió en el rifle oficial del recientemente formado ejército de la República Federal de Alemania, cuyo gobierno logró hacerse de la patente mediante un juego de intercambio de licencias y encargó su producción a dos empresas.

La primera fue Rheinmetall, otra armería que sirvió al Tercer Reich y que ahora es el mayor fabricante de armas en Alemania con producción de cañones pesados y vehículos de combate. Esta empresa vende al ejército mexicano los derechos de fabricación de su ametralladora MG-3, otro artefacto descendiente del diseño bélico nazi.

La otra empresa fue fundada en 1949 por tres ingenieros egresados de Mauser, Edmund Heckler, Theodor Koch y Alex Seidel, quienes, a escondidas, se hicieron de algún equipo de Mauser que no fue destruido por las tropas francesas que ocuparon esa parte de Alemania. Ocultaron la maquinaria en una colina situada a algunos kilómetros del centro de Oberndorf  y ahí, en 1949, cuando Alemania recobró la posibilidad de fabricar armas, instalaron la planta de Heckler & Koch.

La empresa creció hasta convertirse en la principal proveedora de armamento ligero para las fuerzas policíacas y militares de los países integrantes de la OTAN y naciones paralelas, como México, cuyo ejército porta el G-3 desde 1979.

Como todas las ciudades del sur alemán, esta también posee su fábrica de cerveza

Como todas las ciudades del sur alemán, esta también posee su fábrica de cerveza. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

EL EJÉRCITO MEXICANO

Siete días después de asumir su polémica Presidencia, el Presidente Felipe Calderón inició aquí, en Michoacán, la llamada guerra contra el narcotráfico. En resumen, para los críticos de la iniciativa, fue como disparar al avispero y luego pretender matar cada avispa a balazos.

El Operativo Conjunto Michoacán, primer ensayo de militarizar en su totalidad el combate a los cárteles de las drogas, recurrió a efectivos castrenses de la Policía Federal, la Marina y el Ejército, cuyas armas de cargo son el fusil HK G-3, la subametralladora MP-5 y la pistola P7, las tres diseñadas e inicialmente fabricadas en la fábrica de Heckler and Koch en Oberndorf am Neckar, Alemania.

La Dirección General de la Industria Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional ha producido las tres armas de fuego bajo licencia de Heckler and Koch, cuyos técnicos e ingenieros han realizado estancias en las instalaciones militares mexicanas.

Durante el desfile militar del 16 de septiembre de 2006, las Fuerzas Armadas mexicanas presentaron el FX-05 Xiucóatl o Serpiente de Fuego —en referencia a la mítica arma blandida por el dios azteca Huitzilopochtli cuando, recién parido como guerrero, mató a sus 400 tíos, las estrellas.

La SEDENA presumió que la carabina reemplazaría gradualmente al HK G-3 y ostentó el diseño como netamente mexicano, pero H&K reclamó el supuesto plagio del HK G-36 versión Vesa y la fabricación del Xiucóatl se suspendió.

El 1 de febrero de 2007, generales mexicanos y directivos de la armería alemana se reunieron en la Ciudad de México y, tras una exhibición a puerta cerrada y cuyos detalles poco o nada se han hecho públicos, convinieron que el ejército mexicano no violaba los derechos de propiedad intelectual de H&K.

Varias cosas ocurrieron después. La primera fue que el general Alfredo Oropeza Garnica, titular de la Dirección General de la Industria Militar fue destituido de su cargo. Otro aspecto es que la fabricación de la Serpiente de Fuego cayó en suspenso y México compró más armas a H&K, justo las mismas que habría de suplir con el Xiucoatl.

El fusil Xiuhcóatl fabricado por la SEDENA está en proceso de suplir al G-36. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

El fusil Xiuhcóatl fabricado por la SEDENA está en proceso de suplir al G-36. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

 

URUAPAN II

— ¿Y esa daga? —pregunté al Huacano, el muchacho de la Tierra Caliente michoacana que lleva un fusil G-3 de Heckler & Koch en el hombro y un largo cuchillo enfundado en el pecho.

—Pues era de un Templario.

— ¿Y cómo llegó ahí?

—Pues se la recogí.

— ¿Muerto?

—También esta pistola —se lleva la mano a la cadera derecha y desenfunda una  .9 milímetros. En el anochecer, el nombre de su dueño muerto, Panchillo, refulge en el lomo del cañón como un relámpago en la mano del Huacano. —Se la recogí en el suelo. No me recuerdo si vestía de negro o camuflado. Después de que se terminan las balaceras, uno camina, peina, y en el camino te encuentras cosas, porque tiran los ajuares, los chalecos, los rifles cuando corren pa’ ir ligeros. La espada estaba en su chaleco, como la traigo yo. Es un trofeo, sí.

— ¿Qué se imagina usted que se hizo con ese cuchillo?

—Pues con este… así como está, pues normalmente se hacen decapitaciones. De hecho… Yo, yo nunca he cortado una cabeza, pero he visto videos y se usan este tipo de cuchillos. Sí, iguales: cuchillos delgados, pero bien afilados. Se lo entran aquí —ladea la cabeza y apunta al lado de su tráquea —y, cuando está en la yugular, lo pasan de lado a lado, y jalan.

— ¿Usted se imagina en la situación de la persona a la que hacen eso?

—Sí —sonríe de lado.

— ¿Qué piensa?

—Pues ’ora sí que yo le voy a ser sincero: yo ya he estado de los dos lados. Me han tenido así, a punto de matarme, y la verdad sí se siente feo. Ya tiene mucho. Por eso yo me salí de mi pueblo.

— ¿Cuánto tiempo fue usted Templario?

—No, yo jamás… ¿Qué palabra me dijo usted de lo que sentía cuando yo miraba esos videos y de lo que sentía la persona cuando la iban a decapitar?… Situación… Pues sí, porque en mi pueblo me amarraron y me iban a decapitar… Y cuando empezaron en este movimiento [de las autodefensas], con los militares, a los que agarraban en enfrentamientos, los interrogaban y yo miraba cuando estaban amarrados y lloraban. Yo, en ratos, me ponía de su lado, porque yo también estuve así y se siente feo.

— ¿Qué dice un hombre cuando está seguro que lo van a matar de esa manera? ¿Qué decía usted?

—Yo, la verdad, no decía nada. Yo sí empecé a llorar. Yo tenía 16 años entonces. Nomás cerré mis ojos y me encomendé a Dios. Fue todo lo que hice.

— ¿Por qué lo agarraron para matarlo?

—Es que pues… los Templarios querían que trabajara con ellos.

— ¿Haciendo?

—Punteando —vigilancia o halconeo. —Yo les dije que no, que eso no era lo mío, que yo mejor no. Me levantaron policías municipales y me llevaron a un puente grande, a las orillas de una presa. Se llevaron también a un compañero mío. Nos amarraron con vendas, pero me solté, y solté a mi amigo. Caminamos por el cerro, por el puro cerro. Recogí algo de ropa de mi casa y me vine para Tancítaro. Cuando entraron los comunitarios, me les pegué.

Y, al poco tiempo, se hizo de su G-3 de H&K, un tubo que, en teoría, no debió salir de la Selva Negra o no debió fabricarse en la Ciudad de México.

Pero aquí está, en el trópico de la Tierra Caliente.

Fin de la cuarta parte. Sigue mañana.

Alemania-Mexico-PROMO-1Alemania-Mexico-PROMO-2Alemania-Mexico-PROMO-3Alemania-Mexico-PROMO-4

También te puede interesar

Oberndorf vive bien, mientras sus armas rugen de Iguala a Tlatlaya, y a Chilpancingo…

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[Quinta parte]

Omar carga el retrato de su hermana Érika, a quien identificó en la morgue de Tejupilco, Estado de México. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Omar carga el retrato de su hermana Érika, a quien identificó en la morgue de Tejupilco, Estado de México. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Desde hace al menos 20 años que no hay un asesinato en Oberndorf, Alemania. La vida es tan tranquila que sería impensable que un policía cargara armas pesadas, o fusiles de asalto.

Pero las armas de Oberndorf están en todas las regiones más dolidas del mundo: desde Afganistán o Paquistán, hasta México, a donde llegaron de manera ilegal, incluso a entidades expresamente prohibidas.

Esta es la historia de Clara, la madre de Érika, asesinada en Tlatlaya. O es la historia de dos pueblos que viven con las armas de Heckler and Koch en la cabecera: uno porque las produce, y otro porque enfrenta sus consecuencias.

ARCELIA V

Ciudad de México, 4 de enero (SinEmbargo).- Desde febrero de 2014, Clara notó las súbitas escapadas de su hija Érika.

Hacia la tercera semana de junio, la muchacha simplemente se esfumó. Todas las angustias le cayeron encima a Clara y todos los chismes persiguieron a la niña de 15 años de edad.

La  mujer buscó apoyo en Omar, padre de la muchacha.

Oyes, pues tú estás a cargo de la niña, ¿dónde está la niña? —la reprendió el hombre.

Ella fue en busca de la niña y, sin decir nada al padre, obtuvo un número de teléfono celular e insistió.

A las tres de las tarde del 29 de junio, la mujer recibió la llamada esperada en su teléfono celular.

—¿Dónde estás? —preguntó Clara a Érika.

—Vengo de Palmar y vamos hacia San Pedro —respondió la jovencita.

—¿Qué estás haciendo ahí? —regañó Clara, una maestra del Consejo Nacional de Fomento Educativo, institución de gobierno dedicada a llevar escuela las comunidades más alejadas del país.

—Nada.

—Quiero hablar contigo. Yo voy por ti —quiso exigir o suplicar Clara, pero la niña terminó la llamada.

Movida por un mal presentimiento, dirá ella misma en una futura declaración ministerial, Clara toma un camión de Arcelia, Guerrero, hacia el vecino pueblo de San Pedro Limón, ya en el Estado de México. En auto se cubre la distancia en 35 minutos, pero en transporte público se ocupa casi una hora.

Desciende del ruletero, justo frente a una clínica, a las ocho y media de la noche. La mujer busca asiento en la calle, sin idea de qué dirección tomar para buscar a Érika.

Una hora después de morderse las uñas, observa una camioneta Ford Ranger color gris con doble cabina. Reconoce a su hija adentro del vehículo y este frena. La niña baja.

—Vámonos a la casa. Te voy a meter a un internado —intenta ordenar la madre.

Tras 15 minutos de discusión, un hombre joven abandona la camioneta y se acerca.

—No tienen mucho tiempo para hablar —dice el muchacho con tono fastidiado y un fusil consigo—. Suban a la camioneta —ordena.

Clara obedece. En la parte delantera de la Ford, junto a Érika, se sientan dos jóvenes; en el asiento trasero quedan la maestra y otro tipo, y, en la batea, se acomodan dos sujetos más. Todos los hombres lucen armados.

Arrancan el motor y abandonan el pueblo. Bajo la opacidad de la luna nueva, se internan en un camino con el asfalto deteriorado. Reducen la velocidad al acercarse a una bodega. Son las diez y media de la noche. El edificio tiene un frente de casi 20 metros de largo por 19.80 metros de fondo. La entrada, sin puerta, mide 11.60 metros de ancho y está flanqueada por dos cuartos sin ventanas. El techo es una estructura cóncava de lámina.

—Aquí no se permiten mujeres —reclama otro hombre apenas se acerca.

—Yo vine por mi hija —habla Clara. —Me la tengo que llevar, porque es menor de edad.

Por respuesta, el sicario toma su teléfono celular y le extrae la tarjeta.

—Te lo quito, porque nos vas a echar al gobierno.

—No… Yo sólo quiero llevarme a mi hija. No quiero problemas.

—No te voy a dejar ir.

La construcción está en obra negra y el piso es de tierra suelta y grava en el centro. El sicario ordena a Clara arrellanarse sobre unos tabiques apilados al fondo e izquierda del sitio. En la penumbra, por aquí y por allá, surgen voces y, en el fondo, se escucha música de banda.

Adentro del lugar, además de la camioneta en que llegaron, había dos más, ambas blancas y de doble cabina.

Hay 25 personas en la bodega, todas con vida.

Entrada a la fábrica de Mauser. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Entrada a la fábrica de Mauser. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

OBERNDORF AM NECKAR III

Bernardette Müller es una mujer en sus cincuentas que ha pasado los últimos 20 años de su vida como empleada municipal de Oberndorf.

Müller es la encargada de la hemeroteca, un par de oficinas junto al museo de sitio de la ciudad y de otra colección más ambiciosa: la que narra en un centenar de armas la historia armamentística de Oberndorf.

En el centro de la exposición se observan dos sistemas antiaéreo de cuatro y cinco cañones utilizados por la artillería nazi para derribar los aviones de combate de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Antes, se pueden ver los desarrollos de Máuser por trascender el revólver y los rifles convencionales hacia las armas automáticas y semiautomáticas que ahora están presentes en todas las guerras y en la mayoría de los asesinatos cometidos por la delincuencia organizada y la delincuencia común en el mundo.

Dentro de enormes vitrinas se observan los rifles G-3 de Heckler and Koch y su evolución en el HK G-36, con su media docena de variantes. En otro aparador queda a la vista la pistola P7 y, en otros armarios, otra de las armas insignia de Oberndorf, la subametralladora MP-5, cuyo orgullo llega hasta el rumor no desmentido de que fue con una de esas armas que asesinaron a Osama Bin Laden en Pakistán.

— ¿Cuándo ocurrió el último asesinato en Oberndorf? —pregunto a Bernardette, claramente incómoda con la vista.

Desconocida en México, esta ciudad y su principal fuente de empleo, Heckler and Koch, han sido denunciadas por los medios alemanes desde 2010, cuando aparecieron indicios de que fusiles HK G-36 terminaron en manos de policías mexicanas en los estados de Chiapas, Jalisco, Chihuahua y Guerrero, a donde expresamente no debían llegar.

—Fue… fue… No ha habido un asesinato en los últimos 20 años, no desde que yo trabajo aquí —titubea. — ¿Y para qué quiere saber usted eso?

— ¿Hay alguien que lo sepa por aquí?

La mujer sale un par de minutos y vuelve con un hombre que pasa los 70.

— ¿En qué le puedo ayudar? —pregunta con amabilidad, pero con más escrutinio.

— ¿Cuántos homicidios han ocurrido en los últimos años? —insisto.

—En Stuttgart, habría que ver en Stuttgart… —el hombre se refiere a la capital de Baden-Württemberg, estado al que pertenece Rottweil, distrito al que pertenece Oberndorf, un pueblo de 13 mil 500 habitantes enclavado en un valle entre la Selva Negra y la Jura de Suabia.

Decir selva y que sea negra es un simple decir. En octubre, el espeso bosque al sur de Alemania, es una explosión de tonos rojos, dorados, amarillos y morados. La vid salvaje es tan roja como el vino y las manzanas maduras caen de los manzanos alrededor del pueblo a donde llegan jabalíes salvajes y radioactivos, animales genéticamente contaminados por la explosión nuclear de Chérnobil.

Pocos minutos atrás, los alumnos de una escuela primaria —que atiende a muchachos de edades propias de educación secundaria en México— en el centro de Oberndorf salieron a su recreo vespertino. El plantel no tiene un patio por sí mismo, sino que sus alumnos utilizan la plazuela adyacente.

No hay bardas rematadas con alambre de púas o de botellas rotas.

Los negocios de alrededor, pequeños cafés, alguna tienda de ropa, una peluquería, una papelería que funciona como oficina postal y un pequeño despacho de diseño de interiores mantienen sus vitrinas a la vista de día y de noche.

En algún momento cercano a la medianoche, la ciudad apaga su alumbrado público para ahorrar energía eléctrica. La única instalación con cámaras de vigilancia una barda con más de dos metros de altura es la fábrica de H&K.

En el pueblo del HK G-3, no existe un solo fusil HK G-3 fuera de la fábrica y del museo. Tampoco hay uno sólo en tareas de seguridad pública entre Berlín y Stuttgart. Ni entre Stuttgart y Oberndorff.

En Alemania, la idea de un ejército armado haciendo las veces de policía civil es, simplemente, inconcebible. La situación cambió a partir del 13 de noviembre de 2015 tras los atentados el Estado Islámico en París. Meses atrás, el grupo terrorista difundió imágenes de una tienda de armas en Mosul en que se mostraba un rifle G-3 de Heckler and Koch.

Al otro lado el Océano Atlántico, entre Chilpancingo, capital de Guerrero, y Arcelia, pasando por Iguala, existen al menos 10 puntos de revisión militares, todos abastecidos con fusiles HK G-3, subametralladoras MP-5, pistolas P7 y uno que otro rifle Xicuatl.

Los tres municipios se han sufrido el abuso de esas armas por parte de fuerzas. Armas de HK estuvieron involucradas en la muerte de dos estudiantes de Ayotzinapa el 11 de diciembre de 2011, en Chilpancingo; en el asesinato de seis personas y la desaparición de 43 normalistas de la misma escuela, en Iguala, el 26 y 27 de septiembre de 2014, y varios de los ejecutados por parte del Ejército en Tlatlaya eran vecinos de Arcelia, incluida la niña Érika Gómez.

Si aquí, en Oberndorf existen patrullas de la policía, estas deben ser pocas y poco ocupadas. En tres días no vi ninguna y, si me encontré con policías, fue porque entré a la comisaría donde había dos hombres sin un gesto en la cara.

—No, me refiero a los asesinatos ocurridos en Oberndorf —insisto con el hombre.

—Necesito hacer unas llamadas —repone, da media vuelta y desaparece en dirección de algún escritorio con teléfono. Si se intenta establecer otra diferencia con los municipios mexicanos, se deberá decir subrayar la sobriedad de las oficinas de gobierno a favor de los edificios públicos alemanes.

—¿Me podría prestar los ejemplares de julio y agosto de 2014? —solicito a Bernardette Müller.

La mujer vuelve con un grueso tomo de ejemplares encuadernados del diario local Schwarzwaelder-Bote, un rotativo de tamaño estándar con cabezal de letras góticas y fondo verde.

Hoja tras hoja, se observa la vida de Oberndorf: el equipo de judo, el conjunto de natación, muchos niños con diplomas, la nueva empleada de las oficinas de gobierno, el encuentro de un vecino con un zorro, una exposición de arte por llegar, esa exposición de arte que ya llegó, la misma exposición de arte que ya se fue, nuevamente los nadadores, ¡otro zorro!… Cada habitante del pueblo debe pasar por las páginas del Schwarzwaelder-Bote varias veces al año.

Sería tan raro ver en este diario una fotografía con sangre como extraordinario sería ver el ejemplar de un periódico con circulación en Tlatlaya o Arcelia sin una página entera, muy posiblemente la portada, escurriendo rojo.

Las noticias que hablan de la muerte suelen llegar de lugares lejanos, en verdad lejanos de todas las maneras posibles: accidentes de trenes en India, atentados terroristas en África, masacres en América Latina.

México es, en la impresión de la gente que acepta hablar del país, un lugar con muchos días hermosos y llenos de sol y un gobierno corrupto y salvaje.

Pero no dicen o no saben mucho más.

En Oberndorf nunca se ha publicado la palabra Tlatlaya. Sí, tres veces en el Schwarzwaelder-Bote, la palabra Ayotzinapa, pero nunca a propósito con Heckler and Koch, relación que estableció el periodista berlinés Wolf-Dieter Vogel.

—¿Piensa usted fotografiar todas las páginas de todos los periódicos? —apura Bernardette a la vez que el hombre mayor aparece.

—Bien. Hablé con algunas personas y lo más preciso que le puedo decir es que el último asesinato en Oberndorf ocurrió en la década de los sesentas. No ha sido posible precisar en este momento la fecha precisa del asesinato.

—Somos muy pacíficos —complementa Bernardette —y aquí cerramos a las seis y son las seis.

Plaza principal de Arcelia Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Plaza principal de Arcelia Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

***

En México se reconocen 35 ejecuciones diarias asociadas al crimen organizado. El 9 de enero de 2012, el país sufrió uno de sus peores días en el periodo de la guerra contra el narcotráfico, cuando se contabilizaron 53 ejecuciones en diversos hechos.

Entre el 22 y el 23 de agosto de 2010, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, fueron ejecutados 72 migrantes en un solo evento.

En tanto, pacifistas del sur de Alemania calculan que las armas de H&K matan a 114 personas cada día en promedio en todo el mundo.

Los activistas estiman que existen entre 7 millones y 20 millones de fusiles HK G-3 repartidos en todo el mundo. En el contexto de la Guerra Fría, el rifle fabricado en este pintoresco pueblo sólo es menos popular en el mundo el AK-47 ruso.

“Cada 14 minutos se dispara contra un hombre con una bala procedente de un arma de Heckler & Koch”, ha dicho Ulrich Pfaff, un pacifista y teólogo luterano de la región cuyo padre trabajó en la fábrica de Mauser.

Desde 1979, H&K ha vendido al Ejército mexicano la licencia de producción del fusil G-3, por lo que en México esta carabina ha estado presente desde la Guerra Sucia hasta la guerra contra el narcotráfico.

Y, desde 1990, el Ejército mexicano ha recibido 128 recomendaciones emitidas por la CNDH por graves violaciones a las garantías individuales. Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y actos de tortura han sido perpetrados por efectivos militares desde Tabasco hasta Baja California y, entre víctimas y victimarios han quedado unas siglas: H&K.

Oberndorf am Neckar es sinónimo de armas

Oberndorf am Neckar es sinónimo de armas. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

TLATLAYA V

Silencio. El tiroteo ha cesado.

—¡Nos rendimos! —proponen desde la bodega.

Tras cuatro o cinco minutos de calma, Clara corre y ocupa el asiento dentro de la camioneta blanca.

El teniente de Infantería responsable de la patrulla, Ezequiel Rodríguez Martínez, ordena el ingreso al sitio. Un tubo de luz entra al bodegón y evidencia volutas de polvo. En el contraluz de la lámpara, surgen las siluetas del sargento Roberto Acevedo López y los soldados de infantería Fernando Quintero Millán y Leobardo Hernández Leónides.

Clara escucha golpes sobre un cuerpo y gritos del lado izquierdo de la primera camioneta.

A los vivos los alinean con las espaldas hacia la pared y los fusilan. A los heridos, los sacrifican en el mismo suelo.

—¿No que muy machitos, hijos de su puta madre? —se anuncian los militares.

Un soldado sostiene la luz contra las pupilas súbitamente contraídas de Cynthia, Patricia y los dos jóvenes.

—¿Están armados? —averigua un militar.

—No… estamos amarrados.

—¿Tienen armas?

—No… estamos amarrados.

Uno de los tres hombres camina hacia el centro del bodegón.

—Este, ni porque tiene la mano desmadrada se dio por vencido —grita el tercer hombre a unos metros. —Dispárenle a todo el que se mueva… —ordena.

—¿Qué estás haciendo ahí? —suelta el uniformado al descubrir a Clara.

Ella intenta explicar algo, hablar de su niña, pero el militar no le permite hablar y le exige que salga del auto.

—¡Mi’ja! ¡Mi’ja! —gime Clara y corre en círculos, despavorida, como hacen las gallinas descabezadas. El hombre de armas la toma del brazo y la lleva a sentarse sobre uno tabiques. La maestra nota la presencia de otras dos mujeres y dos hombres jóvenes con las manos atadas detrás de la espalda. —¡Es que… mi’ja! —suplica Clara, incontenible.

Habla Omar Guzmán Pineda, el padre de Érika:

“Clara menciona que cuando escuchó los gritos y los disparos, corrió a ver a la niña y la encontró tirada bocabajo, viva. La quiso agarrar, pero aquellos no la dejaron.

—¡Déjala, hija de la chingada!

—¡Es mi hija!

—¡Pues deja que se la cargue la chingada!

“Fue cuando uno de ellos la levanta y la volteó y la arrastra. La toma de la blusa, una playera negra y la voltea. En las fotografías se ve cómo está arrastrada, raspada desde el pecho hasta los tobillos. En la autopsia encuentran dos balazos, precisamente de G-3, uno que le voló la rodilla derecha y otro que la atravesó por los costados.

“Luego de esos dos balazos, ella permanece viva, pero le encuentran nueve balazos de arma corta en el pecho que se los dan frente a la mamá después de que la voltean, viva”.

El uniformado vuelve con Clara y la sienta otra vez sobre el tabique. Desata a Cynthia y Patricia. Clara posee una posición privilegiada: observa una caseta interior al edificio a donde han llevado a los supuestos sicarios rendidos. Escucha un breve interrogatorio en que el Ejército mexicano averigua edad, lugar origen y apodo de los detenidos.

En la escena, según la testigo, están presentes al menos cuatro y no tres soldados como luego dirá el Ejército cuando se vea obligado a dar explicaciones.

***

[“Inmediatamente, los militares metieron a las personas que se habían rendido”, habla Patricia y aquí es necesario hacer un apunte: las fiscalías civil y militar han presentado cargos por homicidio calificado contra tres de los siete soldados procesados —el octavo, hombre herido, está libre—, pero las declaraciones de las sobrevivientes hacen que los números de efectivos involucrados directamente en las ejecuciones no cuadren. “También escuché disparos del otro lado de la bodega”].

Los dedos de los soldados vibran a milímetros de los gatillos de los cuernos de chivo y las AR-15, armas impropias para los guachos¸ que en correcto español significa cría sin madre, pero que aquí se refiere, quizá por la experiencia, a quien es soldado, tal vez por la costumbre de dar como sinónimos a los desalmados con los de poca madre.

Los militares forman a los hombres que se han rendido al lado izquierdo de la bodega.

—¿No irá a rebotar? —duda uno.

—No, no hay problema —resuelve otro.

Uno de los soldados vuelve con el grupo de tres mujeres y dos hombres.

—¿Trabajas para la Familia Michoacana?

—…

—Agachen la cara, no volteen.

¡Pum! El primer disparo se escucha como una barda cayendo contra el suelo dentro de la cabeza de quienes escuchan.

—¿Trabajas para la Familia Michoacana?

—…

—¿No que muy cabrones? —reta un soldado a los desarmados.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!… Disparan al pecho y al abdomen.

El primero en pasar por las armas es Miguel Ángel Rodríguez Viviano, un chavalo de 17 años originario de Ajuchitán del Progreso, Guerrero. Los detalles personales se concen porque su madre asentirá con la cabeza cuando le presenten el cuerpo del muchacho sobre una plancha y los ojos cerrados y el cuerpo remendado desde el pubis hasta el cuello. Y que es el primero se entiende porque así resultará del cruce de las declaraciones de las sobrevivientes con los estudios de criminalística de campo. Por eso será identificado como “cadáver uno”.

Miguel es moreno, delgado y alcanza los 1.58 metros de estatura. Lleva el pelo cortísimo y teñido de rojo. Su frente es chica, sus cejas pobladas, sus ojos cafés, la nariz es recta y es tan lampiño como un trozo de madera. Viste playera rosa estampada con la leyenda “Aeropostal Clasic”, pantalón de mezclilla gris, cinturón de tela con hebilla metálica y botines beige de agujeta. Uno de los soldados levanta el cañón de una AR-15 con la matrícula borrada. Le pega cinco tiros y todos lo atraviesan.

—¿Trabajas para la Familia Michoacana?

—…

—¿No que muchos huevos, hijos de su puta madre? —ruge un sardo.

Sigue Álvaro Palacios González —cadáver dos para los peritos o víctima dos para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos—. Nació hace 20 años en San Miguel Totolapan, Guerrero. Lleva barba y bigotes y usa zapatos negros de vestir marca “Pachecos”. De su cuello cuelga una cadena con un dije color café con la imagen de la Santa Muerte. Muere de seis balazos.

Tomás Domínguez Flores, de 17 años y de Tlalchapa, Guerrero, muere de cinco impactos disparados con la misma AR-15 de matrícula borrada que se acomodará debajo del “cadáver 10” o Ricardo Mendiola Hilario, como su madre lo reconocería en la morgue junto a su otro hijo, Aniceto, muerto en la misma madrugada mexiquense.

Otra AR-15 sirve para acribillar a Jesús Jaime Adame o “cadáver 18”. Para ultimar a Jorge Andrés González Olarte o “cadáver 17” se utiliza el AK-47 sembrada a Francisco Armenia González o “cadáver nueve”.

En la bodega de San Pedro Limón no quedará hombre o niña muertos sin arma “de alto poder” al lado.

—¿No que muy cabrones?

José López Santos, de Arcelia, apenas ha alcanzado la mayoría de edad. Luego de asesinarlo de cuatro balazos lo arrastrarán lejos de la pila que su cadáver, el cuatro para efectos técnicos, forma con los despojos de sus amigos. Será fotografiado junto a un cuerno de chivo.

—¿Trabajas para la Familia Michoacana?

—…

—¡Aguanten la verga! —en los insultos de los asesinos existe un rastro de diálogo con sus víctimas. Si las súplicas de los muchachos no quedaron registradas, del miedo sí quedó constancia en los cuerpos: los balazos en las palmas de las manos y en los antebrazos serán explicados por expertos como las “maniobras defensivas” de unos muchachos pidiendo a la muerte que se detuviera.

Marcos Salgado Burgo, el “cadáver cinco” y 20 años de edad, ocupó una mayor descarga: ocho disparos. Luego del montaje militar, Marcos yacerá bocarriba con su lágrima tatuada sobre la mejilla derecha, la palabra “MOTA” en el brazo derecho y, en el izquierdo, la Santa Muerte a cuyos pies se hizo escribir con tinta eterna “Mi Protectora”.

 ***

El muro derecho, hacia el sur, de la bodega también es patíbulo. Contra los ladrillos de ese lado pierden la vida de la misma manera Jorge Andrés González Olarte, “cadáver 17”; Jesús Jaimes Adame, “cadáver 18”, y Ricardo Sarabia Guzmán, “cadáver 19”.

La siguiente es letra de la Procuraduría General de la República:

“Se advierte de manera contundente, que los hoy inculpados Roberto Acevedo López, Fernando Quintero Millán y Leobardo Hernández Leónides, modificaron y alteraron el lugar de los hechos (…) además utilizaron armas de fuego de los propios pasivos para privar de la vida a otros tantos, colocando las armas utilizadas posteriormente en cadáveres donde fueron “encontradas” por el Ministerio Público que realizó el levantamiento de los cuerpos, lo que implica la alteración de vestigios del hecho delictivo”.

En varios de los cuerpos se descubrirán raspones en las piernas, las nalgas, la espalda, los brazos, la cabeza: tallones en la piel por el arrastre de los cuerpos en calidad de bultos sobre la grava gruesa que cubre el piso del almacén.

Los peritos de la Procuraduría General de la República determinarán:

“Válidamente se puede concluir que las personas que los militares colocaron cerca de la pared izquierda de la bodega de referencia, a quienes les dispararon momentos después, quedaron uno sobre de otro, posición que fue diferente a la que encontró el agente del ministerio público del fuero común que previno”.

Por eso adquiere relevancia lo antes resuelto por la dependencia a cargo del Gobernador Eruviel Ávila:

“Por las observaciones realizadas en el lugar de la investigación, se determina que este fue preservado en su estado original momentos previos a nuestra intervención criminalística, lo que se corrobora ya que a nuestro arribo al lugar se encontraba resguardado por elementos del Ejército mexicano”.

Casi el silencio. Los quejidos menguan como si se bajara el volumen al radio del que salen. Silencio: Cynthia, Patricia y Clara sólo escuchan su respiración y las pisadas de los ejecutores en dirección de ellas.

Son las seis de la mañana y, en 40 minutos, saldrá el sol de verano sobre la Tierra Caliente.

Respecto de Érika, señalada por estar abrazada a uno de los supuestos gatilleros, el estudio de los peritos describirá a su cadáver solitario y con un fusil a varios centímetros. Un detalle anotado en el dictamen de su autopsia, realizada al día siguiente de su muerte, da idea del calor a mediados de año en el sur del Estado de México, pero también de las condiciones de operación de la Procuraduría mexiquense:

“Presenta signos de muerte real y no reciente en periodo de putrefacción en su fase de fetidez (…)”. Otro aspecto, este presentado como una característica particular, muestra lo que para la defensoría del pueblo es importante, más que las alteraciones de la escena en que murió violentamente una adolescente de 15 años: “Presenta vello genital rasurado”.

Soldados mexicanos en un operativo portando el G-3 de Heckler and Koch. Imagen tomada de la revista electrónica La Gran Fuerza de México editada por la Secretaría de la Defensa Nacional

Soldados mexicanos en un operativo portando el G-3 de Heckler and Koch. Imagen tomada de la revista electrónica La Gran Fuerza de México editada por la Secretaría de la Defensa Nacional

 ***

Los militares toman por los brazos a las tres mujeres y a los dos hombres antes amarrados. El grupo camina. Cuidan los pies para no pisar muertos. Patricia observa tres o cuatro ejecutados contra la pared y, antes de entrar a un cuarto interior de la bodega, distingue otros dos hombres tirados en el suelo, también cerca del muro.

Dentro del cubo, sientan primero a Clara, a su lado a Cinthya, luego a Patricia y, a la derecha de ésta, a los dos varones jóvenes. Los soldados efectúan una investigación exprés con los sobrevivientes. Algo concluyen los militares que desamarran a quienes continúan atados.

Clara dirá ante la autoridad:

“Como a las siete de la mañana —ya con luz del día—, llega una persona alta, de bigote, con uniforme diferente al de los demás militares. Se acerca a los dos muchachos y les pregunta en qué trabajaban y su edad. Les dice que lo acompañen porque les tomarán una foto. Sale esta persona de uniforme distinto y los saca [a los jóvenes]. En eso, escucho disparos provenientes de atrás de la caseta. Después de los disparos, la persona uniformada entra otra vez, pero ya sin los dos muchachos”.

[Esta doble ejecución no será descrita en las acusaciones federales. Las autoridades ministeriales y judiciales, civiles y militares, presentarán cargos por homicidio contra un sargento sargentos y dos soldados, cuyos uniformes sólo se distinguen en que el primero lleva dos cintas a manera de insignias y los otros no, aunque este es un pormenor difícil entre civiles ajenos a la milicia, además que en los trajes de campaña las distinciones son camufladas].

—Esa pinche vieja no me convence —repite uno de ellos sobre Clara.

—¡Si no quieres cooperar, yo veo que te metan 10 años a la cárcel! —la amenaza el militar de vestimenta diferente.

—¡Me violaron! —solloza Cynthia.

—Vamos a buscar al que te violó —propone un soldado y ambos salen del lugar. A unos pasos, Cynthia reconoce, inertes, a los tipos interrogados segundos atrás.

Más balazos. Patricia imagina al joven rostro de Cynthia con los ojos abiertos sin que nadie se compadezca en cerrarlos y ayudarle a descansar en paz.

Pero no, Cynthia vuelve con una cuenta en mente: en medio del matadero humano, ha observado, además de los ejecutados afuera del cuarto, ocho muertos y, del lado izquierdo del lugar, otros cinco, estos encimados como borregos antes de partir con el tablajero.

El militar responsable de transmisiones contacta con la zona militar y más personal castrense llega al sitio. Hacia las 12.30 del día, cerca de ocho horas después dela masacre, se presentan  funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México y, de acuerdo con al menos uno de los testimonios, también de la delegación mexiquense de la Procuraduría General de la República.

“Un gordito que dijo que era de la PGR de Toluca, nos sacó de la caseta a una por una y nos cruzábamos la calle, en frente de la bodega y nos interrogaba”, revelará Clara y dejará abierto otro dato: personal federal habría conocido, desde el inicio de la investigación o la simulación de ésta, la escena del crimen alterada por el Ejército mexicano.

 ***

El Ejército y el gobierno del Estado de México mantendrán, en los días posteriores a la masacre, la versión de que los 22 muertos fallecieron durante el curso de un enfrentamiento que no existió.

Para el Centro de Derechos Humanos Agustín Prodh, eso fue una matanza premeditada en que los soldados salieron a la noche como predadores a quienes el gobierno del Estado de México, políticamente dependiente del Presidente Enrique Peña Nieto, pretendió encubrir.

Una persona cercana al caso comenta a SinEmbargo:

“Lo de Tlatlaya tiene que ver con la dinámica del crimen organizado guerrerense y michoacano, estados colindantes con el Estado de México en la zona de Tierra Caliente. De esta manera, el gobierno de Eruviel Ávila hizo suyo, en su esmero por encubrir al Ejército, un problema que a su estado le es un tanto ajeno.

“Con respecto del Ejército, vale la pena recordar las palabras del [entonces] Procurador Murillo sobre el cercano caso Ayotzinapa cuando quiso desmarcar al Ejército y dijo que los soldados no se mandan solos. Si los militares se mantienen en obediencia, ¿quién ordenó a la patrulla militar asesinar a las personas que, entendiéndolas como miembros del cártel de La Familia Michoacana, ya estaban rendidas y a merced de ser presentadas ante el Ministerio Público federal? ¿Cuál fue el móvil de la masacre? ¿A qué otra parte del crimen organizado benefició el Ejército mexicano en Tlatlaya?”.

Hasta el momento se ha consignado y dictado formal prisión a siete militares implicados en los por las probables responsabilidades penales de ejercicio indebido del servicio público, abuso de autoridad, homicidio calificado agravado, alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo y encubrimiento.

El octavo uniformado siempre estuvo libre.

Hasta hoy se desconoce la existencia de otros procesos contra más elementos militares que acudieron luego del enfrentamiento y aseguramiento de la bodega y, que de acuerdo a testimonios asentado por la CNDH, habrían participado o al menos presenciado algunas de las ejecuciones extrajudiciales.

Tampoco existe conocimiento si se investiga o no a funcionarios de alto nivel del gobierno del mexiquense por su participación en probables actos de encubrimiento.

Por el contrario, los gobiernos federal y local resolvieron colocar en reserva la información relacionada con los hechos de Tlatlaya, ya considerados por organismos internacionales, incluida la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, como de lesa humanidad.

Esto es lo que en su defensa ha dicho el sargento segundo de Infantería Roberto Acevedo López:

“Todo de lo que me están acusando es totalmente falso. Yo repelí una agresión que nos hicieron los sicarios. Yo defendí mí vida (…) yo defendí la vida de las personas que manifestaron estar secuestradas (…) Estoy muy molesto por la acusación, porque ¿cómo es posible que se me esté acusando de homicidio calificado? pues esa gente estaba armada y traía armas del uso exclusivo del Ejército y yo sufrí una agresión.

“Yo estoy muy molesto, porque nosotros cumpliendo con nuestro deber se nos acuse de eso, ¿qué hubiera pasado si a mí me hubieran herido y yo hubiera muerto? Nadie hubiera hecho nada por mí”.

 ***

Repone Omar Guzmán Pineda, el padre de la niña asesinada al sargento Acevedo: “Siete soldados no pudieron matar a 21 personas en un enfrentamiento, eso es ilógico. Lo que pasó fue que los siete mataron a una o dos personas al principio, se rindieron los demás y los asesinaron a todos a sangre fría. A todos, absolutamente a todos”.

— ¿Su ex esposa refiere que los ejecutaron con las armas que tenían los asesinos o con las que ellos mismos llevaban? —pregunto a Omar.

— No, con las que llevaban las víctimas. Los asesinaron con las de ellos, porque ya no iba a ser creíble que hubieran muerto con las armas de los soldados. Después de asesinarlos los acomodaron y trataron de ponerles el arma. Tuvieron todo el tiempo del mundo para acomodarlos.

— ¿Ella vio cómo los acomodaron?

—Ella vio. Todo, todo me explicó.

— ¿Y la siembra de las armas?

—Todo, todo. Ella me explicó todo y yo le pregunté por qué a ellas nos las mataron. Me explicó que les pidieron que se amarraran y dijeran que estaban secuestradas y que ellos las habían liberado, pero que no dijeran nada más. Las golpearon, las torturaron para que dieran la versión del enfrentamiento.

— ¿Les dictaron una versión?

—Exactamente: les sembraron una versión y se las sembraron con el miedo de amenazarlas con que se pasarían 15 o 20 años en prisión si no la decían. *

 Fin de la quinta parte. Sigue mañana.

Alemania-vs-Mexico-PROMO-1Alemania-vs-Mexico-PROMO-2Alemania-vs-Mexico-PROMO-3Alemania-vs-Mexico-PROMO-4Alemania-vs-Mexico-PROMO-5

También te puede interesar

Sexenio de la guerra: gasto militar llega a récord de 8 mil 660 mdd

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[Sexta parte]

Existen dos criterios básicos que muestran cómo la guerra contra las drogas es una guerra perdida: porque la cantidad de consumidores de sustancias ilícitas se ha incrementado desde 2006, cuando Felipe Calderón –ataviado como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas– lanzó la ofensiva continuada por su sucesor Enrique Peña; y, segundo, por el número de ejecuciones: este sexenio mantiene la tendencia de cerrar con un número más elevado que el anterior.

Hay otro indicador menos enunciado: el gasto militar que, a pesar del fracaso de la estrategia armada, no hace sino crecer y crecer y crecer. Año con año.

Ciudad de México, 5 de enero (SinEmbargo).– El mayor gasto militar en la historia reciente de México ha ocurrido con Enrique Peña Nieto hasta cerrar el 2014 con una cifra récord de 8 mil 660 millones de dólares.

La cantidad representa el 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto mexicano, porción de la economía que se aplicó en el mismo rubro hace 20 años, en el cierre de la administración del también priista Carlos Salinas de Gortari y tras el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Pero entonces, el gasto militar per cápita ascendió a poco menos de 31 dólares. Durante el año pasado, último medido, el gobierno gastó casi 70 dólares por cada mexicano.

Lo anterior se concluye del informe Base de Datos de Gastos Militares elaborado por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por su sigla en inglés), un órgano sueco compuesto y apoyado por especialistas de todo tipo y de todo el mundo.

Entre 2006, previo al inicio de la guerra contra las drogas y el año pasado, los recursos dedicados a la milicia casi se han duplicado.

En contraparte, la inversión dedicada a ciencia y tecnología nunca ha sobrepasado el medio punto del PIB.

Heckler and Koch, la empresa alemana que licenció la fabricación del fusil G-3 al Ejército mexicano es una de las beneficiarias del conflicto que ha dejado alrededor de 120 mil muertos, decenas de miles de desaparecidos y cientos de miles de desplazados y damnificados.

Y es que si se atiende a que el Ejército mexicano ha comprado “armas largas” con valor unitario de 1.3 millones de pesos, entonces se entiende cómo el presupuesto dedicado a la adquisición de armamento durante la gestión de Enrique Peña Nieto es el más alto de la historia.

Colt. Imagen tomada del protal de la empresa

Colt. Imagen tomada del protal de la empresa

Abrams 1. Imagen tomada del portal de la empresa

Abrams 1. Imagen tomada del portal de la empresa

Knight. Imagen tomada del portal de la empresa.

Knight. Imagen tomada del portal de la empresa.

FN Herstal. Imagen tomada del portal de la empresa

FN Herstal. Imagen tomada del portal de la empresa

***

La cifra fue puesta sobre la mesa por el almirante William E. Gortney, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, porción del mundo al que pertenece México desde la perspectiva militar estadunidense.

Y la dijo ante el Comité de Servicios Armados del Senado de su país el 12 de marzo de 2015:

“El año pasado marcó un hito histórico en nuestra relación bilateral en materia de seguridad con México (…) México dio un paso sin precedente al acercarse al Departamento de Defensa para adquirir equipo militar de Estados Unidos por medio del programa de Ventas Militares, un paquete de helicópteros UH-60 y vehículos terrestres de movilidad para propósitos múltiples con un valor total de más de mil millones de dólares”.

Ese importe incluye el valor de tres helicópteros Blackhawk por valor de 110 millones de dólares o la compra en 2014 de otros 18 de estos mismos helicópteros por 680 millones de dólares, 2 mil 200 Humvees, 30 millones de municiones, según han reportado medios en Estados Unidos, entre estos el Washington Post, diario que publicó en junio pasado información sobre el desembolso de 3 mil 500 millones de dólares en armas durante los primeros dos años y medio de la gestión Peña Nieto.

El monto de los “más de mil millones de dólares” sólo considera la suma de las facturas estadunidenses, pero el Ejército mexicano es buen cliente en Europa y, además de adquirir armamento a Heckler & Koch, firma alemana a la que además compró la licencia para la producción nacional del rifle G-3, se surte con otras compañías teutonas y belgas.

La siguiente tabla muestra los proveedores de armas reconocidos por el Ejército mexicano durante los últimos años y a cuánto asciende el valor de cada pieza adquirida. La Secretaría de la Defensa Nacional no informa de los volúmenes comprados, el tipo de contrato realizado ni los criterios empleados para optar por un tipo u otro de artefacto ni su marca.

Aparte de todo lo anterior, se desembolsó para los 18 helicópteros Cougar EC725 como el que derribó el Cártel Jalisco Nueva Generación en mayo pasado con valor de 27.5 millones de euros, unos 500 millones de pesos.

Con el dinero que cuesta cada uno de esos aparatos se podrían construir tres centros hospitalarios con una Clínica Materno Infantil, otra de Atención Geriátrica y una más de Detección Oportuna de Cáncer en beneficio de más de 150 mil mujeres al año como el que se ha inaugurado en Cuautitlán Izcalli, municipio en que la Secretaría de la Defensa Nacional tiene montada una exposición permanente con cascarones de tanques, helicópteros y aviones.

Pero además el Ejército ha comprado un jet de 5.8 millones de dólares para el traslado del general Secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos.

O las camionetas Suburban blindadas tracción 4 por 4 que Dillon Aero vendió, en 2008, en casi 4 millones de pesos cada una. Luego, la misma compañía estadunidense proveyó “armas largas” al gobierno mexicano con valor, cada una de 67 mil 500 dólares, más de un millón de pesos.

Dillon. Imagen tomada del portal de la empresa

Dillon. Imagen tomada del portal de la empresa

***

¿Qué hay de la Secretaría de Marina? La dependencia es aún más opaca que la Secretaría de la Defensa Nacional. En la parte de su portal dedicada a “transparencia” no existe un solo dato que permita vislumbrar qué armas compra, a quién se las compra, cuándo compra, para qué compra ni qué criterios utiliza para seleccionar sus proveedores. En el teléfono, un funcionario de SEMAR explicó que los datos relativos a estas adquisiciones están bajo reserva “por razones de seguridad nacional” y se a proporcionar los datos de su cargo y oficina.

Existen algunos indicios del exterior sobre las adquisiciones de la Marina mexicana y que dan introducción de quiénes son los señores de las guerra hasta conectar con Heckler & Koch, la armera alemana cuyos rifle G-3, subametralladora MP-05 y su pistola P-7 son las armas de cargo del Ejército mexicano.

Durante el oleaje sufrido por H&K tras el escándalo por vender rifles HK G-36 a México y que terminaron en Guerrero, Chihuahua, Chiapas y Jalisco, estados explícitamente prohibidos por el gobierno alemán para hacer negocios de armas, la empresa radicada en Oberndorf am Neckar presumió la recontratación de Martin Newton y su designación como ejecutivo en jefe para Norteamérica.

Luego de fungir en H&K, Newton pasó 13 años en la compañía inglesa BAE Systems, la segunda mayor contratista militar del mundo y que, durante algún tiempo, mantuvo la mayoría accionaria de Heckler and Koch.

A mediados del año pasado, BAE Systems cerró un trato con la armada mexicana para la venta de cuatro cañones de 57 milímetros, un arma funcional para embarcaciones medianas que realiza cuatro disparos por segundo y hasta 220 por minuto a objetivos en aire, mar o tierra. Los aparatos serán entregados en su totalidad en 2017 y serán construidos en las instalaciones que la firma tiene en Suecia, país que presume dos siglos sin guerra.

En la misma fecha en que se oficializó el regreso de Martin Newton, H&K anunció el fichaje como gerente general de Nicola Marinelli, antes ejecutivo de Rheinmetall Defence, otro monstruo alemán de las armas.

Rheinmetall, como ha hecho Heckler & Koch vendiendo la licencia a México para la fabricación del rifle G-3, ha alquilado derechos al Ejército mexicano para la producción de la ametralladora de propósito general MG-3, otro aparato descendiente del diseño armamentístico nazi, como también lo es el fusil de H&K y, como ésta, Rheinmetall posee instalaciones en Oberndorf am Neckar.

Fabarm. Imagen tomada del portal de la empresa

Fabarm. Imagen tomada del portal de la empresa

Fabarm. Imagen tomada del portal de la empresa

Fabarm. Imagen tomada del portal de la empresa

FN Herstal. Imagen tomada del portal de la empresa

FN Herstal. Imagen tomada del portal de la empresa

Dynamite Nobel Defence. Imagen tomada del portal de la empresa

Dynamite Nobel Defence. Imagen tomada del portal de la empresa

***

Small Arms Survey es una agencia no gubernamental que documenta el tráfico mundial de armas ligeras y su relación con la violencia mundial. Tiene sede en Ginebra, Suiza, y sus expertos concentran, analizan, sistematizan y publican información sobre transacciones globales de armas, específicamente ligeras, es decir, propias de infantería o que pueden ser llevadas por un hombre sin apoyo vehicular: pistolas y revólveres; escopetas y fusiles, y subametralladoras, algunas ametralladoras, bazucas y ciertos lanzacohetes.

El centro informa de manera regular sobre las relaciones comerciales entre los países en sus calidades de importadores y exportadores de armas.

En el estudio presentado en 2015 se da cuenta de los flujos de dinero en 2012 en el terreno armamentístico.

Small Arms Survey sólo considera datos oficiales de los gobiernos, por lo que las cifras mostradas son advertidas por Small Arms Survey en términos de los menores montos posibles e incluye países cuando determina transacciones anuales superiores a los 10 millones de dólares y sólo en compraventas reguladas, así que el mercado negro, que para algunas naciones supera al legal, no aparece en este radar.

En términos de exportación, cada país es relacionado con sus cinco principales países compradores.

Bajos los criterios anteriores se observa que México:

  • Es uno de los cinco principales clientes de las armerías de Austria, país al que compra más armamento del que le adquiere Rusia.
  • También lo es de Bélgica, país al que compra más armamento que Portugal, Francia e Italia.
  • Aparece en la lista de los cinco mejores compradores de República Checa.
  • Igualmente de Israel, quien factura más al país latinoamericano que a Australia, Filipinas y Tailandia.
  • Compra a Paraguay por encima de Argentina y Brasil, vecinos de ese país sudamericano.

Las industrias bélicas de Austria y Bélgica, ambos miembros de la Unión Europea, estarían en los mismos impedimentos legales por los que Alemania impuso —sin éxito, pero sí sancionando— a H&K por vender a partes de México en situación de conflicto.

En México, el fusil belga FN FAL (Fusil Automatique Léger) es común hasta en las filas de los gatilleros del narcotráfico.

México, como importador, nuevamente según Small Arms Survey, compró 82 millones de dólares en armas durante 2012. Sus principales vendedores fueron Estados Unidos —mayor exportador e importador del mundo—, Bélgica, Italia, Israel y Austria. Es en este monto que la data recolectada por el centro académico trastabilla: la cifra total representa una fracción de los “más de mil millones de dólares” informados por el almirante Gortney ante el Senado estadunidense.

A su vez, nuevamente según Small Arms Survey, la industria militar mexicana exportó al menos 73 millones de dólares en partes y accesorios de rifles y pistolas y municiones para armas largas. Los destinos principales de esos componentes fueron Estados Unidos, Honduras —que padece una crisis de derechos civiles considerada por agencias internacionales, igual que en el caso de México, como una crisis humanitaria—, Paraguay y Alemania, la sede de Heckler & Koch, la casa que arma al Ejército mexicano.

Fin de la sexta parte. Sigue mañana.

AlemaniaMexico-PROMO-xx1AlemaniaMexico-PROMO-2AlemaniaMexico-PROMO-3AlemaniaMexico-PROMO-4AlemaniaMexico-PROMO-5

También te puede interesar

“Vi cómo la agarraron, le dispararon y le pusieron un arma”

$
0
0

ID_PLOMO_PLATA[Última parte]

Muchachos de Oberdorf juegan en la plaza del pueblo

Muchachos de Oberdorf, Alemania, juegan en la plaza del pueblo. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

En Oberdorf, Alemania, jóvenes y niños crecen en parques sin policías, mientras sus padres producen armas en la fábrica. Al mismo tiempo, en Arcelia, Guerrero, una familia mexicana arrastra su dolor por las calles apenas con pavimento; busca justicia para su hija, asesinada por militares que portan armas de allá, de Oberdorf, donde nadie ha muerto asesinado durante el último medio siglo.

ARCELIA VI

Arcelia, Guerrero, 6 de enero (SinEmbargo).- Quería una enorme fiesta de 15 años, un vestido de encajes coloridos y chambelanes alrededor. El pueblo entero sabía de su celebración, así que Érika Gómez buscó melosamente a su padre durante los días anteriores a que se le escabullera a su madre, Clara.

Poco sabe la mujer del rumbo tomado por la niña.

Los rumores salpican la reputación de la muchacha que ha sido vista con algún chavalo reclutado por La Familia Michoacana.

La madre se muerde las uñas sólo de pensar en la reacción del papá, Omar, quien antes le echó en cara el descuido, así que busca a Érika hasta dar con un número de teléfono celular.

Encuentra a su hija el 29 de junio de 2014 en el vecino poblado de San Pedro Limón, en el municipio mexiquense de Tlatlaya, horas antes de que su vida vuelque para siempre.

Allí mira a un militar disparar una, dos, tres… ocho o nueve veces contra el pecho de su niña que yace en el suelo.

Luego, los militares le colocan un rifle AR-15 para decir que la muchacha era una narcotraficante, una pistolera que se ganó la muerte cuando disparó contra el Ejército mexicano y éste, en legítima defensa, respondió el fuego.

La versión caerá como un gigante con tobillos de barro.

El teléfono de Omar, el padre de Érika, timbra a las seis de la mañana del 30 de junio de 2014. El hombre estira la voz y escucha la voz de una mujer.

—Omar, te voy a decir algo.

—Dime.

—Fíjate que hace rato hubo una balacera en San Pedro Limón. Hay más de 20 muertos y parece que ahí está tu hija.

— ¿Cómo crees?

—Yo la vi. Chana está muerta —refiere a una de las mujeres de la bodega.

— ¿Y a ti qué te pasó? —dudó el hombre.

—No, yo me salí en la noche, porque me fui a San Pedro a dormir a un hotel.

Omar Guzmán Pineda corrió a la casa de Clara, pero no la encontró. Supuso que su ex mujer estaría en alguna comunidad impartiendo clases.

Habla con la madre de Clara y le solicita un acta de nacimiento y una fotografía de la niña para investigar. Instruye a sus hijos de ir a San Pedro Limón.

Aún no amanece. Hay más militares y personal civil trabajando en la inspección del sitio y de los cuerpos.

Omar repite la escena descrita por sus muchachos. Habla frente a ellos.

“Llegan y, de lejos, ven únicamente el tiradero de cuerpos en la bodega. Uno de esos cuerpos tiene características de una mujer, pero no saben quién es, de lejos no se ve. Preguntan y no dan información, nada. Empieza a amanecer y no saben quién es la mujer. Y yo les dije por teléfono: ‘Pues ahí estense hasta que les digan quién es, o hasta que confirmen si en realidad es Érika’”.

Sale el sol y aparece un vehículo. Los muchachos reconocen tres mujeres a bordo.

—’Ira, ni sabes —dice el muchacho a su padre, quien se acerca a la situación como posible familiar de una de las personas fallecidas.

— ¿Ahora qué?

—Ahí va Chana, está viva.

—Entonces, ¿quién es la que está tirada?

—No sé… Pero espérame….

— ¿Qué pasa?

—Aparte de Chana hay otra mujer. ¡Ahí va mi mamá!

— ¿Cómo crees?

—Sí, ahí llevan a mi mamá

—Entonces tu mamá estaba en la bodega.

—Ahí la llevan los militares.

— ¿Y te vio tu mamá?

— Sí, sí me vio, nada más que se agachó.

—Entonces sí es Erika la que está tirada. Si ahí está la mamá, pues la hija debe estar ahí. ¿Ya levantaron el cuerpo de la mujer?

—No, aún no la levantan.

—Pues ahí estense hasta que les digan.

Esténciles de algunos de los 43 chavos desaparecidos en Guerrero, a donde llegaron las armas de H&K pese a la prohibición expresa de que eso ocurriera

Esténciles de algunos de los 43 chavos desaparecidos en Guerrero, a donde llegaron las armas de H&K pese a la prohibición expresa de que eso ocurriera. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

***

Los muchachos observan cómo los soldados estiban los cadáveres en el interior de un camión militar.

—Ya empezaron a levantar los cuerpos —avisa Omar hijo a Omar padre. —Como animales los echaron. ¿Qué hacemos?

—Váyanse atrás de los cuerpos.

—Van rumbo a Tejupilco —dice en referencia a la ciudad más importante en esa parte del Estado de México

—Váyanse atrás de los cuerpos hasta que les digan exactamente quién es.

—Ya estamos en Tejupilco.

—Investígate con una persona, con un licenciado y que te den el nombre de la persona que está ahí en el Ministerio Público.

Los hermanos encontraron quién les dé alguna información a cambio de mil pesos.

—La muchacha muerta es hija de una detenida —suelta el funcionario sin mayor trámite.

—Entonces me habla mi hijo y me dice:

— ¿Sabes qué? —nuevamente Omar chico al teléfono. —Creo que sí es Erika.

— ¿Ya viste el cuerpo?

—No.

—¿Entonces?

—Es que me dijo un licenciado que es hija de una de las detenidas.

—¡Puta madre, pues la única detenida es ella, Clara! ¿Pero el cuerpo no lo han visto?

—No, que no nos van a dejar verla, porque se van a llevar los cuerpos a Toluca.

—Pues váyanse hasta Toluca atrás del camión con los cuerpos.

Padre y hermanos de Érika muestran la fotografía de generación de secundaria de la niña muerta antes de su graduación. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Padre y hermanos de Érika muestran la fotografía de generación de secundaria de la niña muerta antes de su graduación. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

***

Militares, muertos y muchachos llegan a la capital del Estado de México.

—Hay mucho relajo, que se debe hacer un chingo de papeleo, que hay muchos cuerpos, que se tiene que hacer conforme a la ley… —el joven resume la burocracia que deben atravesar.

Los médicos practican las autopsias y toman las muestras de ADN para a los hijos de Omar para el cotejo genético. Los chavalos se empecinan e ingresan al anfiteatro.

—Sí es Erika. Estoy enfrente de ella.

—¿Cómo crees? —Omar se resiste a creerlo —¿De verdad?

—Sí, es Erika.

—Tómale fotos al cuerpo y envíamelas.

“Confirmo que en realidad es Erika y se le ven los orificios de bala en el pecho: nueve para ser exactos. Se le ven los orificios y se le alcanza a ver el balazo que le deshizo la rodilla derecha y el que la atravesó”, recordará. “Estos son los disparos del G-3: esta es el arma que cargan ellos, los militares”.

—Esperen el cuerpo de su hermana —ordena el padre a sus hijos.

Omar consigue el apoyo del Ayuntamiento para enviar una ambulancia de Arcelia a Toluca con un ataúd de madera barnizada.

Glorieta de las banderas, en Arcelia, Guerrero, estado en que la cuarta parte de su población sufre hambre. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

Glorieta de las banderas, en Arcelia, Guerrero, estado en que la cuarta parte de su población sufre hambre. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

***

La versión difundida por los medios de comunicación y aceptada en Arcelia y alrededores admite sólo el enfrentamiento. En el duelo, pocos se cuestionan cómo siete militares abatieron sin bajas a veintitantos sicarios bien abastecidos de armamento.

Un día, dos días, tres días.

La Procuraduría de Justicia del Estado de México, a cargo de Alejandro Jaime Gómez Sánchez, retiene el cadáver de la niña Érika, que en vez de fiesta de fiesta de 15 años tendrá sepelio.

Clara continúa detenida y la presión de los familiares a las autoridades mexiquenses crece a través de las organizaciones de derechos humanos. Omar recupera el cadáver de su hija y la lleva en su ataúd a la escuela para que la despidan sus compañeros.

Durante el tercer día del novenario, alguien se acerca a Omar.

—Soltaron a Clara.

—¿Cómo? ¿Y a las otras dos?

—No, a las otras dos no. Investigaron y vieron que ella trabaja de maestra en el pueblo y que no tiene antecedentes penales ni nada y la soltaron.

La ex suegra de Omar se acerca.

—Mire, aquí está Clara. Quiere venir a los rezos y quiere saber si usted no le va a decir nada.

—Yo no tengo por qué decirle nada. Era su hija. Adelante, que venga.

Clara camina hacia su ex esposo y lo abraza.

—Yo no tuve la culpa —solloza.

—No me digas nada ahorita. Vamos a terminar los rezos y después hablamos.

—Pero no tuve la culpa. Mi hija no murió en el enfrentamiento, la mataron. A mi hija la mataron.

Al final del último día de rosarios, Omar pide a Clara que hable.

El hombre repite las palabras de ella:

“Delante de mí me mataron a mi hija. Mi niña estaba viva, no podía caminar. Cuando mi niña se me quería acercar, su pierna la tenía quebrada de un balazo. No podía caminar. Yo la quise agarrar y los militares me aventaron. Mi hija levantó la mano, pidiendo mi ayuda. Estaba todo oscuro, pero a veces se alumbraba con las linternas que traían los soldados. Vi cómo la agarraron de la camisa, la voltearon, la arrastraron, la voltearon y le dispararon en el pecho con una pistola. Luego le pusieron un arma en la mano”.

—Pues vamos a hacer algo, esto no se puede quedar así —insta Omar a Clara.

—No, yo ya no quiero hablar. Me van a matar. Me van a matar los militares.

—Es que no, no te van a matar. Tienes que decir la verdad, pues. Lo que en realidad pasó.

Omar carga el retrato de su hermana Érika, a quien identificó en la morgue de Tejupilco, Estado de México. Foto SinEmbargo Humberto Padgett

Omar carga el retrato de su hermana Érika, a quien identificó en la morgue de Tejupilco, Estado de México. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

***

Omar es delgado y mira con actitud de registro a la persona con quien habla. Tiene la lengua rápida y la piel oscura, como los terracalentanos suelen ser.

—Y ahorita hace frío para nosotros —presume en un ambiente tan húmedo que el aire se siente como si fuera una toalla mojada.

—La prensa insistió en su momento y la autoridad también, que su hija estaba involucrada sentimentalmente con alguien del grupo —comento a Omar en referencia a La Familia Michoacana.

—Estaría o no estaría, yo pues… ¿Qué andaba haciendo allá? Eso es lo que yo siempre me pregunté. La mamá tampoco me lo dijo. Una de las versiones, pues una de las versiones es esa. Ahora, mi hija estudiaba en la secundaria e iba bien, muy bien. Yo demostré que la niña estudiaba y a ella le hicieron la prueba para ver si había disparado un arma de fuego y ella nunca disparó nada.

—¿Conocían ustedes a los muchachos que también murieron en el lugar? Algunos eran aquí, de Arcelia.

—A uno yo sí lo conocía. A uno. Uno era de Arcelia, uno de ellos.

—¿Andaba en La Familia Michoacana?

—No, el chavo andaba ahí trabajando. También desapareció de aquí y nomás apareció allá entre los ejecutados.

—Hay dos personas que permanecen en calidad de desconocidas y que se fueron a fosa común.

—Las familias no los reclamaron por temor a represalias. A mí me decían que no fuera. Que si era mi hija, que la dejara allá y que no me metiera en problemas.

Sin resolver el caso Tlatlaya, el Presidente Enrique peña Nieto propuso al titular de la Procuraduría de Justicia del Estado de México, dependencia que ha enfrentado acusaciones de encubrir a los militares involucrados en la masacre permitiendo la alteración de la bodega de San Pedro Limón, como nuevo Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Procurador Alejandro Jaime Gómez Sánchez ha comparecido ante el Senado de la República como parte del trámite de su postulación a la Corte.

Y ha resumido la secuencia de hombres llevados al paredón en pleno siglo XXI, de niñas arrastradas, de armas sembradas:

“De conformidad con la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, presumiblemente, elementos del Ejército habrían alterado la escena de los hechos, no así personal de la Procuraduría mexiquense, lo cual es materia de la investigación penal de las autoridades federales”.

Meses atrás, un juez determinó poner en libertad a cuatro de los siete militares imputados: Alan Fuentes Guadarrama, Julio César Guerrero Cruz, Samuel Torres López y Ezequiel Rodríguez Martínez.

“Este asunto contra los militares se consignó cuatro veces y hasta la quinta vez se libraron las aprehensiones, porque la supuesta ejecución fue un invento de dos mujeres sobrevivientes, las usaron como testigos de cargo, pero ambas con declaraciones tan contradictorias que se vuelven inverosímiles.

“Si dicen que los militares hicieron una matanza, no entiendo cómo los militares dejan sobrevivientes para que luego ellas los acusen. Es una invención y por ese motivo se está empezando a desmoronar el caso, por resoluciones no de los militares, sino del Poder Judicial de la Federación, por eso auguro la libertad de todos”, dijo Juan Velásquez, abogado de los soldados.

(Un rápido apunte sobre Velásquez: antes defendió a los ex presidentes Luis Echeverría —por delitos de lesa humanidad—, José López Portillo y Carlos Salinas. También al ex jefe de la policía capitalina, Arturo El Negro Durazo).

Los otros tres militares — Quintero, Acevedo y Hernández— siguen bajo proceso acusados de homicidio calificado, abuso de autoridad y alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo.

— ¿A usted lo reconocen los militares? — pregunto a Omar.

—Sí. A partir de que sale la verdad a la luz pública, la realidad, la pura verdad, a partir de ahí, yo siento, hay represalias contra mí. Militares, federales y hasta estatales están encima de mí. Abrí un negocio y ya me lo cerraron. Me lo reventaron acusando que yo soy de La Familia Michoacana y buscaron drogas y buscaron armas y no encontraron nada ni encontrarán nada.

Son los mismos militares, los soldados del Batallón 102, dice.

El hombre da indicaciones a sus hijos de que vayan y vuelvan con documentos y fotografías de Érika. Ahí está la niña en la pantalla de un teléfono celular. Acá la constancia de estudios del tercer año de secundaria. En otra foto, la muchachita aparece con el cabello largo acompañada de la Virgen de Guadalupe al lado.

En una más se ve su rostro sonriente y su uniforme de estudiante; al lado el retrato del grupo estudiantil que la despidió en su ataúd, hoy bajo su cruz de fierro pintada de blanco: 1999-2014. Srita. Érika Gómez González. Falleció el 30 de junio de 2014”. Q.E.P.D”.

La tumba de Erika. Foto: SinEmbargo Humberto Padgett

La tumba de Erika. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

Jóvenes caminan por el centro de Oberndorf. En esta región de Europa existe la menor tasa de desempleo de la Unión Europea con  poco más del 4 por ciento

Jóvenes caminan por el centro de Oberndorf. En esta región de Europa existe la menor tasa de desempleo de la Unión Europea con poco más del 4 por ciento. Foto: Humberto Padgett, SinEmbargo

OBERNDORF AM NECKAR IV

Si se quiere establecer una similitud entre Oberndorf, Alemania, y Arcelia, Guerrero, se tendrá que hablar de las armas Heckler and Koch, pero siempre con la distinción de que el sitio donde se fabrican es un lugar en el que nunca se han utilizado para su propósito final.

Y si se necesita hablar de una diferencia y sólo de una, no de las cientos de incongruencias que existen entre las dos ciudades en distintos lados del Atlántico, se debería hablar de la muerte y, más precisamente, de las edades de los muertos.

En la masacre de Tlatlaya murieron dos varones de 17 años de edad y una niña de 15. Otros 14 hombres fallecieron antes de llegar a los 30 años de edad.

Oberndorf tiene un pequeño cementerio junto al Río Neckar, un caudal cristalino que corre entre los árboles dorados, morados y rojos del otoño alemán. Es la Selva Negra por la que entraron los aliados desde el frente francés al final de la Segunda Guerra Mundial.

Quizá en todo el campo de sobrias cruces de madera o piedra sólo exista una tumba reciente ocupada por una persona menor de 30 años de edad, la de Jakob Testel, muerto a los 24 años, pero no violentamente, porque aquí, en el pueblo de las máquinas de matar, nadie ha muerto asesinado durante el último medio siglo.

Si se quieren ver entierros de jóvenes, es necesario viajar a la vecina ciudad de Rottweil, en cuyo panteón envejecen hileras con decenas de sepulturas fechadas en 1945, el último año en que Alemania trajo para sí la guerra.

Desde entonces, la ha exportado. *

PROMO-ALEMEX-1PROMO-ALEMEX-2PROMO-ALEMEX-3PROMO-ALEMEX-4PROMO-ALEMEX-5PROMO-ALEMEX-6

También te puede interesar

Zulema y “El Chapo”, la otra historia de textos por celular

$
0
0

No es Kate del Castillo; son las mujeres. El narcotraficante mexicano Joaquín Archivaldo Guzmán Loera tiene una enorme fascinación por ellas.

A “El Chapo” se le conocen 18 hijos con siete esposas. Entre estas se considera a Lucero Guadalupe Sánchez López, Diputada local panista por el distrito XVI de Sinaloa, motivo de un reciente escándalo.

El periodista Jorge Carrasco cita en un extenso trabajo para la revista Proceso el expediente de “El Chapo” en la prisión de El Altiplano. Indica que “el registro penitenciario dice que con su primera esposa, Alejandrina Salazar Hernández, tuvo cuatro hijos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, César y Alejandrina […]. Luego menciona como pareja sentimental a Griselda López Pérez. Con ella tuvo otros cuatro hijos: Édgar, Joaquín, Ovidio y Grisel o Griselda Guadalupe”.

La actual esposa es Emma Modesta Coronel Aispuro, de 26 años, con quien se casó en 2007 en el municipio de Canelas, Durango. Con ella tiene dos hijas, Emmali y María Joaquina. “También ha tenido hijos con parejas menos conocidas. Menciona [el expediente] a Estela Peña, con quien tuvo dos, Desiré y Diego. Con Nancy Bravo procreó tres: Joaquín, Fernando y Nancy. Como persona de confianza para visitarlo [cuando estuvo en El Altiplano] también designó a Devany Vianey Villatoro López o Lucero Guadalupe Sánchez López, con quien procreó dos hijos: Rubén y Anuel”.

Pero además están los quereres –como se dice en la sierra–, intensos, con los que no llegó a tener hijos.

El periodista Humberto Padgett publicó en SinEmbargo, el 23 de julio de 2013, el caso de Zulema, con quien el capo tuvo una relación trágica que quedó documentada porque hubo un intenso intercambio por mensajes de celular.

No es Kate: a “El Chapo” le gusta intercambiar cariños por mensajes de celular.

Padgett obtuvo el Premio Nacional de Periodismo con la siguiente pieza. Se respeta íntegro el texto como fue publicado.

PRIMERA PARTE

zulema_fotos

En distintas fichas. Foto: Archivo, SinEmbargo

Ciudad de México, 23 de julio de 2013 (SinEmbargo).– ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma!, el coro lo inunda todo al igual que un templo se llena de una plegaria.

Zulema viste pants ajustados y blusa beige, color obligatorio para quienes cursan un proceso penal en las cárceles del DF. Camina segura de lo que ocurriría metros adelante.

Deja atrás el módulo para mujeres del Reclusorio Norte y contiene la cadencia de las caderas. Esplendorosa a sus 19 años, se interna en la porción de la cárcel ocupada por los varones, tránsito indispensable antes de atravesar los túneles oscuros sin pintar que conecta el reclusorio con el área de juzgados.

¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma!

Desde la víspera, el rumor de la audiencia judicial de Zulema Yulia Hernández Ramírez se impregnó como una dosis de cocaína vía intravenosa empujada en la vena de un golpe.

¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma!, el Norte fue un sólo rugido. Las pupilas dilatadas. “¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma! ¡Zu-le-ma!”. Las mandíbulas trabadas como las de un pit bull rabioso.

¡Zu-le-ma!

Zulema se detiene sobre el epicentro del alarido. Mira hacia abajo con suavidad, con el cálculo de la cámara lenta, y libera las caderas que sin duda poseen vida propia.

El giro de la pelvis inicia suave.

El balanceo acelera y el cuerpo entero lo hace enseguida para contener la órbita de las ancas.

¡Zu-le-ma!

El sudor helado.

Zulema lleva la mano derecha con el dorso marcado con la letra Z de su nombre al costado izquierdo y la mano izquierda al lado derecho.

Contrae los dedos en el borde de la playera.

Las venas del cuello al límite.

¡Zu-le-ma!

Tira de la blusa hacia arriba.

Silencio: quedan al descubierto dos lágrimas de leche rociadas con café y canela.

El infierno sale disparado al cielo.

Los presos y custodios de mediados de 1997 que atestiguan la rutina, ven a la mujer seguir hacia el túnel de cemento desnudo.

***

El 19 de abril de 1997, un hombre joven llamado Juan Gabriel Stubbe Torres, atiborró su Tsuru azul marino con camisas que vendería al dueño de un puesto de ropa en la Plaza Los arcos, en la calle de Circunvalación, muy cerca de Tepito. Pasadas las cinco de la tarde entregó las prendas, recibió el dinero y continuó hacia su auto, estacionado en doble fila. Abordó el vehículo, subió el vidrio del lado del conductor que había dejado algunos centímetros abajo y acercó la llave a la cerradura de la marcha.

Percibió alguien a su izquierda, giró la cabeza y, a través de sus lentes, observó a Zulema con un revólver cromado por delante apuntando a su cabeza.

–¡Pásate para allá, cabrón! –gritó Zulema. –¡Para allá! –guió a Juan Gabriel con la barbilla hacia el asiento del acompañante.

– ¡No la hagas de pedo! –escuchó Juan Gabriel gritar luego a un hombre, El Fonseca, cómplice en el asalto.

Juan Gabriel se recorrió a donde le ordenaban y el sujeto corrió para colocarse junto a la puerta derecha. La mujer entró al auto.

– ¿Dónde están las llaves, cabrón? –exigió Zulema.

–En el suelo… Se cayeron… –tartamudeó Juan Gabriel.

Ella recuperó el llavero y encendió el motor, maniobra que aprovechó Juan Gabriel para intentar escapar.

–Ya estuvo, llévate el carro –imploró al tipo que se sumó al robo y quien respondió con un cachazo que, tras romper el vidrio del lente izquierdo de Juan Gabriel, aterrizó sobre el ojo. – ¡Llévatelo, déjame ir! –gimió.

–Ya sabemos que tu papá tiene mucha lana y se la vamos a sacar –el asunto avanzó hacia la posibilidad de un secuestro.

– ¡Sin pedos, cabrón! –advirtió un asaltante más, El Negro, antes de golpearlo con el puño en la boca. Juan Gabriel sintió astillas de sus dientes sobre la lengua. Ambos asaltantes continuaron la golpiza sobre las costillas hasta meterlo apretado en el piso trasero del Tsuru.

Zulema arrancó el auto. Un ladrón hundió la mano en el bolsillo trasero derecho del pantalón de Juan Gabriel, extrajo su cartera y la arrojó hacia la mujer. El tercer sujeto abatió los asientos traseros y empujó a Juan Gabriel desde adentro del vehículo hacia la cajuela.

El auto frenó con brusquedad y, antes de quedar completamente detenido, los dos secuaces brincaron del vehículo y huyeron.

Juan Gabriel levantó la cabeza y observó una patrulla con las sirenas encendidas y dos policías uniformados corriendo a pie a pocos metros en dirección suya.

Zulema metió reversa y hundió el pie en el acelerador. El auto avanzó 150 metros hacia atrás. Juan Gabriel salió por completo del maletero y alcanzó el freno de mano. Tiró con todas sus fuerzas hacia arriba. El auto giró bruscamente y Zulema perdió el control. Juan Gabriel brincó sobre ella y la sujetó por el cuello. Ella clavó las uñas de una mano en el antebrazo de él y logró asestarle un codazo con el otro brazo. El forcejeo siguió en el intento de él por mantener el freno de mano atascado y de ella por liberarlo. Juan Gabriel seguía la pelea con un ojo ofuscado por la sangre y la vista de ambos reducida por la pérdida de los lentes.

Quiso buscar a los policías, pero, en vez de ellos, observó nuevamente a los dos hombres que segundos atrás lo golpearon junto a su auto. Juan Gabriel atenazó nuevamente el cuello de Zulema.. El Fonseca y El Negro continuaron la carrera.

–¡Apaguen el coche! –gritó Juan Gabriel cuando al fin, con los pulmones de fuera, llegaron los policías.

–Pareja, revísale –pidió un oficial al otro. El policía sacó a Zulema del auto. El revólver cromado relució de inmediato.

–¡Ya te teníamos fiscalizado, cabrón! –aulló Zulema. –A mí me tendrán, pero mis cuates están afuera; estás muerto, culero –amenazó. Repitió la advertencia una y otra vez.

Pero lo cierto es que Zulema, como casi durante toda su vida, estaba sola, abandonada por los hombres. En cosa de días, Juan Gabriel se paró frente a la cámara de Gessel. Encendieron la luz en el interior del cuarto de espejos traslúcidos.

“La reconozco, sin temor a equivocarme, como la mujer que me asaltó e intentó secuestrarme”, dijo Juan Gabriel sin detenerse una sola ocasión a pensarlo dos veces.

Zulema diría que nunca se pensó en un secuestro, que la idea era resolverlo todo en un asalto. Que El Fonseca y El Negro fueron los de la idea. Que estaba metida en el problema por ganarse 500 pesos. Que antes de interrogarla la desnudaron y los policías judiciales hacían fila para verla y fotografiarla. Que le cubrieron los ojos con una toalla sanitaria y le envolvieron la cabeza con cinta canela para golpearla y manosearla. Que exigió la presencia de personal de Derechos Humanos, pero la única respuesta, en medio de la oscuridad, fue una cachetada. Y otra. Y otra más.

El juez sólo atendió al contenido de la averiguación previa. Resolvió:

“Zulema Yulia Hernández Ramírez es penalmente culpable del delito de robo calificado [...] Se estima justo y procedente imponerle la pena de 10 años de prisión”.

A la vez, sin imaginarlo siquiera, El Chapo Guzmán, el mayor vendedor de drogas del mundo, estaba a meses de adquirir una dolorosa adicción por Zulema.

***

En privado, Zulema daría otra versión. Diría que Juan Gabriel es sobrino de un jefe corrupto de la Policía Judicial que hacía negocios de droga y que ella lo sabía bien porque ella misma era parte de la empresa. Que era “madrina”, rémora de la policía que por no tener acreditación oficial podía moverse más cómodamente en la ilegalidad a favor de quienes sí portaban charola. Y aseguraría que el robo sí ocurrió, pero como parte de una trampa del comandante con el que trabajaba para taparle la boca.

A fines de abril de 1997, la noticia de la llegada de Zulema al Reclusorio Oriente se esparció con velocidad. Aún no existía el centro de reclusión para mujeres de Santa Martha, así que las procesadas y sentenciadas vivían en módulos femeniles de las cárceles que ahora sólo aprisionan varones.

El nombre de Zulema no significaba nada, pero la descripción de su cuerpo, siempre abundante de grafismos, lo decía todo. Medía 1.69 metros y pasaba los 60 kilos de peso. Llevaba una abundante melena castaña oscura. Su piel era morena clara, casi blanca en realidad. El mentón oval, los ojos grandes y café oscuro y una sonrisa permanente sobre su boca generosa. En algunos documentos aparece como nacida el 3 de diciembre y en otros el 10 de diciembre –éste resultaría el definitivo–, ambas fechas de 1977.

Los médicos detallaron más: dos cicatrices en la frente, otras dos en la muñeca derecha, varias más en la izquierda de distintos tamaños y direcciones, en el hombro izquierdo, codo y brazo derecho. Una mordida antigua en el antebrazo derecho y otra marca en forma de cruz en el cuello, y en el muslo derecho el tatuaje de un unicornio. Un dibujo permanente más estaba grabado en su espalda, un murciélago, y el último en su mano derecha, la letra Z.

Zulema mostraba además una marca redonda y abultada en el centro pecho. “Me pusieron un plomazo”, susurraba lo improbable mientras mantenía abajo el escote de su blusa. Cuando la mirada de quien observara regresaba al rostro de la mujer, ella sonreía para dejar en claro que estaba al tanto de la fascinación o turbación causada.

La joven también capturó la atención de psicólogos y criminólogos. “Crea impresión de capacidad intelectual superior a la media”, “es narcisista y manipuladora”. Y tenían razón. Zulema se hizo del control del mercado de drogas en el interior del Reclusorio Oriente, enamoraba y descorazonaba guardias de seguridad a voluntad. Gobernaba el sector de las mujeres y poco hacía por acordar con las autoridades formales.

La dirección del Reclusorio Oriente no quiso lidiar más con ella y solicitó su cambio. Movieron a Zulema al Reclusorio Norte, a pocas cuadras de la casa en que vivió y sufrió su infancia, según ella misma dijo a los psicólogos que la trataron. Vivió casi toda su vida en libertad en el norte de la capital, en la Unidad Habitacional El Arbolito, en la delegación Gustavo A. Madero, justo en la punta del DF que está rodeada por Tlalnepantla, Estado de México. Estaba de regreso en el vecindario, al que hacía hervir a cada audiencia que desahogaba en el juzgado.

Parte de la biografía de Zulema quedó redactada en el conjunto de pruebas y análisis que le aplicaron en las cárceles por las que pasó.

Si Zulema conoció a su padre o no de él sólo queda clara la ausencia. Cuando preguntaron a la procesada los nombres de sus padres respondió a regañadientes el de ella: Salomé Hernández Ramírez y se limitó a decir que ignoraba el de él. Para el trámite legal, el hombre quedó designado con la letra “N”, así, entrecomillada, código de un nombre desconocido. Y ella con mismos apellidos de su madre: código para explicitar la bastardía.

Con retraso de edad, concluyó la secundaria e inició el bachillerato que dejó trunco en el primer año por quedar encarcelada. Dijo tener por ocupaciones un trabajo como secretaria y sus estudios. No hay más en materia académica ni laboral formal o legal.

Redactó una funcionaria penitenciaria respecto de Salomé, la madre de Zulema:

“Alcoholismo habitual y consumo de marihuana y prostitución [...]”

Y sobre Zulema:

“Proveniente de un núcleo familiar primario incompleto, desintegrado y desorganizado, en donde percibe a la figura materna como inestable, punitiva, hostil, ambivalente, rechazante [sic] y agresiva tanto física como verbalmente con la cual nunca establece una comunicación funcional. La figura paterna ausente”.

En esa versión de su vida, Zulema es mostrada como la mayor de dos hermanos, cada uno de padre diferente. A la niña tocaba proteger al muchachito de las explosivas rabietas de la vieja a quien se le pudría más rápido el alma que el hígado. Parecía que la madre odiaba a su hija por ser mujer, como ella. Zulema huyó a los ocho años de edad. Se refugió en casa de una tía y, a los 16, se enamoró de un hombre varios años mayor que ella.

Con quien se lo permitiera, Zulema se quejaba amargamente de su madre. Una de sus mayores irritaciones consistía en que su hijo vivía retenido por Salomé en contubernio con el padre del niño.

“Su vida ha sido caótica, carente de afecto, apoyo y protección, por lo que desde temprana edad se involucra en grupos de valores socialmente no aceptables, los cuales adopta ya que en ellos encuentra la aceptación, el reconocimiento y el afecto que no encontró en su núcleo familiar primario involucrándose en conductas para y antisociales como robo, pandillerismo y farmacodependencia y para salir de su pobreza material. Es exhibicionista, extrovertida, manipuladora y demandante”.

En otro diagnóstico:

“Se trata de una persona con afectación antisocial de su personalidad. Muy conflictuada [sic] y de difícil manejo [...] Tiende a manipular situaciones, personas y cosas, pero también se da una actitud más cooperativa si se le da un trato afable y que no signifique autoridad o imposición”.

Fantasiosa hasta los límites con la mitomanía, con Zulema nunca era posible corroborar o descartar nada con absoluta certidumbre. Por ejemplo, a quien fuera de su confianza –lo que no necesariamente significaba que dijera la verdad–, relataba su experiencia como alpinista junto al escalador mexicano Carlos Carsolio, uno de los mayores montañistas del mundo. De ahí la experiencia obtenida para intentar un escape del Reclusorio Norte del que, también en corto, proporcionaba abundantes y hasta cómicos detalles.

Los cierto es que el intento de fuga sí ocurrió y terminó con Zulema con una pierna quebrada en el módulo hospitalario de Tepepan. Poco antes, Zulema intentó otra liberación por voluntad propia y tragó todos los medicamentos que tuvo a la mano tras un aborto espontáneo sufrido en el interior de la cárcel. Al parecer, el padre del nonato era un funcionario de la cárcel.

***

Pronto, también Tepepan quedó impregnado por Zulema.

En ese tiempo, un profesor de sociología investigaba distintos aspectos de la vida en las prisiones. Un día caminaba por los pasillos del penal de Tepepan. Sintió un abrazo firme por la espalda.

–Vamos a casarnos, ¿sí? –la voz era mezcla de tristeza y jocosidad. La cara era sólo de picardía.

El maestro se hizo diminuto ante la propuesta y cuando recuperó el habla observó con recató:

–Zulema… Aguas que nos están mirando –e indicó hacia un custodio.

La mujer se detuvo frente al guardia y, observando a éste, se dirigió al académico:

–Éste que vaya a chingar a su madre –voz de malvada de telenovela.

El oficial quedó petrificado. La cara se le arrugó en una mueca de desprecio y llevó la mirada de arriba a abajo para que no quedara un sólo trozo de Zulema sin odiar.

En esa época, el investigador social obtenía la cooperación de algunas internas para su estudio con el obsequio de casetes musicales.

– ¿Qué música te gusta? –averiguó con Zulema.

–La ópera –respondió resuelta, con naturalidad.

El profesor buscó en su caja y escogió el que le parecía más pertinente: “La misión”, de Ennio Morricone.

El Gobierno de la Ciudad de México buscó el traslado de Zulema a una prisión con mayor grado de seguridad. El 31 de enero de 2000 el gobierno federal autorizó su recepción en el Centro Federal de Readaptación Social Número 2 de Puente Grande, Jalisco.

Pura coincidencia: faltaba poco menos de un año para que Joaquín Guzmán Loera, quizá el hombre más relevante en su vida, se escondiera en un carrito de lavandería y se fugara de la prisión de supuesta máxima seguridad como si se tratara de un ingenuo guion cinematográfico.

 *Declaraciones, peritajes y partes policiacos contenidos en la causa penal 69/97 instruida por el Juzgado 41 de lo Penal contra Zulema Hernández Ramírez y con sentencia de 15 de abril de 1997. Entrevistas con exfuncionarios y expresidiarios del Reclusorio Norte y Tepepan. Entrevistas con policías judiciales. Reportes psicológicos y criminológicos.

zulema_ficha

La ficha completa. Foto: Archivo, SinEmbargo

SEGUNDA PARTE

A mi bebé lo tuve afuera. En enero [de 2000] cumplirá cinco años. Dentro tengo dos años y medio, cumpliré tres en abril. Mi sentencia es de 35 años y por juzgar. Traigo secuestro, robo calificado y me van a desglosar el cargo de arma de fuego. Aparte, yo tengo un perfil psicológico que lo tomaron para romperme la madre.

Te voy a platicar del apando largo, un apando de seis meses. Estuve desde el 19 de septiembre hasta al 18 de febrero de 1998, me la pasé en el apando. Aquí el mayor delito, el que más se castiga es pensar, hablar, defenderse. Aquí puedes ser todo. Puedes ser lo peor, menos ser inteligente.

Te sales del círculo de las autoridades, te sales de su manipulación, te sales de sus manos, ¿no?, y es algo que no perdonan… Y que yo hice al no ser tonta, desgraciadamente.

Nunca he soportado una injusticia, ni las ataduras. Creo que desde que mi mamá me traía en el vientre la pateaba tan fuerte que yo creo que tampoco quería estar ahí. Desde muy chica, desde antes de tener razón…

Llego a reclusión por segunda vez. La primera vez vine a los 13 años. Llegué por segunda vez y no lo acepto. No acepto que tengas que parecer estúpida, ni parecer imbécil, ni parecer nada para caerles bien. Para que puedas ser aceptada en su maldito núcleo. Yo empecé a darme cuenta que la directora del penal era lesbiana y tenía relaciones con ciertas internas. ¿Por qué? Por jerarquías, por obtener privilegios. Mierda al fin y al cabo. ¿De qué te sirve una jaula de oro si no deja de ser prisión?, dice la canción.

Una ocasión yo subí muy molesta a la dirección, porque no habían dejado pasar a mi hijo. Abrí la oficina y una interna estaba agarrada de la cintura de la directora. Desde entonces empezó cierto ataque y opresión contra mí para evitar que yo dijera algo.

Yo pensaba: “con esto la tengo de los huevos”.

La directora manipula a la población por medio de un grupo de internas a las que manda golpear otras. Si una interna se rebela y ella no tiene posibilidad de mandarla a un apando, la manda a golpear. Y las internas con las que mantiene el trato son las mismas que distribuyen la droga y extorsionan.

Yo de plano nunca me he dejado. Es algo difícil de explicar a mi edad, el estar tratando de pelear con la dirección, pero es cierto, nunca me dejé. Me tenía tanto miedo que un día me llamó a subdirección y me dijo: “Bueno, ¿qué quieres? Dime qué es lo que quieres y te lo doy ¿Qué quieres de mí? ¿Qué quieres hacer? Vamos a hacer un trato”. Yo dije. “¿Qué? ¿Yo contigo?”. En la pendeja, porque de haber sabido lo agarro. Pero bueno, no lo hice. Me ofreció y me ofreció entrar al negocio, pero no acepté y salí como más airada diciendo: “La tengo bajo mis huevos, una pinche escuincla de 19 años tiene bajo sus huevos a Hilda Adriana (Hernández Ravelo, entonces directora de Tepepan)”.

Se hizo más fuerte la lucha entre ella y yo.

***

Mi caso es de robo con secuestro y yo era un cheque al portador para el director de la policía judicial Luis Roberto Gutiérrez Flores, El Perro. En ese entonces se castigaba a las madrinas. Estaba muy dura la bronca de que si te notaban con una madrina te quitaban la charola y hasta la patrulla y no sé qué tanto desmadre. Yo trabajaba con una autorización por parte del mismo director.

Tuvimos nexos con el señor Balderas, un comandante de la Policía Federal que permitió pasar un cargamento de cocaína muy grande. El director Pedro Barbosa tomó cartas en el asunto, o sea él dejó pasar un cargamento de droga. Eso estaba arreglado con Gutiérrez, pero al pasar el segundo cargamento no avisó y Balderas se quedó con todo el dinero.

Gutiérrez me dijo: “Hay un trabajo muy bueno y si tú lo sacas Barbosa te da de alta en la policía”. Fuimos a la casa de Balderas, en una calle de Polanco. Yo conecté a los de vigilancia de la casa de enfrente. El cuerpo es una gran puerta, es una gran llave. Hay que saber lo que traes, ¿no? La verdad. Yo soy así con mis atributos [ríe] porque abren muchas puertas y abrí la de una persona que vivía frente a la casa de Balderas.

Ahí nos dimos cuenta de cuánta gente estaba conectada con ellos, cuántos ministerios públicos federales. Nos dimos cuenta de muchísimas cosas y yo di toda esa información.

Yo no sabía, es que había una consigna muy grande de agarrarme. Yo iba a pedir trabajo con los muchachos y me decían: “es que no, es que estás bien caliente”. “¿Cómo que estoy bien caliente?”. “Que en cuanto se te vea se te quiere poner a disposición”. “¡Ay, no mames! Pero, pues, si no he hecho nada”. Yo no lo creía porque no sabía yo hasta qué grado me habían metido. El hecho de haber participado fue la muerte. La principal cabeza que querían era la mía porque yo enamoré a uno de los güeyes que le cuidaban la casa.

Yo sería una ‘parada de culo al decirte: “¡Ay, yo sabía que estaba ahí!”. No. Hasta después que la gente me empezó a decir: “No mames, es que tú sabes lo de Balderas”. Y la pendeja de Zulema les empieza a contar a todos: “No, pues, es que yo, así y así y asado”. Me dijeron: “¿Sabes qué, hija? Tú no vuelvas a hablar, no vuelvas a abrir la boca porque ahí te vas a quedar, no sea usted pendeja, póngase las pilas”. Me veían y haz de cuenta que veían a alguien con lepra o no sé qué rollo.

A mí me atoró Roberto Gutiérrez. Yo preferí quedarme callada y decir: “no sé nada y estoy embarazada, no sé nada y estoy embarazada”. Efectivamente, estaba embarazada. Perdí al niño y les valió madre. Me dieron una putiza del tamaño del mundo. Los cuatro sujetos que me golpearon trabajaban conmigo… Era gente que trabajaba en la maña, en la mafia, en pasar droga. En aceptar grandes cantidades de droga. Hablamos de camionetas que pasaban a la luz del día, así, valiendo madre todo ¿Por qué? Porque tuvieron el respaldo de gente como ellos.

Yo…con Gabriel [el hombre al que intentó robar y secuestrar, según la resolución judicial] estuve…que qué casualidad que yo voy a robarlo y resulta que es el sobrino de Roberto Gutiérrez, ¿no? O sea el puto sobrino del puto Roberto Gutiérrez. ¡No mamen! Fuimos a robar una nómina y resulta que no, que teníamos que sacar un carro. Me manipularon cruel. Me dijeron: “Llévate el carro, en el carro está el dinero o tráetelo, como tú quieras, pero sácalo”.

Iba saliendo y al mismo tiempo llegaba la policía. ¿Cómo es posible eso? Llegaron unos güeyes que me iban a hacer muro [protección armada para la fuga]. Pensé: “¿Para qué te estás preocupando? ¡Chingue su madre! Atraviésate con el carro y chingue a su madre lo que se pierda, lo que sea. Vi las patrullas.

Me puse en la madre con ese güey. Primero me dijo: “¡Ya valiste madre!” y me empieza a gritar el muy pendejo.

No me quedó otra más que echarme en reversa, me fui de reversa y nos empezamos a balacear. Las patrullas me siguieron. Este güey me quiso agarrar del cuello y yo ¡pum, pum! le pego. Te juro que lo iba a matar. Le puse unos cachazos. Me estaba traicionando.

Yo estoy en un juzgado de consigna. Caes en un juzgado de consigna y por nada te vas a ir. Cómo te defiendas o lo que digas vale para pura madre. Te vas a chingar. Yo salía a una audiencia, me decían que mi abogado no había llegado y de regreso me acusaban falsamente de haber hecho un desmadre. Me metían directo al apando. Entonces era el agarrarte a cuatro manos, gritar, patalear, pegar. Y todo vale madres porque cuatro o cinco cabrones te agarran y te agarran a huevo y…Y maldita sea, no hay manera de que puedas defenderte.

Saber es lo peor. Yo tengo fotografías con todos los muchachos comiendo, con la gente que hasta está trabajando, con gente de Arellano (del Cártel de Tijuana) en los ranchos, con las señoras. Entraron a mi casa, revisaron, voltearon todo de cabeza y mi mamá estaba asustadísima. Ella me reprochó mucho: “Mira lo que estás haciendo, mira por tu culpa lo que estamos pasando ¿Qué necesidad tenemos? ¿Qué tal si un día llegan y nos matan? Dime qué. Ya habla, ya dinos ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto problema contigo?”.

Sería peor si hablaba. Yo no temo por mí, te juro que yo no temo por mi sufrimiento, temo más por el sufrimiento de mi familia. Me quedé callada.

***

Hay una presión psicológica muy grande. Eso te abre más que mil golpes, ¿no? Es una cárcel dentro de la cárcel, estás en un lugar y no puedes estar y todo el mundo te observa y…y no tienes un lugar donde puedas estar sola, no hay un lugar donde puedas estar en paz. Te vas acabando, sientes que te están aplastando el cerebro. Es algo realmente asfixiante, es algo… No te puedo decir y quisiera decirte lo que siento.

Te despersonaliza. Lo que ellos buscan es crear robots que puedan ser manejados por ellos. Que no tengas consciencia, que no hables, que no pienses, que no nada. ¿Cómo lo hacen? Encerrándote. Los círculos, los espacios: de este pasillo no pasas, de un piso al otro piso no pasas. El dormitorio se cierra. No puedes hablar. No tienes derechos. “¿Por qué al apando?”. “Porque yo digo, porque yo soy la ley, porque tú aquí no eres nada”.

Se empiezan a meter con tu visita, no puedes ver a nadie. Y no entran porque a huevo encuentran una justificación para que tu visita no entre. Y si entra, entra de la manera más denigrante, con la intención de que ya no regrese. A mis primas las hicieron hacer sentadillas sin pantaletas siendo que con la maldita aspiradora te detectan moléculas de droga y ya no es necesario eso.

Cuando…a mi hijo le bajaron el pantalón y le revisaron el anito, eso fue el acabose. Yo me subí [golpea la mesa] y le dije a Adriana: “Tráeme un pinche ministerio público [golpea tres veces consecutivamente] y ahorita te llevo con quien lleva la droga, te llevo con tu pinche gente, porque es tu pinche gente la que la está metiendo y es así [golpea], y así [golpea], y así [golpea], y así [golpea], y así [golpea], y asado [golpea]”. Tráeme un ministerio público y ahorita vas a ver como jijos de la chingada no encontramos droga y dejas en paz a mi familia, hija de la chingada. Me tocaron a mi hijo. Como madre te conviertes en una… algo muy fuerte. Llegó seguridad y custodia a bajarme de la oficina y le dije: “¡Ándale!”, la retaba. “¡Ándale!”. Hasta se me quedaba viendo como diciendo: “¿A poco sí?”, como queriendo aparentar que estaba tranquila, pero realmente no lo estaba.

Le dije muchas cosas respecto a la cantidad de droga que entra al penal y las chicas del grupo grande, las chicas fuertes, que para mí eran una bola de pendejas. Ellas, de cierta manera, presionaban a las demás a drogarse. Primero las inducían con el barniz y les decían que eran buena onda y que ahí van los chochos. Si tú les decías que no era una madriza. O te agarran de barco o te renteaban. Rentear es extorsionar… Yo te agarro en los lavaderos: “A ver, ven para acá, hija de tu pinche madre, y me vas a dar dinero, puta, porque si no te voy a poner en tu madre y cuando bajes con tu visita te voy a romper tu pinche madre allá abajo, güey, y chingo a mi madre y vas a ver que no me apandan y donde vayas de pinche chismosa y pinche borrega te vamos a echar la carrilla. Mejor ni digas nada porque vas a valer madre”.

Todo mundo tenía miedo a un reporte, todo mundo tenía miedo a Seguridad y Custodia que directamente le reportan a la directora.

***

Cuando intenté…fugarme del…Reclusorio Norte, fue un momento de desesperación. Yo había intentado suicidarme. Ya tenía preparada la fuga, pero la chica con la que yo me iba a [fugar] se arrepintió el mero día, y ya teniendo yo gente afuera y dentro. Ya había comprado yo a gente de seguridad. Se me acusa mucho de ser manipuladora y sí, sí lo soy.

Yo soy alpinista. Entonces metí las “uñas de gato” y unos zapatos especiales para escalar, metí las cuerdas, metí los guantes, metí ropa negra, metí un bíper. Se arregló que el custodio que estaba en la puerta de guardia se fuera a cenar a tal hora y no llegara su relevo. Se arreglaron las llaves, se arregló una puerta que da al cordón y que quedó cerrada con un solo candado, cuando debía estar sellada con tres. No requería de mi compañera, sólo que ella hablaba tanto de sus hijos y de que no quería estar aquí y todo eso que me dobló y me pegó el sentimiento.

Te juro que tengo en la cabeza…tengo un coeficiente intelectual muy alto. Desgraciadamente lo he utilizado mal. Pero para mí esto era… esto no es nada. Ya estaba todo y la chava con la que me iba subió a la dirección y ya no regresó al dormitorio. Entonces llegaron los custodios y me catearon. Ella me acusó. Me delató y me encontraron droga. Y otra madriza. Me llevaron al apando.

Estuve una semana y me tocó ir al juzgado. Era 12 de septiembre de 1997, ese día hubo un motín en el Reclusorio Norte.

Del dormitorio ocho del Reclusorio Varonil venían un chingo de custodios con armas largas y con chalecos antigás. Sacaron a todo el mundo a los pasillos porque pensaban que del reclusorio varonil habría una fuga por los túneles y salida por el femenil. Había un ambiente muy fuerte ese día. Pensé: “Es ahorita o nunca”.

Toda la banda estaba muy alborotada. Y empecé. Todos me decían: “Yo me voy contigo”. Había una mami, una chava que estaba embarazada. Me acuerdo que llega a mi estancia y se puso unos botines: “¡Cámara, güey, vámonos!”. Ya todo mundo sabía lo que planeaba, ya todo mundo sabía por dónde me iba a ir. El secreto del mundo valió madres. Entonces les dije: “¿Saben qué onda? La verdad, yo me voy por las bardas y ninguna de ustedes tiene la condición para hacerlo, pero, ¿saben qué? Más vale el fuego a quedarnos.

Sin cuerdas, me fui con un lazo. Cuando salía del dormitorio, Sandra Luz, la gordita de la cocineta, llorando como loca me gritó: “¡Es que te van a matar, bonita, te van a matar!”. Y le respondí: “¡Es que ya no! ¡Yo ya estoy muerta, güey! Nada más ruégale a Dios que todo salga bien y primeramente Dios regreso por ti, gorda”. “Ponte a dieta” fue lo último que le dije.

Estaba la pulidora de los pisos y un cablesote marca “Acme”. Me lo llevé y subí la barda. Ya no pensé, ya no volteé a ver. Trepé las barras por los enrejados, por los alambres de púas. Salté a la dirección, pasé otras púas, volteé el enrejado, caí al cinturón de seguridad, seguí a otra barda y a una torre en construcción. Me sangraban las manos, porque me las clavé en las púas. Mi cara estaba toda rasguñada, las piernas me temblaban. La respiración… El corazón lo sentía en la garganta y por todos lados. Yo sentía ese miedo. Fui por una torre y salté una barda. La dificultad son los nervios, ponerte los calzones y hacerlo. Es fácil planearlo, pero decir: “ahorita ya lo voy a hacer” [golpea]. Ahí sí te faltan un chingo de huevotes, la verdad. Llegué al enrejado de la barda y las chavas gritaron: “¡Córrele! ¡Córrele! ¡Córrele!”, y era un gritadero. Yo dije: “ya, ya valió madres”.

Y efectivamente. Atoré el cordón a un reflector y quise bajar. Me dispararon de la torre del lado varonil. Me descolgué dentro de la barda y las manos me quemaban porque ya no podía detener mi velocidad al bajar. Acabé soltándome. Caí. Me eché a correr. Escuché otros disparos y corría “entre paréntesis” –quiso decir entre comillas– porque ya traía esta pierna arrastrando.

Cuando escuché el siguiente cañonetazo, yo ya veía la calle. Ya veía los carros, ya nada más faltaba un pinche enrejado. El último. Ya olía a calle, ya…no sé. Lo sientes tan cerca, es algo que te da fuerzas, te juro que…no sé, no sé…yo pensaba: “Si no alcanzo a llegar a esa reja quiero recibir un balazo”.

Y no, pues ni uno ni otro [ríe].

Me agarraron y me dieron una santa putiza. Cuando me levantaron para meterme al Reclusorio, me gasearon. Mi pierna ya no servía. Ya ni moverla. Me llevaron a los apandos. Me desnudaron. Cuando me quitaron el pantalón yo gritaba como loca: ¡Ya no me peguen! ¡Ya no me peguen! ¡Por favor, ya no me peguen!”. Fue la primera vez que me vieron suplicar para que ya me dejaran. Todo lo escuchó Memo, el maestro de teatro: “Yo escuchaba y se me erizaba la piel, hija”. Me lo narró desde fuera, imagínate lo que yo sentí estando, siendo yo la autora principal [ríe]… La actriz principal [corrige].

El apando es un cuarto de dos por dos, sin colchón, sin luz, con cucarachas, con ratas que salen de las coladeras. Solo. Es muy frío y huele mal, huele a humedad. Es la soledad. Es una crueldad absoluta.

Me dejaron un mes en el apando de allá, sin colchón y desnuda. Yo buscaba la tubería del agua caliente para acostarme ahí. Era algo denigrante en su máxima expresión que iba más allá del dolor. Era perder el sentido del tiempo, el sentido de quién eres, de qué eres, de qué va a pasar. Escuchar un maldito candado y sentir que te van a dar en la madre. Cada candado que abría era para pegarme, para desmadrarme. Nada más para eso. Para aventarme un plato de comida. Ya comía más por desesperación que por otra cosa. Hasta la lengua me dolía. Un mes me la pasé arrastrándome por el piso del pinche apando: al baño, de regreso; acostada. Me trajeron aquí, a Tepepan, y entré al apando.

***

Intenté suicidarme con una súper sobredosis de pastillas psiquiátricas que me daban. Yo no me tomaba el medicamento. He visto a la gente como queda estúpida. Había una chavita que era un desmadre y ahí la ves toda idiota. Porque a la directora de mierda no le gustan las viejas que van y le gritan y le mientan su madre. “¡Está loca!”, porque se quiere tener la idea de que sólo estando loca se le puede gritar a un ser tan nefasto y despreciable como esa hija de su pinche… Ahorita sí, ya estoy loca, te lo puedo asegurar.

Entonces con ese tipo de pastillas, con aspirinas, diazepam, rivotril, este…bueno una infinidad de… carbamazepina [utilizado, principalmente, para controlar las crisis epilépticas y el trastorno bipolar que también funciona como estabilizador emocional]… Todo ese tipo de drogas yo me las guardaba y hacía como que me las tragaba, pero no me las tragaba. Y un día tenía fácil unas 40 pastillas de todas y todas van para la boca [ríe]. Me sacaron de aquí al Hospital de Xoco, según me dicen, porque yo todo el tiempo estuve inconsciente. Apenas abrí los ojos y a me dieron café en la boca y me sentí con ese pinche coraje de desmadrarte, de “te voy a hacer mierda, te voy a hacer…”, así con ese pinche odio lo sentía.

Hay un huequito. Tú no lo has visto, ¿verdad? Está en el área de VIH y juntito están las puertas y abajo hay un apando muy pequeño, ahí fue donde yo estuve. Hay un hoyito que da al cuarto de Sheila a la que quiero mucho y le digo que somos hermanas. Ella me pasaba por ahí cada día un cigarro. Algo bien canero, algo bien de película, porque yo nunca lo había visto. El tocarte: “Ya estoy aquí”. Creo que todas sentían mi dolor.

Mis compañeras gritaban y pedían: “es que mi compañera tiene un mes allá abajo”, “es que mi compañera tiene 60 días allá abajo”, “es que mi compañera está fracturada”, “es que a mi compañera la golpearon”, “es que mi compañera está desnuda”.

Nadie escuchaba.

La gran mayoría, aquí de las que estamos, somos del Reclusorio Norte y cuando estábamos en el Norte hacíamos unos desmadres, pero chulos desmadres. De eso es de lo que no se acuerda la pinche directora, de que yo les paraba de culo dormitorios, de que nos llevaban pinche comida con lombrices. ¿Sabes lo que es estar tragando sopa y cuidando que no te vayas a tragar una cucaracha? O que te estés quedando dormida y escuchas como mascan las pinches ratas. Era algo que yo no soportaba y no lo soporté. No lo permití más. Si yo los he visto cargar los putas pinches camionetas con yogurt, con leche. Y me puse a hablar a los periódicos. Me he aventado con todo.

Política. Eso es hacer política en la cárcel. Cuando yo llegué yo no sabía, pero la misma pinche injusticia me hizo aprender. Me hizo agarrar un pinche reglamento y decir: “Te tengo de los huevos y me vas a respetar y tengo derechos”. Tengo derechos que no sabía ni que existían.

***

Manejar droga es algo muy difícil. Yo manejé opio un tiempo… hace una semana [Ríe]. Hablar de drogas es un tema sumamente delicado. El problema es que es un asunto muy de la casa. Hablamos de una concesión. Hay gente que por muy recta que se ve, va y se pone hasta el culo allá arriba y como un pinche desquiciado adicto [golpea simulando una puerta] toda la pinche noche toque y toque, y a huevo quieren perico, ¿no? Y a huevo quieren coca, y quieren mota y quieren piedra.

Los funcionarios nunca van. Van los custodios y dicen: “Dame tanto para allá arriba”. Todo entra con Seguridad y Custodia. Tú ves a un custodio y le dices: “¿Tienes?”, y te dice: “¿Qué? ¿Cuánto quieres?” “¿Cuánto traes?” “Traigo tres puntos”. “Dame mil quinientos”. Y vas con otro: “¿Tienes?”, y así es el bisne. El custodio le vende la droga a la interna para que ella la venda aquí. Es la fachada de la dirección. Son los tentáculos, para que me entiendas. La cabeza nunca bajará aquí a población y a decir: “¿Cuántas quieres? Hay de a 10 pesos…”. [Ríe]. Son los custodios. Entra por visita, entra por burro.

Por eso es muy de la casa. Aquí todo está controladísimo: “Ésta vende de esto, ésta vende de éste, ésta vende de lo otro”. “¿Y ésta qué? ¿A poco ésta también vende? [Hace referencia a una que lo hiciera por su cuenta] “A ver”. Entonces hay cateo y se va atorada y proceso, apandada y a Santa Martha. ¿Por qué? Porque no es de la casa, porque la droga no es de la casa. ¿Sí me explico?

Podría faltar todo, pero marihuana no. La mota no. Te juro que falta la mota y la gente que es bien banda trae unos costales y te los da. Te lo juro por Dios. Cocaína, puede faltar cocaína, chochos sí, pero mota no. La marihuana las tranquiliza. No por nada fue una hierba de los dioses, ¿no? La pipa de paz y de los dioses porque era algo muy relax y aquí es lo más sano que hay. Se fuman un toque y están bien tranquilas. A la gente que vende le han hecho unos desmadres increíbles y se levanta la población. Aquí el diablo se suelta y es cuando uno aprovecha para decir: “Esa pinche directora que chingue su madre, ¿cuántas somos? ¿Cuánto dura esa pinche puerta?

***

Yo escribí alguna vez que era manipuladora y alguien me dijo nunca enseñes esto porque te mandan lejos, cabrona, porque esto es algo fuerte. Yo no hallo cómo decirte las cosas sin parecer que me estoy elogiando demasiado. Yo sé lo que soy, de verdad, y sé lo que he hecho, sé los alcances que tengo. La mente me trabaja a mil por hora.

Me verás con alhajas, vestida y bien parada de culo y todo mundo llega y me saluda bien buena onda. Me estiman porque siento que hay gente que me quiere, realmente me quiere, me cuida, me apoya. Me siento fortalecida, resentida también.

A mí me calma escribir. Me gusta la ópera, la música clásica, los boleros. Me gusta irme en una ópera en esta angustia que siento. Lloro. Me gusta la oscuridad, me gusta estar sola, me gusta estar conmigo, olvidarme del pinche mundo que existe, me gusta acostarme, me gustan mucho los cojines. Así llegar a una cama y acostarme [ríe consciente de lo que despierta].

¿Te digo algo? Hoy me di cuenta que estoy en la cárcel porque la cárcel me metió en sus entrañas. Morí hace dos años y es algo bien profundo porque yo a nadie… nunca lo había podido describir y sé que mataron de mí algo bien importante… Nunca me van a regresar el tiempo ni la alegría de mi hijo, ni esas caricias, ni yo se las voy a poder dar a él… ¿Dónde voy a recuperar el tiempo que no pude estar con mi hijo?

Me tembló el culo para decir esto. Me causa un gran conflicto enfrentarme con la realidad de lo que siento, de lo que veo y llegar a una estancia y ver a alguien como un vegetal muerto, mirar a una pinche ventana, mirar a una puta vida allá enfrente y yo como pendeja viendo. Y lloras, te pones hasta la madre. Ver cómo cada una escapa de su dolor. Voltear a ver que se cortan las venas. Ver que algunas se colgarían, pero les faltan, te faltan, me faltan huevos para hacerlo y agarrar un puto cinturón.

La visita se va. Ustedes se van y nosotros nos quedamos aquí. Hora tras hora recorres los mismos pinches pasillos, las mismas estancias. Y no tienes a donde ir, no tienes a donde correr. ¿Sabes lo que es hablar por teléfono con la gente? De la chingada, te sientes sola, te sientes que te vas a dar en la madre. Estás marcando el puto teléfono y no encuentras a la pinche gente o está ocupado. Es algo que cualquiera diría: “no mames, ¿por eso te vas a colgar?”. Yo me he quedado con la pinche bocina llorando porque muchas veces he sentido la necesidad de hablar con alguien y no encontrar a nadie… O que hablas y te dicen: “¡Ah, sí! ¿Qué paso? Voy a salir, que estés bien. Bye”. ¡Pum! Cuelgan. Y sólo tú sabes lo que estás pasando y te preguntas: ¿se preguntan ellos lo que tú vives aquí adentro? ¿Lo que pasas en las noches?”. Cuando ves la pinche luna, cuando escuchas una maldita moto, cuando te platican algo de la calle, cuando ves la pinche televisión…

Es una manera como de conectarte con un mundo que ya no es tuyo, chingada madre. No lo puedes aceptar y te duele ver cómo hay un putero de gente sola y muerta y que de alguna manera quiere seguir viviendo, igual que tú. La única manera es gritar y pegar y armar un desmadre.

 * Entrevista inédita realizada por un equipo académico de investigadores sociales en octubre de 1999 a Zulema Hernández Ramírez. Todas las expresiones pertenecen a la entrevistada.

zulema_filiacion

Media filiación de Zulema. Foto: Archivo, SinEmbargo

TERCERA PARTE

Zulema compartió celda en el Penal de Puente Grande, en Jalisco, con otras tres mujeres y la cama de El Chapo Guzmán con una cocinera de la prisión. La prisión era gobernada por ese narcotraficante y su socio Héctor Palma Salazar. Compartían privilegios con Arturo Martínez Herrera, El Texas.

La serie de declaraciones de los custodios tras la fuga de El Chapo, en enero de 2001 y a días de la llegada del Partido Acción Nacional a Los Pinos, deja claro que todos los empleados penitenciarios lo eran, en realidad, de Guzmán Loera: los carceleros participaban en la introducción de licores y comida, la organización de fiestas y en los traslados de las pocas mujeres presas en esa prisión –siempre disponibles– a las celdas de los capos. Entre éstas Zulema, convertida al poco tiempo en la preferida del sinaloense.

Ahí se enamoraron y, según sospechas que dejaron constancia en documentos oficiales, Guzmán Loera resolvió que su amante volviera al Distrito Federal, cerca de su hijo. Sin claridad en la investigación, la Policía Federal supuso que ese niño era otro hijo de El Chapo. Falso, aunque esto no significaba que Zulema no se embarazaría del narcotraficante.

Oficialmente, la salida de Zulema de Puente Grande inició el 8 de mayo de 2001, cuando la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recibió una queja presentada por Salomé Hernández Ramírez, madre de Zulema. Se inconformaba por el traslado del año anterior de su hija a un centro de reclusión para varones. Había varias protestas en el mismo sentido y el ombudsman dirigió una recomendación al gobierno de Vicente Fox para el traslado de las mujeres internas en esa cárcel y en la de La Palma a sitios diseñados para mujeres.

Fox ordenó que las mujeres volvieran a centros de mediana seguridad.

Zulema regresó a Tepepan. Uno de los académicos que la entrevistaran años atrás la miró a la distancia. Era difícil en la primera impresión tener seguridad de que se trataba de la misma mujer: el rostro deteriorado, envejecido y con cicatrices o acné. No logró distinguir.

–Eres famosa. Ya vi que te citan en un libro –dijo el profesor en referencia al libro Máxima seguridad de Julio Scherer.

Zulema comentó su irritación con el libro por aparecer como amante de Guzmán Loera y sacó un papelito de su pantalón azul marino, uniforme obligatorio para los reos sentenciados en el Distrito Federal. Garrapateó el número de su teléfono celular; el coqueteo implicaba una presunción: sus privilegios en prisión estaban íntegros.

El maestro nunca marcó el número. Zulema ya no imponía respeto con su sola presencia, la fama de su arrojo o porque de su boca salieran diablos envueltos en llamas. A Zulema se le temía. Era la mujer, o al menos una de las mujeres, de El Chapo.

Ese día, Zulema caminó hacia su celda y reapareció minutos después vestida con un short ajustado. Corrió algunas vueltas en el patio cercano al área psiquiátrica de Tepepan.

Salió en poco tiempo, a mediados de 2003, si se considera que enfrentaba una sentencia de 35 años además del proceso pendiente por portación de arma de fuego, según ella misma lo detallaba en entrevista. La versión oficial fue que se le otorgó su libertad anticipada bajo palabra. Ella misma así lo decía.

La verdad de la que hablan los persecutores de Joaquín Guzmán Loera es que el narcotraficante no resistiría mucho tiempo el síndrome de abstinencia de Zulema, así que liberaron a la mujer con la idea de encarcelar al Chapo, fugado de Puente Grande desde 2001.

***

Si se atiende a la documentación presentada por las autoridades mexicanas, respecto a sus investigaciones sobre crimen organizado, una primera conclusión es que la policía en México trabaja al amparo de pitazos anónimos.

El 28 de enero de 2004, según la PGR, la entonces Subsecretaría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO, hoy SEIDO por mero reacomodo de términos) recibió una llamada telefónica desde un teléfono público, según el relato de la misma autoridad.

Supuestamente se escuchó la voz de un hombre que se negó a identificarse:

“El día de hoy va a llegar un cargamento grande de cocaína, viene de Colombia, son dos toneladas. El dueño de la droga es Arturo Beltrán Leyva. Se la mandan Los mellizos. La cocaína la va a recibir en una bodega Pablo Rojas López, quien vive en el 308 de la Calle Norte 79-A de la Colonia Electricistas, en Azcapotzalco. Tiene un grupo de confianza que le ayuda en estos casos y todos trabajan para Arturo Beltrán, comúnmente le lleva toneladas de droga del sur al norte del país sin problemas. Si quieren detener el cargamento sólo síganle la pista a Pablo”.

Dos horas más tarde, un grupo de seis agentes de la Policía Federal de Investigaciones ya miraba salir de la dirección dictada por teléfono una Chevrolet Venture color arena con dos sujetos abordo. Los siguieron hasta llegar a un domicilio en la colonia El Santuario, delegación Iztapalapa. Era una bodega de 40 metros de frente con un zaguán negro de 10 metros de ancho.

En el extremo izquierdo del zaguán estaba estacionado un tráiler blanco, con plataforma rojo oxido, con algunas tarimas estibadas. La camioneta Venture ingresó al almacén y, una hora después, salió seguida por una camioneta Nissan blanca. El tráiler completó la caravana. Sólo fue asunto de detenerlos y abrir el camión para que el medicinal olor de la cocaína les diera en el rostro a los policías. Había decenas de ladrillos envueltos en distintos colores. Abrieron uno y el cristal blancuzco apareció, al igual que en el resto de los 2 mil 69 paquetes con peso de 2 mil 72 kilos y valor estimado por las autoridades de 40 millones de dólares.

La droga sería transportada a Monterrey, Nuevo León, y entregada a Ricardo Tamez, El Richi, lugarteniente en la principal ciudad del norte mexicano de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas. Era 2004 y los hermanos Beltrán Leyva aún estaban integrados en La Federación, la aglutinación de facciones sinaloenses del trasiego de drogas en México.

La aparición del Barbas en esta trama posee relevancia porque Beltrán Leyva sostuvo la organización de Guzmán Loera, pariente suyo, mientras estuvo preso. Los Beltrán Leyva mantuvieron su lealtad a Joaquín y el control de los dos grupos de sicarios que representaban el músculo de la organización. Años después, en 2008, cuando el gobierno federal detuvo a Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, se rumoró que el arresto fue una componenda entre la administración de Felipe Calderón y Joaquín Guzmán para paliar su supuesta complicidad. Al menos los Beltrán Leyva lo creyeron cierto, se aliaron con Los Zetas e hicieron la guerra contra El Chapo.

Más importante que la confiscación del enervante fue el arresto de Pablo Rojas López, El Halcón, un empresario de las drogas con 20 años de introducir coca en Estados Unidos y de surtir el amplio mercado de la Ciudad de México, incluidas las grandes zonas de narcomenudeo de Tepito, en el DF, y Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México. Ambos sitios poseen tal capacidad de venta de todo tipo de sustancias prohibidas que se les ha tratado de implantar el carácter de cártel. Y El Halcón, según la policía, proveía y fijaba los precios en los dos lugares y también en Gustavo A. Madero, Iztapalapa y el resto de la gran Ciudad de México. También en Ecatepec, un lugar que resultaría definitivo en la vida de Zulema y a quien El Halcón señaló como parte de la red de venta de drogas en la capital.

Rojas López confirmó el nexo con los Beltrán Leyva y aceptó la jefatura de la organización en el DF y su zona conurbada. También detalló que respondía a las órdenes de un colombiano radicado en Medellín llamado Mauricio Jaramillo, quien dependía directamente de Víctor Manuel y Miguel Ángel Mejía Munera, Los mellizos, dueños la ruta de la costa norte de Colombia a Estados Unidos y Europa desde la década de los 90.

Los mellizos fueron relacionados en el expediente con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Esto es, al menos, peculiar. Los servicios colombianos de inteligencia los colocan en el lado opuesto del conflicto armado: eran paramilitares y dueños de las Autodefensas Unidas de Colombia.

La coca de Los mellizos ingresaba a México vía Panamá por los puertos de Cancún y Acapulco con la complicidad, según El Halcón, de la Policía Federal Preventiva y la Marina. Parte del embarque continuaba hacia Monterrey con escala en Piedras Negras para terminar en Houston, Texas. Entonces se diluía en el extenso sistema vascular estadunidense. Pero, muchos kilómetros al sur, una buena porción de la coca se quedaba en el Distrito Federal para su consumo local.

Rojas López informó que estaba a horas de reunirse con un colombiano y un mexicano de nombre Emilio Andrés Vizcaíno Ramírez, miembro de la “mafia tepiteña” al igual que los otros siete hombres detenidos junto con él. Según el relato de los policías federales, El Halcón continuó el listado de narcotraficantes capitalinos e incluyó a Guillermo González Blassi, el último vaso comunicante con Zulema.

La cita sería en el restaurante McDonald’s de Plaza Satélite. La Agencia detuvo más hombres y brincó la dirección de un hotel cerca del centro del DF, en Arcos de Belén. La policía continuó la pesca de narcotraficantes de talla mediana y lanzó el anzuelo en el hotel, donde picó González Blassi, amigo entrañable de Zulema Hernández Ramírez.

Al enterarse Zulema, según la policía de Genaro García Luna, la mujer que se hacía del control de prisiones enteras por las buenas y por las malas, que había enamorado al enemigo público número uno del mundo y que colocaba a psiquiatras y sociólogos dentro de un laberinto, se presentó en una agencia del Ministerio Público para denunciar el secuestro de González Blassi.

La detuvieron luego de ir a denunciar lo que pensó que era el secuestro de un conocido suyo y de Rocha, otro de los involucrados en la red de tráfico de drogas. Cuadras delante de la agencia del Ministerio Público en el que comenzó la denuncia “por razones humanitarias” declararía que un convoy de policías federales armados y embozados emboscó su auto, un Ford Contour dorado.

Zulema llevaba consigo un reloj con extensible de piel negra, tres pulseras de oro, al igual que dos cadenitas con una cruz como pendiente, lentes, un vistoso cinturón café con hebilla plateada y tres teléfonos. También un portafolio con 96 mil pesos. La experiencia cuenta y, tras esta segunda detención, lo negó todo, hasta la relación con Pablo Rojas López.

Pero, aún más importante que el dinero, Zulema llevaba consigo teléfonos celulares y habría, con suerte, una flecha que indicara claramente hacia donde correr tras El Chapo.

***

¿Cómo aman los narcotraficantes? ¿Por qué habrían de hacerlo distintamente a los jueces que los juzgan o los policías que los siguen y protegen o los políticos con los que pactan o los periodistas que de ellos hacen apología?

En la lista de contactos de uno de los teléfonos asegurados a Zulema existían dos números guardados bajo el mismo nombre: “Durango”, estado en el que siempre ha recaído la sospecha –en ocasiones bastante fundada– de refugiar al narcotraficante. Para los agentes involucrados en la investigación resultaba claro que “Durango” y El Chapo eran la misma persona.

Ésta es la tira de mensajes de entrada de y salida de ese aparato. Llama la atención la desesperación del hombre por saber qué ocurría el 28 de enero de 2004, día de la detención de Zulema y el resto del grupo.

BUZÓN DE ENTRADA

MI NEGRITA KIERO OIR TU VOZ YO TE AMO
DURANGO 29/01/2004 01:56pm 6321052017
ZULE DECEO SABER KE SUCEDE ABLA NO SEAS GACHA NOMAS UNA ULTIMA VEZ SI A TU LO DECEAS
DURANGO 29/01/2004 01:35p 6321052017
KE ONDA
DURANGO 29/01/2004 09:45 9621052017
ZULEMA ABLAME
DADDY 28/01/2004 09-.24P
ZULE URJE ME ABLES ES SOBRE LA PERLA
DADDY 28/01/2004 8:43P
PORKE NO CONTESTAS
DURANGO 28/01/2004 07:31P 9621052017
NEGRA LE PIDO ADIOS KE ESTES BIEN PERO ONDE ESTES SAVES KE CUENTAS CONMIGO ME AGÜITA KE NO ME ABLES SOLO KIERO SABER KE ESTAS BIEN ESCRIBE O ABLA
DURANGO 28/01/2004 06:07P
NEGRA KE PUTAS MADRES ESTA PASANDO ABLAME.MIJA ME ESTA LLEVANDO LA CHINGADA
DURANGO 28/01/2004 05.04P 9621052017
Neta KE PUTAS MADRES ESTA PASANDO AJSME.MIJA ME ESTA LLEVANDO LA CHINGADA
DURANGO 28/01/2004 05:04P 9621052017
NEGRA VOY AGARRAR EL AVION PERO VOY BIEN PREOCUPADO MAMI ABLA NO SEAS
DURANGO 28/01/2004 04.-25P 9621052017
LES PREGUNTE DE KE PARTES Y CANTIDADES Y CREO TENER BUENAS EXPECTATIVAS NECECITAMO HABLAR ESO ESTA CHINGON
DURANGO 28/01/2004 12:5 IP DURANGO 9621052017
MIRA MIJA A CONCECUENCIA DE KE AY MUNCHO PROBLEMA EN EL AEROPUERTO KIEREN ALGUIEN KE NO SEA FAMOSO Y KE TENGA UNA BUENA CAPACIDAD PA TRABAJAR EXCLUSIVO
DURANGO 28/01/2004 12:46P 9621052017
ABLA AMOR
DURANGO 28/01/2004 12:40P 9621052017
T quiero 1 chingo
CARLOS 27/01/2004 08:09P
Qué? Ni 1 mensaje ni 1 besito ni nada? Bueno hay va 1 smack
CARLOS 27/01/2004 07:27p
MIJA ME URJE ABLES
DURANGO 27/01/2004 02:18P 9621052017
MIJA ME URJE ABLES
DURANGO 27/01/2004 02:18P 9621052017
BUEN DIA, UN GRAN FAVOR LE PUEDE DECIR A JHON, Q ME MARQUE D FAVOR. ME URGE GRACIAS
ABEL 24/01/2004 10:50
GRACIAS MI NINA VOY A CALIFORNIA CHIGAO MIJA NO SE TU CIENTAS LO MISMO KE YO. YO CIENTO KE TE NECECITO
DURANGO 19/01/2004 10:34A 9621052017
SI
DURANGO 19/01/2004 08:23A 9621052017
ESTOY CONCIENTE DE LO KE YO TE PIDO ESKE NO PERMITAS KE LOS TRATES DE ESKTVAR
DURANGO 18101/2004 10:06P 9621052017
CINCERAMENTE NO ES MI ESTILO ME GUSTAS ME ATRAES Y TEMEMETISTE EN LO MAS PROFUNDO DE MI Y ESO ES LO KE NO MEJA EN PAZ CADA ISTANTE PIENSO ENTI
DURANGO 18/01/2004 06:45P 9621052017
MUA YO LO UNICO KE CINCERAMENTE TE PUEDO DECIR ESKE ME ESTREMESCO Y MI PECHO SUENA FUERTE CUANDO LEO E OIGO DE TI CHIKITA YO PODRIA MENTIRTE PERO
DURANGO 18/01/2004 06:40P 9621052017
NEGRA ENVERDAD LE PIDO A DIOS KE TE CUIDE A TI Y AMI TAMBIEN PARA ESTAR JUNTOS Y HACER CUALKIER COSA KE SE ANTOJE
DURANGO 18/01/2004 05:10P 9621052017
MIJA KE COSA TAN MAS LINDA ESTAS MENCIONANDO LO DECEO LO DECEO CONTODO MI CORAZON
DURANGO 18/01/2004 04:8P 9621052017
DEJAME HACER LO KE TEMGO KE HACER NECECITO SACAR UNAS COSAS KIERO KE ME AYUDES DEJA ME UVICO POR FAVOR MAMITA NO KIERO ERRORES
DURANGO 17/01/2004 05:48P 9621052017
NO APAGES LOS TELEFONOS
DURANGO 15/01/2004 10:25P 9621052017
YO TAMBIÉN TE VEO PRONTO
DURANGO 15/01/2004 09:54P 9621052017
ABLAME MAMI POR FAVOR TE KIERO MIJA
DURANGO 15/01/200409:2QP 9621052017
ME CIENTO TRISTE POR LO KE TE PUDA ESTAR ESTAR PASANDO 0 ESTE CINCIENDO PERO CINCERAMENTE ESTOY CONTIGO Y NO ME CAMBIA NADA SOLO TU TAMBIEN EST
DURANGO 15/01/2004 09:09P 9621052017

BUZÓN DE SALIDA

ME HIZO CONOCERTE POR QUE ME QUITO MI CORAZA DE HIERRO PARA DESPUES QUEDARME CON LA MIRADA TRISTE QUE TE BUSCA Y NO TE ENCUENTRAPARA SENTIR QUE TODO FUE MENTIRA
DURANGO
BUENOS DIAS PAPITO GRACIAS POR HACERME SENTIR COMO EN UN SUENO DEL QUE NO QUIERO DESPERTAR TE QUIERO CHIQUILLO QUIEN TE EXTRAÑA »SINCERAMENTE TU NINA
DURANGO
MIRA MI VIDA QUE YO YA NECESITO VERTE DE 3RENTE VERTE A LOS OJOS Y SABER QUE ME SOSTIENES DE FRENTE TU DICES COMO LE HACEMOS
DURANGO
EL TEL ES 25887699 NO TE PREOCUPES PAPI LE QUIERO
DURANGO
AH OLVIDABA DARTE UN BESO PAPITO T TE ESTAS YA TRANQUILO Y SOLO TEN BIEN PRESENTE QUE NADIE QUIZO HACER DAÑO A NADIE OK TODOS SOMOS DEL MISMO EQUIPO
DURANGO
PERO UN HOMBRE DE VERDAD QUE ME QUIERA HASTA MORIR Y QUE NO TEMA GRITAR QUE ME AMA Y MENOS TEMA DECIR QUE HA DEJADO DE AMARME QUE ME SEA FIEL O SE VAYA AL DIABLO
DURANGO
SI YO LOGRARA SER LA MUJER QUE TU ANHELAS SI NO NECESITARAS BUSCAR A NADIE MAS SOLO ENTONCES ESTARIA COMPLETA POR QUE YO SOY MIJER DE UN SOLO HOMBRE
DURANGO
TE MARCO EN UN MOMENTITO PERO TE LLEVO EN MI CORAZON
DURANGO
CUIDATE POR FAVOR Y RECUERDA QUE AHI EN ALGUN LUGARCITO EXISTE UNA PERSONITA QUE TODOS LOS DIAS SE ABRAZA A TU RECUERDO Y LE PIDE A SU DIOS NUNCA NADA TE PASE
DURANGO
SOLO CONTESTAME PARA SABER QUE ESTAS BIEN Y NO QUEDARME CON LAS GANAS DE ESCUCHAR DE TUS LABIOS QUE ES VERDAD QUE ME QUIERES
DURANGO
PUES AHORA ME ENCUENTRO PENSANDO EN TIINEVITABLEMENTE Y EL SOLO PENSAR QUE TE HAS MARCHADO ME ROMPE EL ALMA SE QUE ESTA VIDA ES ASI PERO ENTONCES POR QUE DIOS
DURANGO
SI YO TAMBIEN TE PIENSO INEVITABLEMENTE TU NINA PROHIBIDA
DURANGO
MIRE MI AMOR QUE YO NO PE OCUPO DE INCOMOPAR A LA GENTE MUCHO MENOS DE ÜCÜAKÍOS A PELEAR SOY MUJER DE AMIGOS
MADURA Y ESTOY BIEN CENTRADA CONFIA EN QUIEN SOY
DURANGO
SE QUE EL MIEDO LOS HACE SER DESCONFIADOS PERO ENTONCES DIME PORQUE ME PEDISTE A MI QUE CONFIARA EN TI OSEA QUE FUI UNA ESTUPIDA POR PENSAR EN TI COMO HOMBRE
DURANGO
ENTIENDES PUEDO LUCHAR CONTRA EL MUNDO ENTERO POR TI PERO SI TU ERES EL QUE SE OPONE ENTONCES A PESAR DE MI MISMA YA NO DEBO INSISTIR SOLO CREE
DURANGO
OYE PAPI ALGUN DIA HAS TENIDO ALGO TAN HERMOSO QUE CUANDO SE VA TE QUEDAS PENSANDO QUE TODO FUE UN SUENO AUNQUE LO UNICO REAL SEA NUESTRA SOLEDAD COME BACK DADD
DURANGO
SI TU ME DICES QUE HAY OTRA MUJER LUCHO CON ELLA SI ME DICES QUE YO TE FALLE ME ALEJO SI EL MUNDO ENTERO ME DICE QUE TE DEJE CONTRA EL MUNDO PERO CONTRA TI NO
DURANGO
AMOR NO PUEDO COMUNICARME A TUS TELEFONOS PUES ESTAN APAGADOS SI TAN SOLO ME PERMITIERAS SABER QUE TE FUISTE YO NO MENTI CUANDO DIJE TQM
DURANGO
SABES CARINO SOLO CREE TE ABRAZA TU GREÑUDA
DURANGO
MENTIRA PAPI DESCONFIAS DE MI SI ES ASI SOLO BASTA QUE LO DIGAS Y YO DESAPARECERE DE TU CAMINO SOLO PIENSA QUE TODO MI IMPERIO LO HE CREADO GRACIAS A LA LEALTAD
DURANGO

Otra razón permitiría a los investigadores saber que El Chapo y Zulema seguían conectados: los abogados de la mujer aparecían en cada asunto que tocaba a un lugarteniente de su cártel.

“Soy comerciante. Busco precios y existencia en el Barrio de Tepito. Conozco a casi todo el tianguis de Tepito. Yo vendía en el local 141  en el andén de perfume, en la calle Rivero de la Colonia Morelos, desde principios de agosto de 2003”, explicó Zulema ante el juez que resolvería su causa. “Mi dinero es de procedencia honesta, pues, en realidad proviene de mi trabajo y el apoyo de gente bonita y trabajadora”.

“Es mentira que lo conozco. A mí jamás se me ha dicho cuándo, dónde, qué he hecho y con quién y por lo tanto no puedo defenderme de acusaciones tan imprecisas y faltas de verdad. Me mantuvieron incomunicada, encerrada, golpeada. Fui fotografiada y conducida por varios agentes. Uno de estos se identificó como de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos. Al principio se mostraron amables diciéndome que podían ayudarme si yo cooperaba”, sostuvo con su natural vehemencia.

Luego detalló el supuesto diálogo que sostuvo con sus captores:

–¿Cómo pueden ayudarme? –averiguó Zulema.

–¿Quieres que te ayudemos sí o no? –la atrajo más el oficial estadunidense.

–¡Claro que quiero ayuda! Pero ustedes esperan que yo les diga algo y me temo que no sé nada y no voy a inventar. Ayúdenme a que se actúe con justicia, sin perjudicar a gente inocente.

Los hombres negaron con la cabeza para subrayar su desaprobación. En ese momento, según el relato de Zulema, apareció un funcionario a quien sólo identifica como “el ingeniero”. Genaro García Luna, principal funcionario antinarco de las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón es ingeniero de profesión y hay quienes se refieren a él por ese título académico.

–Les juro mil veces que yo sólo acompañé a levantar la denuncia por el secuestro de una persona. ¡Eso no puede ser malo! Es una persona que tiene puestos en Tepito. Es una buena persona… Uno no puede ir por la vida buscándole antecedentes a cada ser humano con el que tratas. Él no me los pidió y yo vengo saliendo de prisión. La vida no funciona así. No puede decirle a la gente: fírmame que si te hablo o te ayudo no me vas a meter en problemas.

El agente estadunidense gesticuló para mostrar comprensión y se llevó, con calma, uno de los dedos índices para cruzar sus labios.

–Nosotros sabemos que tú no tienes nada que ver. Si tú estuvieras en mi país yo no podría haberte detenido –le habrían dicho a la novia de Guzmán Loera.

–¿Entonces? –siguió Zulema.

–El gobierno puede ayudarte si tú cooperas con nosotros –seguía con la voz el agente de la DEA.

–Pero les juro que no sé nada.

–Ya lo sabemos

– ¿Entonces en qué puedo ayudarlos?

–Primero queremos saber si estás dispuesta a ayudarnos.

–Pero yo no sé nada. Yo acabo de salir de casi siete años de prisión.

–Sí, lo sabemos. ¿Y cómo está de salud Julio?

–¿Julio?

–Sí, así se llama el que escribió un libro, ¿no?

–¡Ah, ya sé qué es lo que quieren! ¿Quieren a Joaquín, verdad? –habría caído en cuenta hasta este momento.

–Tenemos informes de que lo conociste en Puente Grande.

–Sí, señor, no lo niego, pero él se fue…

–Y puedo pedirte arraigo en lugar de cárcel –“el ingeniero” ofertó con claridad.

–Sí, lo sé, pero no les sirvo. De verdad no les sirvo.

–Piénsalo bien, ¿qué es un poco de tiempo para pensar?

–Lo que piense ahora o dentro de un año no cambiaría lo que sé, ni de esto ni de él. ¿Con cuántas monedas voy a pagar por esa relación de hace años? Dicen que tienen toda la información, entonces, deberían saber que yo no lo conocía ni lo busqué. No existió mi voluntad para reunirme con él en el lugar donde él estaba detenido y el Gobierno del Distrito Federal me mandó para allá con la finalidad de desterrarme valiéndose del poder del que ahora nuevamente soy víctima, poder que se traduce en impunidad para violar, transgredir, mutilar mis derechos y mandarme a un penal de hombres, donde yo no tenía absolutamente ningún manejo que facilitara la fuga de Joaquín. Fui una de tantas gentes que pagó con prisión, con golpes, con aislamiento, etcétera, etcétera, etcétera, los placeres de la riqueza que otros encontraron. Fuimos lo “sacrificable”. Si de verdad sabe de mí no entiendo por qué me pregunta por él.

“Debería saber que el hijo que esperaba de él murió y yo casi con él y nadie hizo nada. Fui excarcelada igual que el resto de mis compañeras por el Presidente Vicente Fox, quien a raíz de lo que me aconteció dio la excarcelación de Centros federales de Almoloya y Puente Grande a todas las mujeres, como consta en el acta y recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Salí libre bajo palabra de buena conducta después de tres negativas, después de mucho luchar por mi libertad. Aun cuando en Puente Grande desaparecieron el cuerpo de mi hijo sin pena ni problema alguno… ¿Y usted cree que yo sé dónde? ¡Por favor!

“Pese a un rosario de barbaridades e injusticias, todo lo he logrado con mi esfuerzo, por mis valores, mi constancia. Por mi dolor. Ahora mismo podría irme libre si pudiera grabar lo que usted me dice, pero ya ve cómo la vida no funciona así. ¿Sabe qué? esta conversación me está doliendo porque creo saber lo que está sucediendo. Usted cree que del cielo le cayó el eslabón perdido. Pero no tengo la información que buscan…

–Aceptaste cooperar y si no lo haces no te voy a poder ayudar.

La tozudez de Zulema se dirigió entonces hacia la demanda de un abogado de su confianza, a la ilegalidad de su aislamiento prolongado sin orden judicial, a la violación de derechos humanos por el maltrato. Su elocuencia estaba ahora enriquecida con la jerga de abogado penalista.

“Todo para amedrentarme, maltratarme, presionarme, darme terror psicológico. Lo hicieron y lo lograron. Sólo que no firmé…. Porque Dios es muy grande. Basta con querer ver todas y cada una de las irregularidades y contradicciones fuera de toda razón [...] Me la vivía en el hospital en recuperación y en tratamiento por esta relación, sin olvidar la reintegración a mi familia y a la nueva vida en sociedad [...]”.

La expresión del agente de la DEA y del ingeniero cambió por completo. La esperanza que los iluminaba estaba apagada por la decepción. Sólo quedaba clara una cosa: Zulema, si sabía, no hablaría. Imposible saber siquiera si sabía o no.

Zulema diría ante el juez: “No cooperé, no mentí y aquí estoy procesada por un delito que no cometí”.

No importaron los argumentos y Zulema enfrentó cargos por delincuencia organizada, narcotráfico y lavado de dinero. Otra vez en las cárceles del Distrito Federal, nuevamente vestida con ropa beige, color obligatorio de quienes están sujetos a proceso en las prisiones del Distrito Federal. La única diferencia fue que ya no pisó los Reclusorios Norte u Oriente, monstruos de más de 10 mil hombres. Fue internada en la recién inaugurada cárcel para mujeres de Santa Martha.

***

La Agencia Federal de Investigación, entonces dirigida por Genaro García Luna, presentó droga y arrestados a los medios de comunicación como parte de un complejo operativo de inteligencia llamado “Titán”. En ninguna parte del expediente legal, incluidos los informes policiacos confidenciales mexicanos y estadunidenses, existe ese nombre. Años después se conocería la debilidad del exsecretario de Seguridad Pública por las espectaculares puestas en escena.

La serie de arrestos resultaron de la información obtenida principalmente por la DEA a través de sus oficinas en Colombia, Panamá y México. Los agentes estadunidenses siguieron una gruesa rama que se desprendía de Los mellizos y que pronto conectaba en Panamá a narcos colombianos y mexicanos. Las agencias panameñas, coordinadas por la estadunidense al igual que todas las demás, siguieron varios encuentros en los que participaron Juan Pablo Rojas López, El Halcón y González Blassi, el hombre a quien Zulema creyó secuestrado. El país centroamericano fue visitado con frecuencia por otros personajes arrestados el mismo día de la captura de Zulema.

Los datos obtenidos en los países involucrados relacionaron decenas de toneladas de cocaína movilizadas por el grupo. Y se planteaba con certeza que Zulema, tras su relación con Joaquín Guzmán Loera, alcanzó jerarquía en un mercado de drogas bien conocido por ella, el de Tepito, muy cerca de donde la arrestaran algunos años atrás por robo a mano armada.

Los testigos colaborares hablaron de la existencia de una gruesa capa de protección brindada por altos funcionarios de la Procuraduría de Justicia del Estado de México. También del frecuente uso que los Beltrán Leyva daban al Aeropuerto Internacional de Toluca para aterrizar cargamentos de droga y reembarcarlos a ciudades mexicanas fronterizas con Estados Unidos.

Platicaron de las lanchas rápidas utilizadas en el Pacífico para desembarcar la mercancía en playas de Colima para luego trasladarlas por tierra a Guadalajara, donde las recibía Ignacio Coronel, el tercero en línea de mando de Guzmán Loera. Con base en las incautaciones de droga, los rastros de las operaciones continuaban por Sonora, Baja California y Aguascalientes.

El expediente de Zulema también permite entrever que es con estas confiscaciones, detenciones y confesiones con que la DEA elabora los mapas dados por ciertos en México sobre la distribución de las zonas y rutas de influencia de los cárteles mexicanos.

Y en medio de todo esto, en el lucrativo segmento del mercado local capitalino, estaba Zulema, insistían las policías de cuatro países. Su expediente también posee la peculiaridad que es una historia condensada del crimen organizado latinoamericano.

Se lee en un parte informativo de la policía federal:

“Zulema Yulia Hernández Ramírez tenía la responsabilidad de distribuir y vender la droga en el Distrito Federal y Zona Metropolitana. La importancia de esta organización delictiva radica en que sus operaciones eran de tal magnitud que fijaban el precio de la cocaína en el mercado negro en el Distrito Federal y municipios conurbanos del Estado de México.

“Para costear la operación de la estructura de la organización en México, el pago a sus miembros se realizaba con parte de la mercancía, quienes para recuperar sus utilidades las distribuían en el mercado nacional, bajo el esquema de venta al menudeo a través de una red de distribución que abarcaba el barrio de Tepito e Iztapalapa, en el Distrito Federal, y municipios conurbados del Estado de México, como Nezahualcóyotl, Chalco y Ecatepec.

“Según información con que cuenta la PGR y los elementos obtenidos en la investigación, se encontró que la detenida Zulema Yulia Hernández Ramírez, formaba parte de la estructura como enlace de Patricia Buendía, La MaBaker, principal responsable de la distribución de droga al menudeo en Ciudad Nezahualcóyotl –y de la compra de policías de todos niveles y del asesinato de algunos de ellos–.

“Durante el tiempo en que Joaquín Guzmán Loera permaneció en el Centro Federal de Readaptación Social Número 2 Puente Grande, en El Salto, Jalisco, mantuvo relación con diferentes mujeres entre las que se encuentra Zulema Hernández, quien en ese tiempo también era interna de ese centro de reclusión. Zulema Yulia tiene un hijo identificado como Brandon. Se desconoce si es hijo de El Chapo Guzmán. Se sabe que Joaquín Guzmán Loera gestionó su traslado (de Puente Grande) [...]”.

***

Si Zulema sabía o no dónde se escondía El Chapo nunca dio pista alguna para seguirlo. A las 11.30 de la mañana del 31 de mayo de 2006, más de dos años después de la detención de colombianos, venezolanos y mexicanos, de empleados de Los Beltrán Leyva y de la “Mafia tepiteña”, Zulema fue notificada de su libertad absolutoria.

Algunas presas que coincidieron con Zulema en Tepepan recuerdan cómo la mujer asaltante se convirtió en su “monstruo”, es decir, su golpeadora. Otras que jamás la conocieron y reconocen estar en el negocio de las drogas presumen tener “la escuela de Zulema”, su modo de llevar los negocios. En 2008, en Santa Martha, se creó el mito urbano de que la mujer de El Chapo volvería para enseñarle a la Reyna del Pacífico, Sandra Ávila, quien manda en el penal.

***

Zulema solía decir que lo peor es saber. Para ella, en realidad, lo peor fue ignorar y ser perseguida por quienes tenían la certeza de que sabía, concretamente dónde estaba El Chapo.

El 17 de diciembre de 2008, el hedor y las moscas avisaron que había muerte en la cajuela de un Bora azul estacionado en el barrio de Xalostoc, en Ecatepec. Bajo las bolsas de plástico quedó claro de inmediato que un cadáver era de hombre y el otro de mujer.

El cuerpo del varón se observaba robusto, de 1.80 metros de estatura y con la cabeza envuelta en una bolsa de plástico negra, maniatado, amordazado y vendado de los ojos.

El de ella, sobreestimaron los agentes y peritos que levantaron los muertos, medía 1.75 metros de altura. También tenía la cabeza y los pies envueltos en plástico. Se distinguía una melena teñida de rubia. Se observó otra bolsa enredada en su cuello, ya desacomodada, de donde se presionó sobre la garganta para asfixiarla, así que era posible observar el surco amoratado y hundido en la piel.

Ambos fueron rematados con un tiro en la sien izquierda. Les dispararon cuando ya ninguno respiraba, resolvió el Servicio Médico Forense.

Los dos fueron torturados, pero entre los despojos de uno y otra existían notables diferencias. Él fue golpeado y repetidamente quemado, al parecer con un cigarrillo.

Ella murió en su condición específica de mujer. Por eso es feminicidio, aunque la autoridad diga una y otra vez que las muertas del narco murieron sólo por estar involucradas por el narco.

Zulema fue violada. Desnuda y aún viva, los asesinos la marcaron seis ocasiones con navaja o cuchillo en glúteos, senos y abdomen con la letra Z.

También la pintarrajearon con pintura negra con el mismo y brevísimo, claro y eficaz mensaje: letras Z. La vistieron a medias con su misma ropa: botas cafés, jeans azules y chamarra negra. Omitieron sostén y blusa.

No le impusieron la Z por su nombre, como ella hiciera cuando se tatuó el dorso de la mano derecha. La Z fue la firma de sus asesinos: Los Zetas aliados con los Beltrán Leyva en guerra a muerte con El Chapo.

***

El panteón Jardines del Recuerdo es una casual colección de muertes con triste celebridad. Por aquí está el periodista Manuel Buendía, también asesinado por los narcos de los que El Chapo descendió directamente. Por allá está enterrado el niño Braulio, secuestrado, muerto y quemado por su enfermero. Por aquí y por allá hay víctimas de los sismos de 1985.

Si se buscara la fastuosidad y opulencia de los mausoleos romanos que los narcos se hacen a la mitad de la ardiente Sinaloa la fosa de Zulema resultaría decepcionante. Cada Día de Muertos alguien se acerca al sepulcro y lo limpia. Pide y paga al panteonero para que el pasto se mantenga verde y parejo. Recoge las flores secas del año pasado y las repone por frescos cempasúchiles naranjas, crisantemos blancos y rosas rojas.

Pule la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y sacude el polvo de las letras del nombre de Zulema sobre la lápida. Es difícil siquiera suponer quién escribió el epitafio:

“Bonita, linda y amiga, una princesa de hierro que fue doblada, mas no quebrada”. *

 * Declaraciones, peritajes y partes policiacos contenidos en la causa penal 12//04 y acumulada 103/04 instruida por el Juzgado Cuarto de Distrito de procesos Penales Federales contra Zulema Hernández Ramírez y con sentencia de primera instancia de 31 de enero de 2004. Entrevistas con exfuncionarios penitenciarios y agentes de la policía.

También te puede interesar

Jefas del narco en México: Fajadas y sin silicona

$
0
0

Si se piensa en las mujeres involucradas con el narcotráfico, la memoria acude de inmediato a un rostro de bellas facciones decoradas con largas pestañas postizas y una gruesa capa de maquillaje; a un cuerpo casi perfecto de nacimiento, y perfecto luego del bisturí. Pero el crimen organizado mexicano es un mundo más diverso que el de los estereotipos y en él también existen mujeres cuyas historias no son rosas ni salidas de alguna novela o telenovela inverosímil. Algunas son empresarias y pistoleras fajadas que han caminado en un mundo al que también lo define el machismo. SinEmbargo posee copia de los expedientes completos de algunas de esas narcas, las que para valer no ocuparon un gramo de silicona.

"La Canti" y su historia. Foto: especial

“La Canti” y su historia. Foto: especial

EL TESORO DE “LA CANTI”

Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- La noche del 14 de abril de 2007 todos irían al Club Fifty Seven, el nuevo bar de Cantalicia Garza Azuara, enclavado en el centro de Reynosa, Tamulipas, ciudad de paso a Estados Unidos y también a la otra vida.

El nombre del lugar no dejaba lugar a dudas: la pistola belga 5.7, la five seven, aunque más vale referir el apodo dado que a ese kilo de acero dieron policías y criminales mexicanos: “La Mata Policías”.

Los socios de “La Canti” lo sabían bien pues, con frecuencia, compraban armas con demostrada capacidad de atravesar chalecos antibalas. Y al bar Fifty Seven llegarían todos “los pesados” –así fueron calificados en una llamada anónima que proporcionó la información a la Policía Federal–: Juan Óscar Garza Azuara, un intermediario de droga traída de Colombia y de marihuana sembrada en Michoacán. Debería llegar también su hermano Josué y, seguramente, arribaría Gregorio Sauceda.

Todos se sentarían a escuchar cantar y ver bailar a una mujer que, como a los demás, no le son ajenas las prisiones y extradiciones: la cantante Gloria Trevi, la misma mujer que enloquecía a Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.

Los policías mexicanos no se quedaron con la duda y preguntaron a los agentes de la DEA [la Agencia de Investigación Antidrogas de Estados Unidos] destacados en Reynosa: sí, los hermanos de Cantalicia, Juan Óscar y Josué Garza Azuara sí eran “pesados”. Y entonces, en vez de esperar el concierto y detenerlos a todos, los federales irrumpieron en el lugar antes del evento y sólo encontraron propaganda tirada del concierto de la Trevi.

Y, días después, ya con la fiesta cancelada, a Cantalicia.

***

“La Canti” nació en Reynosa y fue bautizada en la fe católica en 1967. Estudió hasta el tercer semestre de la preparatoria. A partir de los 20 años, trabajó como vendedora de ropa en una tienda de McAllen, Texas, donde permaneció cuatro años, cuando decidió abrir su propio negocio. Contrató tres modistas y fabricó vestimenta para niños.

En 2001 o 2002 se enamoró de Ricardo Muñiz, con quien tuvo un hijo y de quien al poco tiempo se divorció.

Luego consiguió una concesión de los teléfonos celulares Cellular One, negocio que abandonó para regresar al de la maquila. Fiel a su espíritu comerciante, continuó con venta de joyería de fantasía, tras lo cual su riqueza creció de manera exponencial.

Repentinamente, consiguió un crédito de 18 mil dólares del Lone Star Bank para abrir un restaurante en McAllen al que llamó Mi Ranchito, negocio del que dijo obtener 8 mil dólares mensuales de ganancias. También instaló una estética atendida por su madre.

¿Y el bar? Ella misma lo explica:

“Apenas íbamos a inaugurar la discoteca 57 (…) Renté el local con una mensualidad de 5 mil dólares. Íbamos a presentar a Gloria Trevi, a quien contraté a través de una agencia. Cerramos el trato hace dos semanas en el mismo lugar y di un anticipo de 180 mil pesos en efectivo, al igual que el resto, otros 180 mil pesos”.

***

Los gobiernos de México y Estados Unidos sostienen que “La Canti” no sólo proveía sitios para el lavado de dinero a los traficantes, sino que ella misma lo era.

“Karen”, un ex zeta convertido en testigo colaborador de la policía con ese nombre clave, tejió en su testimonio de junio de 2007 la vida y muerte de zetas, kaibiles guatemaltecos, torturas y ejecuciones de sinaloenses enemigos con “La Canti”:

“Cantalicia tiene la función específica de mover dólares en muy grandes cantidades y esconderlos en inmuebles o bodegas que adquiere o renta; tiene contactos muy cercanos en la aduana de Reynosa que le permiten pasar con toda facilidad equipo táctico militar, armamento, vehículos y uniformes de Estados Unidos a México”.

“La primera vez que la vi, a principios de 2005 (…), fue con motivo del pesaje de unos paquetes de marihuana y del conteo de unos tambos con ice, droga que era propiedad de La Compañía (…); también la vi en Lázaro Cárdenas, Michoacán, a donde nos enviaron a tomar la plaza. Ella es el brazo derecho de ‘El Barbas’ [Arturo Beltrán Leyva]”.

Otro testigo protegido, “Édgar”, confesó que “La Canti” pasaba con frecuencia de McAllen a Reynosa con maletas llenas de dinero y joyas. Siempre lo hacía con la camioneta Nissan Armada llena de mujeres, incluso alguna vez utilizó a una embarazada, y a niños para pasar desapercibida.
Cantalicia y Ricardo Muñiz no se separaron del todo. Muñiz mantuvo relación de negocios con su ex esposa y sus ex cuñados. De hecho, Muñiz se convirtió en uno de los principales testigos de cargo en el juicio contra Cantalicia en una corte texana.

Tras ser detenido en Mission, Texas, con 30 kilos de cocaína, dio información fundamental para fortalecer los cargos de tráfico de droga y lavado de más de millón y medio de dólares contra su ex mujer.

PROMO-Sean-Penn

***

 

Cantalicia y sus hermanos fueron detenidos, según el reporte oficial de la Procuraduría General de la República (PGR), el 17 de abril de 2007.

La longitud de pie de “La Canti” –ni un milímetro más ni un milímetro menos– es de 22 centímetros. Pesa o pesaba cuando la detuvieron 53 kilos y mide 1.54 metros. Su piel es blanca, su frente mediana y sus ojos café oscuro, al igual que su cabello, aclarado con luces de salón de belleza.

Tiene labios delgados y una cara afilada, rematada por un lunar redondo en el mentón. Depiló sus cejas hasta desaparecerlas y, sobre su rastro, pintaba con crayola largas líneas oblicuas. Su mirada, frente a la cámara de la policía que la fichó, irradiaba una tristeza reposada.

Cantalicia enfrentó cargos por delincuencia organizada, lavado de dinero y narcotráfico. Otra acusación en su contra corrió a cargo de un ex militar, ex policía municipal de Nuevo Laredo y ex zeta convertido en testigo protegido por el Gobierno mexicano.

La lista de objetos incautados en las tres casas relacionadas con “La Canti”, además del bar Five Seven, está detallada en el expediente 97/2007-3, del que este medio también posee copia.

En un bote de basura, los policías encontraron mariguana, y en un cuarto contiguo, una caja fuerte repleta de cocaína. No para la venta, sino para consumo personal. También decenas de teléfonos y radios.

Se incautó también una camioneta Durango negra, en cuyo interior había cartuchos de armas de fuego, cargadores, una máquina para empacar al alto vacío y los documentos de la contratación de Gloria Trevi.

En una de las habitaciones se encontró una pistola escuadra calibre 5 .7x 2.8. También dos Pietro Beretta y una Colt .38. Al lado, un rifle AK-47 y cajas de balas.

Una gorra verde, cuatro máquinas para contar dinero y un contrato de prestación de servicios celebrado entre TV Azteca y una mujer llamada Flavia Azuara. Escrituras y títulos de propiedades.

En otro espacio, los federales se toparon con decenas de bolsas llenas de cocaína y marihuana. También con un arsenal: miles de balas calibre .22 Mágnum expansiva –un raro tipo de munición–, nueve milímetros, diez milímetros, .38, .40, AR 15, 30-30, algunas con punta blanda para destrozar apenas hagan contacto y 5.7, la five seven.

En las cocheras se localizaron un auto BMW y una camioneta Jeep. Dos Suburban, una Nissan Pathfinder Armada, una Touareg, una Grand Cherokee Laredo, una Hummer H2 –la más grande en el mercado–, un Audi, una camioneta Chrysler Pacifica, un BMW, una Ford Lobo 4×4, una camioneta Escalade y otra Dodge Durango.

Pero no hay princesa sin un cofre de joyas. Y el de “La Canti” resultó excepcional: 18 relojes marcas Cartier, Rolex, Piaget, Bvulgari, Lancaster, Waliham y Seiko, casi todos de oro con piedras preciosas incrustadas.

Veintidos gargantillas y cadenas de oro con eslabones, figuras de elefantes y con cruces, figuras prehispánicas, ecuestres, herraduras, monedas y corazones, varias incrustadas con piedras preciosas.

Un rosario metálico de color gris.

Diecisiete anillos en forma de flor, con piedras, algunos de marca Bvulgari y otros con formas talladas, por ejemplo, una herradura.

Veintidos esclavas de metales preciosos, adornadas con piedras y figuras de elefantes, niños y osos.

Once cadenas con formas prehispánicas, monedas y piedras brillantes; 18 dijes de metales preciosos con formas de ángeles, Jesucristo, elefantes, pirámides, ancianos y mujeres, excepto dos: uno de éstos con la figura de un tigre.

Diez pares de aretes de oro, algunos con monedas, otros de marca Bvlgari y unos más con piedras preciosas o formas de elefantes; 16 monedas de oro de diversos tamaños y 10 pedazos de oro.

El valor del tesoro, según el avalúo de la Procuraduría General de la República: 4 millones 931 mil pesos.

“La Canti” aún se encuentra presa en México.

Vive en la prisión femenil de Santa Martha y, durante años, fue vecina de Sandra Ávila Beltrán, “La Reyna del Pacífico”.

Pero, a diferencia de ella, el Gobierno mexicano cuenta con más elementos para procesarla, aunque, como consta en un documento firmado por la ex Canciller Patricia Espinosa, concedió su extradición a Estados Unidos.

LA SEÑORA NACHA

Para imaginar a Ignacia Jasso, “La Nacha”, hace falta pensar en una mujer convencional caminando por los pasillos de cualquier mercado popular mexicano en los años 20 del siglo pasado: tan pequeña como redonda, vestida con telas estampadas, zapatos cerrados y peinada con un apretado chongo que estiraba su cara morena y ancha.

Pero, en el silencio de esa mujer introvertida, casi taciturna, en realidad había un espíritu excepcionalmente sagaz, astuto y adelantado a su tiempo: “La Nacha”, además de ser madre amorosa y católica caritativa, entendía perfectamente el valor de la violencia para lograr el control del tráfico de heroína, morfina y opio de Ciudad Juárez, Chihuahua, a Estados Unidos y tener en orden los “picaderos” de su propiedad en que se refugiaban los soldados estadounidenses a quienes despreciaba con profundo resentimiento nacionalista.

“La Nacha” estaba de lleno en el negocio de las drogas desde 1927 o 1928 –andaría cerca de sus 30 años– y, de la preocupación que causaba a las autoridades quedó constancia en las cartas intercambiadas respecto a ella entre el Gobernador de Chihuahua y el Alcalde de Ciudad Juárez, 80 años antes de que esta ciudad se convirtiera en una masacre intermitente.

Durante los 40, “La Nacha” y otra mujer de las drogas de esa época, María Estévez “Lola La Chata”, originaria de la Ciudad de México y emigrada a Juárez, aprovecharon la interrupción del flujo de opiáceos asiáticos hacia Estados Unidos por la Segunda Guerra Mundial. Así que surtieron los mercados de Detroit, Chicago y Nueva York. Desde entonces entendieron lo que, en la mitología del narcotráfico se presume una regla: no consumían nada de lo que vendían.

“La Nacha” sacó del juego del contrabando de la amapola a sus fundadores, los chinos y, en una sola maniobra, en 1947, ordenó el asesinato de 11 de ellos.

La procesaron, pero salió libre absuelta.

“La Nacha” no gustaba. Y no gustaba por ser mujer. Tal vez por eso la parte visible de la empresa era su marido, Pablo González “El Pablote”, un hombre mujeriego y pendenciero que perdió la vida en un pleito de cantina que terminó en un duelo a tiros con un policía municipal del pueblo.

La viuda no se amilanó. Quienes de ella han escrito refieren constantes conjuras en su contra, pero la narca llegó a vieja y murió en algún momento de los 70. Vivía en un vecindario de obreros en que era amada y protegida.

Quiso dejar su empresa a sus hijos, pero ninguno heredó sus habilidades. Algunos de sus nietos y bisnietos han deambulado en la frontera y las cárceles por traficar heroína y morfina.

Acaso en ese mundo sobresalió uno de sus nietos, Héctor González “El Árabe”, bebedor y peleonero como el abuelo “Pablote”, quien terminó con su vida al estrellar su auto a toda velocidad. Ahí quedó interrumpido el linaje familiar que, en términos de empresa, sería tomado por Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, cuyo apodo fue pretexto para nombrar una serie de televisión habitada por mujeres del narco de cejas levantadas por el drama y los senos por la silicona.

ANGÉLICA, “LA ABUELITA”

–¡Te va a cargar la chingada, pinche vieja chapulina! –la insultó Osiel Cárdenas Guillén [ex líder del Cártel del Golfo].

A los pocos minutos, esa noche de 2000 –a mediados o fines, tal vez, de agosto de 2001, pues no hay coincidencias sobre esta fecha en el expediente– la casa de Angélica Lagunes Jaramillo estaba invadida por zetas.

–¡No pagas cuota, cabrona! –siguió Osiel, enrojecido por la furia, en referencia al contrabando de alcohol, perfumes, coca y marihuana que hacía la mujer como empresaria independiente.

El narcotraficante la tomó por el cabello y la arrastró por su propia casa, ocupada por 18 hombres, entre ellos el jefe de escoltas de Osiel, Arturo Guzmán Decena, el militar de las fuerzas especiales fundador de Los Zetas.

Los ex militares se distribuyeron en busca de cocaína y marihuana, pero sólo encontraron joyas y dinero. La mujer se quejaría de que le estaban robando, pero los hombres respondieron que no la despojaron de nada, sino que convinieron con ella el pago de 20 mil pesos a cada sicario presente en su casa por concepto de “multas”, lo cual ella cumplió.

Entre ellos también estaba Omar Lorméndez, “El Pitalúa”. Así fue, en ese momento, que se conocieron éste y Angélica.

***

Promo(24)

Angélica Lagunes Jaramillo nació en 1959 en un caserío arenoso, caliente y húmedo de Tlachapa, Guerrero. Tercera de siete hermanos e hija de un camionero, la menor parte de las veces; campesino, casi todo el tiempo, que vivía de cosechar mangos vendidos por su esposa.

Creció en una casa con paredes de adobe y techo de tejas, en cuyo interior se acomodaban cuatro catres, una mesa y un fogón. La ranchería, en ese tiempo, carecía de agua y energía eléctrica. La familia se las arregló con la plata y logró dar a la niña educación primaria y secundaria, preparación continuada en una preparatoria del Distrito Federal gracias al hospedaje y apoyo de un tío paterno asentado en la capital del país.

Angélica desertó de la escuela y consiguió algún trabajo de tipo secretarial en el periódico La Prensa. A los 20 años, se casó con el propietario de un hotel de Naucalpan, Estado de México, de quien pronto quedó embarazada.

Por diversas circunstancias, la muerte la convirtió en la mayor de sus hermanos: el más grande murió en un accidente automovilístico y el segundo en un asalto ocurrido cuando portaba la nómina del sitio en que trabajaba.

Éstos no serían los últimos sepelios en los siguientes años de Angélica. A los tres años de casada, embarazada de su hija Ana Bertha, una bala perdida topó con su marido.

Ante el inminente regreso a la pobreza, Angélica vendió el hotelito de Naucalpan y decidió hacer vida en Estados Unidos. Antes regresó a Guerrero y dejó encargados a sus hijos con su madre. Tomó camino al norte, pero no logró cruzar la frontera y se asentó en Matamoros.

Mujer de lucha y con algunos recursos, estableció un negocio de alimentos y vendió oro y perfumes. Tras nueve años, compró su casa y logró llevar a su hija menor. El varón no quiso cambiar el trópico guerrerense por el desierto tamaulipeco.

Su hija concluyó la carrera técnica en trabajo social y ella, Angélica, a los 43 años de edad, todavía se enamoraría nuevamente de un hombre 15 años menor que ella.

***

Pero, ¿cómo era Angélica Lagunes Jaramillo?

La batería de pruebas psicométricas aplicadas en prisión ofrecen una descripción de la mujer que amó a Los Zetas. Las siguientes palabras son tomadas de su diagnóstico psicológico al momento de ingresar a la cárcel:

“Presenta una emotividad generalizada y excesiva y comportamiento de búsqueda de atención en diversos contextos. Se siente incómoda cuando no es el centro de atención a lo que responde haciendo actos dramáticos (como llorar sin control)”.

“Sus aspectos y su comportamiento es inapropiadamente provocadora y seductora (sic), su expresión emocional es superficial y rápidamente cambiante, lo que la lleva a hablar [de manera] subjetiva y carente de matices. Presenta dificultades para alcanzar intimidad emocional en sus relaciones por lo que juega el papel de víctima en las diferentes parcelas de su vida”, dice el perfil.

“Refiere provenir de una familia donde la madre es idealizada y el padre lejano y ausente; su educación fue tradicionalista por lo que ella sobrevalora el valor real del dinero que es lo que utiliza como herramienta para esa búsqueda de atención y para demostrarle a su madre que ella también puede sobresalir siendo mujer”, agrega.

***

El negocio de Osiel Cárdenas Guillén era puntual: en Matamoros, nadie más que él podía hacer negocios ilegales. Así que parte del trabajo era cobrar derecho de piso a las prostitutas paradas en la calle Diez, identificar sitios de venta de alcohol contrabandeado y allanar con violencia casas de venta de drogas sin su permiso ni abasto.

“¡Tamaulipas es mi plaza!”, proclamaba a cada oportunidad el hombre de 33 años de edad surgido de un taller mecánico.

A mediados de 2000, la información recibida sobre una mujer restaurantera que, además, vendía licores, marihuana y cocaína sin su autorización era inequívoca.

La dirección, en la calle Álvaro Obregón, conducía a la casa de Angélica. Y Osiel personalmente decidió hacer la visita con su estado mayor.

Y así, el líder narcotraficante y su grupo más cercano allanaron la casa de la guerrerense. Esperaron la oscuridad y, a las ocho de la noche, tocaron la puerta. Angélica abrió y, pronto, la casa se llenó de hombres armados.

A empujones, la mujer subió a una camioneta que arrancó hacia una casa de seguridad, donde Osiel y Eduardo Costilla –actual líder de El Golfo y enemigo acérrimo de Los Zetas– conversaron durante dos horas con Angélica.

–Vas a rentar casas para mí –ordenó el jefe–. Te tengo investigada y te puedo matar a ti y a tu familia –advirtió, según el relato de la propia Angélica.

“Le dije que sí le ayudaría y esto lo hice, por miedo, aproximadamente 10 veces –hay quienes dijeron frente al juez que fueron 40–. Ellos me decían qué casa rentar y a qué empresas de bienes raíces debía ir y lo hacía”, declaró alguna vez.

***

Cuando salieron de la casa de seguridad, Angélica dio datos precisos de un vehículo, su ubicación y el hombre que lo conducía. Lo buscaron y, a los pocos minutos, regresaron con un tipo. Revisaron el auto y encontraron 30 kilos de droga propiedad de la mujer. Aceptó que se la incautaran y la relación prosperó.

A los pocos meses, aparentemente sólo tres, Los Zetas tenían un nuevo restaurante favorito, el de Angélica, y ella más trabajo: pasaba la garita con droga del cártel y regresaba con dinero. Su hija Ana Bertha, de acuerdo con los testimonios, también.

La nueva amistad se profundizó al grado de que Angélica participó en el movimiento de “la polla” de Los Zetas. “La polla” era una cooperación hecha entre ellos, autorizada por Osiel, para adquirir droga colombiana que entraba al país vía aérea por Guatemala y era depositada en Oaxaca.

En cada vuelo de ese tipo se adquirían hasta 450 kilos y cada participante decidía qué hacer con su droga: tenía la opción de venderla en el territorio mexicano o hacerlo en Estados Unidos, con mayores ganancias, pero asumiendo mayores riesgos.

Esa droga, la de los primeros embarques que convirtieron a Los Zetas de simples mercenarios en empresarios trasnacionales, era depositada en la confianza de Angélica.

La relación fructificó aún más. Guzmán Decena se hizo de una nueva y joven novia, Ana Bertha, la hija de Angélica.

Sobre el asunto declaró otro ex zeta: “Ana Bertha tuvo un hijo con Z-1. Él tenía bastantes atenciones con ella y con Angélica. Las dos conseguían uniformes consistentes en camisola, pantalón, botas, playeras, guantes, pasamontañas, gorras, fornituras, todas de color negro para uniformarnos cuando había que hacer un operativo.

“Después de que murió Arturo Guzmán Decena –abatido por el Ejército en el restaurante de Angélica, donde bebía alcohol e inhalaba droga–, Osiel Cárdenas Guillén acordó que el pago de las quincenas de Arturo se lo repartieran a sus tres viejas, entre ellas Ana Bertha”.

No sólo esto. En 2002, “El Pitalúa” buscó a su jefe. Ceremonioso, pidió permiso para ausentarse dos semanas del trabajo.

–¿Para qué quiere 15 días? –preguntó Guzmán Decena, siempre marcial en esas situaciones.

–Me voy a casar.

–¿Con quién se va casar?

–Con la señora Angélica Lagunes –respondió en referencia a la suegra del hombre con el que hablaba.

***

Osiel Cárdenas fue detenido en marzo de 2003 y, sin protección, madre e hija se debilitaban. En mayo de ese año, Angélica volvió al Distrito Federal, según ella, para visitar a su madre enferma y hospitalizada.

Fue detenida y la Procuraduría General de la República le ofreció convertirla en testigo protegido con la clave de “Roberta”. No aceptó.

Entonces la internaron en la cárcel para mujeres de Santa Martha y recibió una condena de 20 años de prisión y una multa de 256 mil pesos.

Ahí sigue. En el penal federal de Puente Grande se encuentra recluido “El Pitalúa”. Hay quien dice que nunca han dejado de cartearse.

Hubo un último funeral en la vida de Angélica, pero a ese no pudo asistir. Sólo le quedó el dolor y suponer la escena de flores y lamentos.

En 2007, en Matamoros, su ciudad adoptiva, alguien asesinó a su hija Ana
Bertha.

MARÍA ANTONIETA, “LA GENERALA”

"La Generala" Foto: Especial

“La Generala”: un enlace entre las mafias mexicana, colombiana, dominicana, mexicana y mexicoamericana. Foto: Especial

El polvo y el calor cubren a Tamaulipas en junio de 2000. Dos estadounidenses cuya segunda nacionalidad es la del Cártel del Golfo, Joel Recio y Ángel Hernández, saben que la autoridad máxima se llama María Antonieta Rodríguez Mata, una mujer que teje negocios entre las mafias colombiana, dominicana, mexicana y mexicoamericanas.

Los tres se encuentran reunidos en una casa del exclusivo fraccionamiento Las Fuentes de Reynosa.

–Tengo un cargamento de coca. Uno de los pequeños. Necesito transportarlo –dice la mujer, con reposo en la voz y sobrepeso en el cuerpo.

Joel y Ángel asienten.

–¿Cómo y cuánto? –pregunta ella.

–Tengo un amigo que cobra 500 dólares por kilo transportado –responde Recio.

Dos días después, Recio recibe 200 kilos de droga en su casa, en McAllen. Joel y Ángel son parte de la estructura operativa en Estados Unidos de María Antonieta.

Esa misma noche, Joel y Gerardo Jerry García –transportista hasta entonces renuente a ser narcotraficante– empacan nuevamente la droga y la envuelven con cinta adhesiva negra. García es propietario de la compañía de camiones que transportará la droga.

A los pocos minutos, Ángel se apersona y entrega dinero como adelanto del flete.

“Mientras estuve ahí pude ver los paquetes amontonados dentro del cancel de la regadera”, declararía Ángel casi cuatro años después ante un gran jurado de una corte texana.

También daría detalles de su ex jefa.

Si algo le gusta en la vida a María Antonieta Rodríguez Mata son las mujeres, y si algo sabe hacer bien es traficar droga y dinero entre México y Estados Unidos.

Su aspecto físico revela a una mujer que no corresponde al perfil de una “reina” del narco.

Si se atiende a las pocas imágenes disponibles de ella, de inmediato queda claro que de sus hombros nunca colgó una bolsa Louis Vuitton, sino el fusil de asalto que aprendió a manejar en sus años como policía judicial de Tamaulipas.

Si se revisa con atención su biografía, se advierte pronto que la suya no es una vida de pasarela, como lo pudo ser para Laura Elena Zúñiga, la ex Miss Sinaloa en cuya vida se basó la película “Miss Bala”, sino la que puede florecer en la ardiente frontera norte.

El Gobierno de Estados Unidos desplegó su aparato policiaco y diplomático para llevar al banquillo de los acusados a una mujer diferente, de muchas maneras, de Kate del Castillo, la actriz protagonista de la telenovela “La Reina del Sur”, basada en el libro de Arturo Pérez Reverte.

Si los sobrenombres indican algo de quien los recibe, entonces habría que repasarlos para entender de quién se trata María Antonieta: “Comandante”, “Toni”, “La Tía”, “La Toni”, “La Vieja”, “Mandy”, pero, ante todos, el de “La Generala”.

El santo y seña de lo que la DEA conoció de su carrera como contrabandista queda registrado en el expediente de alegato sobre su solicitud de extradición.

En él se lee la letra de un juez estadunidense: “María Antonieta Rodríguez Mata ocupaba una posición como líder de la organización, con base en Reynosa, que transportaba grandes cantidades de cocaína y marihuana en los Estados Unidos”.

***

“La Generala” nació el 21 de junio de 1969 en Tampico, Tamaulipas, aunque su vida se construyó, desde su infancia, en Reynosa. Radicó ahí desde el primer año de edad y hasta concluir la secundaria.

Desde entonces, desde antes, sobresalía de manera natural entre el resto de los alumnos por su aguda inteligencia.

Mide 1.65 metros de estatura y es fumadora de tabaco. Hija de un obrero de Pemex, es la menor de sus seis hermanos. Siempre ha negado que consuma drogas ilegales. En cambio, desde un principio, ante su familia, primero, y ante quien fuera, después, aceptó que se enamora sólo de otras mujeres.

Estudió la preparatoria en Saltillo, Coahuila, y derecho en la Universidad Valle de Bravo, en Reynosa, carrera que suspendió a los 22 años para llevar el curso de ingreso a la Policía Judicial de su estado, en donde la admitieron en 1992. Reinició la licenciatura en 1994 y la concluyó dos años después. Permaneció en la Policía Judicial hasta el 1 de junio de 1999.

A diferencia de Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico”, resulta impensable que “La Generala” buscara la manera de introducir bótox a la cárcel para alisar las arrugas del rostro. Si acaso, existe un gesto de vanidad en la tamaulipeca, que, a la vez, es un propósito de salud: se realizó una cirugía para reducir el tamaño de su estómago y perder peso.

***

¿Qué hay en la mente de María Antonieta Rodríguez Mata?

Este es la impresión que causó en el psicólogo que la analizó en una prisión en mayo de 2005: “El nivel de pensamiento es funcional, de curso normal, contenido lógico, coherente y congruente, tipo inductivo”.

“Se trata de una mujer que emerge de un núcleo familiar incompleto debido a que el padre murió hace aproximadamente cinco años [en referencia al 2000]; sin embargo, es con esta figura con la cual se identificó y de la que obtiene efectivamente mayores satisfacciones”, deteerminó.

“Con la madre mantiene también una relación cercana, dependiente. Dentro del contexto familiar y sociocultural en el cual se desarrolló, obtuvo satisfactores que le permitieron conformar su personalidad en apariencia segura de sí misma, pero afectivamente siempre demandando mayor atención y reconocimiento”, expresó.

“Proyectivamente evidencia su yo disminuido y es como mecanismo de defensa que se conduce con un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y hasta cierto punto preocupada por fantasías de éxito”, según el análisis.

“Su coeficiente intelectual y su rendimiento intelectual le permiten tener una alta capacidad de análisis y síntesis, así como control de sus impulsos”.

“Su actitud social es básicamente convencional, apegada a lo establecido y su rol de grupo es dominante y controlador”, continuó.

“Niega el uso de sustancias tóxicas; menciona únicamente beber alcohol de manera social y esporádicamente. Refiere preferencias de tipo homosexual y relación de pareja actual estable”.

***

De los modos y maneras de “La Generala”, en sus tiempos de agente de la Policía Judicial, las autoridades tamaulipecas sabían desde 1996. En junio de ese año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación al entonces Gobernador para que la investigara por abuso de autoridad.

En 1995, “La Generala”, otro policía mexicano y dos agentes del FBI [El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos] irrumpieron en el centro nocturno Fiesta Mexicana. Sin documento alguno de aprehensión, pero sí con violencia, sacaron del sitio a un ciudadano estadunidense acusado en su país de posesión de mariguana.

Los judiciales metieron al hombre a la cajuela de su vehículo y lo entregaron al FBI en el Puente Internacional de Hidalgo, Texas, ahí mismo donde “La Generala” hizo los negocios por los que los estadounidenses reclamaron su extradición.

En aquella ocasión, “La Generala” realizó la captura “aparentemente” mediante el pago de 10 mil dólares entregados por los agentes estadunidenses.
Antes de ser llevada al Reclusorio Norte, cuando aún existía ahí un apartado femenil, vivió en la colonia Las Fuentes de Reynosa, en una casa construida, ladrillo a ladrillo, a imagen y semejanza de las típicas de un suburbio texano de clase media alta. La vivienda de María Antonieta contaba con tres recámaras, sala-comedor, cocina, cuarto de servicio, cuatro baños, jardín y garaje para 12 autos.

Al momento de su detención, “La Generala” poseía tiendas de autoservicio, restaurantes, negocios de arrendamiento inmobiliario y un rancho de engorda de reses, porque, como todo buen traficante, explica su riqueza con la bonanza de la ganadería.

Quien conoce bien a “La Generala” dice de ella que es tan inteligente como desconfiada y ambas cualidades las tiene en grado superlativo. También que es solidaria con los suyos. Que habla inglés, que tiene excelente vista y que es capaz de armar un plan en segundos.

La corte federal estadounidense detectó que, “al menos desde marzo de 2000 o alrededor de esa fecha”, la mujer “creó una organización para distribuir grandes cantidades de cocaína y marihuana dentro de Estados Unidos” con operaciones basadas en Reynosa y conectada con McAllen y Houston, Texas, y otras ciudades de Nueva York y Carolina del Norte.

***

Miguel Ramón Deolelo conoció en su país, República Dominicana, a una mujer excedida de peso, a quien llamaban Toni, y a la que nada detenía en su intención de cobrar cinco millones de dólares por un cargamento de drogas que alguien le debía en la isla.

En junio de 2000, Deolelo, un abogado y un oficial de narcóticos de Santo Domingo –sus nombres no son identificados en el documento oficial– hicieron escala en la Ciudad de México en su ruta hacia Monterrey.

Ahí los esperaba “La Generala”, “quien iba acompañada de tres oficiales de la ley mexicanos”, detallaría el dominicano, quien se integró a la red para trasladar dinero vía aérea de Nueva York a McAllen y, de ahí, vía terrestre a Reynosa.

En agosto de 2000, Deoleo y otro dominicano volaron de Nueva York a McAllen. Los recogieron en el aeropuerto y los llevaron ante Rodríguez Mata, quien se hallaba en México.

“La Generala” planeaba reforzar su estructura de tráfico de cocaína a Nueva York y recomponía piezas para optimizar el flujo de dinero.

Pocos días después, la hermana de Deoleo voló de Nueva York a McAllen. Era la tarde del 21 de agosto de 2000 y Rubén Espinosa, investigador antinarcóticos del condado de Hidalgo, recibió información de que una mujer llegaría en un vuelo de American Airlines en posesión de dinero en efectivo.

Minutos después, el policía recibió sus rasgos físicos. En la sala de llegadas, identificó a una mujer coincidente con la descripción y la siguió, sin que ella ni el hombre que la acompañaba se percataran.

En el estacionamiento del aeropuerto, Espinosa y otro agente abordaron a los narcotraficantes.

–¿Pueden regresar al aeropuerto para una entrevista?

Ninguno se negó. No había manera de hacerlo.

La hermana de Deoleo viajaba con tres maletas, una mochila negra, una pieza de equipaje pequeña con ruedas y una bolsa negra con correa colgada del hombro.

“Observé varios fardos de dólares en la bolsa de mano y en la maleta con ruedas. También noté en el contorno de su cuerpo bultos rectangulares bajo su ropa. Pedí a una oficial que la registrara y encontró 13 bultos adicionales de dinero en efectivo. La Cantidad total fue de 92 mil 492 dólares”.

Dentro de un bolso café que llevaba el hombre, los policías requisaron 80 mil 272 dólares.

***

Los años 2003 y 2004 fueron algunos de los peores para el Cártel del Golfo. Detuvieron a su líder, Osiel Cárdenas Guillén, en Matamoros, Tamaulipas. Otros operadores de primer nivel fueron capturados después, entre ellos Rogelio González, “El Kelín”, y “La Generala”.

“El Kelín” y María Antonieta tenían una historia compartida. Entre 2002 y 2004, él se instaló en Veracruz para recibir droga procedente de Colombia vía Guatemala, que luego enviaba a Texas con la intermediación de ella.

“La Generala” fue detenida el 8 de febrero de 2004 sin intención alguna de ser sometida a proceso penal en México. La Agencia Federal de Investigación la capturó con el único propósito de entregarla a Estados Unidos. Todos los apodos de María Antonieta enlistados por la PGR fueron los mismos y en el mismo orden que los mencionados en la investigación de allá.

El 7 de febrero de 2006, justo dos años después de su entrada a prisión, se le abrieron las puertas de la cárcel de Santa Martha. Por algunos segundos recuperó la libertad, hasta el momento en que un grupo de la PGR la esposó nuevamente para arraigarla durante los siguientes 30 días, recluirla otra vez en la cárcel para mujeres de la Ciudad de México y someterla a un nuevo proceso de extradición.

Estados Unidos no cedía en su propósito de tener a María Antonieta. Y lo logró. “La Generala” fue extraditada el 10 de agosto de 2007.

Después de varios años, la mujer volvió a Texas, justo a donde Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera teme ir extraditado por la posibilidad de que ahí lo espere la inyección letal.

Aunque antes, cayó letalmente enamorado de Kate del Castillo, una actriz que de paso interpretó a una imposible mujer del narco.

También te puede interesar


Gobernadores que buscan el 2018 deben todo en DDHH

$
0
0

La Ciudad de México gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa se lleva las palmas en el rubro de violaciones a los derechos humanos. Los capitalinos, de acuerdo con datos oficiales, son quienes más indefensos se encuentran ante su propio Gobierno. Y no son asuntos menores: homicidios a manos de autoridades, ejecuciones extrajudiciales y hasta desapariciones forzadas… El cuadro de lesiones a las garantías se completa con otros mandatarios que tienen algo en común con el Jefe de Gobierno: todos anhelan la Presidencia de México.

promo mancera

Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).– El Distrito Federal —llamado así hace dos años— gobernado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrático (PRD) obtuvo el indiscutible primer lugar en violaciones a los derechos humanos de su población.

Durante 2014, ya de lleno en la administración del abogado Miguel Ángel Mancera, la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibieron 34 mil 194 quejas, más del 17 por ciento del total nacional, cuando en la Ciudad de México reside menos del 9 por ciento de la población nacional.

El segundo lugar fue ocupado por el Estado de México, donde ocurrieron 31 mil 168 denuncias, el 15.7 por ciento del universo, una proporción más acorde con la población mexiquense cuyo Gobernador, el priista Eruviel Ávila Villegas, guarda otra similitud con Mancera: ambos han enfatizado varias ocasiones sus deseos de gobernar México, un país considerado en “severa” crisis, “una pandemia” en el respeto a los derechos humanos según organismos internacionales como Human Rigths Watch (HRW) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Apenas en diciembre de 2015, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), concluyó la integración de datos en materia de violaciones de los derechos humanos registrados durante 2014 por los 32 organismos públicos de las entidades y del nacional ocupados de la protección y defensa de los derechos humanos.

Durante 2014, el conjunto de defensorías recibió 197 mil 512 quejas entre el primero y el último día del año.

***

Ex-Gobernadores

El DF no sólo se abre camino por el número de quejas, sino también por hechos específicos violatorios a los derechos humanos: en la ciudad se registraron 21 mil 361 agravios, todos atribuidos a la autoridad central del gobierno.

El Inegi desglosa por tipo de daño.

La “ejecución extrajudicial, arbitraria o sumaria” es un renglón con un total de 64 víctimas.

El primer lugar lo ocupa Chiapas, con 38 decesos Dicho de otra manera: mientras que menos del 5 por ciento de los mexicanos viven en ese estado del sur, uno de los más pobres del país, más de la mitad de las muertes violentas atribuibles al Estado ocurrieron en la entidad gobernado por Manuel Velasco Coello, postulado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y quien también ha alzado la mano para ser Presidente de México.

La plata se la lleva Mancera, en cuya entidad se perpetraron 15 ejecuciones extrajudiciales, y el bronce Ángel Aguirre Rivero, ex Gobernador, también perredista, de Guerrero, con cuatro casos.

La base de datos muestra que en ese año, 2014, año en que ocurrieron los hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa, 421 personas murieron bajo la responsabilidad de entes de Gobierno en todo el país. De ese total, casi la cuarta parte, 93 fallecimientos, ocurrieron en la Ciudad de México.

Nuevamente, siguió el Estado de México, con 62 casos asociados a la actuación de funcionarios, incluso médicos negligentes.

Una anotación: mientras el Gobierno federal sostiene que los 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, fueron asesinados y quemados en el basurero del municipio de Cocula en las horas siguientes a su secuestro, facilitado por autoridades de iguala, este número no se refleja en la estadística del Inegi, órgano desconcentrado del Gobierno federal pues en Guerrero únicamente aparecen nueve privaciones de la vida.

El evento de Ayotzinapa tampoco aparece en el renglón de “Desaparición forzada”, lesión también cuantificada por el Inegi: nueve ausencias imputables al gobierno en el estado de Guerrero, entidad referencial de esa práctica tras la Guerra Sucia de los años sesenta y setenta, principalmente, cuando los presidentes priistas, de manera destacada Luis Echeverría Álvarez —quien también se asumía de izquierda— emplazó a la Brigada Blanca para desaparecer comunistas.

Casi medio siglo después, el Distrito Federal es donde más personas desaparecen según los datos del Inegi: 23 de 78 casos se han presentado aquí, casi la tercera parte.

En contraparte, el Estado de México no registra un solo asunto de este tipo. El segundo lugar en desaparición forzada en el país es ocupado por Jalisco, cuyo Gobernador priista, Aristóteles Sandoval Díaz, se incluyó en las quinielas presidenciales hasta el derribo de un helicóptero de la Marina por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el estado. Luego, Michoacán, con 14 asuntos, tierra de cárteles en guerra donde no hay gobernadores presidenciables desde Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, cuando militaba en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). La cuarta posición es para Sinaloa, con ocho ausencias relacionadas con la autoridad; Sinaloa sufre, históricamente, la violencia del narcotráfico entre organizaciones opuestas.

Es decir, tres de los cuatro estados con mayor número de desapariciones forzadas viven, de manera reconocida, una guerra de las drogas, en tanto que la entidad con mayor caso continúa en la negación de su gobernante, Miguel Ángel Mancera, de que la capital sea escenario de los cárteles en disputa.

Otro apunte: para ningún tipo de violación, el Inegi incluyó información de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León luego de que ése organismo no proporcionó la información bajo los criterios de validación establecidos. Hasta ahora, Rodrigo Medina de la Cruz, Gobernador priista en 2014, ha sido reiteradamente señalado por diversos casos de corrupción aunque durante su administración se desbocó la colusión de autoridades, principalmente policíacas, con grupos del narcotráfico, de manera destacada el violento cártel de Los Zetas.

El Inegi contabilizó 3 mil 20 casos de “tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Y 648, entre la quinta y la cuarta parte, fueron contabilizados en la capital mexicana.

A lo lejos, con 291 expedientes admitidos por tortura, se observa a Quintana Roo, gobernador por el polémico priista Roberto Borge.

También te puede interesar

En lo hondo de esta guerra, un menor plagia a José, de 5 años; lo mata con ácido al corazón

$
0
0

Aylan Kurdi y Marcos Miguel han quedado unidos en sus muertes, ocurridas a más de 10 mil kilómetros de distancia, pero bajo la misma idea: el mundo fracasa de la peor manera ante sus niños. Aylan, pequeño sirio de tres años de edad, murió ahogado en el Mediterráneo, pero también en el horror de la guerra de su país; Marcos falleció atravesado por una bala de la guerra mexicana de las drogas, junto a sus padres. Dispararon dos “narcotraficantes”, como las autoridades han presentado a dos muchachos de 16 y 17 años que un día se pusieron a vender drogas. Niños matando niños. Eso también es México y su bono demográfico tan cacareado hace 30 o 40 años. ¿Qué hay en la cabeza de un niño que va y le arranca la vida a otro? Quizá la historia del M. arroje un poco de luz…

Foto: Eduardo Loza, SinEmbargo

Nacen, crecen y se desarrollan en el crimen, así es el mundo de millones de niños en México. Foto: Eduardo Loza, SinEmbargo

Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).– Así, sin nombre ni apodo, aunque sean el mismo: El M., nacido en una colonia cuyo nombre bastaría para pintarla: la José López Portillo, un barrio del oriente de la Ciudad de México donde el robo y asesinato se han hecho rutinarios.

“Entre nosotros mismos nos matamos”, resume al M., sentado en una banca del jardín frontal de La Corre, el nombre común de lo que oficialmente se llama Comunidad para Adolescentes en Conflicto con la Ley de San Fernando, una cárcel para niños en el sur de la Ciudad de México.

–¿Se hace costumbre matar? –pregunto al muchacho de cejas y pestañas tupidas. Entrecierra los ojos como dosificando el sol de la mañana que le encoge las pupilas.

–Sí. La primera vez tienes miedo, ¿no? Que te agarren, pero matas por desesperación –responde sin presunción. Suelta las palabras suelta como si arrancara las hojas de un cuaderno con algo de fastidio. A diferencia de otros niños asesinos de La Corre, en El M. no hay presunción y cinismo, como desborda a El Loco, asesino de media docena, ni fría indiferencia como destila El Ivancito, matón de docena y media. Al fondo del M. se escucha el tintineo de la melancolía.

El M. es uno de los jefes naturales del tercer dormitorio en 2012, cuando hablo con él. Ahí están los jóvenes que, en reclusión, se han internado en la mayoría de edad por delitos cometidos antes de sus 18.

Aquí, en La Corre, hay multihomicidas condenados a cinco años de prisión. Muchos saldrán algunos meses a la libertad sólo para ser reclamados por el barrio y hacer lo que el barrio les exige que hagan: robar, secuestrar, matar, caso del Ivancito o El Banda, ya internados en los reclusorios para adultos.

–La gente se aferra y la matas.

Así lo aprendió de su padre, quien lo golpeó tantas veces que ni caso tiene intentar un cálculo. El hombre se encarnizaba más con el chavalo cuando éste se interponía entre él, casi siempre ebrio o crudo, y su madre, siempre postrada con la boca sangrante.

“Me pegaba con el chicote de la bicicleta. Me marcaba y crecí con ese odio. Lo quería matar. Fue a él la primera persona que quise matar. Pensé chingarlo con un picahielo. Nunca lo intenté, pero desquitaba mi coraje con otros que luego no se dejaban robar y les ponía en su madre. El también ya andaba de cabrón con los asaltos”.

Apenas dejaba la infancia y El M. ya era un coctel molotov de ira, ambición y decepción, las claves de El Banda para comprender el internamiento al bosque oscuro, del que quizá ya no hay retorno.

De su padre, El M. obtuvo los demás elementos claves en su vida. De él aprendió a chinear, aplicar la llave de lucha que pone a punto de la asfixia a quien se asalta por la espalda.

Segundo: le regaló la primera nueve milímetros que llenó la mano del muchacho cuando cumplió 13 años.

Y le mostró que el tránsito por las prisiones es tan insalvable como la muerte: para entonces, el hombre ya había pasado tres ocasiones por el Reclusorio Oriente por dos homicidios y un robo.

“Guardé el arma. Busqué trabajo y nada. Estaba cabrón: hasta por barrer me pedían la prepa. A los 14 comencé con robo de transeúnte y luego a carro. Me chingué unos siete. Trabajaba hasta Ixtapaluca, Chalco, Los Reyes La Paz. En Santa Cruz había unos deshuesaderos y la gente de ahí pedía los carros. Me daban 15 mil por carro”.

–¿Y a quiénes mataste?

–Ni los conocía, cabrones que se me pusieron al pedo en el atraco. Es más fácil chingarlos. Fueron ocho.

–¿Te acuerdas de sus caras?

–No… Te piden que no los mates y con más favor les tiras a matar. Me decían de su familia, que les tirara paro. Y no, no son huevos al gusto. Entonces les tiraba. Después me iba a activar (a inhalar solventes)… Es como sentir el poder de otra vida en tu mano.

–¿Trabajaste con la policía?

–Una vez la tira me agarró en Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa. Me detuvieron por robo de auto. Querían 100 mil pesos, pero aflojé 60 mil a los judiciales y con eso salí.

–¿Qué piensas de toda la violencia que hay en el país?

–Que está culero, ¿no?

***

Promo-Redim

El politólogo y administrador público Jorge Apáez reflexiona sobre la enorme generación de muchachos que en algunos años serán adultos con poca experiencia laboral formal, sin acceso a los servicios de salud ni integración a un programa de pensiones.

Apáez dirigió la Comunidad para el Desarrollo de los Adolescentes, el centro de internamiento de cuidado especial para chavos bajo proceso penal en la Ciudad de México.

Esta Comunidad, la de menos peligrosidad del sistema para menores infractores en la capital, alberga alrededor de 150 muchachos y atiende cerca de un millar al año. Aquí llegan los jóvenes de menor edad y los más pequeños de estatura. Eventualmente llegan muchachos por otras razones, por ejemplo, que requieren atención especializada y personalizada propia de esta comunidad.

“En el círculo al que han entrado, esto es lo mejor de lo peor. Lo peor es su muerte. Llegan a una oportunidad”, enuncia el funcionario.

–¿Qué piensa del bono demográfico?

–Que estamos en medio de una tragedia nacional y mundial. En nuestro caso, como sociedad, no hemos aprovechado la transición demográfica y dejamos ir la oportunidad de crecimiento. Es como una familia: el chico llega a la edad productiva y, en vez de fortalecerla, abandona la escuela y no tiene trabajo. Esa es una desgracia nacional.

–¿En qué momento se extraviaron las políticas públicas encaminadas a jóvenes?

–Cuando hizo crisis el modelo estabilizador, tuvimos el infortunio que quienes encabezaron las grandes políticas públicas del país no abrazaron un modelo propio adecuado a las necesidades y características de nuestra sociedad, sino que admitieron la imposición de un modelo económico ajeno a nuestras condiciones, el neoliberalismo. Esto fue en el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) y ahora vemos las consecuencias.

–¿Cuáles son las diferencias en términos de perspectivas de la generación de jóvenes a la que usted perteneció, en los setentas, respecto a los actuales?

–Por supuesto, la tecnología ha hecho grandes aportaciones. Pero desde el punto de vista cultural, de integración y cohesión social veo un rezago notable. El título universitario se ha deslegitimado muchísimo. Los chicos tienen una visión muy pragmática: si el primo o el amigo se quemó las pestañas estudiando, pero no tiene trabajo o vende enciclopedias, y ve que es un camino muy largo para obtener utilidades directas, se va por lo más fácil para resolver los problemas económicos más inminentes.

–¿Cómo encuentra el estado ideológico de estos chavos?

–Muy amorfo. Hay una ausencia total de compromiso con la familia, la sociedad y con ellos mismos. El tipo de relación que tienen con los medios de comunicación, especialmente con la televisión, es enajenante. Como todavía no tienen una personalidad formada, adoptan lo que ven. ¿Con quién se relacionan más los chicos en sus casas? Con la televisión. Hay chamaquitos que viven en una caricatura. Hasta tuve que ver la caricatura esa para entender qué son los saiyajines. El fin del consumo es el consumo mismo. Los medios para lograrlo es lo de menos; se es en la medida del consumo. Esto crea angustias poderosas y constantes en el principio de comparación. Se vuelve una forma de identificación y relación. Socialmente, no les damos lo que les decimos deben tener y cuando lo consiguen por medios diferentes, los castigamos. Es un asunto de responsabilidad social y todos la compartimos en mayor o menor grado.

–¿Qué pasará con estos 30 millones de jóvenes dentro de 20 o 30 años atendiendo a todo lo demás?

–El tema es altamente preocupante. Debemos hacer programas de atención diferenciados de acuerdo con las necesidades de esos sectores. Con este modelo económico corremos el peligro de que entremos en un proceso de degradación y descomposición social aún mayor de lo que ya estamos viendo. Es un riesgo a mediano y largo plazo.

***

Foto: Cuartoscuro

Niños y jóvenes en entidades con influencia del narco aseguran preferir una vida de violencia en lugar de enfrentar un destino sin oportunidades. Foto: Cuartoscuro

Para el sociólogo Héctor Castillo Berthier, la lógica actual de la educación formal e institucional está agotada. La escuela ya no garantiza el ascenso social. “El título ya no significa nada”.

Hasta el momento, critica, las políticas sociales dirigidas a jóvenes en México han sido inexistentes o desarticuladas, al tiempo que la población de entre 15 y 29 años enfrenta nuevos elementos: la escuela no es más un mecanismo de ascenso social, el empleo se ha reducido, la familia se ha desarticulado y existen nuevas formas de culturas juveniles.

Los valores laicos se han desplazado hacia el abismo. Los padres ya no son los héroes. Una pinta en Culiacán, Sinaloa, una de las plazas con más raigambre del narco, lo sintetiza bien: “Prefiero morir joven y rico que viejo y jodido… igual que mi papá”.

En México, de cada 10 empleos generados seis y medio se abren en el sector informal, no sólo habitado por vendedores de frituras en la calle o acomodadores de autos. También es espacio de extorsión y narcomenudeo, de la diversificación del crimen organizado.

La informalidad es el magnífico campo de cultivo para millones de jóvenes que están a la deriva y son encontrados por la delincuencia. “Algunos los llaman los ninis (ni estudian ni trabajan), algunos los llaman los excluidos. Para Castillo Berthier, simplemente son los chavos pobres de los sectores populares que no tienen espacios ni forma de participación real.

“El fenómeno del crimen organizado tiene un ejército industrial de reserva compuesto de elementos absolutamente desechables. Nadie sufrirá por ellos ni estará atento a lo que les pase (…) Si uno pudiera introducirse en las vidas de esos jóvenes, encontraría que sólo buscan su superación personal”.

Está el otro lado de la relación entre los jóvenes y el crimen organizado: el propio consumo de drogas, cuyos niveles tampoco tienen precedente en el país.

El argumento con que la administración de Felipe Calderón ha justificado la guerra –independientemente de la pertinencia de este término, al principio usada por el propio presidente– contra el narcotráfico se basa en un eslogan publicitario: “Para que las drogas no lleguen a tus hijos”.

Bajo esta idea, si se atiende a la argumentación de los funcionarios federales, Calderón Hinojosa incluido, es dispensable la muerte de más de 40 mil mexicanos en los últimos cuatro años y seis meses de gobierno.

El 90 por ciento de los muertos, ha dicho la autoridad, vivieron y murieron como sicarios y delincuentes, como si en consecuencia la muerte fuera meritoria y deseable, no sujeta a la consideración de una vida alterna de miles de jóvenes muertos en la ilegalidad, pero antes excluidos de la educación y el trabajo formal y en medio de un sistema político, social y económico descompuesto.

Y, por otro lado, ¿y las viudas y los huérfanos de esas decenas de miles?

“Para que las drogas no lleguen a tus hijos” se dice una y otra vez por radio y televisión. Pero las drogas llegan más que nunca a los chavos y esta afirmación está dada en los números del propio Gobierno federal.

En los últimos seis años, según la Secretaría de Salud, el uso de cocaína se duplicó y hoy es consumida por al menos 3 millones de mexicanos. Los usuarios de mariguana pasaron en ese lapso de 2.4 a 4.2 por ciento de la población.

Además del consumo irrumpen nuevos fenómenos asociados a este, como el abuso de más de una sustancia, la reducción en la edad de inicio, el incremento de estudiantes adictos, el avance de las mujeres en el uso de narcóticos y la extensión del abuso de inhalables a clases medias y altas.

“Los jóvenes han sido estafados reiteradamente”, acusa el sociólogo Castillo. No creen en la política y desprecian a los políticos. Han sido tratados por ellos como prospectos de delincuentes desde hace medio siglo, pero en los años del Movimiento Estudiantil de 1968 tenían claras posiciones ideológicas. Hoy no. Descreen por completo en el futuro.

Por esta ruta, dice Castillo Berthier, el bono demográfico está irremediablemente perdido. El freno ante el abismo es, para el doctor en sociología, la intervención en la educación, la cultura, la transmisión de valores y, por supuesto, el empleo.

“Hay muchísimos chavos encabronados y con razón, que se han pasado, en su propia visión, a ser simplemente antagonistas de cualquier cosa que pueda llamarse Estado, gobierno, autoridad o lo que sea”.

***

Mural pintado por los chavos en el comedor del tercer patio. Foto:

Mural pintado por los menores en el comedor del tercer patio de la Ley de San Fernando. Foto: Fernando Loza, SinEmbargo

El 26 de octubre del 2008, El M. propuso a Rutilio Morales Cabrera El Rutis un secuestro. Antes habían cometido cuatro y este sería simple. El M. había escogido a José Javier, conocido y cercano de sus padres y cuya familia comerciaba en un tianguis de la Colonia Escuadrón 201, en Iztapalapa.

Las familias mantenían estrecha relación al grado que los padres de José Javier habían costeado, apenas dos años atrás, la fiesta de 15 años de El M.

El domingo 26 de octubre, el muchacho de 17 años buscó a José Javier entre los puestos del mercado callejero y lo subió a un taxi.

Lo llevó a una casa rentada y El Rutis quedó a cargo de su vigilancia. Cada día, durante el poco tiempo que duró el secuestro, El M. aportó la comida del secuestrado, al tiempo que negociaba con su familia. La discusión no demoró y la policía, al principio, desconoció el plagio. El M. y el padre de José Javier pactaron el pago de 300 mil pesos a cambio de la libertad de José Javier.

“A él sí pensé en dejarlo ir, porque me caía bien. Me hablaba bien. Le daba de comer pollo rostizado. Estaba en un cuarto sólo y lo dormíamos en una colchoneta. Vestía pantalón de mezclilla azul y una playera negra con unos zapatos que tenían una línea blanca.

“Cuando acordamos el rescate, le dije a mi causa que lo dejara en lo que yo cobraba el dinero. Le di las llaves del carro y no me di cuenta… él ya también estaba drogado y se lo llevó caminando. Cuando regresé vi el carro ahí. Me pareció raro. Entré a la casa y no estaba El Rutis. Pensé que andaba tirando el rol. Me fui confiado con el dinero y lo guardé. Saqué 10 mil pesos y compré ropa y tenis. Regresé a las ocho de la noche y vi a El Rutis [entonces con 21 años de edad]”.

–¿Todo bien? –preguntó El M.

–Sí, todo bien –respondió.

La denuncia ya estaba hecha. Según El M., El Rutis cometió el descuido de pasearse por la calle con el secuestrado. La policía dice que la pista la dio el taxista que condujo del tianguis a la casa de seguridad.

Fue un asunto de horas. Con toda su experiencia, el muchacho no reparó en una camioneta estacionada afuera de la casa de sus padres. Apenas se acercó, bajaron varios hombres armados.

–¿Tu eres El M.? –le cuestionó un policía.

–Sí, pues sí –respondió el chavo.

–Pues chingaste a tu madre.

–¿Y ahora qué?

–Estás por el secuestro de José Javier. ¿Dónde está?

–¿Dónde está quién?

–El secuestrado, no te hagas pendejo.

–No sé nada.

–¿Quieres que te diga quién es? –ironizó el policía judicial y lo llevó a empujones a la camioneta. Le metió la cabeza por la ventanilla y ahí estaba El Rutis a quien, según El M. habrían torturado para que hablara e involucrara a sus padres.

Los jueces resolvieron que el padre golpeador, la madre golpeada y el hijo asesino son cómplices de secuestro y homicidio. El matrimonio fue condenado a 55 años de cárcel y el muchacho a casi cinco.

– ¿Quién era José Javier?

–Yo lo conocía. Preguntaba por su mamá, pero yo le decía que ella andaba de vacaciones… Era un niño de cinco años.

– ¿Cómo murió el niño?

–A él se le aplicó una inyección de ácido para batería de carro en el corazón.

También te puede interesar

Huérfanos del Estado: 17 años y apenas si sabe leer, sumar y restar; 32 robos, 7 homicidios…

$
0
0

El asesinato de una pareja de jóvenes (la madre menor de edad) y un bebé se ha convertido en imagen emblemática de la guerra que vive México. Ha llamado la atención sobre todo en el extranjero, donde la historia de esta familia oaxaqueña ha circulado de manera profusa. Pero eso es sólo una parte del drama.

El bono demográfico del país (una masa de jóvenes en pueblos y ciudades) se agotará en los siguientes años. Hoy, ese bono se está yendo a la basura: al menos ocho millones de chavos están sin escuela ni empleo y quedan allí, a la deriva, justo cuando se da el ascenso del crimen organizado.

Son jóvenes menores de edad para los que el Estado no tiene respuestas y que caen, casi por las circunstancias, en el ejército de los criminales.

“El Loco”. Foto: SinEmbargo, Eduardo Loza.

“El Loco”. Foto: SinEmbargo, Eduardo Loza.

Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– Afuera de la sección octava de San Fernando y a siete metros del suelo del primer patio, sentado sobre el barandal de cemento, El Loco teje un cinturón. Encorvado, sus dedos cortos y delgados no descansan en el trenzado de hilos rojo vino, verde fosforescente, amarillo y azul.

El Loco tiene nueve charrasqueadas en brazos y piernas. Las charrasqueadas son las cicatrices que los chavos se hacen luego de cortar su piel con pedazos de plástico quemados y afilados contra el pavimento. Apenas sale la costra sobre la herida, la retiran y así las líneas abiertas sanan como si fueran lombrices sobre sus cuerpos.

El muchacho está ensimismado.

Apenas levanta la vista del tejido y registra la posición de las manos de cualquiera que hable con él, a qué distancia está parado y qué presagia en contra suya el tono de voz de cada extraño en los alrededores.

Tiene 17 años y apenas sabe leer, sumar y restar; multiplicar es un aprieto insuperable. Mide 1.60 metros y es delgado. Parece demasiado pequeño para una Mágnum .357 que, según la teoría balística, dispara pedazos de plomo con la fuerza suficiente para atravesar un riel de acero para trenes. Él dice que es cuestión de maña para controlar la patada del revólver. Y de motivación para descargarlo sobre siete, diez, once taxistas.

“El asunto de las naves de los taxistas fue cuando tenía 15 años. Asaltábamos, pero había quien se aferraba a su carro. Entonces les disparaba donde cayera. A los cuerpos los tirábamos en el cerro, donde fuera, por El Ajusco.

“Por cada nave me daban 15 mil pesos. Robamos varias. Estoy aquí por más de 32 robos y siete homicidios –en el expediente, pero hay quien dice en la Corre que fueron alrededor de 15–. Con la lana de las naves andaba para acá y para allá. Le ponía al perico. Me gustaba la coca. Mucho”.

promo-niños-guerra

***

Óscar Galicia conoce San Fernando desde hace 25 años. Entraba de la mano de su padre, trabajador del taller de máquinas de costura de la vieja Corre.

Para comprender los motivos de los chavos no hay definiciones simples, advierte el psicólogo Galicia, investigador de la Universidad Iberoamericana, y enumera las carencias de los jóvenes como si fueran una avalancha: falta de educación, de oportunidades, de empleo, de ocupaciones, de distracciones, de atención institucional, de reconocimiento.

Pero también hace un apunte: no sólo los chavos pobres son violentos. Los científicos encontraron jóvenes agresivos en las clases media y alta. Muchachos sin privaciones ni violencia intrafamiliar. Sin padres convictos ni madres prostituidas por una raya de cocaína.

“Simplemente eran ‘malos’. Punto”, resume.

Los neurólogos encontraron un funcionamiento distinto en la zona prefrontal de su corteza cerebral, el sitio donde se deposita el raciocinio, el que frena al reptil latente, el que nos hace propiamente humanos.

“Cuando hay algún tipo de lesión ahí tenemos falla en la empatía y en las capacidades sociales, como seguir reglas, decir la verdad o sentir lástima”.

Pero sí es una constante que, cuando concurren la pobreza y este funcionamiento diferente del cerebro, se tiene un joven violento al extremo.

–¿Por qué somos violentos?– se le pregunta al doctor en psicología.

– El 67 por ciento de las familias mexicanas viven la violencia física, psicológica o sexual. Tienes familias violentas y una sociedad violenta y una serie de sujetos muy infelices. Porque el Estado es responsable de procurar el bienestar de sus ciudadanos y no cumple. El olvido en que se tiene a los jóvenes y la falta de políticas sociales es criminal.

El bono demográfico también se diluye en los atroces. En los hijos de padres alcohólicos y golpeadores desde la primera infancia. En madres miserables. En cerebros disfuncionales o funcionales a favor sólo de la violencia ceñidos a un conjunto de instituciones que poco hace por entender y atender a los chavos del barrio.

–¿Hasta qué punto son culpables estos chavos?–se  le pregunta al experto.

–Se tiene que comenzar a pensar si no tratamos con persona enfermas y, si al final, son sujetos imputables–apunta Galicia.

–¿Cuáles son las verdaderas opciones? ¿Qué pronóstico observa en uno de estos jóvenes violentos al extremo?

–El pronóstico es muy malo –diagnostica sin dudar.

–¿Lo perdimos?

–Sí, ya lo perdimos. Platicaba con algunos de ellos y me dijeron: “Cuando salga de aquí, regresaré a mi barrio y me querrán matar. Y yo deberé matar a alguien. Y así nos acabaremos. Así acabaron mi hermano y mi primo. Así yo he acabado con los hermanos o los primos de alguien más, ¿y qué otra nos queda?”. Como si en verdad les diéramos otras posibilidades.

Promo-Redim

***

Tiempo después, El Loco camina relajado por la Comunidad de Adolescentes de Periférico Sur. Va con la cabeza en alto, la barbilla pronunciada hacia afuera y la espalda recta. Ha ganado peso y confianza en sí mismo durante los últimos dos años.

“Llevo dos años ocho meses. Me faltan dos-dos. Me la he pasado chido. Seguimos en las mismas… no entendemos: andar de cábula, generando con la banda. Pienso que voy a seguir andando de cábula. Sí. Te la pachequeas chido, robando. Está chido el alucín.

–¿Y qué alucinabas?

–Se siente chida la adrenalina guardada. Te la pachequeas con la gente, con los carros. Sientes que todo se te mueve –suelta una risa corta, sardónica–. Mi madrastra era la banda. Me dejaba drogarme todo el día. Le decía que no me jodiera. Después, ella agarraba el pedo, que el pedo está chido.

–¿Eso pensaba tu madrastra o eso pensabas tú?

–Pues yo, pero se lo hacía saber, le decía que me latía drogarme.

–¿Y qué te decía ella?

–Que ya no me drogara.

–¿Y qué le contestabas?

–Que me quería acabar todas las latas de activo.

–¿Y qué te decía?

(Carcajada)

–Que no, que estaba loco.

–¿Y qué contestabas?

–Que iba a seguir moneando.

–¿Y ella?

–Que me iba a morir con la muñeca en la mano– y se remeda a sí mismo llevando la mano derecha con el trapo bañado en solvente a la boca.

–¿Y luego?

–Decía que se me iba a cocer el cerebro.

–¿Y sí?

–Pues yo digo que no, que eso es pura falsedad.

–¿Y entonces?

–Me venía a pegarle (a robar) por acá, en el sur de la ciudad. Por aquí ganas más, por acá está toda la raza con varo. Andaba en chinga, lo que viera puesto era mío.

–¿Cuántos años tenías cuando robaste el primer carro?

–Catorce años. Lo primero que robé fue a los ocho años. Cantones de los vecinos. Me chingaba cosas insignificantes, teléfonos. A los 10 y me dio le puse al activo. Veía a la banda con la muñeca. Quería saber a qué olía y luego me gustó. Conocí a la banda, cotorreando y andaban en lo mismo y le atoramos. Luego valió la verga.

–¿Por qué?

–Hay cabrones que quieren más y se quieren sentir bien vergas, ganar más. Vale madres cuando te quieren ganar el pan.

–¿Cómo asaltaban? ¿Le trabajaban a un patrón?

–Nel, pues nel. Nosotros no teníamos patrón. Era al bravo. Llegábamos y viendo puesto el carro ¡presta! Bajarlo donde estuviera, enfrente de su casa, en el semáforo. Sin hora ni lugar. Estando ahí, ¡miau! Nos chingamos dos o tres, varias. Por un 30 (mil pesos), ¿no?

–¿Y por qué empezaron con los taxis?

–Pura mamada… Hubo un tiempo que andábamos erizos, sólo erizos. Era para deshuesarlo, hacerlo autopartes.

–¿Cómo se dobla un carro?

–Se le sacan los papeles, se le cambia la placa y los engomados. La factura falsa te la da una persona metida en el gobierno. Igual las placas y lo demás.

–¿Cuánto le toca a él por carro?

–Depende del papel que te arregle. De una camioneta chingona le tocan 10 mil pesos, porque ya es legal. Te da placas y factura. Trabajábamos con cabrones del DF y del Estado de México. De las delegaciones Tlalpan, Coyoacán e Iztapalapa. En el Estado de México en Tlalnepantla y Atizapán. Entregaban con todo y placas. El engomado se tiene que sacar de otro lado, porque el carro se tiene que quemar. Se remarca, pues. Se lleva a una fundidora, se borran los números y se ponen otros. Eso es barato, unos 800 pesitos. Todo el juego te sale en 12 mil pesos, pero tú das el carro como si fuera tuyo y legal.

–Pero tienen números de serie en otras partes.

–Sí, en los espejos, vidrios, cabezal. Todo se remarca. Te avientas un calcomaniazo y ¡papas!

–¿Y por qué mataron a los taxistas?

–Yo sólo iba detrás de su nave, nomás. Pero si se aferraban los volaba a la verga, a uno que otro. Sin saña, uno nomás a la chamba… de que te vayan a apañar, de pensar que esto vaya a valer madres… Entonces es entuzarlo (esconder el cadáver) o dejar el carro con todo y todo, pero es perderle. Lo mejor es entuzarlo por ahí. Lo primero es fumarse unas piedras, porque ya valió verga. Ya te estás ensuciando las manos con otro güey y te tienes que deshacer de él, porque ya no queda de otra.

–¿Se te ensucian las manos cuando matas?

–Sí, pues sí, ¿no?

–¿Se lavan?

–¡Jamás! ¡Jamás! Con nada, ya no se quita, ni con todo el jabón. Se percuden. Andar con las manos sucias es culero –ríe–, ya no te sientes igual.

–¿Qué cambia?

–Todo, todo te da vueltas. No sabes… están, están sucias tus manos. Ya no se quita, ya no se lava.

–¿Con qué arma trabajabas?

–Con la .357. Sabes que hay que agarrarla con huevos para que no te voltee un vergazo. El putazo se siente chido.

–¿Es el tamaño del arma de un hombre el tamaño de su poder?

–No es tanto eso. Es que vayas decidido a hacer lo que vayas a hacer. Es más eficaz. Si no es uno, es el otro y, si no, el tercero. Tienes seis vidas en la mano. Seis vidas.

–¿Y de cuántas vidas están sucias tus manos?

–Pues de dos o tres, ¿no? Dejémosla con que fueron dos o tres culeros. Luego ellos me decían que no, que no los matara. ¡Cómo no! ¡Pum! ¡A chingar a su madre!

–¿Pensabas en su familia?

–En ese momento no piensas en esa mierda. Piensas en el carro, en que va a valer verga y a qué hora vienen a apañarte. Eso es lo que te frickea.

–¿Y cuándo piensas en lo demás?

–Cuando ya pasó, cuando ya los llevas ahí, de que ya lo heriste. De que va pujando o gimiendo que le duele. Piensas: ¡Ya chingó a su madre!

–¿Tú suplicarías por tu vida?

–Pues sí, si no la debiera. Pero cuando sabes que traes el culo cagado, ya ni gemir es bueno. Ya sabes a lo que vas.

–¿Tú estás perdido?

–Pues sí, pues ya. Metiéndote en la mierda ya no te puedes salir. ¿Cómo voy a rezar? No, no, no. Para nada.

–¿Crees en el infierno?– lleva una figura religiosa en la muñeca derecha.

–Está cabrón creer en eso. Esta madre hay que vivirla al día y cuando nos cargue la verga, ya nos cargó.

–¿Qué estarías haciendo en la calle?

–Pues echándome unas monas, cogiéndome unas morras y pegándole a dos o tres cosas.

–¿Qué te da miedo?

–El encierro… unos 10 o 20 años en el bote. Eso está cabrón. El que nace culero, nació pa’ morir culero. El que a hierro mata a hierro muere. Hay que darle tiempo al tiempo y gusto al gusto.

–Si el familiar de uno de esos taxistas te sacara la pistola, ¿qué le dirías?

–Sería lo último que yo diría: que chingue a toda su puta madre.

También te puede interesar

El Papa habla de juventud, pero cuatro de cada 10 muertos por homicidio no llega a los 30 años

$
0
0

Ecatepec –municipio del Gobernador del Estado de México, el estado del Presidente de México– donde el Papa Francisco oficiará una misa multitudinaria, es ya un lugar en el que mueren más niños y jóvenes que en Ciudad Juárez.

El Papa Francisco dio esta mañana dio un discurso con un fuerte mensaje contra la desigualdad y en favor del bien común para tener un "futuro esperanzador". Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

El Papa Francisco dio esta mañana dio un discurso con un fuerte mensaje contra la desigualdad y en favor del bien común para tener un “futuro esperanzador”. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- El Papa Francisco acusó ante las jerarquías política y católica de México el panorama de violencia y exclusión que enfrentan los jóvenes mexicanos.

De manera recurrente, Jorge Bergoglio pausa su paso para sostener en brazos a un niño, besarlo, tocar su cabeza, sonreírle, bendecirlo.

En Palacio Nacional, con el Presidente Enrique Peña Nieto a un lado, el Pontífice consideró que México es “un gran país” cuya “principal riqueza [es que] tiene rostro joven, sí, son sus jóvenes. Poco más de la mitad de la población está en esa edad juvenil. Un pueblo con juventud es capaz de renovarse, de transformarse”.

“Y a la vez nos desafía positivamente, Esta realidad nos lleva inevitablemente sobre la propia responsabilidad a la hora de construir el México que queremos y que deseamos a las generaciones venideras”, agregó.

Y, quizá no lo sepa el jefe del Estado Vaticano, pero Ecatepec, municipio del Gobernador Eruviel Ávila, Estado de México, entidad del presidente Enrique Peña Nieto, es uno de los peores lugares para ser joven y ser niño en el país.

De acuerdo con los homicidios registrados administrativamente, es decir, por así quedar clasificados desde el acta de defunción correspondiente, por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre 2006 y 2015, ambos años inclusive, murieron asesinadas 187 mil 349 personas.

De ese total, 4 mil 108 fueron niños de entre cero y 14 años de edad, el 2.1 por ciento del total; y 41 mil 907, el 22.3 por ciento es joven entre 15 y 24 años de edad, periodo en la vida establecido como el de la juventud según la Organización Mundial de la Salud. De acuerdo con otros criterios, la juventud comprende hasta los 29 años de edad y, si se analiza el grupo comprendido entre los 24 y 29 años de edad se observa la parte más alta de la curva de asesinatos: 27 mil 588.

Si agrega la cifra de todos los homicidios sufridos por personas de menos de 30 años de edad desde el inicio de la guerra contra las drogas, el dato total es de 73 mil 603 niños y jóvenes –el 40 por ciento del total– a quienes en vez de construir el futuro de México, como ha propuesto el Papa Francisco, les correspondieron tres metros de tierra y una lápida.

***

Según datos del Banco Mundial, durante 2012, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes en México, país que ahora visita el Papa, fue de 22 asesinatos; en Argentina, país del que es originario Bergoglio, fue de 7 –la tercera parte–; en Italia, territorio que rodea la Santa Sede, fue de 1 –la veintidosava parte que en México–, y El Vaticano, país del que Francisco es Jefe de Estado, simplemente no aparece en el listado.

***

PROMO-ECATEPEC

Francisco está de gira por la Ciudad de México, gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) desde 1997; el Estado de México, que siempre ha estado en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI); Michoacán, que se ha alternado entre el perredismo y el priismo; Chihuahua, priista desde 1998, y Chiapas, perredista con estrecha cercanía al PRI desde el 2000 y ahora verde.

Esas cinco entidades han sido escenario de 68 mil 902 asesinatos entre 2006 y 2015, el 36.7 por ciento.

Y son trampas mortales para los jóvenes. Estos son los números de 2015 de defunciones por homicidio entre menores de 30 años:

homicidios-20-anios

La situación se ensombrece en tres sitios que pisa Francisco: Ecatepec, donde celebrará una liturgia en un terreno; Ciudad Juárez, donde visitará una prisión, y Gustavo A. Madero, la delegación de la Ciudad de México en que se sitúa la Basílica de Guadalupe, como se muestra en la siguiente tabla según datos del INEGI.

mapa02

Como se observa, el municipio de Ecatepec, donde Francisco oficiará una misa multitudinaria, es ya un peor lugar para los niños y los jóvenes que Ciudad Juárez, referente mundial de la violencia. Ecatepec es además el municipio que concentra la mayor pobreza del Edomex, con 40.8 por ciento (723 mil 559 personas) en esa condición, a la que también aludió el prelado.

En la próspera Italia, país con más de 60 millones de habitantes, ocurrieron 502 asesinatos en 2013; en el Estado de México ocurrieron 3 mil 311 muertes de ese tipo, seis veces más que en toda Italia.

Esto a pesar de que en el mundo existen cuatro italianos por cada mexiquense, como lo son el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, y el Presidente de México, Enrique peña Nieto.

¿Asesinatos en El Vaticano? Quizá el último ocurrió en 1978, con la muerte poco clara de Albino Luciani, Juan Pablo I, el Papa reformador anterior a Francisco, aunque ese fallecimiento nunca se admitió oficialmente como un asesinato.

 Policías de distintas corporaciones comenzaron con los cortes a la circulación asi como la vigilancia en el perímetro de las Américas para brindar mayor seguridad, vendedores aprovechan para ofertar artículos con la imagen de su Santidad.  Foto: Cuartoscuro

Policías de distintas corporaciones comenzaron con los cortes a la circulación y vigilancia en el perímetro de las Américas. Foto: Cuartoscuro

Cientos de feligreses comienzan a abarrotar los accesos del predio "El Caracol" esperando la apertura de las puertas para tener un lugar cerca de el Papa en la Santa Misa. Foto: Cuartoscuro

Feligreses comienzan a abarrotar los accesos del predio “El Caracol” esperando la apertura de las puertas para tener un lugar cerca de el Papa en la Santa Misa. Foto: Cuartoscuro

También te puede interesar

Un día Sergio, 17 años, torció su vida y mató a la amante de su padre

$
0
0

El saber que su padre tenía una amante cambió para siempre la vida de Sergio, un adolescente con recursos económicos suficientes que, al no encontrar en su hogar las explicaciones necesarias, recurrió a la droga. Fue una sola vez y eso fue suficiente para que perdiera el control y cambiara su destino. La historia de violencia de Sergio es otra más en el México de la guerra, y al que ayer hizo referencia directa el Papa Francisco durante mensaje en Ecatepec, Estado de México. Desde ahí llamó a los mexicanos a estar en “primera fila” para hacer de esta tierra una que “no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”.

Correccional a la que fue enviado Sergio. Foto: Eduardo Loza, SinEmbargo

La correccional a la que fue enviado en 2010 Sergio. Foto: Eduardo Loza, SinEmbargo

Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).– Si a Sergio no se le hubiera torcido el destino, esa mañana de marzo de 2011, a los 17 años, estaría en su preparatoria, una escuela particular cuyo costo es inalcanzable para el resto de los 881 chavos internos en este momento en las correccionales para menores de la Ciudad de México.

Si no se hubiera tomado esa tacha, la única en su vida, el monstruo interno no habría despertado y seguiría el curso del último semestre en el área de humanidades, a meses de iniciar la carrera de leyes en la búsqueda de especializarse en Derecho Internacional.

Seguiría leyendo a Dan Brown en inglés. Absorto, continuaría por los laberintos de “El símbolo perdido”, entusiasmado en la masonería. “Está en mi linaje. Mi padre lo es y mi abuelo lo era. Yo quería ser masón”.

Y continuaría las clases de francés y alemán.

Pero está preso.

En diciembre de 2010, en medio de una depresión, consiguió un comprimido de éxtasis en su propia escuela. Esperó la soledad en casa y se instaló en la sala, un sitio con arreglos renacentistas. Dos espejos con marco de madera, un asiento forrado de piel, una mesa de centro de cristal y un tapete persa. Cuadros relajantes de colores amarillo pálido, naranja y lila. Un adorno resaltaba entre todos a los ojos de Sergio: una escultura en barro bruñido del dios Tláloc, el dios del agua y enormes colmillos.

Puso un disco de David Garret, encendió un cigarro de mariguana y tragó la pastillita azul con el símbolo de Superman. Sergio conocía los efectos, pero desconocía la sensación.

Debía sentirse emocionalmente abierto, amorosamente identificado con los demás. Del estéreo salieron las notas de violín de Rock Prelude e inició el viaje.

Sintió el cuerpo ligero, pero luego se percibió aplastado por algo invisible. La relajación esperada nunca llegó. El corazón era un martillo neumático en su pecho; sus latidos le azotaban los tímpanos. Todo se agudizó. La música, el amarillo y lila y las piezas de barro prehispánico se hicieron una plasta. Las cosas y las ideas perdían significado. Los sentimientos eran un mazacote en su mente. Quería bajar de la montaña rusa, pero ya estaba demasiado arriba y viajaba demasiado rápido. Sudó frío y el miedo se le resbaló como una mano mojada por la espalda.

“Creí soñar. Soñé y experimenté muchos sentimientos que hasta hoy no los puedo definir. Eran combinaciones de cólera, tristeza, frustración, depresión… Algo extremo. Los motores más poderosos eran la confusión y el enojo: me habían traicionado”.

–¿Quién te traicionó? –le pregunto.

–Mi padre. Obtuve información que no me correspondía y el ídolo que había creado se destruyó de un día para el otro. La relación era cancerígena, me consumía. Él tenía una relación con otra mujer. Al principio pensé que era su bronca, pero mi mamá enfermó del corazón.

“Perdí todo sentido, se nubló toda parte consciente de mí. Maté a la amante de mi padre con un arma blanca”, no dice más. “Regresé a la realidad al mediodía del día siguiente. Cuando mi madre se enteró se infartó. Entró en coma y murió cuando yo estaba detenido. No encuentro consuelo. Me culpó de matar a mi madre”.

La versión en la cárcel para niños justifica el sentimiento de culpa del muchacho: “Sergio mató a su madre”, se le sentencia.

***

promo2(5)

Sergio “despertó” en la delegación 57 y luego fue llevado a la Comunidad para Adolescentes en Periférico Sur, a donde van los chavos con menor edad, talla y vulnerables por alguna otra razón.

–¿Qué tan distintos son tus compañeros a ti? No tienes charrasqueadas– se le comenta al muchacho de 18 años recién cumplidos, delgado, de ojos verdes y cabeza rasurada. En toda la conversación no dice ninguna palabra considerada como soez.

–Las heridas son una fuente de infección y afuera te ves mal. Cuando salga, lo que menos querré es recordar todo esto. Hoy proyecto un futuro en que esto me sirva de base. Tengo que ver la manera de recuperarme y rehacer mi vida, futuro y carrera. Yo no valoraba. Ahora lo hago con lo más insignificante, como este cielo azulísimo, y pienso en las cosas que no hice. Aprendo a no conformarme con cualquier cosa y ser ambicioso.

–¿Qué opinas del sistema de justicia mexicano?

–Teóricamente es excelente, pero en la práctica resulta ineficiente, porque su aplicación resulta inadecuada. Entre el ser y el deber ser existe una gran diferencia. Debemos cambiar la vida social y comenzar desde las piedras angulares.

–¿Qué piensas del país?

–México es un país excelente. Tenemos todo: dos costas y todos los climas favorables. Tenemos paisajes hermosos, gente noble, pero algo nos falta, un grano que no nos permite embonar al 100 por ciento y ocasiona discordia. Y esto es algo dentro de nosotros.

–¿Qué piensas de tus compañeros?

–Son buenas y nobles personas, pero no lo saben demostrar. Les ha faltado una buena guía y educación. Algunos no terminaron la primaria y ya tienen hijos, a los 16 años, ¿qué le puedes enseñar a un niño? Nada. Nosotros apenas aprendemos de la vida. Ellos, con las experiencias y carencias que han tenido, ¿cómo te explicas que conozcan la fraternidad? Porque entre ellos son como hermanos.

–¿Cómo te ganas la confianza de los demás?

–Con respeto y hablándoles con mucha paciencia. Con labia para sondear y mediar. Mis compañeros, casi, casi son caballeros. Son personas rectas a las cuales, si las tratas como lo que son, personas, el trato es recíproco.

–¿Te has visto discriminado aquí?

–Al principio sí. Era el arroz en el frijol. Debía ocultar quién es Sergio. Con el tiempo se han acostumbrado a uno y yo a ellos. El origen aquí no importa. Se hacen grupos entre los barrios, pero si un compañero llora desoladamente y yo le ofrezco mi hombro, no importa de dónde sea, sino el hecho de ser un ser humano.

–¿Has sido tú el que llore?

–He llorado y ellos han llorado muy fuerte. Cuando estás enfocado en lo tuyo y alguien a tu lado se abre, ¿cómo responder, con qué palabras? Sí me he resquebrajado. Es una sensación en que no te encuentras a ti mismo. No sabes en dónde están tus pies. Pierdes, literalmente, el camino. Te sientes ahogado.

–¿Te has pedido perdón?

–Lo he buscado. Y me he contestado que sí. Pero entonces me pregunto cómo me puedo perdonar. Yo me culpo por el perdón y al mismo tiempo me culpo por mi culpa. Luego pienso nuevamente en el perdón y en seguir adelante. El alivio puede durar semanas y poco a poco me reconstruyo. Luego me desmorono otra vez.

–¿Por qué tus compañeros no reflexionan en la necesidad de asumir el hecho con sus consecuencias?

–Algunos están tan perdidos… están en una cápsula tan fuerte que por más que quieras no logran comprenderse a sí mismos y sin comprenderse ni tenerse respeto, no lo pueden tener por nadie.

***

Promo(33)

–¿Cuál es tu escena favorita del cine?

– De “La vida es bella”, cuando un hombre judío esconde a su hijo en un cuartito y es descubierto por los nazis. Entonces entrega su vida para salvar al niño, mientras éste mira como su padre marcha graciosamente para darle un buen momento.

–¿Puede haber un fondo más profundo para ti?

–Posiblemente sí, pero sólo escarbando, porque yo ya estoy hasta abajo. Es como un hoyo negro al que si no le prestas atención se agranda y te consume. Duermo una hora y despierto. No duermo más. Sueño con mi mamá y mi familia.

–Te gustan los libros de secretos y un secreto es lo que te tiene aquí.

–Tal vez sea una clave que estoy descubriendo ahorita, la clave de conciliar y lidiar con esto la desconozco, pero lucho para seguir adelante. Es como si estuviera en un laberinto y tuviera el mapa, pero el mapa está tan borroso que no sé a dónde ir.

Sergio lee a Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine, los poetas malditos. También a George Byron, Octavio Paz y Sor Juana Inés de la Cruz.

–¿Es poética la muerte?

–La misma pérdida es algo poética. Seguir con la vida y luchar también es poético. Hasta ahora entendí “Las flores del mal” y yo no sólo tomé “la flor del mal”, dancé con ella.

–¿En qué se basaría un diálogo entre tú y Rimbaud?

–En la confusión y la duda. En la frontera del mal hay sabiduría: miles de preguntas y miles de respuestas, pero ninguna embona.

El francés Rimbaud escribió, hace más de 140 años, su poema “El ángel y el niño”:

“¡Niño que a mí te pareces, vente al cielo conmigo! Entra en la morada divina;
habita el palacio que has visto en tu sueño;
¡eres digno! ¡Que la tierra no se quede ya con un hijo del cielo!
Aquí abajo, no podemos fiarnos de nadie; los mortales no acarician nunca con dicha sincera;
incluso del olor de la flor brota un algo amargo;
y los corazones agitados sólo gozan de alegrías tristes;
nunca la alegría reconforta sin nubes y una lágrima luce en la risa que duda”.

También te puede interesar

La cacería: Norberto contra la iglesia de los pobres

$
0
0

La clave para frenar el avance de la Opción Preferencial por los Pobres, un movimiento de izquierda eclesial latinoamericana surgida tras el Concilio Vaticano II, fue la disolución del Seminario Regional del Sureste, creado en 1969 por Rafael Ayala, predecesor en Tehuacán de Norberto Rivera Carrera, y por los entonces obispos de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, y de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes; del Arzobispo de Oaxaca, Bartolomé Carrasco, y del prelado de Huautla de Jiménez, Hermenegildo Ramírez. En su condición geográfica, el foco del seminario era la pastoral indígena al que se acusó de funcionar como un centro de formación guerrillera. Su cierre ocasionó una movilización sin precedentes de seminaristas y sacerdotes inconformes al punto de tomar la catedral.

“Norberto optó por caminar junto a los ricos, no con los pobres”, dice el padre Anastasio Hidalgo Miramón. Foto: Cuartoscuro

“Norberto optó por caminar junto a los ricos, no con los pobres”, dice el padre Anastasio Hidalgo Miramón. Foto: Cuartoscuro

Tehuacán, Puebla, 21 de febrero (SinEmbargo).- Es el padre Tacho, Anastasio Hidalgo Miramón, un hombre que como pocos conoce la vocación religiosa del Cardenal Norberto Rivera Carrera.

Y, como pocos, sufrió en carne y espíritu el aniquilamiento de la opción preferencial por los pobres.

“Porque Norberto optó por caminar junto a los ricos, no con los pobres”, atiza el ex párroco de San Gabriel Chilac, Puebla, en referencia al ex Obispo de Tehuacán y hoy Cardenal de México.

La referencia de Tacho es a la Opción Preferencial por los Pobres, un movimiento de izquierda eclesial latinoamericana surgida tras el Concilio Vaticano II, un evento del siglo pasado que inunda las palabras de Francisco, así llamado en su asunción papal en alusión al pobre San Francisco de Asís, aunque el argentino Jorge Bergoglio es de formación jesuita.

La Teología de la Liberación o Latinoamericana se concretizó en Medellín en 1968, cuando se habló de la injusticia institucionalizada y del pecado social. Surgió del Concilio Vaticano Segundo que, entre otros aspectos, pretendió la inculturación de la Iglesia a partir de la realidad social de los sitios en que estuviera asentada.

Hubo un paso más entre algunos de ellos, quienes buscaron a los más pobres, a los más olvidados, a los indígenas, e integraron el Seminario Regional del Sureste, una comunidad religiosa que formó sacerdotes mayas, tzotziles, zapotecos, mayas…

Y Anastasio estuvo ahí.

La historia de Anastasio también va junto a la instauración de una cultura de derechos humanos en Tehuacán, al lado de los perredistas asesinados en la mixteca y entre los zapatistas que caminaron a principios del 2001 hacia el Distrito Federal en la marcha del color de la tierra.

Por eso, en analogía al comandante zapatista Tacho, en Tehuacán le dicen padre Tacho o cura Hidalgo.

Es “un cura rojo” que habla de teología y marxismo con una playera estampada con la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego apenas visible de tantas lavadas que tiene y que calza unos zapatos viejos salpicados de cemento.

“Norberto se apartó del Evangelio”, resume Tacho en su humilde parroquia de San Gabriel Chilac, uno de los 29 municipios integrados en la diócesis de Tehuacán, región convertida por Rivera en el dique del avance de la iglesia marxista.

Y la clave para frenar el avance de la Opción Preferencial por los Pobres fue la disolución del Seminario Regional del Sureste, creado en 1969 por Rafael Ayala, predecesor en Tehuacán de Norberto Rivera Carrera, y por los entonces obispos de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, y de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes; del Arzobispo de Oaxaca, Bartolomé Carrasco, y del prelado de Huautla de Jiménez, Hermenegildo Ramírez.

En su condición geográfica, el foco del seminario era la pastoral indígena al que se acusó de funcionar como un centro de formación guerrillera.

En 1990, con cinco años de funciones en el obispado de Tehuacán, Rivera Carrera ordenó el cierre del Seminario, lo que ocasionó una movilización sin precedentes de seminaristas y sacerdotes inconformes al punto de tomar la catedral.

Hidalgo Miramón estaba entre ellos.

Rivera también fracturó el propósito de trabajo colegiado de Ayala, de tomar decisiones de impacto comunitario y no de manera aislada.

—¿Qué clase de Obispo fue Norberto Rivera? —pregunto a Hidalgo Miramón.

—Entendimos que con la presencia de Norberto y otros obispos, como Luis Miguel Cantón Marín, de Tapachula, que venían con otro pensamiento, a frenar una iglesia más comprometida con los pobres y las culturas indígenas. Norberto vino con el compromiso de cerrar el seminario. Primero deshacerlo como regional y convertirlo en diocesano, dependiente de él. Este hecho tensionó mucho a los sacerdotes, a los laicos en general y, por supuesto, a las diócesis. Creemos que Norberto llegó con el encargo de cerrar el seminario.

—¿De frenar la teología de la liberación?

—En cierto sentido, a partir de una institución. Había cosas que no aparecían tan claras, decían que (la pretensión de frenar a los teólogos) era por orden de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que Norberto lo había ejecutado, había cumplido con decir que era muy peligroso, porque se decía que se enseñaba marxismo y que ponía en peligro la doctrina, que debía considerarse como de pensamiento subversivo.

—¿Sí empleaban modelos marxista para la interpretación de la fe?

—Habían elementos, pero no para la interpretación. El aporte del seminario en cuanto a la formación fue que aparte de la filosofía hacían parte las ciencias humanas y, en concreto, las ciencias sociales que se recurría a elementos del marxismo para hacer investigaciones del marco de realidad en términos de estudios sociopastorales.

— ¿Pretendió Norberto Rivera prohibir la aplicación de esa metodología?

—Norberto hizo un trabajo reduccionista, de no recurrir a tantos autores, sino hacerlo con uno seguro y ortodoxo. En mi caso, yo acompañaba en el área pastoral, tanto en filosofía como en teología. Nos pidieron eliminar bibliografías amplias y aplicar lo que aparece formalmente en todos los seminarios.

Noberto Rivera nació el 6 de junio de 1942. Es un hombre alto y aún está físicamente fuerte. Foto: Cuartoscuro

Noberto Rivera nació el 6 de junio de 1942. Es un hombre alto y aún está físicamente fuerte. Foto: Cuartoscuro

***

El Cardenal Rivera nació el 6 de junio de 1942. Es un hombre alto y aún está físicamente fuerte.

En Tehuacán, seminaristas que desertaron del seminario diocesano aún recuerdan como, tras saludarles de mano, Norberto se las apretaba para llevar la suya a los labios de los jóvenes para obligarlos a que le besaran el anillo.

Norberto tuvo una doble escuela: la de Antonio López Aviña, uno de los obispos más conservadores de Durango, y la del ex nuncio apostólico en México, Girolamo Prigione, un hombre de Iglesia al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y un priísta al interior de la Iglesia que promovió el arribo de obispos de corte conservador y doctrinario.

Más datos de su conformación ideológica: Rivera impartió la materia de Teología Dogmática en el Seminario Mayor de Durango, en donde nació. Fue Asesor Diocesano del Movimiento “Jornadas de Vida Cristiana” y prefecto de disciplina en el mismo recinto.

Y dentro de la Conferencia del Episcopado Mexicano, fue Secretario Ejecutivo del Departamento de Pastoral Familiar.

Norberto recibió la ordenación sacerdotal de manos Pablo Sexto, el 3 de julio de 1966.

Del mismo Papa que siguió y clausuró el Concilio Vaticano Segundo, el que buscó la actualización de la Iglesia, de renovar el compromiso con los pobres, del que emanó la Teología de la Liberación, la misma a la que Norberto combatió con ferocidad y eficiencia.

***

El Concilio Vaticano II fue el acontecimiento del siglo pasado por el que una parte de la Iglesia asumió la necesidad de cambio. El evento fue vivido con más intensidad por los jesuitas —como el Papa Francisco lo es— quienes, en su congregación general número 31, plantearon la renovación para colocar la idea de la cristiandad en coherencia con la historia y el momento histórico, con el mundo y sus inquietudes: la felicidad es un propósito terrenal, no existe dignidad en la pobreza.

Tras la conclusión del Concilio Vaticano II y su puesta en marcha, en 1967, murió el Papa Pablo VI.

Fue electo sucesor Juan Pablo I quien murió a los 30 días en condiciones poco claras; su muerte fue tachada por la parte más a la izquierda de la Iglesia —no de su gobierno— como una conspiración homicida en el seno del Vaticano.

Y ascendió el polaco Karol Wojtyla con el nombre de Juan Pablo II.

Luis Fernando de Tavira Noriega (1948), dramaturgo, director de teatro, ensayista, pedagogo mexicano y, para el caso, seminarista de la Orden de Jesús hasta momentos antes de ser ordenado, opción a la que renunció por el retroceso que observó en el catolicismo, habla de Wojtyla:

“Un poder identificado con los intereses más retardatarios de la estructura de la Iglesia, como poder y asociación con el dilema del mundo con las peores causas. Vino una traición a la Iglesia desde el pontificado y este Papa echa para atrás el espíritu del Concilio”.

La Iglesia se dividió y vivió fracturada debajo de la piel. En México, algunos obispos mantuvieron la Opción Preferencial por los Pobres, entre ellos Samuel Ruiz, recientemente reivindicado por Francisco, y otros se alienaron con el italiano Girolamo Prigione, delegado y nuncio apostólico entre 1978 y 1997, cuando se retiró.

Prigione fue un hombre cercano a Carlos Salinas de Gortari, quien reinstauró las relaciones con El Vaticano, y fue confesor de los hermanos Arellano Félix, jefes del Cártel de Tijuana. A su grupo, al que se le apodó dentro de la Curia como el Club de Roma, perteneció Norberto.

El club de Roma fue una caricatura popularizada en la coyuntura política del año 2000 por Antonio Roqueñí, ex juez eclesiástico arquidiocesano, quien hacía referencia a los obispos beneficiados con la cercanía del entonces secretario del Vaticano, Angelo Sodano.

El club estaba encabezado al inicio por Prigione y ahora lo está por Rivera Carrera. Roqueñí incluyó en la selecta cofradía a Onésimo Cepeda, ex obispo de Ecatepec, hombre cercano al poder político mexiquense; Luis Reynoso Cervantes, Obispo de Cuernavaca hasta su muerte, y Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

El grupo mantuvo una recia oposición al sector más progresista de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se veía como un ala religiosa del PRI, mantuvo una relación muy estrecha con el gobierno y, en las elecciones del 2000, apoyó la candidatura perdedora de Francisco Labastida.

Norberto siempre ha jugado con la exhibición de una carta: su posible candidatura papal, considerada como “imposible” por algunos expertos en religión, entre ellos Bernardo Barranco.

Al término de sus homilías o desde el púlpito mismo, Norberto ha salido una y otra vez a opinar sobre las instituciones, los políticos y los programas sociales.

Así arremetió contra la píldora del día siguiente, la eutanasia, el aborto y las sociedades de convivencia.

Norberto siempre ha jugado con la exhibición de una carta: su posible candidatura papal, lo que es considerado "imposible" por algunos expertos religiosos. Foto: Cuartoscuro

Norberto siempre ha jugado con la exhibición de una carta: su posible candidatura papal, lo que es considerado “imposible” por algunos expertos religiosos. Foto: Cuartoscuro

***

A la vez que Rivera Carrera acotaba al Seminario Regional del Sureste, el gobierno estatal y el Partido Revolucionario Institucional apoyaron el crecimiento en la región mixteca de Antorcha Campesina, movimiento surgido en 1974 en Tecomatlán, Puebla, y hoy expandido especialmente en el oriente del Estado de México con el auspicio de Enrique Peña Nieto desde su administración mexiquense.

Entre 1985 y 1990, de acuerdo con otro teólogo de la liberación que pidió mantener su nombre en reserva, se utilizó a los antorchistas para irrumpir en los procesos de organización comunitaria ajenos al gobierno, aún con el uso de la violencia.

Rivera fue elegido obispo de Tehuacán el 5 de noviembre de 1985 y consagrado al cargo el 21 de diciembre de 1985 por Antonio López Aviña, arzobispo de Durango, estado del que es originario.

De acuerdo con el teólogo de la liberación, Norberto Rivera trabajó en la extinción de los teólogos de la mano de Manuel Bartlett, primero en su condición de secretario de Gobernación de 1982 a 1988 con Miguel de la Madrid y luego como gobernador de Puebla (1993-1999).

A la vez, Rivera fungió como visitador apostólico de los seminarios diocesanos y religiosos del país y promovido a la sede metropolitana y primada de México el 13 de junio de 1995. Tres años después fue investido cardenal por Juan Pablo II, el Papa fundamental en el desmantelamiento del bloque comunista.

Hoy, Bartlett es Senador por el Partido del Trabajo, instituto que se asume de izquierda como hace Andrés Manuel López Obrador, quien tiene en el ex Secretario de Gobernación a uno de sus principales operadores en el Senado y en el estado de Puebla.

En sus tiempos en Tehuacán, Norberto se apoyó en el nuncio apostólico Girolamo Prigione, quien cuestionó públicamente y en varias ocasiones a los teólogos de la liberación.

“Era con Norberto o contra Norberto”, reitera Tacho Hildago: “Sus preferentes gozaban de las parroquias con las mejores alcancías o se les otorgaba becas de estudio”.

A sus oponentes se les dejaba vacantes sin iglesia, se les removía para desarticular el trabajo comunitario o se les privaba de la cátedra en el Seminario —caso de Hidalgo— que era entendido por la iglesia de izquierda como un semillero de teólogos de la liberación.

En su apogeo, el Seminario Regional del Sureste contó con al menos 25 teólogos de la liberación y, de los 80 sacerdotes ahí formados y emplazado en la diócesis, hoy no puede considerarse la existencia siquiera de un puñado.

Hasta que Norberto lo disolvió en su condición regional y lo refundó con dos limitaciones: lo hizo local —diocesano—, y antepuso la doctrina formal a la interpretación de la realidad como método de labor pastoral.

Poco a poco, se dispersaron uno o se replegaron a la prelatura de Huautla de Jiménez, en la sierra oaxaqueña.

— ¿Hizo movimientos de curas de sus parroquias, elaboró alguna estrategia? —pregunto a Tacho.

—En su tiempo, hubo salida de varios sacerdotes. Dejaron la diócesis, porque la relación era propiamente ya insostenible, la convivencia, porque no se podían expresar abiertamente y al mismo tiempo, algunos sacerdotes debieron dejar las clases.

— ¿Norberto pidió que algunos sacerdotes en específico dejaran de dar clases?

— Sí.

— ¿Usted fue uno?

— Sí, porque mi trabajo era el área pastoral e insistíamos es que la reflexión debía partir de un análisis de la realidad, pensar en la visión pastoral desde la realidad. Y ahí es en donde no estaban de acuerdo, siempre había que comenzar con la doctrina.

— ¿Le dijo personalmente que no daría más clases?

—No, lo hacían a través del equipo formador.

— ¿Esta estructura fue suplida por la que instauró Rafael Ayala?

—No sólo era Rafael Ayala, sino era todo un Consejo Episcopal. Esa es la diferencia: era un seminario regional, lleno de culturas, te encontrabas con el que hablaba náhuatl, purépecha, el tojolobal, mazateco, mixteco, zapoteco… Esa era la riqueza, la pluralidad en cuanto a las culturas, y la pluralidad en cuanto a lo teológico. Cuando se cierra se reduce para quedar con unas sola visión. Era la diferencia de dos maneras de ver y entender la formación.

—En términos sociales, ¿qué perdió la comunidad?

— Como diócesis, perdió, como le ocurría a las otras que eran pequeñas y pobres, que tenían pocos sacerdotes y con menor formación. Las diócesis mandaban a sus mejores seminaristas, así que se empobreció.

— ¿La opción de Norberto fue por los ricos?

— Tenía sus preferencias y no había un compromiso con el pueblo, con el pueblo pobre, con lo sencillo. Siempre tuvo sus preferencias, incluso en la misma diócesis y en la sociedad, siempre fue con gente rica, cuando la misión de un obispo es exactamente un compromiso con los pobres, exactamente en el ejemplo con Jesucristo, quien se incultura y se humanizó. Asumió nuestra condición humana pobre y comenzó el reino de Dios desde los pobres y los que le siguieron fueron los pobres y exactamente murió enfrentado al poder.

— ¿Y Norberto se quedó con el poder?

— Yo creo que sí. Siempre buscó colocarse ahí.

— ¿Con los ricos?

— Solamente así, no hay otra manera de acercarse el poder.

— ¿A pesar de la indumentaria indígena?

— A pesar, exactamente. Hay otros comentarios que insisten en los privilegios de los sacerdotes, pero lo que no se vale es que ustedes, que son sacerdotes, que deben ser como su modelo en Jesucristo, son una institución que parece no seguirlo en nada. Ese es el paradigma, Jesús y si no lo seguimos, no vivimos como Jesús quiere, como el evangelio, estamos viviendo como una institución que pelea y juega por el poder. Se apartó pues, del evangelio, y esto fue, pues, una traición a Jesucristo.

— ¿Fue Norberto un dique para la expansión de la teología de la liberación?

— Creo que sí, en el sentido de la posición geográfica de Tehuacán y del seminario regional. Era una conexión con el sur y el sureste del país, en donde había obispos que se pronunciaron por la opción preferencial por los pobres, con el centro y norte del país. A ese seminario venía gente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, esta región de Puebla. Hasta de Yucatán.

— ¿Qué le significó?

—Ver el derrumbe de 20 años de trabajo fue doloroso. Fue muy doloroso. *

También te puede interesar

Ahumada vuelve, en trama de políticos, droga y futbol

$
0
0

Carlos Ahumada está de vuelta. El nuevo escándalo tiene los mismos elementos de su pasado en México (políticos y corrupción) pero agrega otros (drogas, lavado, muertos). Empresario del futbol, de la construcción y del transporte aéreo, Ahumada, ex pareja sentimental de Rosario Robles –hoy Secretaria de Estado–, ha sido exhibido en una nueva faceta: la de mercenario de las drogas en Argentina. Es una trama que envuelve metanfetaminas, la compra de Ministros de Estado, muchos dólares y… balones. Un legislador por Buenos Aires, el mismo a quien el Papa Francisco confesó su temor por la “mexicanización” de Argentina, ha develado la historia y la ha compartido con SinEmbargo.

8 de mayo de 2007. Carlos Ahumada al salir de prisión. Besa a su esposa. El amor entre ambos volvió. Foto: Cuartoscuro

8 de mayo de 2007. Carlos Ahumada al salir de prisión. Besa a su esposa. El amor entre ambos volvió. Foto: Cuartoscuro

PRIMERA PARTE

Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbargo).- Un charco de sangre en la zona metropolitana de Buenos Aires. Un río de drogas que atraviesa México y remueve el mar de corrupción del sistema político en ambos países. Una fecha clave: 7 de agosto de 2008; los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina fueron reportados como desaparecidos.

Seis días después, sus cadáveres fueron localizados en la provincia de General Rodríguez. Los forenses encontraron disparos y quemaduras, éstas como evidencia de tortura.

No habría sonado a gran cosa si el asesinato hubiera ocurrido en la Tierra Caliente de Michoacán o en la Sierra de Guerrero. Pero el asunto ocurrió al otro extremo del hemisferio, en la zona metropolitana de Buenos Aires, Argentina.

La investigación policíaca se apoyó en información proporcionada por la viuda de Forza, quien denunció la extorsión a la que estaba sujeto su marido por un hombre de espeso bigote apodado “La Morsa”.

La policía siguió el rastro de los crímenes a la producción de metanfetaminas y al contacto que la red tendría con cárteles mexicanos. Se estableció, por ejemplo, que Forza y Ferrón abastecían un laboratorio de drogas ilegales que se exportaban al norte del continente.

Fueron detenidos cuatro sicarios a quienes les impusieron cadenas perpetuas por los homicidios. Los asesinos revelaron que “La Morsa” era Aníbal Fernández, en el momento de las ejecuciones Ministro de Justicia, luego Jefe de Ministros de la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y candidato a la gubernatura de Buenos Aires.

Uno de los asesinos, Martín Lanatta, entregó otra pieza: él mismo había estado varias ocasiones en casa de un empresario del futbol, un hombre hasta entonces poco reconocido en su país de origen: Carlos Agustín Ahumada Kurtz.

A partir de ahí es que hilvanó la hebra Gustavo Vera, legislador por Buenos Aires, docente, político y activista social, titular de la Fundación La Alameda y precandidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Movimiento para el Bien Común.

Fue a Gustavo Vera a quien el Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, manifestó su preocupación del ascenso de la violencia en su país. Francisco vertió sus inquietudes en una carta que trascendió a la opinión pública en febrero de 2015:

“Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, señaló el Pontífice.

La carta ocasionó incomodidad en el Gobierno mexicano –envió una nota diplomática a la Santa Sede– y es el precedente de la reciente visita de Francisco a México, cuando públicamente cuestionó la corrupción y al narcotráfico.

Otra vez, políticos, criminales y corrupción en un mismo costal. Fotos de Cuartoscuro, archivo y tomadas de videos

Otra vez, políticos, criminales y corrupción en un mismo costal. Fotos de Cuartoscuro, archivo y tomadas de videos

NARCO ARGENMEX

En la denuncia presentada el 5 de febrero pasado, Vera hace un par de anotaciones relacionadas con otras causas.

El primero refiere a la causa 17.512/08 tramitada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 1, en la cual se determinó que las máximas autoridades de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), organismo responsable de coordinar las políticas nacionales de la lucha contra las adicciones y centrar el control de los precursores químicos, “participaron dolosamente en el ingreso al país de efedrina, precursor químico necesario para la fabricación de drogas de diseño, alterando de manera ilegítima su destino, por cuanto autorizaron la importación de los precursores químicos al territorio nacional en cantidades sumamente desmedidas, en total desproporción a las necesidades sanitarias país”.

Otra causa que tramitó ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 4 arrojó luz acerca del financiamiento de la campaña política que proponía a Cristina Fernández de Kirchner para la Presidencia de Argentina en 2007.

Durante la investigación se afirmó que grandes sumas de dinero aportadas provenían de distintas empresas farmacéuticas que habían sido creadas al solo efecto de importar efedrina y cuyos titulares tenían vínculos con empresarios mexicanos condenados por narcotráfico.

—Usted y su organización, La Alameda, denuncian una estructura en que el narcotráfico argentino se apoya en la corrupción de altos funcionarios, ¿encuentra que se ha trasplantado el modelo mexicano a Argentina? —pregunto a Gustavo Vera en entrevista telefónica.

—Sí, son muy similares. Aquí hablamos de incursiones en el fútbol, de corrupción a funcionarios y de la ramificación de empresas que crecieron durante un periodo en que se importó descontroladamente efedrina para abastecer carteles establecidos en México. Una clave es que Ahumada está asociado con Carlos Granero, hermano de un alto funcionario responsable del control de las importaciones de sustancias controladas y que está procesado, justamente, por tráfico de efedrina con fines ilegales.

—En México no se procesa a altos funcionarios involucrados con el narcotráfico…

—Sí, esa puede ser una diferencia. Esta una causa que se lleva adelante y en que cinco funcionarios del Poder Ejecutivo están procesados, porque acá se detectó que había crecido de manera exponencial la importación de efedrina en un claro exceso de las necesidades de uso legal de la industria medicinal. Esto tenía que ver con los carteles mexicanos que tenían dificultades para abastecerse.

—¿Qué cárteles mexicanos tienen parte en esta trama?

—Seguramente el de Sinaloa.

—¿Se ha mexicanizado el narcotráfico argentino?

—Según Naciones Unidas, en este momento, somos el primer consumidor latinoamericano de cocaína y somos el tercer exportador mundial de cocaína; somos uno de los países con mayores facilidades para el lavado de dinero; tenemos incidencia de cárteles mexicanos, colombianos y de otros países latinoamericanos, y claramente hay una situación de corrupción estatal que permite esta penetración. Argentina se ha convertido en un país en que es muy fácil conseguir precursores y donde es bastante fácil lavar dinero.

En el futbol están incursionando algunos personajes vinculados al narcotráfico mexicano, como Cristian Bragarnic que está vinculado con el Cártel de Tijuana y que es gerenciador de jugadores en varios equipos de primera división.

Una nota al margen de la declaración de Gustavo Vera: Bragarnic fue el enlacé entre el entrenador argentino Antonio Mohamed y el equipo que actualmente maneja en México, Xolos de Tijuana, propiedad de Jorge Hank Rohn, político priista y empresario acusado en el pasado por la DEA estadunidense de estar involucrado en asuntos de drogas.

—Hablaba de altos funcionarios…

—Sí, José Ramón Granero, jefe de SEDRONAR. Los hermanos Zacarías que ocupaban diferentes cargos en la función pública, uno en SEDRONAR y otro era jefe de protocolo en la Casa Rosada [Miguel fue secretario privado de José Granero; Rubén tituló la Secretaría de Ceremonial y Protocolo de Presidencia, un puesto de permanente contacto con la entonces Presidenta Fernández de Kirchner, y Luis, integrado en la Secretaría Privada de la Presidencia]. Gabriel Abboud y Julio De Orue [ambos también de SEDRONAR].

Durante cuatro años, el grupo importó a Argentina casi 50 toneladas de efedrina de las cuales, poco más de 40 toneladas se habrían desviado de su propósito legal. Cada bolsa de un kilo se preciaba a la compra en unos 100 dólares y se revendía entre 3 mil y 12 mil dólares en el mercado mexicano, el destino final, según la pesquisa sudamericana.

—Son funciones realmente cercanas a la figura de Cristina Fernández.

—Sí, por supuesto, gente del entorno.

— ¿Alcanza el asunto a la ex Presidenta?

—Se está investigando. Es difícil pensar que no sabía de esta maniobra, sobre todo, porque uno de los presos, Martín Lanatta, declaró judicialmente que Carlos Ahumada le pagaba coimas [dádivas] a Aníbal Fernández, que en aquel entonces ocupaba un poder bastante importante como Ministro en el Poder Ejecutivo Nacional, para que le autorizara a importar mayores cantidades de efedrina. Existe otra causa que se tramita en un juzgado federal sobre el presunto financiamiento de la campaña de Cristina y [Julio César] Cobos [electo en 2007 vicepresidente] con dinero proveniente del tráfico de efedrina.

—¿Esta organización del narcotráfico se ha expandido a otros delitos?

—Pensamos, con esta última denuncia que hemos radicado contra Carlos Ahumado, Carlos Granero y Aníbal Fernández, que hay todo un entramado de empresas, algunas vinculadas al futbol, otras a la energía, unas más a los casinos, que son la fachada donde se lavó el dinero proveniente de estos delitos.

— ¿Extorsión, trata?

—Sí, por supuesto, hay varias causas. Está la Causa Martins [en alusión a Raúl Martins, ex agente de la Secretaría de Inteligencia, presunto propietario de prostíbulos en Cancún y Playa del Carmen] de la que hemos hablado con [la periodista mexicana] Lydia Cacho [experta en el tema de trata] y de la que somos querellantes y que alcanza a Mauricio Macri [actual Presidente de Argentina].

15 de marzo de 2004. El Senador Diego Fernandez de Cevallos ofrece conferencia de prensa en la que sale en defensa del empresario Carlos Ahumada. Foto: Cuartoscuro

15 de marzo de 2004. El Senador Diego Fernandez de Cevallos ofrece conferencia de prensa en la que sale en defensa del empresario Carlos Ahumada. Foto: Cuartoscuro

CARLOS GRANERO, SOCIO DE AHUMADA

Carlos Granero es un hombre de negocios vinculado con las empresas Ateliers SA, Balón SA, Moliere Argentina SA y Anfitrión SRL.

Pero –y para este caso más importante– Carlos es hermano de José Ramón Granero, ex titular de la SEDRONAR, oficina dependiente de la Presidencia Argentina y responsable, entre otras cosas, de autorizar el ingreso de precursores químicos al territorio argentino.

Y José Ramón está bajo proceso penal desde el 15 de julio de 2014 por la Juez Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Número 1, María Romilda Servini, dentro de la causa penal 17.512/08.

José Ramón Granero está acusado de “[…] haber participado en la introducción al país de materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes, en el caso concreto efedrina [principal precursor para la obtención de metanfetaminas], la que posteriormente se alteraría ilegítimamente su destino de uso, realizadas por las firmas Farmacéuticos Argentinos SA, Guillermo Raúl Ascona, Chutrau SA, Droguería Saporiti SACIFIA, Droguería Libertad SA y Unifarma SA […] en cantidades sumamente desmedidas, en proporción a las necesidades sanitarias del país, tanto, que por sí solas evidenciaban que el destino final declarado que se le daría a la efedrina, sería alterado ilegítimamente”.

Un antecedente más de Carlos Granero: es un representante de jugadores de futbol habilitado por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), condición en la que maneja las carreras de alrededor de 85 jugadores profesionales.

También administró, mediante la sociedad comercial Ateliers SA, al Club Atlético Talleres de Córdoba y ha poseído, sin que se tenga claridad si hasta ahora lo hace, cartas de algunos jugadores de Racing Club de Avellaneda.

CARLOS AGUSTÍN AHUMADA KURTZ

Empresario con la doble nacionalidad argentina y mexicana. Tanto en Argentina como en México posee intereses en el futbol, la minería, la energía y la construcción.

Carlos Ahumada levantó su fortuna desde un puesto de perros calientes instalado en la Ciudad de México que creció hasta un imperio de la construcción de obra pública con unas 15 razones sociales del ramo, principalmente representado por Grupo Quart SA, así como empresas del futbol, entre estas Promotora Deportiva Comarca Lagunera SA y Promotora Deportiva De Futbol León SA, que controlaron a los clubes Santos y León, respectivamente, y de la transportación aérea, Aeroservicios SA, en cuya flota volaban políticos, principalmente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), jerarcas de la Iglesia, empresarios.

En su país de origen, Ahumada Kurtz está vinculado con Ateliers SA —en la que coincide con Carlos Granero—, Energías Renovables SA, Promotora De Energía Solar SA, Aeroservicios de CV SA —hermana gemela de la que en México tiene mismo nombre—, Fadda & Asociados S.A. y Promotora Deportiva S.A.

El nombre de Carlos Ahumada irrumpió en la escena pública cuando, en marzo de 2004, participó en la exhibición en Televisa de videos tomados por él y en que él mismo entregaba dinero a René Bejarano, líder de la corriente política del PRD que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Jefatura de Gobierno.

Otros sobornos difundidos fueron a Carlos Ímaz, esposo de Claudia Scheinbaum, hoy Jefa Delegacional de Tlalpan por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y a Ramón Sosamontes, quien recibió un millón de dólares de Carlos Ahumada sin que esto importara para continuar, hasta hoy, como el principal operador político de Rosario Robles, actualmente Secretaria de Desarrollo Territorial y Urbano en el gobierno federal priista.

A la vez que la corrupción en el gobierno de López Obrador era cierta, su exhibición fue una confabulación en que participaron el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari (Partido Revolucionario Institucional, PRI), el Presidente en funciones Vicente Fox Quesada (Partido Acción Nacional, PAN) y el ex candidato presidencial panista Diego Fernández de Ceballos.

Ahumada perdió el control de la conjura y huyó a La Habana, Cuba, donde antes se había reunido con Robles y Salinas de Gortari, éste amigo cercano de Fidel Castro al grado que el jefe de la Revolución Cubana apareció a la izquierda de Salinas durante su toma de posesión en 1988, tras el fraude electoral perpetrado contra Cuauhtémoc Cárdenas, el padre político de Rosario.

Cuba aprehendió a Ahumada y lo interrogó durante decenas de horas. No existe claridad del contenido de las palabras del empresario, quien fue entregado al Gobierno federal mexicano. Fue procesado por los delitos de fraude y lavado de dinero.

Ahumada Kurtz permaneció preso en el Reclusorio Norte del Distrito Federal entre el 28 de marzo de 2004 y el 7 de mayo de 2007, periodo en que fue visitado, incluso simultáneamente, por su esposa Cecilia y Robles, con quien mantuvo una relación sentimental, amorío con que la política formada en el maoísmo explica sus “errores” de hace 12 años.

10 de marzo de 2004. El culebrón mexicano a todo lo que da. Rosario Robles Berlanga presenta su renuncia al PRD en medio de acusaciones por sus nexos con Ahumada. Foto: Cuartoscuro

10 de marzo de 2004. El culebrón mexicano a todo lo que da. Rosario Robles Berlanga presenta su renuncia al PRD en medio de acusaciones por sus nexos con Ahumada. Foto: Cuartoscuro

EL FUTBOL

En 2007, Ahumada abandonó México y se estableció en la provincia de Córdoba, en el centro de Argentina con su esposa Cecilia Gurza y sus hijos, ambos bautizados por el polémico ex obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, viajero frecuente en sus aviones y helicópteros y a quien, según el propio Ahumada, le entregó 1 millón de pesos mexicanos para que el religioso le obsequiara un automóvil a su madre.

En Córdoba, Ahumada compró a Carlos Granero la empresa Ateliers, la misma que llevaba los negocios del Club Atlético Talleres de Córdoba. Ahumada —se entendería que en la quiebra luego de que sus empresas y cuentas en México, donde levantó su fortuna, estaban intervenidas— inyectó dinero para poner los sueldos al día y mejoró la infraestructura del estadio, pero el club continuó en crisis y en el plano futbolístico descendió de categoría hasta el Torneo Argentino A.

Tras la quiebra del Atlético Talleres, el gobierno argentino intervino al equipo y retiró la concesión a Aterliers, por lo que Ahumada Kurtz demandó al club por 24 millones de pesos argentinos de la época.

En la temporada 2010/2011, Ahumada tomó por un breve lapso de tiempo la gerencia de otra escuadra del Torneo Argentino A, el Atlético Juventud Unida Universitario de la provincia de San Luis.

A pesar de los malos resultados deportivos y económicos, como ocurriera con el León y el Santos de México, Ahumada mantiene la administración de equipos profesionales en competencia en diferentes categorías y torneos de la Asociación del Futbol Argentino, institución aún no alcanzada por los escándalos de corrupción de la FIFA.

En 2012, el empresario tomó las riendas del Club Sportivo Estudiantes, también de la provincia de San Luis, un lugar en que Ahumada parece bien conectado políticamente.

Luego que la Asociación del Futbol Argentino rompiera su relación comercial con el Grupo Clarín por los derechos de televisación del futbol y se los otorgara al Gobierno Nacional en el plan llamado “Futbol Para Todos”, la coordinación del mismo quedó bajo la esfera de la Jefatura de Gabinete de Ministros, la cual era dirigida por Aníbal Fernández.

Esto acercó a Fernández a los “negocios paralelos y espurios” que permite el futbol, sin dejar de mencionar que el multifuncional servidor público se erigió como presidente de Club Atlético Quilmes, quien llegó de la mano de Andrés Meiszner, vicepresidente del club y quien ocupara el cargo de Director en el Registro Nacional de Armas, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, y fuera denunciado por el asesino Martín Lanatta como la persona que lo acercó a Aníbal Fernández.

LA RED ARGENTINA, 2016

La relación que Ahumada podría tener con el mundo del narcotráfico no queda solo en México, sostiene el legislador Gustavo Vera.

Ahumada fue señalado por el sicario Martín Lanatta —uno de los responsables del triple asesinato de los empresarios farmacéuticos— como la persona que pagó 5.2 millones de dólares al ex Jefe de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación, Aníbal Fernández, para permitirle el ingreso de efedrina, principal precursor químico para la elaboración de metanfetaminas a suelo argentino.

En respuesta a las acusaciones de Lanatta vertidas ante la fiscalía federal, Ahumada se presentó voluntariamente ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 1 con un reluciente abogado: Eugenio Raúl Zaffaroni, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Carlos Ahumada reconoció conocer a Aníbal Fernández y haberse reunido con él mientras ocupaba el cargo de Ministro de Justicia de la Nación.

La empresa Ateliers, la misma que traspasó Carlos Granero a Carlos Ahumada y con la que se efectuó la administración del Atlético Talleres de Córdoba, proviene de otras compañías llamadas Promotora Deportiva SA y Fadda & Asociados, de las que también fue accionista Ahumada Kurtz junto a otras personas cercanas a él, como el ex futbolista Martin Raúl Vilallonga, acusado de intentar ayudar escapar a Ahumada en el baúl de un auto cuando era reclamado por la INTERPOL.

Vilallonga es además titular de la empresa 4 Counsins LLC, firma radicada en Florida, Estados Unidos y, al igual que Ahumada, manifiesta domicilio en la calle Riglos 482, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A su vez, ese domicilio es el de la empresa Nosir SRL, propiedad de una mujer de nombre Elba Araceli de Robles, investigada por tráfico de efedrina en una causa relacionada con medicamentos adulterados.

Onésimo Cepeda en los toros, en febrero de 2004, durante los días del escándalo de su amigo Carlos Ahumada. Foto: Cuartoscuro

Onésimo Cepeda en los toros, en febrero de 2004. Carlos Ahumada, amigo del cura, era el centro del escándalo. Foto: Cuartoscuro

***

En 2005, mientras Ahumada estaba preso en la Ciudad de México, la sociedad anónima Ateliers comenzó a gerenciar el equipo Talleres de Córdoba.

Carlos Granero había constituido la firma de la mano de Pablo Hector Fraga, empleado del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, y en la que se había designado a Mauro Ricardo Finocchiaro como vicepresidente de la misma.

Carlos Granero y Finocchiaro son socios en otra empresa, Balón SA, dedicada a la representación de jugadores de futbol.

Finocchiaro es, además, propietario de la marca “La salud al alcance de todos”, registrada en el domicilio de Viamonte 675 12º “E” de la Ciudad de Buenos Aires.

En febrero de 2008, en una asamblea de Ateliers, se designó como su director suplente a Martin Ariel Magram, socio de Terrazas de Lerma SRL, junto al abogado de Ahumada Kurtz y ex Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación argentina, Eugenio Raúl Zaffaroni y quien también también fungiera como Conjuez de la Cámara Federal de Casación Penal.

En ese mismo año, 2008, se designó a Martin Raúl Vilallonga como presidente de Ateliers, momento en que Carlos Granero vendió el 70 por ciento de las acciones a Ahumada Kurtz a través de la empresa Promotora Deportiva SA.

***

En 2011, se trasladó el domicilio de la empresa Ateliers de Córdoba a San Luis y se le inscribió con el mismo domicilio que posee el Club Sportivo Estudiantes.

Ese mismo año, Ahumada Kurtz transfirió sus acciones al mexicano Luis Mauricio Fuentes Lemus, de nacionalidad mexicana, que había integrado en 2010 junto a él, la empresa Promotora Deportiva SA.

En esa misma asamblea, Ahumada Kurtz, como presidente de Promotora Deportiva, —que también poseía acciones de Ateliers— transfirió sus acciones a otro mexicano, Sergio Aaron Acosta Ruiz.

Como ya se dijo, Ahumada Kurtz poseía acciones de la empresa ATELIERS tanto a título personal como a través de Promotora Deportiva.

“Los diferentes sucesos aquí relatados ponen en evidencia la existencia de un extenso y complejo tejido criminal que liga el tráfico ilegal de drogas trasnacional con el futbol profesional, los emprendimientos inmobiliarios, el desarrollo energético y su necesaria vinculación con el poder político.

“Por ello, solicito a V.S. que ponga en marcha los mecanismos jurisdiccionales necesarios para investigar los hechos aquí denunciados, ya que tanto Ahumada Kurtz y Carlos Granero a través del gerenciamiento y adquisición de clubes y jugadores de futbol y la realización de obras energéticas y construcciones posiblemente se encontrarían blanqueando dinero proveniente del narcotráfico, originado en Argentina y México.

“Claro que esta maniobra sólo es posible con la correspondiente protección política, la que a las claras se obtiene a cambio de millonarios pagos en dólares y por fuera del sistema financiero.

“De esta manera, por la orden de un alto mando político, como lo fue Aníbal Fernández entre los años 2002 y 2015, ocupando los cargos de Jefe de Gabinete de Ministros, Secretario General de la Presidencia, Ministro del Interior, Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y Senador Nacional, se neutralizó de manera cómplice la labor de las fuerzas de seguridad y de los organismos de control, muchos de los cuales estaban bajo su órbita ministerial directa”.

A las inversiones en el futbol, se suman en el sector energético y en la venta de electricidad a instancias de gobierno, un esquema de negocios ya bien practicado por Ahumada en México.

Algunos de los socios de Carlos Ahumada hunden sus dineros en casinos y casas de juego.

Para Gustavo Vera resulta urgente indagar en el enredijo de sociedades y nombres, de nacionalidades y sectores, la ruta del dinero sucio que entra sucio por un agujero y sale limpio por otro. *

Mañana, segunda parte


Ahumada, en la compra de políticos mexicanos

$
0
0

Una organización criminal no se construye de la nada, y Carlos Ahumada Kurtz lo tuvo siempre presente. El argentino nacionalizado mexicano levantó en la década del 2000 un imperio en el que la corrupción y la política fueron siempre de la mano. Ahora, además, tras su paso por la cárcel aparece como protagonista de una red de narcotráfico internacional de efedrina y metanfetamina. Ahumada echó mano de su encanto para seducir, por la vía del dinero y el chantaje, a políticos mexicanos de izquierda, pero también para ser parte de estrategias dictadas desde la cúpula del priismo y apoyadas por líderes del panismo. Estos son los antecedentes de quien hoy es visto como uno de los grandes corruptores de políticos mexicanos.

Foto: Cuartoscuro

El empresario Carlos Ahumada Kurtz durante su estancia en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. Foto: Cuartoscuro

SEGUNDA PARTE | VER PRIMERA PARTE

Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).- En menos de un cuarto de siglo, Argentina se ha convertido en el tercer productor mundial de estupefacientes. Entre 2007 y 2011 se multiplicó 800 por ciento la producción de efedrina.

Si, como la investigación de Gustavo Vera muestra, Carlos Ahumada Kurtz está involucrado en la importación masiva de efedrina a su país y en la producción de metanfetaminas para su dispersión en Argentina y su exportación en México, ¿qué rastros se pueden seguir desde sus días en México?

RECLUSORIO NORTE, 2005

Los días de José Alberto Márquez Esqueda, “El Bat”, eran los días en que los custodios asignados al dormitorio uno del Reclusorio Norte caminaban por con una gota fría escurriéndoles por la espalda.

O con los dedos adormecidos por el dinero del narco.

La primera vez que llegó “El JT” al Reclusorio Norte, fue un día de enero de 2004.

En el Reclusorio Norte, “El Bat” tenía un enemigo, tan acérrimo como parecido, “El JT”, a quien sólo unos cuantos llaman Javier Torres Félix, principal operador de Ismael Zambada, “El Mayo”, uno de los jefes del Cártel de Sinaloa.

La geografía del narco los hacía irreconciliables. En unos cuantos metros cuadrados, uno encarnaba a los de Tijuana y el otro a los de Sinaloa.

“El TJ”: un cooptador profesional de policías en Sinaloa, Durango y Nayarit, un hombre por el que fue el Ejército una mañana en que un soldado lo sacó de quicio y el pistolero le metió un tiro en la cara. Un completo, según Washington, que introdujo 20 toneladas de coca y movió dinero del narco por 66 millones de dólares.

El dormitorio uno tiene dos pisos. Cuando tocaba que “El TJ” estuviera unos minutos bajo el sol, todo el piso del “Bat” se cerraba.

Y viceversa.

Ocurrió que el “JT” y Carlos Ahumada pasaron decenas de días juntos. Amistaron. Tanto, que el sicario preparaba quesadillas de queso asadero al empresario de origen argentino cuando éste sufría “alguno de sus múltiples carcelazos”, dice un funcionario del Reclusorio Norte en referencia a las crisis depresivas que los internos suelen tener. “Un día, sobre un anafre, “El JT” le cocinó quesadillas a Ahumada. “El JT” le reprendió casi con dulzura: ‘No mames, cabrón, ya deja de llorar y mejor chíngate una quesadilla”.

Esta era la idea de un gatillero de consolar a quien se acusaba de ser un delincuente de cuello blanco, unidos por la prisión.

Y, según el legislador argentino que ha puesto el dedo sobre Ahumada, éste guarda nexos tanto con el Cártel de Sinaloa como con el de Tijuana.

Se lee en la denuncia presentada en Argentina:

“En su larga estancia en México, Ahumada Kurtz fue vinculado en varias oportunidades a cárteles y grupos dedicados al narcotráfico y otras actividades delictivas.

Según surgiría de declaraciones judiciales de Sidronio Casarrubias Salgado, jefe máximo del cártel Guerreros Unidos [cercano al PRD y responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa] Ahumada Kurtz es socio de Johnny Hurtado Olascoaga, líder de la Familia Michoacana [surgido y consolidado en Michoacán durante las gubernaturas perredistas de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, entonces cercanos políticos de Rosario Robles], una organización criminal con base en México dedicada principalmente al tráfico ilegal de drogas [y de metanfetaminas].

“El vínculo que se habría denunciado entre Olascoaga y Ahumada Kurtz, es en el negocio de tráfico de uranio que podrían llevar adelante, ya que el empresario de doble nacionalidad, explota dos minas en el estado de Guerrero y proporcionaría cobertura a las explotaciones mineras ilegales que el grupo narcotraficante tiene en ese mismo estado”.

Foto: Cuartoscuro

Carlos Ahumada afirma ser la persona que acercó a Rosario Robles con el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari. Foto: Cuartoscuro

***

En prisión, Ahumada se cosió los labios para protestar de lo consideraba una detención política, pero, al poco tiempo de salir de la cárcel, vaya que Ahumada habló o, mejor dicho, escribió el libro Derecho de réplica, editado por Grijalbo en 2009. Se trata de una colección de estampas de la corrupción mexicana descritas por un gran corruptor y pocos de la clase política, verdaderamente muy pocos, salen ilesos de sus 375 páginas.

Carlos Salinas de Gortari estaba atónito. Sus ojos brillaban. Cerca del tartamudeo, su lengua repetía en la biblioteca de su casa, en el Camino a Santa Teresa del Distrito Federal: “Es muy, muy bueno”. “Con esto están acabados”. Frente a la pantalla era testigo de la secuencia en que René Bejarano, el hombre de las confidencias de Andrés Manuel López Obrador, buscaba bolsas en sus ropas para meterse más y más fajos de billetes. Hasta la liga se llevó.

Esa noche de noviembre de 2003, Salinas pretendía la calma, pero la emoción lo rebasaba. Rosario Robles había preferido quedar afuera de la biblioteca donde Salinas y Carlos Ahumada contemplaban el derrumbe de López Obrador, acérrimo enemigo mutuo.

Rosario, que había llegado a la residencia de noche con lentes oscuros y una enorme mascada para pasar inadvertida, estaba en territorio del hombre que, según ella misma, pero años atrás, había robado la Presidencia de la República a su mentor Cuauhtémoc Cárdenas.

Rosario, que había renegado en su juventud de la vía electoral estaba ahí para que la cabeza de López Obrador rodara antes de acercarse más a Los Pinos.

La siguiente escena, contada con detalles de guión cinematográfico, aparece en las páginas 142 y 143 del libro Derecho de réplica, escrito por Ahumada (Grijalbo, 2009).

“En la madrugada, antes de despedirnos, surgió una de las escenas más impactantes que he visto en mi vida. Salinas le mostró su biblioteca a Rosario. Había condecoraciones y fotografías, entre otros recuerdos. Cuando llegamos a la vitrina donde conserva sus bandas presidenciales, Rosario le comentó que debía ser un gran honor y un orgullo portar la banda presidencial. Salinas inmediatamente tomó una escalerita para poder subir por la vitrina y sacó una de las bandas presidenciales. Yo creía que nos la quería mostrar, y en efecto así lo hizo, pero no fue sólo eso, sino que la tomó y se la puso a Rosario cruzándole el pecho y le dijo: ‘Te luce muy bien’”.

En 2004, el mismo año de los “videoescándalos”, Ahumada compró al Club León FC y lo administró mediante la empresa PROMOTORA DEPORTIVA DE FUTBOL LEON SA DE CV. También adquirió, mediante la empresa Promotora Deportiva Comarca Lagunera S.A. DE CV, el Club Santos Laguna.

En ambos casos, los equipos primero tuvieron momentos de importante auge y luego sufrieron fuertes crisis económicas. Este es un rasgo destacado en la presente denuncia promovida en Argentina, pues, como se verá, el fracaso empresarial de Ahumada en el futbol mexicano no le impediría incursionar en los negocios del balompié argentino… Y de las metanfetaminas.

LA RED MEXICANA, MARZO DE 2001

Se conocieron en 2000, durante la entrega de los trabajos de remodelación del monumento Cabeza de Juárez, al oriente de la Ciudad de México. Rosario inauguraba la obra contratada a Carlos. El trato personal inició en marzo de 2001 en el restaurante Bellinghaussen de la Zona Rosa. Ahumada se reunió a comer con Ignacio Morales, Ramón Sosamontes y Patricia Olamendi; los comensales ocuparon una mesa al fondo del restaurante. En la salida, el grupo se encontró con Rosario Robles y Mario Saucedo, otro viejo militante de la izquierda nacido en el desprecio a la vía electoral.

Rosario, según Carlos, necesitaba un hotel para vacacionar la Semana Santa en Bahías de Huatulco. Ramón le habría preguntado al empresario si tenía manera de acomodarla y resultó que sí. Ahumada es un seductor que lee las ambiciones y entiende los símbolos que crean la percepción de su concreción: alquiló para Robles una suite en el lujoso hotel Quinta Real. No cualquiera, sino la suite presidencial.

Así describe Ahumada las pretensiones políticas de Rosario:

“(De) las aspiraciones políticas de las personas a las que apoyé debo decir que de todas ellas, Rosario era la que apuntaba más alto. Estaba obsesionada con ser presidenta de la República, ¡¡¡ob-se-sio-na-da!!! Definitivamente. Le dije en Berlín, en 2001, cuando viajé a Alemania, creo que fue en julio, que me parecía que podría llegar a presidir el PRD, pero que por ningún motivo sería Presidenta de la República.

“Me contestó, mientras íbamos en un Mercedes Benz negro cruzando el muro de Berlín: ‘Te invito a tomar una botella de vino tinto en los primeros meses de 2007, aquí mismo en Berlín, tú y yo solos para celebrar mi nueva encomienda como Presidenta de la República’”.

Luego vinieron los videoescándalos que no sólo pusieron en evidencia a su viejo enemigo Bejarano, sino a personajes tan cercanos suyos como Carlos Ímaz, compañero de causa desde la universidad, y a Ramón Sosamontes, avenido como su hombre de mayor confianza.

Carlos Imaz. Foto: Cuartoscuro

El ex perredista Carlos Ímaz, también involucrado en los videoescándalos de Carlos Ahumada. Foto: Cuartoscuro

LONDRES, SEPTIEMBRE DE 2003

El encuentro fue acordado para septiembre de 2003 en Londres directamente entre Ahumada y Salinas de Gortari. Rosario tenía la urgencia de encontrar salida a la deuda con que su dirigencia había ahogado al PRD y el ex Presidente sabía, quizá más que nadie, más que Ahumada, comprender los deseos ocultos de las personas a su alrededor, leer sus ambiciones, acercar los símbolos que las cristalizan.

Viajaron a Europa simplemente porque Rosario, según Ahumada, “tenía terror” de ver a Salinas en México. Cenaron y, como platos fuertes, discutieron dos temas: la influencia que ejercería Salinas para modificar la ley de tal manera que pudiera ser nuevamente jefa de Gobierno del DF si era su deseo y conseguir recursos para menguar los pasivos del sol azteca.

“Salinas dijo que apoyaría con todo para para conseguir los recursos para pagarla; que hablaría con Roberto Andrade y Arturo Montiel, en ese entonces gobernadores de Tabasco y el Estado de México, respectivamente, y con Enrique Peña Nieto, quien en aquel entonces era prácticamente un desconocido a nivel nacional. También aseguró que vería el asunto con otros mandatarios estatales y con la maestra Elba Esther Gordillo”.

El siguiente encuentro, también mediado por Ahumada, ocurrió 15 días después. Esta vez el escenario fue en La Habana, Cuba, concretamente en la casa de Salinas, una excepción en la isla con abundante vino blanco y champaña. Con habilidad, Salinas presumió su amistad con Fidel Castro.

Tomaron un auto y recorrieron la Habana Vieja. Personalmente, Salinas de Gortari condujo.

Rosario parecía lista para encontrarse con Salinas en México. Convinieron hacerlo en casa de Carlos. Ahumada llevaba en un disco compacto los videos con que se haría el bombardeo sobre López Obrador. Rosario se deshizo de la enorme mascada con que cubría su cabeza y de las gafas con que ocultaba los ojos. Prefirió esperar a que los Carlos revisaran los videos. “Una actitud ridícula”, la calificaría Ahumada.

“En la madrugada, antes de despedirnos, surgió una de las escenas más impactantes que he visto en mi vida. Salinas le mostró su biblioteca a Rosario. Había condecoraciones y fotografías, entre otros recuerdos. Cuando llegamos a la vitrina donde conserva sus bandas presidenciales, Rosario le comentó que debía ser un gran honor y un orgullo portar la banda presidencial. Salinas inmediatamente tomó una escalerita para poder subir por la vitrina y sacó una de las bandas presidenciales. Yo creía que nos la quería mostrar, y en efecto así lo hizo, pero no fue sólo eso, sino que la tomó y se la puso a Rosario cruzándole el pecho y le dijo: ‘Te luce muy bien’”.

La anécdota es sabida porque así la relató Carlos Ahumada en su libro Derecho de Réplica, en las mismas páginas en que reveló: “La primera reunión que grabé fue la reunión que sostuve con Rosario Robles, regresando de la Semana Santa de 2003, un lunes por en la noche (…)”.

 ***

Robles, como cada uno de los participantes de los videoescándalos, sabía exactamente lo que hacía.

Escribió Ahumada:

“Con su gran sentido político, Salinas me dijo: ‘Carlos, hay que dar a conocer los videos lo más pronto posible, porque Bejarano y AMLO o gente muy cercana a él ya se deben haber enterado de algo (…) Despojarán de cualquier efecto mediático de trascendencia al asunto de los videos si tú estás en un problema jurídico o concretamente en la cárcel.

“Sí, Salinas fue el cerebro de los videoescándalos. Yo fui el de los videos, él fue el del escándalo. En cuanto a Diego Fernández de Ceballos, él fue el coordinador (aunque este) realmente era un títere de Carlos Salinas”.

En esa ronda jugaba Rosario. Y con algunos personajes más. Rosario también celebró una reunión oculta con Vicente Fox, Presidente de México, en un departamento aparentemente propiedad de Porfirio Muñoz Ledo, ya vuelto enemigo de Cuauhtémoc Cárdenas, el mentor de Robles. La idea, nuevamente, era encontrar una solución a la deuda del PRD que tenía a su dirigente con el agua al cuello.

Pero no sólo hubo encuentros con políticos. La estampa es de Ahumada:

“Gracias a mi mediación se pudo resolver un conflicto y la siguiente guerra de declaraciones que tenían en la prensa Rosario Robles y Onésimo Cepeda, el poderoso obispo de Ecatepec, ya que él se había referido a ella como una ‘gallina que vino a cacarear a mi gallinero’.

“Después de una larga cena en Au Pied de Cochon, un lujoso restaurante en la Ciudad de México, y de varias botellas de vino tinto, hicieron las paces y a los pocos días, el 19 de enero de 2003, Onésimo la invitó a Ecatepec y así quedó públicamente solucionado el conflicto”.

Infancia es también un torcimiento del destino: el sacerdote de la iglesia a la que Rosario asistían, de cuyo coro formaba parte, pertenecía a la Teología de la Liberación, “hacíamos pastorelas con la temática de Vietnam y la pobreza, como quiera había un vínculo con lo social sin que hubiera una claridad”, dijo Robles en entrevista con Mónica Maristain. Onésimo Cepeda, como se sabe, fue uno de los más furiosos opositores de la Teología de la Liberación en México.

Antonio Martínez Ocampo. Foto: Cuartoscuro

Antonio Martínez Ocampo, ex secretario particular del argentino Carlos Ahumada. Foto: Cuartoscuro

EL JET SET DE AHUMADA

Al Lockheed Jet Star con matrícula XA-TVK no subía cualquiera. Era un sitio reservado para unos cuantos a quienes Carlos Ahumada quería despegarles los pies de la tierra y llevarlos a donde ellos quisieran.

Así quedó anotado en cada hora, en cada día de las agendas de Antonio Martínez Ocampo, la mano derecha de Carlos Ahumada en México, quien fungió como su secretario particular y prestanombres.

Las agendas, cuyas copias tiene SinEmbargo, fueron obtenidas por la Procuraduría General de la República y registran hora por hora el uso de los helicópteros contratados por Ahumada, así como de su avión personal, para llevar y traer sus relaciones, su jet set particular.

Los itinerarios constan en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIOFM/014/04.

Antes, un aspecto relevante sobre Antonio Martínez Ocampo, el secretario de Ahumada: nació en Arcelia, estado de Guerrero, una de las ciudades aún gobernadas criminalmente por la Familia Michoacana, uno de los mayores productores de metanfetaminas en México.

***

Carlos Ahumada no sólo era un hombre rico. También era carismático. Un empresario que sabía seducir, agasajar.

Las aeronaves eran sitios reservados para gobernadores, secretarios de la administración capitalina, líderes sindicales, obispos, dirigentes partidarios y jefes delegacionales a quienes les interesaba hacer un viaje.

Los nombres de todos ellos aparecen en las libretas de citas de Martínez. La primera fecha con registro de actividades es 16 de febrero de 2003 y la última el 25 de febrero de 2004, dos días antes de que empresario y asistente huyeran juntos a Cuba en el avión privado.

El jet contaba con permiso de vuelos internacionales, autorización de vuelos privados y licencia para internarse en los Estados Unidos sin necesidad de escala.

El Lockheed Jet Star es un avión que se fabricó inicialmente para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Su producción continuó después para el transporte de pasajeros durante las décadas de los 60 y 70.

El momento estelar del modelo aeronáutico fue cuando apareció en una de las películas de James Bond. Era el avión de un ficticio magnate corrupto, personaje que le dio nombre a la cinta, Goldfinger.

***

El emporio de Ahumada inició con un puesto de hot dogs en la calle y concluyó con equipos de futbol, empresas de comunicación, constructoras y decenas de relaciones. Relaciones en posiciones estratégicas a las que se esmeró en consentir.

El primer día en que Onésimo Cepeda subió al cielo con cargo al bolsillo de Ahumada fue el 16 de febrero de 2003, fecha inaugural de la bitácora de la agenda. El Obispo subió en el Puente de Fierros de Ecatepec, su diócesis.

En vez de tocado, el Obispo una gorra de béisbol en la cabeza y una camisa azul sobre la que descansaba un crucifijo. El destino: Acapulco.

Se dio un chapuzón en el mar para probar la limpieza de las aguas, señaladas como altamente contaminadas.

Luego comió con el ex director de la Lotería Nacional, Carlos Salomón –otro viajero frecuente del jet set de Ahumada. Después siguió desde la barrera la corrida de toros en compañía de su anfitrión de vuelos y el Alcalde perredista Alberto López Rosas.

El torero Xavier Ocampo, su amigo, le ofrendó una oreja del animal que acababa de matar. Las reuniones continuarían hacia la noche. Hasta el día siguiente, se envió una nave para regresarlo a su iglesia.

Dos meses después, el helicóptero fue por Onésimo.

Esa tarde, el Obispo estuvo un poco más cerca del cielo, a 13 kilómetros sobre la tierra, y una velocidad de 900 kilómetros por hora.

En esos mismos asientos se sentó Elba Esther Gordillo, la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación hoy caída en desgracia.

***

Ahumada no sólo dispuso de su avión para sus íntimos. También rentó con frecuencia servicios de taxi aéreo para llevarlos y traerlos por el Valle de México y varias ciudades del país.

Cada mes, Ahumada pagaba entre 25 y 30 horas de vuelo en un helicóptero Bell 206 a razón de mil dólares por hora de uso. Se trataba de un aparato de cuatro plazas con asientos de piel y servicio opcional de alimentos.

Cubría vuelos cortos, por ejemplo Morelia o Toluca, de donde despegaba el jet del dueño de Grupo Quart.

Durante 10 años, Carlos contrató los servicios de Transportes Aéreos Alfa con cuyo dueño, Jorge Roaro, alcanzó una inmejorable relación comercial y, con el tiempo, personal.

Ahumada alquilaba frecuentemente un helicóptero Bell modelo Jet Ranger 206-B con matrícula XA-AFX que se desplomó en el restaurante Un Lugar de la Mancha, en la colonia Lomas de Virreyes, el 29 de octubre de 2003.

El Bell 206 es un aparato que se desplaza a velocidad crucero a 200 kilómetros por hora y tiene capacidad para cuatro pasajeros sentados en asientos de piel.

Dieciocho minutos después de abordar en la Ciudad de México, los invitados de Ahumada podían subir al jet en el hangar de Toluca, refiere uno de los pilotos que trabajó para Transportes Aéreos Alfa en ese tiempo.

No sólo se rentaban helicópteros. En algunos casos, Ahumada alquilaba aviones para hacer viajes internacionales con la empresa Servicio Aéreos del Centro a cuyo hangar, también ubicado en la capital mexiquense, llegaba el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.

Uno de los aparatos alquilados a SACSA, por ejemplo, trajo de regreso al país a Carlos Ahumada y a Gustavo Ponce, el ex Secretario de Finanzas de López Obrador, de Las Vegas, Nevada.

***

El ex Delegado panista en Álvaro Obregón, Luis Eduardo Zuno hizo su último viaje en el XA-TVK el 3 de julio de 2003. Se programó el despegue a las 7:45 de la mañana rumbo a Houston. Se trataba de un asunto de solución inmediata, al día siguiente por la tarde aterrizaría sin problemas, un helicóptero contratado por Ahumada lo traería a la ciudad de México.

Pero ese helicóptero ya no se utilizó. La PGR inspeccionó el jet y encontró cuatro pistolas calibres 45 y 9 milímetros, un rifle, 720 cartuchos útiles de varios calibres y más de mil 200 ojivas escondidos en la nave.

Zuno pasaría los siguientes dos años y medio en prisión. Hoy despacha nuevamente en su notaría pública.

***

Entre los garabatos con fechas y nombres, resaltan otros dos pasajeros en los aviones de Ahumada: Edgardo Codesal, autoridad arbitral mexicana, y Justino Compeán, hoy ex presidente de la Federación Mexicana de Futbol.

Hasta el momento, el escándalo mundial de corrupción que sacude a la FIFA y que es investigado por el Gobierno de Estados Unidos, no ha alcanzado a los empresarios y directivos del balompié azteca.

Hasta ahora.

Gustavo Vera, el legislador de Buenos Aires que se escribe personalmente con el Papa Francisco sobre la “mexicanización” del narcotráfico y la violencia en Argentina, demanda que el nuevo caso Ahumada y la posible utilización de las ligas argentinas del balompié sean escenario de amaños, lavado de dinero, corrupción gubernamental…

Foto: Cuartoscuro

Rosario López Berlanga, en los tiempos en que encabezó el Gobierno del Distrito Federal. Foto: Cuartoscuro

MICHOACÁN, MEDIADOS DE 2002

“Como se dice, Graco [Ramírez, hoy Gobernador perredista de Morelos acusado de corrupción, estado con presencia del cártel Guerreros Unidos] era un dolor de muelas. Cuando lo conocí, andaba de perro faldero de Rosario. Fue a Michoacán a apoyar a Lázaro, estaba en la campaña, estaba con Rosario y no se me despegaba, se subía a los coches en los que viajábamos Rosario y yo, en todo momento se hacía presente sin invitación.

“Recuerdo una ocasión en que ya estaba subido en el helicóptero donde nos íbamos a regresar a la Ciudad de México Rosario y yo. Ella al verlo muy instalado le dijo de una manera brusca: ‘¿Qué haces aquí?’. Él le respondió: ‘Es que quiero ir…’. Rosario le contestó: ‘No te puedes ir porque solamente cabemos tres en el helicóptero’, y en ese momento bajó a Graco, le pidió a Carlos Ímaz que nos acompañara y nos regresamos los tres al DF.

“Recuerdo también que Graco iba a mi oficina, me hablaba por teléfono un sinfín de veces y me prometía que Ana Lilia Cepeda, responsable del Centro Histórico, me podía dar obras, me podía ayudar. Se me plantaba horas en la oficina, me invitaba a comer; no quería ir con él, la verdad es que ni tenía tiempo, ni me caía bien como para ir a comer (…) Era una molestia constante.

“(…) A Graco Ramírez, creo que en total le habré dado entre 400 o 500 mil pesos, y creo que me devolvió únicamente 30 o 40 mil pesos”.

***

Ahumada, según Ahumada, dispuso de un equipo de 20 personas que operaron un sistema de encuestas que entregó resultados a la empresa Parametría que sólo los anunció el día en que Lázaro Cárdenas Batel le arrebató Michoacán al PRI, el 11 de noviembre de 2002.

En su relato, Ahumada habla sin tapujos del financiamiento que dio a Lázaro Cárdenas Batel, hoy miembro del instituto anticorrupción Woodrow Wilson, con sede en Washington DC y, hace 12 años, parte de la corriente perredista que tuvo por cabeza a su padre, Cuauhtémoc Cárdenas, quien adoptó políticamente a Rosario Robles; a ese mismo grupo perteneció Leonel Godoy Rangel, cuyo medio hermano sigue prófugo de la justicia por sus ligas con los jefe de la Familia Michoacana, organización que concentró la mayor parte del negocio de las metanfetaminas durante la década pasada.

Un cártel no se construye en pocos años.

La siguiente es palabra de juez:

“En Michoacán, por lo menos desde 2002 —último año de la gubernatura del priísta Manuel Tinoco Rubí y primero del perredista Lázaro Cárdenas Batel—, opera la organización delictiva conocida como La Familia Michoacana.

“(…) Transportan y venden cocaína, marihuana y ice (sic). Trafican pseudoefedrina, cocaína, marihuana, metanfetaminas y heroína. Realizan levantones y ejecuciones. Lavan dinero. Elaboran ‘cristal’ o ‘hielo’ [metanfetaminas en el argot mexicano]. Compran vehículos robados y trafican armas.

“Captan autoridades a cambio de dinero. Coordinan con los diferentes partidos políticos la selección de los candidatos y sus colaboradores a las diferentes presidencias municipales, principalmente en Michoacán, e insertan miembros de la organización criminal en los tres niveles de seguridad pública para controlar sus acciones.

“Servidores públicos, entre los que se encuentran, Miguel García Hurtado — Procurador de justicia de Michoacán en funciones al momento de su detención y hombre cercano al ex Gobernador Leonel Godoy desde hace dos décadas— (…) coadyuvaron con ellos de manera consciente y voluntaria, sin que tuvieran la calidad de líderes.

“Protegieron a los miembros de la organización criminal. Les comunicaron la práctica de operativos. Comisionaban elementos de la policía municipal para que les dieran seguridad. Intervenían para lograr la liberación de miembros de la organización cuando fueran detenidos. Contrataban sus miembros en funciones de seguridad pública. Permitían el transporte de cocaína y dinero de la organización. Sacaban vehículos que transportaran armas de los retenes para escoltarlos a su destino”.

El COMPLOT

En Derecho de réplica, de Ahumada Kurtz describe el complot dirigido por políticos del PRI, el PAN y el PRD, destacadamente Rosario Robles, contra Andrés Manuel López Obrador, puntero en la carrera presidencial hacia 2006.

¿Por qué no utilizó Andrés López Obrador la información que hizo pública Ahumada en 2009 para la campaña de 2012?

Es difícil saberlo. Quizá porque Ahumada sostiene que sí se reunió con López Obrador, quien le habría pedido apoyo económico ilegal para la campaña de 2002 por la gubernatura de Tabasco.

Lo cierto es que en las palabras de Ahumada, López Obrador tenía argumentos. Se lee en la página 158:

“Como lo mencioné, Carlos Salinas me dio dinero a cambio de los videos. Antes de entregárselos, me hizo llegar aproximadamente 35 millones de pesos. Me los entregaron Manuel Andrade, entonces Gobernador de Tabasco, Arturo Montiel, entonces Gobernador del Estado de México, Enrique peña Nieto, entonces Diputado del PRI en el Estado de México, Elba Esther Gordillo y Jorge Kahwagi, el boxeador y en ese entonces diputado verde. Entre todos ellos me entregaron esa cantidad de dinero. Diego Fernández [Senador panista en la época] me hizo un primer pago, a cuenta, por la cantidad de 33 millones de pesos el día 19 de febrero de 2004 (…)”.

También te puede interesar

Trump acaricia el lomo del KKK mientras que EU perfila hoy, en el “Supermartes”, su destino

$
0
0

The New York Times cuenta ayer cómo hasta hace poco, Jared Taylor, uno de los más prominentes miembros de la supremacía blanca, nunca había apoyado a un candidato presidencial. Pero Taylor encontró ya a quien dará su voto: Donald J. Trump. Este año, la voz de Taylor se escuchó en llamadas telefónicas automáticas para invitar a los votantes de Iowa y New Hampshire a votar por Trump. “No necesitamos a los musulmanes”, decía. Recientemente, el magnate retuiteó una cita de Mussolini: “Es mejor vivir un día como un león, que 100 años como una oveja”. Luego, en una entrevista en la CNN, se negó a condenar al Ku Klux Klan o a David Duke, su otrora “Gran Mago”.

Sí, Donald Trump, el hombre que aborrece a los mexicanos, ha sellado su amistad con los blancos más racistas del mundo “civilizado”. Y hoy podría confirmar, en el “Supermartes”, que es imparable en su camino a la Casa Blanca…

Ciudad de México (SinEmbargo).- La clase política ha empezado a reaccionar a las posiciones antimexicanas de Donald Trump, el aventajado aspirante a la nominación republicana por la Casa Blanca, mientras él cosecha apoyos de los grupos de mayor raigambre racista en Estados Unidos. David Duke, ex líder del Ku Kux Klan, ha calificado a Trump como “el mejor del lote” y ha prometido su apoyo financiero, en tanto que la organización supremacista hizo campaña todo el invierno, abiertamente, para apoyarlo.

Y mientras Trump responde al ex Presidente mexicano Vicente Fox Quesada por referirse a su muro fronterizo como “una mierda”, el aspirante republicano no se sacude la popularidad que concita entre los grupos de odio a pesar de que el propio Duke ha sido preso por fraude fiscal.

El domingo, durante una entrevista con CNN, Trump evadió varias veces ofrecer una postura respecto sobre el KKK y Duke. Hoy por la mañana, presionado, se dijo harto por “las repetidas preguntas de cuándo, y si ha rechazado cualquier relación con David Duke”. Entrevistado por teléfono en el programa televisivo de ABC, Good Morning America, mientras los votantes se dirigían la mañana del martes a las urnas, Trump dijo que en varias ocasiones había rechazado a Duke aunque lo dejó operar a su favor durante meses.

El Southern Poverty Law Center es una organización no gubernamental que sigue, describe, ubica y denuncia a los grupos extremistas en Estados Unidos y ayer mismo emitió un comunicado cuestionando la ausencia de una postura crítica de Trump respecto del Klan:

“Las declaraciones de Donald Trump esta mañana son sólo el último de una serie de incidentes en que ha utilizado su presencia en los medios masivos, especialmente su cuenta de Twitter con más de 6 millones de seguidores, para elevar las ideas extremistas e individuales. A pesar de estar identificados por periodistas y organizaciones como el Southern Poverty Law Center, estos incidentes continúan. Condenar a David Duke y al Ku Klux Klan en cada oportunidad debe ser lo más fácil que cualquiera puede hacer. El odio en sus ideas y acciones están bien establecidos y debe ser denunciado con fuerza por todos los líderes políticos responsables”.

Trump-Boicot-promo-700

MARTES DE DECISIÓN

Este martes hay elecciones primarias en más de una decena de estados, una jornada electoral conocida como “Supermartes” y que ayudará a definir aún más la carrera presidencial en Estados Unidos. Ambos partidos realizan elecciones en: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia.

Hoy, el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que quien desee ser el candidato presidencial republicano debe rechazar a cualquier grupo o individuo racista. El legislador republicano dio un golpe tácito a Donald Trump, el puntero de los aspirantes republicanos, mientras 11 estados se encaminan a las urnas en el “Supermartes”. Ryan dijo que el Partido Republicano es el partido del presidente Abraham Lincoln y “este partido no saca provecho de los prejuicios de la gente”.

Ryan fue el nominado republicano a la vicepresidencia en 2012. El martes dijo que trataba de abstenerse de comentar sobre la contienda presidencial, pero tuvo necesidad de hablar.

De acuerdo con Associated Press, México alista un plan para enfrentar las críticas en su contra lanzadas en el proceso electoral de Estados Unidos, y en el que descarta enfrascarse en ataques verbales con aspirantes o candidatos presidenciales. El gobierno de México tiene planeado acercarse a las oficinas de quienes resulten los candidatos para compartirles información sobre cómo la relación bilateral es una oportunidad y no una amenaza para la región, dijo el martes a corresponsales extranjeros el jefe de la oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán.

Además, los cónsules mexicanos en Estados Unidos han sido instruidos para comenzar reuniones con diversas organizaciones y líderes de opinión para compartir información sobre la aportación de los mexicanos a esa nación.

Una fuente del Gobierno de México afirmó hoy a la agencia Efe que Trump “cambiará su discurso a medida que se acerquen las elecciones”, si se proclama finalmente candidato, en cuyo caso establecerá contactos con él como con su rival demócrata. “La propia dinámica de la contienda electoral va a llevar a un ajuste en el tipo de discurso”, afirmó una alta fuente gubernamental mexicana a la agencia española.

“Los principales preocupados con Trump son los republicanos mismos”, confió.

Pero, aunque esa puede ser una realidad, también lo es que en Estados Unidos ven a Trump como un tren de carga imparable.

Un marine retirado, el general Bill Weise, dijo a Associated Press –mientras se unía a una docena de personas que esperaban pacientemente en la fila del precinto de Greenspring, Virginia– que sus siete meses de agonía sobre por quién votar se redujeron a los últimos 10 segundos antes de llenar el círculo. Se fue por Ted Cruz, rival de Trump. “Leí la autobiografía de Cruz”, dijo. “No es perfecto, pero nadie lo es… El candidato ideal no existe”.

Michael Kernyat, del condado de Chesterfield, Virginia, votó hoy por el Gobernador de Ohio John Kasich aunque consideró que probablemente desperdició su voto. Consultor retirado de informática, dijo que Kasich es “la persona más razonable en la carrera”, pero probablemente no tiene ninguna posibilidad de vencer a Donald Trump.

“Nadie puede detener a ese tren de carga”, dijo Kernyat.

Tuit racista de Trump, ahora contra los afroamericanos. Imagen: Twitter

Tuit racista de Trump contra los afroamericanos. Imagen: Twitter

Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter

Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter

Nicole Freed, una discapacitada veterana del ejército de 32 años que sirvió en Irak, se describe como una demócrata moderada pero votó en las primarias republicanas de Virginia por Marco Rubio para intentar dejar fuera a Trump.

Aunque está en contra de Trump, no está en contra de todas sus ideas y le gusta su postura ante la inmigración.

En cuanto a las elecciones de noviembre, está en conflicto. “Probablemente termine votando por Hillary Clinton”, dijo.

Esos votos castigo podrían frenar a Trump. Pero la inercia, que suele ser poderosa, podría volverlo Presidente.  Tyler Murphy –por ejemplo–, un residente de Boston de 26 años que trabaja como gerente de proyectos en una compañía de construcción, votó el martes por Donald Trump aunque consideró que “definitivamente está mal en muchas cosas”. Para bien o para mal, dijo, el precandidato controversial es la “llamada de atención” que el país necesita.

Murphy indicó a Associated Press que de no haberse convertido Trump en un candidato viable, probablemente le habría dado su voto a Hillary Clinton.

Owen Worley, un residente de Houston que trabaja en finanzas, votó por Ted Cruz porque cree que él está enfocado en temas económicos, incluida la reducción del tamaño del gobierno y el control de la deuda nacional.

Pero si Trump gana la nominación republicana, Worley lo apoyaría.

Worley dijo que le preocupa que Trump sea demasiado impulsivo, pero que “si al final si es un tipo ejecutivo, es bueno para dejarse aconsejar por gente inteligente”.

***

Duke. Fotos: Archivo

Duke. Fotos: Archivo

¿Quién es Duke?

De acuerdo con el perfil del Southern Poverty Law Center, David Duke Ernest, nacido en 1950 e hijo de un ingeniero petrolero de la compañía SheLl Oil, es un neonazi que, por mucho tiempo, ha liderado al Klan —o su “Imperio Invisible”, como en la jerga interna se le llama a su pretendida jurisdicción geogrráfica— y ahora es vocero internacional del movimiento que niega la ocurrencia histórica del Holocausto judío. Duke se ha involucrado activamente en la política de su natal Luisiana, donde ha ejercido en el Congreso local y ha pretendido la Gubernatura y la Presidencia de Estados Unidos en dos ocasiones sin ninguna posibilidad real.

El pasado 24 de diciembre, The Southern Poverty Law Center contabilizó 784 grupos de odio activos hasta 2014, aunque estos números podrían cambiar por un renacimiento de su ideología, alentada por el discurso del candidato presidencial Donald Trump. Varios de estos grupos están identificados con actos de violencia, y la mayoría utiliza un discurso contra afroamericanos, mexicanos, latinos en general, asiáticos e incluso judíos, a quienes no consideran “totalmente blancos”.

De acuerdo con The Southern Poverty Law Center, existen 72 grupos activos del Ku Klux Klan (KKK) operando en Estados Unidos. California, donde viven millones de mexicanos, en la estado estadounidense con la mayor presencia de estas agrupaciones de odio: 57. La organización civil indica que el mayor número de grupos es el de aquellos que profesan la ideología neonazi.

“Las actividades de los grupos de odio pueden incluir actos criminales, marchas, mítines, discursos, reuniones, distribución de folletos o publicaciones”, dice la ONG, que identifica a los grupos neonazis que comparten un odio por los judíos y su amor por Adolfo Hitler y el nazismo alemán, pero que no terminan allí: rechazan otras minorías como a los gays y lesbianas, latinos, asiáticos, negros; también ven una “conspiración en curso” entre judíos y gobiernos, instituciones financieras y hasta medios de comunicación.

Algunos de estos grupos apoyan la idea de un nuevo gobierno “de y para blancos” en Estados Unidos, y allí es donde el discurso de Donald Trump se ancla.

Heidi Beirich, director del Intelligence Project de The Southern Poverty Law Center, dijo recientemente que el llamado de Donald Trump a cerrar las puertas a los musulmanes es simplemente el último ejemplo de la retórica anti-musulmana que ha tocado su cúspide este año. “Llevar a las tribunas el odio y el extremismo es peligroso para millones de musulmanes pacíficos y dañino para el tejido social. Los líderes políticos de Estados Unidos deberían condenarlo”.

En su discurso contra los musulmanes, Trump citó a Frank Gaffney, un intelectual que trabajó en el gobierno del Presidente Ronald Reagan durante la década de 1980. De ahí salió en 1988 para formar el Centro para las Políticas de Seguridad (CSP, por sus siglas en inglés), después de que el Senado rechazara su nominación como secretario asistente de Defensa.

“Alguna vez fue un respetable miembro de los círculos de poder de Washington”, dijo el Southern Poverty Law Centre, citado por BBC.  Pero Gaffney se convirtió en “uno de los islamófobos más notorios del país”. Ha pedido que los musulmanes sean investigados por una nueva “comisión legislativa de actividades antiestadounidenses”, recordando a la controversial entidad anticomunista que en la década de 1950 fue encabezada por el Senador Joseph McCarthy, la misma que dio lugar a la expresión “macartismo” como sinónimo de intolerancia política.

Gráfico: SinEmbargo con información de The Southern Poverty Law Center

Gráfico: SinEmbargo con información de The Southern Poverty Law Center

El KKK es el grupo vigente extremista más antiguo en Estados Unidos. Fundado en 1865, ha dirigido decenas de ejecuciones por razones de odio tenido como objetivos poblaciones afroamericanas, de inmigrantes, de judíos, de la diversidad sexual. Actualmente cuenta con una militancia de entre 5 mil y 8 mil miembros.

Duke ha sido sujeto de cargos criminales desde 1972 por recaudación ilegal de fondos para campañas políticas y fue detenido en 1976 por disturbios.

En 2002, luego de huir durante dos años, Duke ingresó por 15 meses a una prisión federal por los delitos de fraude fiscal y utilización ilegal del servicio postal.

Como apunte sobre las cárceles y lo que puede ser un conveniente odio a todo lo que se presente como el rostro criminal de México, tal como Trump hace, se puede decir que, en 2010, miembros de la Aryan Brotherhood, supremacistas blancos, y la Mexican Mafia o Eme –nacionalistas chicanos– firmaron un armisticio ante los enviados de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

El FBI demostró que la Aryan Brotherhood en Arizona cometió un fraude fiscal a favor de integrantes de la Mexican Mafia falsificando formatos de devolución de impuestos. Las ganancias en tarjetas de débito distribuidas por ambas pandillas, de las que dependen decenas de clicas en libertad. ¿Qué recibieron los anglosajones? Coca blanca colombiana reexportada desde México.

Los blancos con sus suásticas y los cafés con sus manos negras esqueléticas tatuadas convinieron contrabandear juntos y en calma drogas al interior de las cárceles de California, pasar armas hacia el sur, robar autos en las calles e intimidar rivales de los gánsteres mexicanos.

¿Cómo piensa Duke, el hombre que apoya a Trump?

La siguiente es una frase suya que bien lo puede describir:

“El idealismo racial, o el realismo, es la idea de que los recursos más grande de una nación es la calidad de su gente. Esto significa que el análisis de todas las cuestiones de gobierno se deben hacer sobre la base si una medida propuesta es bueno o malo para nuestra raza (…) Ni el comunismo, ni capitalismo, ni ninguna otra doctrina materialista puede salvar nuestra raza; nuestra única salvación racial se encuentra en una alianza racial Blanca que una nuestro pueblo con la causa común del idealismo racial”.

Dijo Duke —“El Gran Mago”, título que posee dentro del KKK— sobre Trump el pasado viernes 26 de febrero en un programa de radio que conduce y que está dirigido a los supremacistas blancos:

“El voto contra Donald Trump es, realmente, una traición a su herencia”.

http://davidduke.com/

***

Otro grupo extremista que se ha sumado a favor de Trump es American Patrol o American Border Patrol, una organización netamente antiinmigrante fundada en 1992 en Sierra Vista, Arizona.

Antes que el empresario de los bienes raíces y el entretenimiento, American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento” y los mexicanos son, en palabras de Glen Spencer, su fundador, “un cáncer social”.

http://www.americanborderpatrol.com/

La emigración mexicana es, según el ideario de Spender, parte de un proyecto secreto llamado “Plan Espiritual Aztlán”, consistente en “reconquistar” el suroeste de Estados Unidos, los territorios de Texas, Arizona, Nuevo México y California perdidos por el país latinoamericano durante las guerras de 1836 y 1847.

American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento”. Foto: http://www.americanpatrol.com/

American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento”. Foto: http://www.americanpatrol.com/

También te puede interesar

Antorcha ayudó a Moreira a esconder 1,100 mdp en el Edomex

$
0
0

El escándalo de la deuda de Humberto Moreira en Coahuila alcanzó también a ex funcionarios federales e involucra a la organización priista Antorcha Campesina, cercana al Presidente Enrique Peña Nieto.

Foto: Cuartoscuro

Antorcha campesina es una de las organizaciones que se adueñó del municipio de Chimalhuacán. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 20 de marzo (SinEmbargo).- La maniobra para ocultar 1 mil 100 millones de pesos defraudados al erario de Coahuila durante el Gobierno de Humberto Moreira utilizó al Ayuntamiento de Chimalhuacán, Estado de México, gobernado por Antorcha Campesina, organización priista con la mayor cercanía al Presidente Enrique Peña Nieto.

Los detalles de cómo se realizó la obtención ilegal del crédito con Banca Santander por los 1 mil 100 millones de pesos que ha llevado a prisión a cercanos de Moreira, también ex presidente nacional del Partido Revolucinario Institucional (PRI), se encuentran en el auto de plazo constitucional existente dentro de la causa penal 16/2012-II abierto por el Juzgado Decimosexto de Distrito de Procesos Penales del entonces Distrito Federal contra Jorge López Alarcón, uno de los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) involucrados en el timo.

SinEmbargo posee copia completa de este documento.

Básicamente, con la finalidad de obtener el crédito, diversos funcionarios del Gobierno estatal proporcionaron a Santander datos sobre el monto de los activos de Coahuila.

Banco Santander y el Gobierno de Humberto Moreira Valdes formalizaron el crédito por hasta mil 100 millones de pesos el 12 de julio de 2010 firmando, como representante de Gobierno, Héctor Javier Villarreal Hernández, en ese momento Secretario de Finanzas.

Para llegar a este punto, se falsificó la autorización del Congreso de Coahuila para la adquisición de la deuda y, además, la Dirección de Deuda Pública de Estados y Municipios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) otorgó el visto bueno a favor del estado para la obtención de los recursos.

El crédito quedó anotado en el Registro de Obligaciones y Empréstitos de Entidades Federativas y Municipios, también dependiente de la SHCP, con el folio 415/2010.

Al respecto, se lee en la acusación penal:

“Sin embargo, el registro anterior carece de toda validez jurídica y resultó apócrifo en virtud de que en los registros de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP, ese número corresponde a un contrato de apertura de crédito simple entre el municipio de Chimalhuacán, Estado de México, como deudor directo, y como acreedor, Banca MIFEL, por la cantidad de 74 millones de pesos”.

Y, fuera de la investigación penal referida, algo llama la atención: actualmente, en el Registro de Obligaciones y Empréstitos de Entidades Federativas y Municipios no existe ningún crédito contraído por Chimalhuacán con Banca MIFEL. En el listado aparecen únicamente dos empréstitos de esa demarcación con Banobras, ambos de 2013, uno por casi 30 millones de pesos y el otro por 95 millones de pesos.

En 2010, cuando se efectuó el fraude, Chimalhuacán tenía como Presidente Municipal a Jesús Tolentino Román Bojórquez, líder en el Estado de México de Antorcha Campesina y eventual jefe nacional de la organización.

Documentos de la causa penal a los que SinEmbargo tuvo acceso. Foto: especial

Documentos de la causa penal a los que SinEmbargo tuvo acceso. Foto: especial

CERCANOS

Si bien es claro que Humberto Morerira fue ungido presidente nacional del PRI al término de su Gobierno en Coahuila para acompañar la candidatura presidencial Enrique Peña Nieto, ¿qué relación existe entre el político mexiquense y Antorcha Campesina?

El domingo 21 de junio de 2009, Enrique Peña Nieto vivió el Estadio Azteca repleto de playeras rojas. La marea, más que priista, era antorchista y desbordaba el primer evento público y masivo del mexiquense hacia la Presidencia de México.

De esto, de ser un evento electoral y, en consecuencia, un acto anticipado de campaña, se acusaría a Peña Nieto ante el entonces Instituto Federal Electoral (IFE). El órgano resolvió la improcedencia de los señalamientos.

Peña estaba ahí para celebrar el 35 aniversario del Movimiento Nacional Antorchista. Vestido con camisa de blanco impecable, sin corbata, presenció el Can Can de Offenbach puesto en escena por los mismos antorchistas.

El Gobernador asintió con la cabeza y habló:

“Amigas y amigos del Movimiento Antorchista Nacional. Les saludo con gusto y con afecto. Este evento tiene particular significado para esta organización social, porque da muestra evidente de su fuerza y de su capacidad de convocatoria”.

La gente coreó:

“¡Se ve, se siente: Antorcha está presente!”.

Peña sonrió e hizo una pausa. Continuó con el ceño fruncido, aplomado.

“En el Gobernador del Estado de México tienen un aliado porque desde su Gobierno trabajará para lograr objetivos compartidos”, dijo.

La multitud rugió y así siguió, sin notar el resbalón en el discurso del Mandatario cuando deseó el destierro “del escenario donde muchos tengan poco y pocos tengan mucho, donde realmente logremos tener, en esta gran nación, justicia y desigualdad social”.

Peña tardó algunos instantes en reparar que había resbalado y quiso meter reversa en voz baja: “Igualdad”, se corrigió.
Los gritos y la insolación encubrían todo.

Aquiles Córdova devolvió el halago a Peña Nieto:

“México necesita políticos comprometidos con las mayorías… políticos de altura, emprendedores y valientes”, expresó.

Además de Peña acudieron Ulises Ruiz Ortiz, aún Gobernador de Oaxaca, y la entonces Senadora María de los Ángeles Moreno. El festejo, admitieron entonces sus organizadores, costó 4 millones de pesos.

MUY CERCANOS

Jesús Tolentino Román, ex Alcalde de Chimualhuacán. Foto: Cuartoscuro

Jesús Tolentino Román, ex Alcalde de Chimualhuacán y líder en el Edomex de la organización priista. Foto: Cuartoscuro

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su análisis de la cuenta pública correspondiente a 2011 para ese Fondo Metropolitano, reparó en la adquisición del predio con recursos asignados al Estado de México del Rancho El Pimiango, en el municipio de Texcoco, vecino de Chimalhuacán.

El órgano fiscalizador anota que el contrato número 83841 tuvo por objeto la adquisición del rancho El Pimiango por parte del Instituto Mexiquense de la Vivienda Social. El contrato fue formalizado el 13 de septiembre de 2011, dos días antes de que Peña Nieto concluyera su mandato, y estipuló la adquisición de 20 fracciones de terreno con una superficie de 382 mil 912 metros cuadrados en el poblado de Santiago Cuautlalpan, en Texcoco.

El fin de la compra, se estableció formalmente, fue la reubicación de los asentamientos irregulares ubicados en el Ejido Santa María Chimalhuacán, en el área de reserva ecológica del ex Lago de Texcoco.

La operación ascendió a 165 millones de pesos, en su mayoría provenientes del Fondo Metropolitano. El contrato también incluyó la cesión de derechos por parte de una empresa para el aprovechamiento y explotación del pozo de agua ubicado dentro del terreno adquirido.

La ASF anota que la compra del rancho tuvo una asignación de recursos federales por 125 millones de pesos transferidos el 1 de diciembre de 2011, dos meses y medio después del inicio de gobierno de Eruviel Ávila.

La ASF emitió la siguiente observación:

“Se verificó que se efectuaron tres pagos por 65 millones de pesos en 2011; sin embargo, la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México no comprobó con qué recursos fueron pagados ya que la cuenta de ese proyecto [el de la compra del inmueble] no registró transferencias en ese año”.

También te puede interesar

Viewing all 98 articles
Browse latest View live